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002

Eran exactamente las cinco y quince de la tarde, el cielo había pasado de ser un reluciente celeste a un gris opaco y deprimente.

Y Oyuki no encontró mejor refugio de aquella inesperada lluvia, que unos juegos infantiles, más específico, debajo de uno de los toboganes.

Para este punto ya se encontraba empapada, podía sentir sus medias mojadas y su nariz picaba un poco, se iba a resfriar. El salir corriendo de la casa de su amiga no había sido buena idea, aunque pensándolo dos veces, prefería mojarse a seguir viendo cómo le pegaban a Yuzuha.

Mientras el sonido de la lluvia hacía eco en los oídos de Oyuki, esta tenía pequeños flashbacks de lo había pasado no hace muchas horas.

Recordaba que ella y Yuzuha habían escuchado un puerta ser azotada, suponiendo que era la de puerta principal, la castaña metió a su amiga rápidamente en su armario, pidiéndole que no haga el más mínimo ruido. Lo que vino después solo fue más aterrador, los golpes llegaban sin piedad al delicado y bello rostro de la castaña, quien no hacía ningún esfuerzo en defenderse, pues sabía que le iría peor.

Hubo un pequeño segundo en el que un pequeño grito se le escapó, gracias a eso Taiju casi la descubre, pero gracias al hermano menor de Yuzuha, un chico alto, de cabello azul y con una cicatriz en los labios, este olvido el tema casi por completo. Luego de eso solo recordó el cómo la castaña le gritaba que corriera, y eso hizo, a pesar de tener a un tipo de casi dos metros detrás, solo corrió.

Sintiéndose la persona más cobarde del mundo.

Pobre Oyuki, si supiera que parte de ese suceso fue planeado por su propia amiga, quien esperaba que la peliblanca la consolara al enterarse de lo que en realidad le hacía su hermano.

-¿Estas bien, niña?- una voz algo gruesa llamo la atención de la chica, levantando la mirada

Un par chicos la miraban desde arriba, uno era pelinegro, junto a un cigarro adornando sus labios, el otro tenía el cabello morado con rubio, con un palillo entre sus dientes. Ambos con un paraguas en mano.

-¿Qué haces aquí?- preguntó aburrido el de ojos violeta ante la mirada confundida de la chica

-Espero a que la lluvia se calme un poco- respondió la peliblanca mientras los veía fijamente -¿no es obvio?-

-¿Como te llamas pequeña extraña?- preguntó el pelinegro sentándose a un lado de ella, asegurándose de que el tobogán los cubriera a ambos.

-¿Debería simplemente decir mi nombre a unos extraños?- preguntó a la defensiva

-Ese es...un muy buen punto- señaló el de ojos oscuros -soy Shinichiro, el es Wakasa- el de ojos violetas se quejo en voz baja -Ya no somos desconocidos-

-Soy Oyuki- murmuró mirando sus manos, aún podía sentir la mano de Yuzuha en ellas, unas manos manchadas de sangre

-Es un placer Oyuki- inhaló el humo de aquel cigarro y lo libero de forma lenta, bajo la atenta mirada de la peliblanca
-¿quieres uno?- preguntó

-Soy menor- respondió mirándolo con el ceño fruncido, haciendo contacto visual con el chico por primera vez

Shinichiro quedó anonadado ante los profundos ojos azules de aquella chica, eran hermosos, ella era hermosa.

-Respuesta correcta- rió el pelinegro sin dejar de mirarla -¿cuantos años tienes?- preguntó interesado acercándose unos milímetros

-Es menor que tú confórmate con eso- Wakasa le había pegado en la nuca dejándolo algo aturdido -no respondas sus preguntas niña-

-Cumpliré diecisiete en un par de meses- dijo hacia el pelinegro ignorando por completo al de ojos violetas

A Shinichiro casi le salen brillos de los ojos.

"¿Acaba de ignorar a Wakasa?"
"¿Acaba de ignorarme?"

-Creo que será mejor irme- la de ojos azules se levantó, ahora caía apenas una llovizna, vaya clima -supongo que fue un placer, adiós Shinichiro- se despidió del pelinegro mientras que al de cabellos rubios y violetas le daba una sonrisa algo incomoda

"¿Por qué me mira así?" Se preguntaba la peliblanca

Pues Wakasa no había despegado la mirada de ella, examinándola de pies a cabeza, con un semblante serio y hasta irritado. Se sentía extraño.

-A..Adiós Oyuki- tartamudeo -¿me das tu teléfono?, digo..¿me das tu número?- murmuraba con nervios, aunque la de cabellos blancos ya estaba lo suficientemente lejos como para no escucharlo

-¿Qué es lo que te pasa?- preguntó el Imaushi con el ceño fruncido, más de lo normal -entiendo que estes desesperado pero por si no te has dado cuenta, es un-....-

-Una niña, si, ya lo sé- suspiró -es de la misma edad que Manjiro, podría ser mi hermana- apretó sus puños

-Solo la has visto una vez, y tienes razón podría ser tu hermana- de pronto Wakasa se sintió más relajado al saber que su amigo parecía haberse rendido con la de cabellos blancos, su corazón se sentía más tranquilo

"Podría ser mi hermana...pero no lo es"

Una sonrisa se plasmó en el rostro de Shinichiro. De algo estaba seguro, la volvería a ver. Cueste lo que cueste.

Oh mi querida Oyuki, si tan te hubieras quedado en casa ese día, si tan solo no hubieras salido con tu supuesta amiga, si tan solo no fueras tan inocente.

Dato: Oyuki cumple diecisiete años el 23 de agosto, lo cual sería en exactamente, un mes y veinte días.

-Okasan estoy en casa- aviso a penas cruzo el umbral de la puerta, pero no dieron respuesta

"Aún no llega" suspiró

Tomó sus mochila, subió a su habitación y se tiró a su cama boca arriba. Ya le había mandado un mensaje a Yuzuha, pero esta aún no le respondía, algo le daba mala espina.

Aunque varios minutos después terminó por cerrar sus ojos, cayendo ante la tentativa idea de descansar hasta la mañana del día siguiente. Si, eso sonaba bien.

-Dulces sueños, mi reina de nieve- y aunque ese no halla sido más que un murmulló, fue suficiente para que durmiera con los nervios a flor de piel

Puede que ella no se diera cuenta, puede que al día siguiente ni recordara aquel extraño suceso, pero el jamás olvidaría. El nunca podría olvidarla.

Unas horas más tarde, dentro de la casa de los Shiba, se encontraban Hakkai y Yuzuha curando las heridas de esta última, justo cuando Taiju cruzaba por la puerta.

-Ni siquiera te golpeé tan fuerte- reclamó ante la mirada juzgadora de sus dos hermanos

-De igual forma no importa- suspiró la castaña -ella lo vio, es suficiente con eso, ¿cierto?- preguntó hacia Taiju con los labios en una línea recta

-Lo es, ahora está en la mira de los Black Dragons- respondió sonriendo, a su manera claro está -buen trabajo Yuzuha-

La castaña mordía su labio inferior para evitar soltar una carcajada, si Taiju creía que ella llevaría a su amada a un lugar tan peligroso sin tener un plan de respaldo, estaba equivocado. Yuzuha estaba al tanto de el sentimiento que tenía su hermano mayor por Oyuki, el tan sólo pensar en que su hermano quería poner las manos encima de la ojiazul le daban ganas de, no, quería matarlo.

-¿Qué harás cuando ella encuentren?- preguntó Hakkai con miedo de lo que le haría la adorable "mejor amiga" de su hermana mayor

-Vendrá a vivir con nosotros, luego cuando ella cumpla la mayoría de edad, nos casaremos- dijo mientras se dirigía a la puerta -seremos una gran familia-

Pues si, Taiju tenía ya la mayoría de edad, pero esperaría por Oyuki, esperaría por ella por siempre.

La castaña contuvo con todas sus fuerzas las ganas de maldecir y golpear a su hermano.

¿Cómo se atrevía a decir aquello?
¿Como si quiera podía pensar que él podría casarse con Oyuki?

No se la dejaría fácil, no entregaría a su preciada Oyuki, de ninguna manera.

-¿Crees que ella quiera estar con Taiju?- preguntó Hakkai una vez se aseguró de que su hermano se había ido por completo

-No, no estará con él, no si yo lo puedo evitar- sentenció enojada -necesitaremos ayuda, si es que los Black Dragons están involucrados, las palabras no serán suficientes-

-¿Quieres decir que pelearas?- preguntó atónito -¿contra Taiju?-

-De ser necesario así sera- lo miro fijamente -y necesito la ayuda de tus amigos-

-¿Taka-chan?, ¿Takemichi?, ¿Chifuyu?- contaba con sus dedos

-Me refiero a la Tokyo Manji en general, yo iré a hablar con Mikey si es que no quieres hacerlo tú, pero necesito garantizar la seguridad de Oyuki-

-Descuida yo hablaré con él- dijo algo incómodo ante la idea de que otros chicos cuiden de la peliblanca, pero al fin y al cabo era por su seguridad

Yuzuha no se quedaba atrás, repudiaba con todo su ser la idea de que este bajo la mira de otros chicos, altos, fuertes y atractivos, pero si quería que Oyuki esté a salvo, era la única manera.

Grave error.

Le gritaba su subconsciente, pero ya era tarde, su hermano había salido de su casa prácticamente corriendo hacia la reunión en el templo Musashi, haciéndole saber que hablaría con Mikey después de esta.

"Todo sea por ti, Oyuki"

Ese día Yuzuha miro las estrellas durante horas, admirando sus brillos, y la abundancia de estas. Imaginando un futuro al lado de su gran amor, teniendo un final feliz.

Dato: La obsesión de Yuzuha por Oyuki inició cuatro meses después de conocerse. Todo por el párrafo de un libro.


-Mikey, ¿podría hablar contigo?- preguntó Hakkai una vez dieran por terminada la reunión

-Seguro, ¿que sucede?- preguntó amistosamente el pequeño rubio

-Tengo un problema, b-bueno no es así como un problema...e-es más como...- suspiró fuertemente

-Sabes como se pone cuando está estresado, anda Mikey dale un respiro- comentó una tercera voz, acompañada de más detrás

El menor de los Shiba no sabía cómo es que había acabado rodeado por sus amigos, todos esperando a que hablara.

-B-Bueno es Yuzu-....- trato de decir

-¿De qué estamos hablando?- preguntó Smiley con su típica sonrisa, ignorando el hecho de que acababa de interrumpir al de cabello azul

-Si no te callas no vamos a poder escucharlo, idiota- respondió serio Muto

-¿A quién llamas idiota, bastardo?- preguntó el mayor de los Kawata con una vena resaltando en su mejilla

-¡Cállense de una puta vez que sino nos pasaremos aquí toda la noche!- gritó el capitán de la primera división, Baji Keisuke -¡y tengo cosas más importantes que hacer!-

-Cosas importante que hacer, ¿tu?- Mikey rompió en carcajadas -¿Qué, tienes que estudiar para algún examen?- preguntó haciendo que algunos rieran

-P-Pero Yuzu....-

-¡Mira, enano!, que a ti te vaya mal en la escuela no es mi problema- señaló al rubio

-¿Acabas de llamarme enano?- preguntó Manjiro con la mirada fija en Keisuke, aunque por dentro quería reír

-¡Chicos, no vayan a pelearse!- gritó Takemichi poniéndose frente al líder de su división, quien empezaba a amarrarse el cabello -¡Baji-kun, deshágase esa cola!- temía que aquella supuesta pelea afectara el futuro de una manera horrible

-Takemichi ya no te metas- murmuró Chifuyu llegando a su lado, tratando de jalarlo lejos

-¡Ven, enano!, veamos que tal van tus pataditas- provocó el azabache

-¿Se supone que nos quedemos a mirar?- preguntó un chico con cubre bocas detrás de Muto

-....solo cinco minutos- respondió este viendo cómo Mikey se acercaba a Baji

-Deberías traer tus lentes, tal vez así aciertes mejor- río Mikey al esquivar uno de los golpes del azabache

-¿Qué hacemos aquí, Hanma?- preguntó el capitán de la tercera división, Kisaki Tetta

-Es divertido ver a estos enanos pelearse, son tan idiotas- todos automáticamente voltearon a ver al de mechón rubio

-¿Acabas de llamarnos idiomas?- preguntó Draken acercándose a paso lento

Takemichi estaba por desmayarse, Chifuyu trataba de ayudarlo. Baji solo reía a carcajada limpia con Mikey, sin prestar en lo más mínimo a su alrededor. Smiley, Angry, Muto, Sanzu, Draken y Mitsuya veían con mala cara a Kisaki y Hanma. Y Hakkai, bueno, él ya se había hartado de todo.

-¡Yuzuha necesita ayuda!- gritó haciendo que todos voltearan a verlo -Yuzuha tiene una amiga, Oyuki, el punto es que los Black Dragons van detrás de ella- todos quedaron en silencio ante sus palabras -cuando la encuentren, Taiju aseguró que la llevaría a vivir con nosotros y que después se casaría con ella- sus nudillos estaban blancos por la fuerza con la que apretaba sus puños

Todos abrieron los ojos a más no poder.

Pobre chica.

Poco sabían que pronto ellos estarían igual que Taiju, inclusive peor.

-¿Entonces quiere protección?- preguntó Mikey mirándolo seriamente

-Si, es su mejor amiga y odiaría que quede bajo las manos de Taiju- miro a todos los presentes

-¿Es linda?- preguntó Baji haciendo que todos lo miraran mal -solo preguntaba-levantó sus hombros

-Ayudaremos, no te preocupes por eso- aseguro Manjiro -la décima generación de los Black Dragons debe tener un alto- todos los demás miraron a Hakkai asintiendo, con un par de excepciones
-¿ella lo sabe?- preguntó

-Yuzuha se lo dirá mañana saliendo de la escuela, creemos que sería mejor que esté enterada- respondió el peliazul

-Perfecto, entonces algunos de nosotros le enseñaremos a defenderse- Manjiro hizo sonar sus palmas -en la siguiente reunión acordaremos todo lo demás-

-¿Seguro de hacer esto, Mikey?- preguntó Draken a su lado -no somos precisamente los mejores niñeros-

-Sabemos como es el líder de los Black Dragons, y esa chica no tiene la culpa- respondió con una sonrisa en sus labios

En la últimos días años se habían enfrentado a los Black Dragons cerca de seis veces, todas y cada una de las peleas iniciadas por los dragones.

El sub comandante solo atinó a asentir.

Y una vez todos se separaron pudieron pensar mejor en lo que escucharon esa noche.

¿Qué había hecho esa chica para que el líder de los Black Dragons la estuviera siguiendo?

Lo que no sabían era que tendrían las respuestas más pronto, pues su encuentro con la de ojos azules se daría mucho antes de los esperado.

La vida de Oyuki estaba lista para dar un giro, pero ella no.

Buenas!!!, el día de hoy les dejo este capítulo.

Quiero aprovechar en agradecer a las personas que contestaron la pregunta del anterior capítulo, muy pronto actualizare la sección de Harem.

Ya tenemos la aparición de:

-Shinichiro
-Wakasa
-Muto
-Kisaki
-Hanma

Pese a que en algunos no hay interacción con Oyuki, aún, no se preocupen por eso, será pronto.

¿Por qué creen que Taiju tiene una obsesión con Oyuki?

Dejen sus respuestas, las estaré leyendo.

Espero les guste mucho este capítulo.
:)

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