ꜱɪᴇᴛᴇ🦋
Unos suaves golpes en su puerta fue suficiente para que Jungkook dejara de pintar sus uñas con los nuevos esmaltes que le había regalado Taehyung. Dejó todos sus objetos de manicura en un pequeño buró que tiene a lado de su cama y se levantó de ésta para ir a abrir.
No se extrañaba en lo absoluto de tener visitas nocturnas, de hecho, siempre permanecía despierto para esperar aquello. Eran estas horas donde Lisa despertaba aterrada por alguna pesadilla y corría al cuarto del rizado en busca de refugio, ó donde Rosé comenzaba a imaginar escenarios posibles y con ellos millones de preguntas que esperaba que Jungkook pudiera solucionar, y también cuando Félix iba a pedirle que firmara algunos recados del instituto y que su padre no se enterara de aquello. Aunque siempre era Lisa quien lo visitaba más seguido
—¿Tienes sueños malos de nuevo, Lili? — sin embargo, Jungkook se extrañó de no ver a la pequeña castaña de cabello lacio del otro lado de la puerta, sino a su padre con su pijama de cuadros azul con blanco y una camisa blanca lisa. Jungkook lo miró de arriba abajo y elevó una ceja. — ¿Tiene sueños malos, señor Park?
JiMin rio bajito y negó. — ¿Puedo pasar? — Jungkook lo miró extrañado pero aún así se hizo a un lado para invitar al castaño a entrar, y eso hizo. —¿Cómo te fue en tu visita a tu amigo? — preguntó como si nada, como si fuera cosa de todos los días que él entrara a la habitación de Jungkook.
—Bien, supongo… Él está emocionado por conocer la casa algún día. — respondió sincero y caminó de nuevo hasta su cama, tomó asiento en el borde y miró al hombre delante de él con mucha confusión. — ¿Hay algún problema ó…
—¿Qué? ¡Oh, no, no! Yo solo… Quería verte porque, ya sabes, no te he visto desde esta tarde porque no bajaste a comer ni a cenar con nosotros y quería saber si estaba todo bien. — Jungkook miró encantado como las mejillas de JiMin se tornaron un poco rojizas y rio bajito ante su nerviosismo.
—Gracias por preocuparte, Ji-señor Park. — sonrió nervioso y rascó la parte de atrás de su cabeza. — Está todo bien, sólo estuve ocupado hablando con Taehyung sobre algunas cosas… Importantes. — mintió, porque por supuesto que no le diría que no bajó porque unos celos inhumanos lo atacarían solo con verlo y recordar que Irene estuvo tan cerca de él.
JiMin lo miró interrogante y luego formo una sonrisa de lado. — Puedes decirme JiMin, no tengo problema con eso. — mejor ‘mi amor’ ¿Qué te parece? Pensó el rizado, rápidamente agitó un poco su cabeza para borrar aquellos pensamientos de su mente. — apero… Sí tengo problema con que me mientas, dime qué está mal.
Jungkook elevó sus cejas y aclaró un poco su garganta con nerviosismo. — ¿Por qué estás tan seguro de que miento? — desvió el tema, necesitaba tan siquiera unos segundos más para pensar en qué decir.
—Cuando lo haces muerdes tus labios, justo como ahora. — se rio el castaño. — Ya dime qué está mal o tendré que bajar a preguntarle a HoSeok. — insistió, y aunque fue muy rápido y para nada notorio, Jungkook pudo ver el pequeño puchero que hizo JiMin en sus labios.
—Y ahora ¿Por qué estás tan seguro de que HoSeok lo sabe? — se burló Jungkook, JiMin rodó los ojos con una sonrisa divertida y suspiró con pesadez fingida.
—¿Acaso no lo sabe?
—Sí, pero si no lo supiera te verías muy ridículo preguntando.— JiMin rio y las pequeñas arruguitas a los costados de sus ojos se hicieron presentes. Jungkook las admiró con un brillo en sus ojos que JiMin no fue capaz de ver.
—Bien, ahora que sé que sí lo sabe y que no me veré ridículo, le preguntaré a él luego. — sonrió triunfante y Jungkook rodó los ojos divertido.
—Buena suerte con eso, él no te lo dirá. — se encogió de hombros, y antes de que JiMin pudiera decirle algo más, otros toques suaves resonaron por la habitación. Jungkook se levantó de nuevo a abrir y esta vez sí encontró a la pequeña Lisa tallando su ojito con su mano. — Oh cielo, ven aquí. — la cargó y ella rápido escondió su cara en el hueco de su cuello.
JiMin miraba la escena desde el otro lado de la habitación, con una sonrisa enorme y llena de cariño alumbrando su cara.
Lisa levantó su vista y pudo ver a su padre, abrazó más fuerte a Jungkook y miró a su papá muy confundida. —¿Papá? ¿Qué haces aquí? — Preguntó luego de un tierno bostezo.
Jungkook la acomodó en la cama y luego miró a JiMin un poco asustado sin saber qué decir en realidad. JiMin aclaró su garganta mientras veía como Jungkook arropaba a Lisa. — Bueno, cariño… Yo vine a darle las buenas noches a Jungkook, así como lo hago contigo. — JiMin le sonrió a la pequeña y ella asintió comprendiendo.
—Y ¿Ya le diste el beso de buenas noches? — Preguntó ella, acomodándose mejor entre las sábanas del rizado. JiMin y Jungkook volvieron a abrir los ojos un poco incómodos.
—Bueno, no… Pero…
—Uh… Entonces rápido, papá, que ya quiero dormir y necesito a mi Kookie para eso. — apuró la pequeña y JiMin abrió la boca indignado.
—¿Tu Kookie? — Preguntó con una ceja elevada. JungKook no podía hacer más que mirar la escena en silencio y de pie del otro lado de la cama.
—Sip, es mío. — Lisa sacó su lengua en un gesto infantil y burlesco para su padre, JungKook no pudo evitar reír por eso así que tapó un poco su boca con su mano mientras lo hacía.
—Eso ya lo veremos, mocosa. — Imitó el gesto de su hija y luego se acercó a ella para dejar un beso en su frente. Las mejillas de Jungkook se volvieron rojas por aquello pero lo supo ocultar mirando hacia otro lado, O… Eso creé él.
—¡Falta el beso de Kookie! — Recordó la pequeña, alentando a su padre de hacerlo.
—Sí, ya voy. Como me apuras. — se quejó el castaño y caminó hasta el rizado, quien lo veía con mucho brillo en sus ojos y sus mejillas sonrojadas. Adorable, pensó el castaño.
El ritmo cardíaco de ambos estaba acelerado, los dos creían que en cualquier momento caerían desmayados o algo así. Y todo por un simple beso de “buenas noches”, algo insignificante para muchos.
JiMin sin pensarlo mucho, besó la comisura de los labios de Jungkook, alargando el beso unos segundos más de lo que debería. Se separaron y se vieron a los ojos unos segundos antes de sonreír. — Buenas noches Jungkookie.
JiMin salió de la habitación cerrando la puerta detrás de él, dejando a un Jungkook muy confundido y con su ritmo cardíaco al máximo, y a una Lisa sonriendo entre las sábanas de Jungkook.
[…]
JiMin se dirigió a la cocina pensando en distintas formas para sobornar al rubio y que le dijera que estaba mal para Jungkook. Porque claro, el hecho de que Jungkook le haya advertido que HoSeok no le diría nada le daba mucho que pensar, así que su soborno debía ser grande y conveniente.
Encontró a HoSeok secando y acomodando los platos que se usaron en la cena, JiMin se acercó a él vacilante y sin esperar más tiempo sacó el tema. — ¿Qué es lo que tiene Jungkook? — preguntó sin más, teniendo bajo la manga el aumento de sueldo que le daría si se negaba a decírselo, sin embargo HoSeok solo sonrió.
—Está celoso de Irene.
Gracias por leer🦋✨
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