ᴅᴏꜱ🦋
Era un nuevo y soleado día en Busan. Jungkook pasó su primera noche en aquella linda y fina mansión, se dio una ducha apenas y se despertó, y bajó con los demás con solo una bata puesta.
Por otro lado, la familia Park tomaba su desayuno en silencio, como era costumbre en esa casa. Con HoSeok de pie en algún lugar del comedor, atento a cualquier orden que le quieran dar.
—Buenos días a todos. — Jungkook entró al comedor, con su bata colorida y sus rizos atados en un moño. Los miró a todos, JiMin llevaba puesto un traje negro, con el saco a abierto, Félix portaba un traje beige, y las dos menores llevaban lindos vestidos.
—¿Qué ustedes duermen así de formales? — Dijo Jungkook con cierto tono de burla.
—No, pero qué extraña coincidencia, yo tengo unas pantuflas peludas igual a las que usted tiene ahora.— dijo el mayor con la ceja alzada.
—Un simple, “desayunamos arreglados” hubiera bastado.— Respondió Jungkook.
Jungkook caminó hasta HoSeok, quien ya lo esperaba con un plato en mano para que pudiera servirse el desayuno.
—Tienes que advertirme de esas cosas, HoSeok. — se quejó Jungkook.
HoSeok sonrió. —Lo siento, es que lo supuse.
—No supongas nada conmigo, soy un simple chico del campo.
Jungkook tomó el plato y comenzó a servirse mucha comida, pues todo se veía delicioso como para desaprovechar una oportunidad así.
—Es gratis, joven Jeon, si gusta puede repetir. — se burló HoSeok detrás de él. Jungkook rio y negó.
—¿Dónde me siento? — Preguntó Jungkook después de haber terminado de servir su plato.
—La niñera anterior se sentaba en la cocina.— Habló HoSeok.
—Ugh, que antisocial. — Jungkook dejó el plato en la mesa y acomodó una silla a lado de Lisa, para después sentarse ahí.
JiMin lo miraba con una ceja alzada, pero se rehusó a hacer un comentario al respecto.
—Bien niños ¿Qué haremos hoy? Quizá podremos ir al parque, después será mejor que me enseñen la mansión. — Dijo Jungkook comiendo de su desayuno.
—Tenemos que salir, papá no nos quiere en casa.
—No Félix, nunca dije eso, solo dije que no molestaran a los meseros para que preparen todo lo de esta noche.— Dijo JiMin, sin despegar la vista del periódico matutino que llega a su casa cada mañana.
"Oh... Una reunión eh, ¿Necesita ayuda con algo?" Ofreció amable.
"No, gracias. Irene se ha encargado de todo."
—¿Quién es Irene? — Preguntó confundido, pues no había conocido a ninguna otra persona dentro de esa mansión.
—Es la amiguita de papá.— Se burló Rosé.
—Cielo, es mi socia comercial, no mi amiguita. — Corrigió sereno, aún sin despegar la mirada del periódico.
—Mhm. — Se burló HoSeok por lo bajo. — Señor, la señorita Bae está en la línea. — le extendió el teléfono.
—Gracias, la tomaré en la oficina.— El señor Park se puso de pie y abandonó el comedor.
—A la señorita Bae le gusta ser tomada en la oficina. — Le dijo HoSeok a Jungkook, con su doble sentido del humor, Jungkook rio y negó.
—Bien, niños, tendremos una fiesta ¿Qué nos pondremos? — Trató de animar el rizado.
—No nos invitaron.— Dijo Lisa un poco afligida.
—Y a ti tampoco.— Se burló Félix.
—Oh vamos, su papá pagará ¡Claro que estamos invitados! Comeremos, beberemos.— Sonrió. —Invitaras a alguien. — señaló a Rosé.
—No sale con nadie.— Félix frunció el ceño.
—¿Nunca? — preguntó Jungkook, confundido.
—Los chicos no se fijan en mí. — Se lamentó la chica.
—Oh Rosé, sí lo hacen, por eso no sales. — se burló Félix.
La chica le dedicó una mirada de odio y lo pateó por debajo de la mesa, haciéndolo quejar automáticamente.
—Basta Félix, ¿Qué sucede contigo?— Regañó Jungkook.
—Síndrome del de en medio. — Respondió Lisa, burlona.
—Gracias, entrometida. — Atacó Félix.
—Basta, niños, dejen de pelear. Somos una familia unida, habrá una fiesta y tenemos muchas cosas por hacer. Nos arreglaremos el cabello, las uñas, parecerás francesa para cuando llegues aquí. — Jungkook animó a Rosé. — Iré a cambiarme y haremos todo eso.
Se puso de pie y salió del comedor.
—A papá no le gustará esto. — Dijo Rosé después de un rato.
—Y Irene creo que se volverá loca.— Apoyó Lisa,
—Pues a mí me suena a diversión. — rio Félix.
A Jungkook le pareció buena idea a llevar a los chicos a la tienda de vestidos en la que trabajaba antes con su ex novio, SeHun, y también donde ahora trabaja su mejor amigo, Taehyung.
Por suerte SeHun no estaba en la tienda, las chicas podrían ver vestidos a gusto, sin necesidad de presenciar alguna pelea o más bien reclamos de parte de Jungkook.
—¿Cuál es tu color favorito? — Preguntó Jungkook a la mayor de los hermanos.
—No lo sé... ¿Gris? — Respondió insegura.
Jungkook la miró por unos segundos con una ceja alzada y una mueca en su rostro.
—Que bueno que tenemos todo el día para escoger vestidos.— Dijo en un murmuro.
Se alejó un poco de ahí para ir a con la más pequeña, quien estaba sentada en un taburete rosa, con un velo de novia en su cabeza.
—Lisa, ¿Cómo vas, linda?
La pequeña lo miró con sus grandes ojos verdes y el velo colgando de su cabeza. — Me siento vacía y muy sola.
Jungkook alzó ambas cejas. —¿Quieres sentirte feliz?
Le extendió una de las medicinas que le dan en terapia.
—¡Sí, gracias! — La niña la tomó.
—¡Cuéntame sobre tu nuevo trabajo! — Pidió Taehyung emocionado desde el mostrador, llamando la atención de Jungkook.
—¡Oh, sí! Traje fotos. — Se acercó hasta su amigo y le enseño varias fotos. —Esa es la casa en la que trabajo, él es mi jefe, es muy guapo pero muy reprimido.
Le restó importancia con un ademán de mano.
—Él es el mayordomo, y ellos son los niños, lo más importantes y con los que se requiere más trabajo.— Sonrió y señaló a Rosé que se encontraba viendo vestidos. — Ella no tiene personalidad, y ella... — Señaló a Lisa, quien ahora bailaba arriba del taburete en el que estaba sentada antes, aún con el velo de novia sobre su cabeza. —Ella tiene muchas personalidades, y Félix... ¡Félix! ¿En dónde está Félix? — Miró a todos lados buscándolo.
Félix apareció debajo de un maniquí. —Estos maniquís están muy bien estructurados.— Se burló.
—Oh vamos, sal de ahí. — Regañó Jungkook.
El menor se levantó del piso y comenzó a andar por la tienda, viendo todo a su al rededor.
—¡Por Dios, una cucaracha! ¿Aquí no hay ratas? —Preguntó emocionado.
—Espera a que conozcas a SeHun. — Se burló el rizado, haciendo reír también al moreno detrás del mostrador. —¿En dónde está él, por cierto?— Le preguntó a su amigo.
—En el gimnasio.
—Oh, tenemos todo él día. — le quitó importancia. —Tenemos que lograr que Rosé se vea aún más bonita. — Sonrió.
—Sí, claro, como si eso fuera posible. — Se burló Félix.
—Cállate, Félix. — Atacó Rosé molesta.
—¡Oye! Pórtate bien con tu hermana. — Regañó Jungkook.
—¿Por qué? ¿Por que es de mi familia?
—Sí, y por que en un futuro tu padre estará viejo y querrás que viva con ella. — Dijo Jungkook con un deje de burla.
Jungkook tomó un vestido color lila, con algunos brillos en el, y se lo mostró a Rosé. —¿Qué opinas de este?
—Es tan llamativo, todos se fijarán en mí. — lo miró, preocupada.
—¿Y qué? Dirán que te ves muy bonita. — Animó el rizado.
—No lo sé... Yo no sé lucirlos como tú.
—Oh linda, para eso estoy yo aquí. —Sonrió. —¿Qué pensabas? ¿Que cumples 14 y automáticamente tienes todo el glamour y sofisticación de alguien de mi edad? —Negó. — Ve a probártelo.
Le entregó el vestido y fue hasta su amigo, quien ahora estaba sentado detrás del mostrador, con los pies arriba de éste y una lima para uñas entre sus manos.
—¿Quién diría que este trabajo es tan pesado? — Se quejó Jungkook.
—Lo sé, estoy exhausto. — Le respondió el morocho mientras seguía arreglando sus uñas.
[…]
El día pasó y la noche cayó en la mansión Park, donde ahora había una tranquila y muy elegante reunión, donde personas de toda la Corea del Sur y sus alrededores se reunieron para apoyar la nueva obra que estaba procediendo por parte del famoso productor, Park JiMin.
Todo marchaba bien, los invitados estaban cómodos con el ambiente y el servicio que se estaba ofreciendo, haciendo que las donaciones aumentaran cada vez más.
JiMin se acercó a su compañera de trabajo, la castaña se encontraba en una mesa de aperitivos, con una copa de champaña en su mano.
—¿Alguien te ha dicho lo guapa que luces en esta velada? — JiMin sonrió.
—Oh, JiMin, eres un coqueto. — Respondió la castaña, ruborizada. — Todo va bastante bien ¿No lo crees? — Dijo mirando a su al rededor.
—Sí, es perfecto. — Sonrió. — La comida es exquisita, la música divina y los invitados obscenamente ricos.
HoSeok llegó con ellos, luciendo un elegante traje negro, un moño blanco adornando su cuello y su cabello peinado correctamente.
—El joven Jeon quiere hablarle, señor. — Comunicó.
—¿Ah, sí? ¿Dónde está él?
—Aquí estoy.
Los tres dirigieron su mirada a las escaleras y JiMin no podía creer que lo veía, tanto que es posible que haya sentido que le faltaba el aire. Jungkook estaba parado ahí, con un vestido hermoso y sobretodo elegante, color vino. Sus rizos caían por sus hombros y su cara estaba iluminada por una bella sonrisa con hoyuelos.
—¿Qué es eso? — Preguntó Irene, confundida de ver a aquella persona parada en las escaleras, tan radiante.
—Es el n-niñero... ¿Niñera?. — Respondió JiMin titubeante, aunque inseguro pues estaba muy confundido. — Pero que belleza de vestido. — Murmuró.
—¡JiMin! — regañó Irene.
—Digo, no... ¿Ya te dije que el tuyo está bien, no? — Balbuceó aun sin dejar de ver a Jungkook, quien bajaba las escaleras con cuidado y con ayuda que HoSeok le ofrecía.
—Guapa, dijiste Guapa. — Reclamó la castaña.
Jungkook llegó a su lado, con una sonrisa de oreja a oreja.
—Solo quería decirle que los niños ya están listos. — Sonrió.
JiMin frunció el ceño de inmediato. —¿Listos para qué? —Preguntó confundido.
—Para bajar a la fiesta. — Dijo el rizado de manera obvia.
—Ellos... Ellos no están invitados a la fiesta.— Suspiró. — Es algo importante, ellos no pueden baj-
JiMin se vio interrumpido por una pequeña vocecita.
—Hola, papá. — Dijo la pequeña Lisa, bajando la escalera junto a Félix. —¿Te gusta mi vestido? Lo obtuve con 70% de descuento. — Dijo orgullosa.
—Esto es jugar sucio.— JiMin le susurró a Jungkook antes de ir a donde sus hijos. —Hola, cielo. Te ves muy linda. — Halagó a la menor. — Félix...
—¿Sorprendido? — dijo el chico con una sonrisa.
—No quiero trucos. — le dio una mirada de advertencia.
—¡Hey! Vengo en paz. — Levantó sus manos en símbolo de rendición.
JiMin lo puso con delicadeza delante de él, lo observó por unos segundos y luego pasó sus manos por los costados de su hijo, tanteando si portaba algo que amenazara el ambiente cálido, al no encontrar nada lo dejó ir.
—¡Rosé! Vamos, linda. — animó el rizado. De pronto, una linda figura esbelta bajaba por las escaleras.
Rosé portaba un lindo vestido negro, con hombros caídos, su cabello rubio peinado hacia un lado y un pequeño rubor en su rostro.
—Por Dios, no había notado cuánto se parece a su madre. — Murmuró JiMin para sí mismo.
La esperó hasta que terminó de bajar las escaleras, y seguido de eso le ofreció la mano para que caminara junto a él.
—¿Te gusta? Jungkook lo escogió todo. — Le dijo a su padre, emocionada. Nunca se había sentido tan linda como ese día.
—Te ves tan... Crecida. — Se lamentó JiMin por unos segundos, su bebé estaba creciendo y él no podía hacer nada al respecto. — Te ves hermosa, cariño. — Sonrió.
—¿Podemos quedarnos a la fiesta, papá? — preguntó Lisa, esperanzada.
JiMin los miró solo unos cuantos segundos y luego sonrió. —Claro que pueden. — Jungkook sonrió ante la respuesta de su jefe, aunque se vio sustituida por una mueca al momento que le volvió a susurrar otras palabras. —Hablaremos de esto más tarde.
JiMin se alejó de ahí solo para subir a un escalón que se encontraba en su sala y llamar la atención de todos, pues quería decir unas cuantas palabras.
—Antes de mostrar la producción en la que he estado trabajando, quisiera presentarles mis tres mayores producciones... Mis hijos. —Dijo con orgullo, dando paso a que los tres menores pasaran delante con él. La gente aplaudió un poco y los vieron con sonrisas enternecedoras.
—Ay que tierno, ¿No podría caer muerta? — Le dijo Jungkook a Irene, con cierta burla en sus palabras.
—No lo sé... ¿Y tú? — Respondió ella de la misma forma. Jungkook se hizo espacio entre la gente hasta estar delante de ellos, con una cámara en su mano y una sonrisa radiante en su rostro.
—Esto es hermoso, tomaré una foto. — Dijo mientras se alejaba un poco para que la foto pudiera salir bien.
—Jeon, no creo que-
JiMin iba a continuar hablando pero un señor lo interrumpió.
—Excelente familia, Park. — Dijo a la par que colocaba un cheque en el saco de JiMin.
—¡Sonrían todos! — Dijo él de inmediato. La foto fue tomada por Jungkook.
Gracias por leer💜✨
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