ᴅᴏᴄᴇ🦋
Lisa se estaba divirtiendo mucho en aquella fiesta, era agradable estar con la compañía de Jungkook y Hwasa, aunque… Era más divertido burlarse de sus atuendos.
— Kook, ¿Podrías comprarme algo así?— tocó la ropa de Jungkook con delicadeza. — Es muy lindo.
— Sigue con tus burlas y no habrá más dulces antes de la cena para ti, mocosa. — Lisa estalló a carcajadas y negó repetidas veces. Se levanto de su silla y subió al regazo de Jungkook, acurrucándose como siempre lo hace.
La fiesta continuó tranquila para ellos, Hwasa y Jungkook hablaban cómodamente mientras que Lili dormitaba en el regazo de Jungkook, quien acariciaba su cabello de vez en cuando.
El rizado sonrió cuando miró a JiMin cruzar la puerta del salón, pero su sonrisa se vio afectada cuando detrás de él entró Irene. Ambos caminaron en dirección al rizado apenas y lo vieron, JiMin les sonreía cortés a todo aquel que cruzaba la mirada con el, mientras que Irene veía todo y a todos con disgusto.
— Lo siento, hemos venido lo más rápido que pudimos. — se disculpó JiMin una vez que estuvo delante de Jungkook.
¿Rápido? Han pasado dos horas y el salón está a tan solo 20 minutos de su casa. Pensó el rizado. Jungkook le dio una sonrisa falsa a ambos e hizo un ademán restándole importancia.
— No se preocupe, señor Park son. Tomen asiento si gustan, comenzaré a despertar a Lisa para que puedan irse.— JiMin ladeó la cabeza confundido, pero aún así tomó asiento al lado de Jungkook, acercándose un poco a él.
— Creí que íbamos a hablar.— le susurró para que sólo él pudiera escucharlo. Jungkook solo se encogió de hombros y siguió con su atención en la menor, aquello confundió más al mayor pero creyó conveniente hablarlo hasta que tuvieran un poco más de privacidad.
Jungkook vio como poco a poco iba desoertando Lisa así que la recibió con una cálida sonrisa. — Tu padre ya está aquí cielo, ya puedes irte si eso es lo que quieres.— la menor se abrazó al cuello de Jungkook y negó un par de veces.
— ¿Ni siquiera quieres saludarme?— JiMin habló a sus espaldas, Lisa levantó su cabeza para sonreírle a su papá y luego la volvió a esconder en el pecho de Jungkook.
— Hola papá. — su voz salió un poco amortiguada pero aún así fue escuchada por ambos, haciéndolos reír un poco. — No quiero ir a casa. — susurró esta vez cerca del oído de Jungkook.
— ¿Por qué no? — Jungkook imitó la acción de Lisa.
— Sigo aquí, saben. Yo también quiero saber. — se quejó JiMin, haciendo reír a ambos.
— Espera papá, no seas chismoso. — JiMin abrió la boca ofendido y Jungkook largó una carcajada.
Sin decir nada más desvió su atención a Irene quien, para su sorpresa, entablaba una conversación con la hermana de Jungkook. Decidió no interrumpir y se quedó en silencio en su lugar, escuchando los murmuros de Jungkook y su hija de fondo.
— Yo quiero saber algo antes de irme. — habló Lisa de la misma forma que antes, Jungkook la miro interrogante incitando a que siga hablando. — Tú… ¿Me quieres de verdad o me quieres porque tienes que hacerlo?— preguntó tímida.
Jungkook frunció el ceño. — No entiendo tu pregunta, cielo.
Lisa pareció pensar otras palabras y nuevamente habló. — Tú ¿Estás conmigo porque quieres estar o solo porque te pagan por eso? — Jungkook abrió la boca sorprendido, ¿Qué estaba haciendo mal para que los niños desconfiaran así de él?
— Lisa, cuidarte es mi trabajo pero aún así lo hago con todo el gusto del mundo, tus hermanos y tú son mi nueva prioridad e incluso si algún día tu padre decide despedirme o bajarme el sueldo yo seguiré aquí, porque los quiero muchísimo y no quiero dejarlos ir nunca. — la menor sonrió un poco y volvió a acurrucarse en los brazos de Jungkook. — ¿Por qué lo has dudado, Lili? ¿Hice algo que te incomodó?— preguntó preocupado.
La menor negó con la cabeza y después de unos segundos respondió. — Me lo han dicho… Que tú solo estás con nosotros porque papá te paga por eso. — murmuró.
Jungkook frunció el ceño. — ¿Te lo han dicho? ¿Qué clase de monstruo sin sentimientos pudo haber dicho eso?
Y no tuvo que esperar mucho cuando la vista de Lisa se dirigió a Irene, entonces Jungkook lo entendió. No dijo nada más, solo abrazó más fuerte a Lisa y dejó un beso en su sien.
Luego de un par de minutos decidió hablar de nuevo. — ¿Por qué no vas con tu papá a la mesa de dulce antes de irnos?— a Lisa se le iluminaron los ojos y asintió enérgicamente se puso de pie y llevó a JiMin casi a rastras con ella.
El rizado aprovechó aquel momento para acercarse a Irene, se sentó al lado de la castaña llamando su atención y antes de hablar le dedicó una sonrisa falsa.
— Escuche bien, señorita Bae, porque no lo volveré a repetir.— Irene arqueó una ceja y miró atenta al rizado. — A mí no me importa lo que usted tenga que decirme cada día, no me importa que yo no le agrade y mucho menos me importan sus comentarios hacia mi persona. Lo que no le voy a permitir es que usted se meta con mis niños, no voy a permitir que los incomode, ni que los hostigue y menos que los haga sentir mal con todo el veneno que sale de su boca cada vez que habla. — la castaña abrió su boca para responderle pero Jungkook alzó su mano delante de su cara, frenando cualquier palabra que fuera a emitir. — No me interrumpa Irene , aún no terminó. — su voz salió dura y fría, tanto que un poco de miedo se coló por la mirada de la mujer. — No quiero volver a enterarme que usted vuelve a dirigirse de esa manera a los chicos porque entonces dejaré de ser amable con usted.
Irene lo miró un poco aterrada, nunca antes alguien le había hablado de la manera en la que Jungkook acaba de hacerlo, sintió que su boca se secó y las palabras se le acabaron. No le quedó más que asentir lentamente con la cabeza, y aquel gesto pareció ser suficiente para el rizado pues le dio una sonrisa falsa de nuevo y luego se fue del asiento, dejándola confundida y atemorizada.
[…]
Jungkook llegó a la mansión Park son muy tarde, la fiesta después de la boda de su prima se había alargado más de lo había pensado y ahora terminó volviendo a casa a las 3:00 de la madrugada.
JiMin, Lisa y Irene se habían ido de la fiesta media hora después de la pequeña conversación que Jungkook tuvo con la castaña, y el rizado agradecía que Lisa se haya ido con ellos sino hubiera sido un poco cansado para ella estar en aquel lugar tan tarde.
Jungkook cerró la puerta detrás de él con mucho cuidado de no hacer ruido, subió las escaleras despacio y se dirigió directamente a su habitación. Estaba cansado y lo único que quería era llegar y lanzarse a su cama para dormir un día entero si le era posible.
Una vez que entró cerró su puerta y ni siquiera se molestó en encender la luz, solo lanzó su bolso a un pequeño sillón que hay ahí, quitó sus zapatos y luego su pantalón dejándolo en el mismo sillón que el bolso. Caminó hasta su cama y como lo tenía en mente, se lanzó a ella.
Claro que no esperaba caer sobre un cuerpo ajeno, estuvo a punto de gritar cuando una mano tapo su boca y Otra se estiró para encender la lámpara de noche que tiene al lado de la cama.
— ¿Qué haces aquí? Dios mío, un día de estos vas a matarme de un maldito infarto. — habló Jungkook una vez la mano de su boca fue retirada, llevando la propia a su pecho y sintiendo sus desenfrenados latido.
— Y creo que tú me has dejado sin descendencia. — su voz salió quebrada y casi en un susurro. Jungkook se puso de pie rápido y JiMin llevó ambas manos a su entrepierna.
— Ya tienes tres, no te quejes. Además, es tu culpa ¿Yo cómo iba a saber que estabas dormido en mi cama? No espera, esa no es la pregunta principal, más bien ¿Qué demonios haces en mi cama?
— Estaba esperándote y creo que me quedé dormido. — explicó sin cambiar de posición, Jungkook se preocupó un poco.
— ¿Estás bien?— lo miró desde arriba, las manos de JiMin no habían cambiado de lugar e inhalaba y exhalaba repetidas veces.
JiMin se recuperó un poco y lentamente fue abriendo los ojos, sonrió al ver al rizado a su lado con notoria preocupación en su rostro.
— Si me das un beso puede que mejore.— murmuró, pero fue lo suficientemente alto para que Jungkook pudiera escucharlo.
Jungkook sonrió tan solo un poco, marcando sus hoyuelos y se acercó a JiMin . Le dio un pequeño beso en la mejilla, haciendo sonreír al castaño, después se alejó yendo hasta el armario, se puso una pijama luego volvió.
— Hazte a un lado, necesito dormir porque tengo trabajo mañana y a un jefe muy gruñón que no me deja dormir hasta tarde.— JiMin soltó una carcajada y le hizo caso a Jungkook, haciéndose a un lado para que el rizado entrara en las finas mantas.
— ¿Con que gruñón, eh?
— Como no tienes idea, mañana apenas y despierte iré a demandarlo para quitarle todo lo que tiene.— respondió Jungkook ya acurrucado entre las mantas y casi rindiéndose ante el sueño.
JiMin volvió a reír, esta vez un poco más bajo para no molestar al rizado que ya estaba a punto de caer en los brazos de Morfeo.
No dijo nada más hasta después de un rato.
— Si tan sólo se lo pides, él estaría dispuesto a darte todo lo que tiene y más. — Murmuró.
Lamentablemente el sueño ya había vencido a Jungkook y no pudo escuchar aquello, o… Tal vez si pudo.
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