ǫᴜɪɴᴄᴇ 🦋
Pasó otra semana, 6 días enteros en los que JiMin estuvo echando humo por las orejas las 24 horas del día, ni siquiera los cigarrillos podían aliviar el estrés que tenía dentro.
Y todo por un único motivo: Min Yoongi.
JiMin estuvo todo un día reflexionando acerca de la condición que pedía el pelinegro para actuar en su obra, y aunque no le interesaba en lo más mínimo, decidió que no era nadie para prohibir a Jungkook hacer tal cosa.
Todos soñamos con conocer a nuestro ídolo cualquier día, y ahora que Jungkook tenía la posibilidad no iba a arrebatarsela. Así que aceptó, muy a su pesar lo hizo, pero todo se vio recompensado para él cuando vio aquel brillo característico en los ojos del rizado y su sonrisa con hoyuelos marcados.
Ese viernes por la noche se dio cuenta que no le importará qué, él siempre iba a terminar cediendo por el hermoso chico de cabello rizado y ojos color jade.
Porque de eso se trata, de ceder.
Ahora era domingo por la tarde y Jungkook estaba irradiando alegría por toda la casa, como era habitual solo que esta vez era el doble, incluso Irene estaba de buen humor (Aunque HoSeok sabía que no era precisamente porque Jungkook también lo estuviera). Sea como sea, era un buen día para todos en la mansión Park.
Para todos excepto para JiMin.
Al castaño le parecía irónico y detestable que de un día para otro todos en ese lugar se hayan vuelto los fans número uno de Min Yoongi, y ahora era lo unico que se hablaba en cada rincón de la residencia. Y aunque a JiMin le agradara Yoongin no lo iba a decir en voz alta nunca porque al actor se le había ocurrido la idea de invitar a salir a Jungkook, y eso automáticamente lo posiciona en su lista negra.
- Jungkook, se te hara tarde. Ya ve a prepararte. - Jeongyeon lo apuró, con la emoción corriendo por sus venas y viéndose reflejada en la sonrisa que mantenía en su rostro.
JiMin bufó por milésima vez en el día.
Y justo cuando el castaño deseaba que el tiempo pasara lento, parece que el universo conspiró en su contra, y cuando menos lo pensó Jungkook ya se encontraba en la entrada de la residencia, despidiéndose de todos.
Está de más decir que el día pasó de la manera más lenta y tortuosa para JiMin, y su humor no pudo mejorar en lo que sobró del día.
Al principio aquella salida no estaba cumpliendo con todas las expectativas de Jungkook. Se sintio un poco incómodo con las insinuaciones que hacía el mayor y más de una vez deseo haber hecho caso a JiMin y haberse quedado en casa.
Tuvo que aclararle al azabache que el no pretendía nada romántico o sexual en ese momento, y aunque fue un poco vergonzoso e incómodo después de eso, Yoongi se encargó de pedir disculpas por el rato incómodo que seguramente lo hizo pasar y después de eso entablaron una agradable charla en la que los dos estaban cómodos y disfrutaban la compañía del otro.
Descubrieron que tenían algunas cosas en común y eso hizo que siempre tuvieran tema de conversación, incluso llegó un momento en el que tocaron temas un poco personales y pudieron conocerse un poco mejor.
La noche pasó volando para ambos, se sorprendieron de lo bien que se llevaron, Jungkook sentía que estaba soñando. Si le hubieran dicho que un día entablaría una linda amistad con su actor favorito probablemente se hubiera reído.
Ahora Yoongi estaba delante de él, con un plato de langosta a medio comer y una copa de vino tinto acompañando, mientras que él disfrutaba de un plato de pasta. Todo estaba saliendo de maravilla y cuando menos pensaban ya estaban volviendo a la mansión Park, a eso de las 11 de la noche.
- Realmente la pasé increíble. Eres encantador, Jungkook. - halagó el mayor, sacándole una sonrisa al menor. - Y... De nuevo lo siento por lo incómodo que fue al principio. - se disculpó de nuevo.
- Tambien lo pasé muy bien hoy, Yoongissi. - Respondió el menor con una sonrisa deslumbrante.
Continuaron el camino en otra amena platica, disfrutando de los últimos minutos que tenían por compartir.
JiMin despertó exaltado cuando escucho la cerradura de la puerta principal, se sobresaltó tanto que incluso cayó del sofá donde descansaba.
Escuchó la puerta cerrarse y luego los pasos se hicieron presentes, rápido se levantó del suelo y acomodó todo lo que pudo su pijama.
- ¡Joder! - gritó Jungkook, llevo su mano a su boca por el grito repentino y la otra la llevó a su pecho, sintiendo sus latidos desenfrenados. - ¡Me has asustado! - reprochó al castaño delante de él.
Cuando los ojos viajaron por toda la anatomía de su jefe una sonrisa burlona apareció en su rostro. Nunca lo habia visto de tal manera, con su pijama desaliñada, su cabello desordenado y sus mejillas un poco rojizas.
- ¿Cómo te fue? ¿Estuvo bien? ¿Fue grosero contigo? Sabes, podría mandarlo a la cárcel si te tocó un solo cabello. - el castaño se acerco a Jungkook, y tomó su mentón para observar con atención si tenía algún tipo de daño.
Pero luego el rizado soltó una risita adorable con sus hoyuelos marcados, y el cuerpo de JiMin se relajó por completo al escuchar aquel sonido tan angelical.
- Estuvo bien, parece que nos hicimos amigos. -sonrió a JiMin, éste alzó una ceja ante el comentario del menor.
- ¿Amigos?
- Sí, es muy agradable y tenemos algunas cosas en común. - respondió sin darle mucha importancia al tema. - ¿Estabas esperándome?
El cuerpo de JiMin se tensó de nuevo y sonrió de manera nerviosa. - Uh... Yo solo quería asegurarme de que llegaras bien y... ¡Aquí estás! Ya no hay nada de que preocuparse asi que iré a dormir, tu también deberias. - Jungkook se mareó por la rapido que habló JiMin. - Como sea, ya me voy. Ten linda noche, nos vemos mañana. - y antes de que Jungkook tuviera oportunidad de decir algo más, JiMin ya había corrido escaleras arriba.
Rió un poco por la actitud del mayor, y a paso lento subió las escaleras hasta su recámara. Dejó su bolso en el sillón y fue hasta el armario para poder poner su pijama, quitó sus anillos y el collar de perlas de su cuello.
Después salió se su habitación y caminó hasta el final del pasillo, tocó una puerta y después de un "pase" giró la perilla y entró a la recámara. Sin decir una sola palabra camino hasta la cama, abrió las sábanas y se adentró en ellas, luego se acurrucó un poco en el cuerpo de a lado para finalmente poder cerrar sus ojos, buscando el descanso.
- Ten una linda noche tú también, JiMinie. - Murmuró antes de caer en los brazos de morfeo.
Jungkook despertó más temprano de lo habitual para poder irse a su habitación, pero el brazo protector al rededor de su cintura le impedía moverse siquiera un centimetro.
Y él realmente se hubiera rendido al primer intento si no fuera porque sabía que en cualquier momento Lisa iría a su habitación a buscarlo. Así que tomó toda su fuerza de voluntad para salir de los brazos de JiMin y poder encontrarse con la menor en su propia recámara.
Cuando por fin pudo hacerlo, de manera sigilosa fue hasta la puerta y salió lo más lento y silencioso que pudo, aún sin percatarse que la puerta de la habitación de enfrente también estaba siendo abierta.
La habitación de HoSeok.
Luego pasó todo muy rápido, tres pares se ojos viéndose de manera sorpresiva pero ninguno decía nada.
Por supuesto que Jungkook no esperaba ver a HoSeok y Taehyung saliendo de la habitación del rubio, así como ellos no esperaban ver a Jungkook salir de la habitación de su jefe. Los tres tragaron saliva de «e manera nerviosa y por fin alguien pudo decir algo.
- No diremos nada si tú no dices nada.- negoció Taehyung, con voz a temblorosa que salió en un susurro.
- Hecho. - aceptó Jungkook, y sin decir nada más los tres caminaron por el pasillo en silencio y con algo de incomodidad.
Jungkook llegó hasta su habitación y se encerró en ella, mientras que HoSeok y Taehyung siguieron caminando hasta llegar al primer piso.
Nadie caería hoy.
Gracias por leer🩵💙
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