ᴅᴏ ʏᴏᴜ ᴡᴀɴᴛ ᴀ 🍬
El famoso "White Day" era un día muy ocupado para Yoongi, quien no hacía otra cosa más que vender las cajas de dulces que su abuela preparaba junto a él. La fecha les venía muy bien, pues podían salvarle el día a aquellas personas con memoria de pez que olvidaban comprar los regalos para sus parejas.
Sus manos pesaban ya, había caminado por aceras, avenidas, parques, y hasta subió a varios buses para vender su mercancía. Min no podía quejarse, pues había vendido casi todas las cajas, quedandole una como sobrante.
Movió sus pies unas calles más, agotado, giro la vista hacia una esquina, la misma pertenecía a un tranquilo parque. Convencido por la reparadora idea de detenerse a descansar, tomó la primer banca vacía que encontró.
Unos metros apenas más adelante vio a un chico, no muy diferente a él, sentado con cara de pocos amigos, parecía que fuese a matar a alguien con solo mirarlo. Yoongi agacho la cabeza, manteniendo la concentración puesta en la caja que cargaba entre sus brazos.
"¿Qué le estará pasando? Quizás no se sienta bien, puede que su pareja haya terminado con él"
Pensó el pequeño blanquecino para si mismo, columpiando sus pies que a regañadientes tocaban el piso con la punta.
El chico frente a él levantó la cabeza, mirándolo con detenimiento. Sus ojos lo escanearon de arriba a abajo, intrigado. Suspiró y logró que sus labios ejecutacen una leve sonrisa de lado.
Min comenzó a dar golpecitos en los costados de la caja con las yemas de sus dedos. Pensó y medito por un buen rato, el chico de semblante desganado seguía igual, en su espacio, mirando y apartando la vista.
"¿Quieres un dulce? Son deliciosos, y este es gratis"
Sonaba bien, el joven vendedor de dulces repitió la frase unas tres veces para sus adentros, sentía que era suficiente para acercarse al otro chico, animarlo con un dulce, si era buena idea.
Nervioso y determinado a la vez, Yoongi se levantó, encarando con pasos firmes hacia la dirección del muchacho serio.
―...
Las palabras no salían con facilidad de sus labios, ese breve instante no se veía nada parecido al ensayo previo que hizo en su cerebro.
―Hola...―saludo en voz baja, tomando asiento en la misma banca.
El pelidorado lo escudriño con la mirada, sorprendido.
―Hola ―respondió en un tono áspero, como si quisiera darle miedo o algo así.
Yoongi abrazo su caja y respiro, el corazón le latía tan fuerte que casi podría escapar de su caja torácica.
"Creo que lo incomodo, pero ¿Porqué su acento es tan lindo?"
Lo había identificado apenas escucho su voz, el muchacho tenía acento, probablemente de Busan o alguna provincia como esa.
Tras un breve saludo, el silencio se instauró entre ellos. Min trago saliva, sin tener idea de cómo continuar.
―¿No deberías estar teniendo una cita de san valentin o algo de eso? ―el de ojos almendrados le hablo.
"¿No le caí mal? Tal vez se esta burlando de mi"
Pensó antes de dar una rápida y torpe respuesta.
―¿Disculpa? N-No entendí.
El chico a su par sonrió, e incluso Yoongi juro que una risa tierna salió de sus labios. Al mismo tiempo sus ojos se volvieron dos finas líneas mientras reía.
―Tan tierno ―pronunció viendo a quien era pálido ponerse de todos colores, ―Un chico lindo como tú debería tener muchas citas, a eso me refiero.
El más bajo soltó todo el aire retenido y sonrío, frotando sus manos temblorosas con la tela que cubría sus muslos.
―Yo...La personas no salen con los huérfanos, a menos que sea para pedirte favores, total, dicen que no habrá nadie en casa esperando que llegues sano y salvo.
Su respuesta dejo helado al contrario, quien suspiró con pesadez, temiendo haber dicho algo malo.
―Lo lamento, no quise ser grosero, lo juro ―. se disculpó.
―No lo fuiste, tranquilo ―sus manos movieron torpemente la caja, respiro hondo y tomo valor, ―¿Quieres un dulce?
―¿Dulces? ―preguntó.
―El sabor dulce de un caramelo puede alegrar tu amargado san valentin. ―introdujo su mano en la caja y sacó con entusiasmo el último corazón. ―Mi abuela y yo los hacemos para vender, pero éste es gratis.
―Touché, ¿Tanto se me nota lo amargo? ―sonrió mordiendo su labio inferior, ―Mi nombre es Jimin, ¿Cómo te llamas? Chico dulce.
El apodo despertó un notorio sonrojo en las mejillas de Min.
―No es que se note, pero eres muy guapo para estar solo, seguro tenias muchas chicas y chicos corriendo detrás de ti, Jimin... ―río bajito, ―Soy Yoongi.
―Digamos que si, Yoonie, ¿puedo llamarte así? ―el nombrado asintió, dando pie a que continúe. ―Soy como una mascota, las chicas están como "Oh eres tan tierno", "eres un angelito", "eres como un pequeño bebé" ―imito las voces agudas y entusiastas de sus amigas, ―y los chicos son más tipo "Woah, Jimin-ah eres tan guapo" , "¡Jimin-ah! Tu cuerpo es tan bueno" pero nadie me dice "Jimin ¿Quieres salir conmigo?" "Jimin ¿Quieres ser mi novio?"
Su linda actuación hizo reír a Yoongi por unos minutos.
―Eres tú el que debe preguntarle a Jimin que es lo que quiere ―reflexiono Min. ―Más allá de encontrar a tu amor verdadero y esas cosas, toda la gente a tu alrededor es temporal, incluso yo, pero tú, Jimin, estarás contigo hasta el último de tus días, si nadie quiere amarte, entonces amate tu mismo, si ellos quieren amarte, amate a ti mismo también, nunca dejes de hacerlo, por que jamás podrás alejarte ni divorciarte de ti, y una buena relación con Jimin te hará mucho más feliz.
―Nunca pense en ello, creía que estar bien con los demás me hacía sentir bien, aunque después me sintiera mal porque esos vínculos no eran reales ―. Hizo una mueca de disgusto.
―Gastas tu tiempo queriendo conformar a los demás, pero ¿Tú estas conforme contigo? ―le pregunto curioso.
Jimin lo pensó por unos minutos.
―No realmente, quisiera no aborrecer tanto san valentin ―bufó y le dedico una sutil mirada a Yoongi, ―¿Qué es lo que quieres tú? Imagino que te debes haber echo la misma pregunta.
El aludido asintió, abriendo la caja color rojo en forma de corazón que aún sostenía en sus manos.
―Quiero comer chocolates, siempre compro unos para mi en estas fechas, también caminar un rato, ir a casa, abrazar a mi abuela y tomar un baño antes de dormir.
Jimin movió su cuerpo, acercándose a Yoongi, feliz de romper la distancia entre los dos.
―Quiero comer chocolates también, y caramelos ¿Compartimos? ―Tomó un dulce de la caja mientras sonreía.
―Eso es, muy buen comienzo, ¡Comamos!
Yoongi eligió su propia golosina y dejo la caja de dulces en medio de los dos.
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1 año después
Aquella vez se la pasaron hablando y riendo hasta vaciar la caja de dulces. El tiempo, los días y los meses caminando a la par afianzaron su relación, formando el noviazgo que este nuevo catorce de febrero goza de un final feliz.
La pareja decidió descansar después de haber vendido casi todas sus cajas, el camino los llevó a la esquina donde comenzaba el parque que tanto aman.
―Tuvimos suerte, ¡chadan! ―Yoongi inclino la caja que llevaba abrazada en su brazo derecho, mostrando una última cajita en forma de corazón.
―Creí que no quedaron más ―. dijo Jimin emocionado por la sorpresa.
―Digamos que la guarde ―río Min sin soltar la mano de su novio. ―Feliz san valentin Jiminnie.
Detuvo su paso, se coloco frente a Jimin, hizo puntas de pie y le beso dulcemente los labios.
―Feliz san valentin, te amo, gracias por ayudarme a cuidar de mi mismo ―.sonrió con amor y volvió a besarlo.
Al final, se sentaron en la misma banca, abriendo la apetitosa caja de dulces para los dos.
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Holiii ¡Feliz San Valentin atrasado! Por fin pude traerles este relato, he estado algo ocupada y por eso me costó publicar la historia.
¿Qué les pareció? Espero que les haya gustado.
Lxs amo♡
Shot dedicado a:
Muchas gracias por votar en la encuesta, ojalá les guste♡
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