ᑕᗩᑭí丅ᑌᒪᗝ #33
—¡Taraannn! —se ríe y pone la caja encima de la cama—. Mmmm, es un mega regalo para mi muñeco; por suerte, no se lo llevaron —sonríe.
—¿Y esto, mi amor? —sonríe el omega de ojos hermosos.
—Mmmm, pues, un mega regalo para ti, mi amor. Solo son algunas cositas que compré, así baratitas que encontré en un mercadillo —se ríe—. Espero que te gusten. ¡Ábrelo!
—Mmmm, a ver —sonríe por lo que decía y lo abre—. ¡Ahhh, qué hermoso! Me encanta, un juego completo —dándole besos—. ¡Gracias, mi amor!
—De nada, mi amor, suerte, tuve que no se las llevaron; llegan a saber que eran diamantes, no existirían ahora mismo —besos—. ¿En serio, te gustan?
—Están hermosos, mi amor, muchas gracias, puedo hacer juego con mi anillo —dándole besos—. Gracias, gracias —sonríe.
—Este es otro regalito más de muchos que vendrán —sonríe y da más besos—. Mmmm, sé que tú no eres materialista, pero te gusta la joyería y la luces muy bien, mi amor —mirándolo—. Pronto nos vamos a Australia; al parecer, todo está tranquilo ahora.
—Sí, me gustan, mi amor, pero el que me las regales hace que me gusten más —se ríe dándole besos—. Entonces, ¿todo se calmó? —piensa—. ¿Sabes? Quiero estar unos días en la mansión de la isla, allá, lejitos, baby —besos.
—Me alegro de que te gusten mis regalos, así me motivas, mi muñeco —sonríe—. Sí, mi amor, todo indica que está tranquilo; no quería que vieras las venganzas de mis enemigos —mirándolo—. Mmmm, ¿quieres ir a la mansión de la isla ahora? Recuerda que nos vamos de viaje el viernes con los chicos.
—Espero que no aparezca nadie de esa mafia, no quiero pasar más sustos y no quiero que te pase nada, Koo-Koo —mirándolo y piensa—. Quiero ir allá a la casa de la isla, para quitarme el miedo y, además, solos tú y yo, sin celular. —Coloca la cajita en su bolso y volvió a la cama.
—Con la ceja levantada—. ¿Sin trabajo, sin celular, solamente tú y yo? Mmmm, o sea, que por el próximo mes ¿no tendré celular y no trabajaré? Te volviste loco —le dio una nalgada—, entonces, de aquí, nos vamos directo a MANDALAY HOUSE —sin protestar más.
—Exactoooo, ¿ves? Así me gusta —riéndose—. Sí, de aquí directo, quiero estar allá. —Besos.
—Pero quién le dijo a usted que así será, ¿ah? —se ríe—. ¿Cómo me va a dejar sin comunicación por 31 días? Al menos el celular una vez al día, ¡caray! —Puchero—. Ok, mi amor, nos iremos a la isla, solitos, y repetiremos el cuarto oscuro —se muerde el labio.
—Si no quieres que esconda tu celular, hazlo, o estaré enojado —pone los ojos en blanco—. Mmmm, quiero repetir —se muerde el labio y riéndose.
—¿Quieres repetir? ¿Quieres que te lleve a la fuerza, que te tire en la cama y que te deje encerrado? —se ríe y se muerde el labio—. Mmmm, ¿a qué nunca supiste cómo entré a tu habitación la primera vez? —pícaro.
—Sí —se ríe—, quiero repetir, ¡qué rico! —besos—. No, nunca supe, supongo que hay un escondite —piensa.
—¿En serio quieres repetir, hasta que te hable grosero? ¡No te creo! A ver, ¿de cuándo acá te gustó la forma en que te traté al principio? Pensé que me odiabas —con la ceja levantada—. Te enseñaré mi escondite cuando vayamos a la casa —le muerde el labio.
—Se ríe—. Así mismo, eso quiero, todito rudo, las copas de champán, mmmm... No te odiaba, me encanta eso.
—¿QUÉ? ¿Explícame eso, cómo es que te encanta? Entonces, ¿para qué hiciste que cambiara mi forma de ser contigo? Jum, te dices y te contradices, no me confundas, ¡caray! —le daba una nalgada—. Mmmm, y entonces, ¿por qué me decías "te odio"? —mirándolo.
—Noooo, es que así me gustaste... pero como has cambiado, me enamoraste —besos—. Así que shhh —se ríe.
—Mmmm, ¿así de salvaje te gusté? ¿Te gustó que te llevara al hombro y te tirara en la cama? —se ríe—. Después no quiero súplicas de que pare de ser odioso, ¡eh! —se muerde el labio y le da besos.
—Se ríe—. ¡Mmmm, qué rico! —se mordía el labio—. Nah, serás odioso, porque así lo pedí. —Besos.
—Besos— Mmmm, así lo pediste, conste, ¡eh! —besos—. Mmmm, mañana nos dan la casa, ¿quién va a recibir las llaves, mi amor?
—Lo pedí, conste —se ríe—. Mmmm, dile a uno de los guardaespaldas, ¿sí? Y debemos descansar, mi amorcito...
—Besos—. Sí, les digo que iremos a la isla y hay que descansar. Anoche no dormiste nada, tenías pesadillas, ¡eh!
—Mmmm, la primera vez que tuve esa cosa en mi boca... así tan espléndido, solo por mí, OH, mmmm, qué rico —Jimin hacía que gemía, luego se ríe—, muyyy dotado, lo usas MUY bien —risas—. ¿Sí? —No sabía que estuvo con pesadillas—. Es mejor descansar, mi amor, por favor —besó.
—¡No hagas eso, mierda! —se ríe—. ¿Cómo es eso de esa cosa, tengo una cosa? —piensa y se muerde el labio—. Mmmm y tú tienes una cosita rica allá abajo, que se lubrica, huele a melocotón, que se expande a mi gusto, que está grande. Mmmm, y ese que tienes en el medio, mmmm, que te lo chupeteo todo, ya se me hizo la boca agua —ríe y besos—. Sí, mi amor, tenías pesadillas; debe ser que te acordabas de lo que pasó...
Jungkook, por medio del celular, avisaba a los guardaespaldas que iban a la isla.
—Vamos a dormir, mi amor, ¿sí? Ven, pégate mucho a mí. —El alfa mafioso atrae a su omega hacia él.
—Riéndose, se acomodó en el pecho de su alfa— Mejor, a dormir.
—Sí, ¡mi amor, que descanses! —besos y cierra sus ojos.
Mientras despegaban rumbo a Australia desde Irlanda, ellos se disponen a dormir.
Después de 12 horas de vuelo. A eso de las 9:00 pm, llegaron a Australia, donde cogieron un helicóptero rumbo a la isla en donde estaba la mansión de Jeon. Llegaron a las 11:30 p.m. Estaban el alfa y el omega bastante descansados, por lo que Jimin volvió a recordar todo lo que había pasado aquel sábado 7 de diciembre del 2024 y se reía solo.
Entraron a la enorme casa; la gente que allí trabaja y vive los recibió con un pequeño cóctel.
Jimin amaba cómo los recibían en aquel lugar que parecía alejado del mundo real.
—Amo cómo nos reciben aquí —sonríe.
—Sí, mi amor, siempre son así, hacen de todo; aquí soy el rey y ahora tú eres el omega del rey, el príncipe. Ya debe haber ropa para nosotros y todas las comodidades los días que estemos aquí; aquí no haces nada, ni te levantas a buscar nada, ¿ok? —besos.
—Se ríe y le daba besos—. Mmmm, ¿y cuándo comenzaremos el recordatorio? —se ríe, dándole besos.
—Besos—. Mmmm, ¿no te gustaría vivir así? —sonríe—. ¿No sería mejor que te pusieras más cómodo? Estás como muy tapado —se muerde el labio—. Yo que recuerde, ese día tenías algo muy sexy, ¡eh! Y esa es pijama mata pasiones —se ríe y besos—. ¿Quieres comenzar?
—Pues sí, pero a la vez no, porque me sentiría aburrido —se ríe—. Bueno, mi amor, debemos darnos un baño y recrear todo. Por tanto, yo estaba con algo muy sexy, allá contemplando la vista con una copa en manos...
—¿En serio? Mmmm, bueno, porque cuando te diga que no vas a trabajar, es que no vas a trabajar y sí estarás aburrido —se ríe pícaro—. Mmmm, sí, vamos a darnos un baño, ¿y te pondrás algo así, sexy? Mmmm, sí, ropa sexy con copa en mano, hablando en el jardín y después te rapte —mordiéndose el labio.
—El trabajo será peleado, ¡eh! —se ríe—. Mmmm, así mismo, recuerdas muy bien, alfa, entonces, ¿nos vemos en 30 minutos?
—ESPERA, ¿cómo que nos vemos en 30 minutos? —con la ceja levantada—. ¿A dónde crees que vas? Y claro que será peleado, en su momento.
—Eh, eh, eh, yo llegué solito —riéndose—, así que nos vemos donde nos vimos ese día... ¡Chaito! —se iba a la habitación.
—Te lo juro que mi omega, a veces, me pone en estrés —resopla y se iba a su habitación.
Jungkook se puso cómodo, se dio un baño relajante, estuvo un par de minutos allí, salió, se puso un bóxer y una camisa de vestir de manga larga con los botones abiertos y una corbata suelta, con zapatos y medias hasta la mitad de sus pantorrillas.
Por su parte, Jimin se dio un baño, lavó su cabello, lo secó y se puso una babydoll que él le había regalado en Victoria y que nunca había usado.
Increíblemente, el omega llegó primero al mismo lugar; miraba a todos lados a ver si lo veía, pero él sigue viendo la vista.
Cuando Jungkook se acercó, Jimin se asustó, nuevamente, como la primera vez.
—Pensando esas palabras de antes—, ¿te asusté? Tenga, para que se refresque —le traía una copa de vino.
—¡Gracias, Sr. Jeon! —mirándolo y tomando de la copa—. Sí, me asusta... tiene una hermosa vista...
—¡De nada! —mirándolo—. Y cuéntame de ti, me gusta conocer a mis empleados —sin dejar de mirarlo—. Creo que tu familia es muy cercana a mí, pero al parecer, tú no lo eres en absoluto.
—Mirándolo y se ríe—. Solo le digo que tengo 23 años recién cumplidos. Un abogado muy bueno y listo. Qué bien que mi familia sea cercana a usted. No necesita tener información de mí, aunque mi familia tuvo que decirle...
Jungkook estaba muerto de la risa, porque no se acordaba de nada más, pero sí se acordó de aquel momento.
—Bueno, tengo que improvisar, no recuerdo la conversación de antes, pero sé que después de una pequeña discusión a ver si te quedabas aquí o no, hice esto —lo agarra en brazos y comienza a caminar rápido—. A ver, ¿cuál es el nerviosismo? —No se acordaba si eso lo había dicho antes o después.
—Riéndose— Puedo caminar, Sr. Jeon, además, hay mucha gente, ¿qué pensarán de mí? ¿Ah?
—Así no eraaa —se reía y continuaba la actuación—. Lo llevo a su habitación, para que se le pase su nerviosismo; se va a emborrachar de una sola vez, ¡eh! Tranquilo, ya lo pondré en el suelo —le causaba risa todo.
—¡No sirves para recordar! —riéndose—. Oh, no tengo ningún nerviosismo, ¡eh! Si me emborracho, no hay problema, necesito descansar.
—No me jodas, ¡caray! —se ríe—. Tú tampoco recuerdas bien, ¡no vengas! —seguía caminando con él en brazos—. ¿Puedes bajar la voz? Parece que tienes una chicharra en la garganta. Son mis guardaespaldas, ¿qué tiene de malo? Y bueno, se puede decir que tan millonario soy, ¿por qué? ¿Algún problema? Estás nervioso, siento tus nervios. Te emborrachas, no pasa nada, igual irá a su habitación. ¿Quieres que le mande a buscar vino? ¿Quiere algo de comer? —seguía hablando según lo que recordaba de esa primera vez.
—Más risas—, pero hago algo —más risas—. No tengo nervios, Sr. Jeon, está viendo cosas donde no existen. Y no, ya no necesito comida ni vino. ¡Solo quiero un baño y descanso, mi viaje fue largo!
—No me está saliendo igual de maltratador, ¡eh! —se ríe, llegaron a la misma habitación y lo tiró en la cama— ¡Ya puedes dormir! —mirándolo y, como lo tiró, la babydoll se levantó viéndole la ropa interior— Y respétame —piensa, porque no se acordaba bien, pero hacía el carácter igual— ¿Algo que se te ofrezca? —Él no dejaba de mirarlo, porque le estaba mostrando todo— ¡Ah! Y ni intentes irte, ¡eh!
—No puedes, porque ya no lo eres conmigo —se ríe—. ¿Por qué tengo que respetarlo? ¿Acaso así hace con todos los omegas? Deberías pedir mi helicóptero...
—Así no me gusta, me gustó más la primera vez. Esa vez, si por poco te fracturó los huesos cuando te tiré —se ríe—, me obligaste a tirarte, ¡eh! Me estabas gritando en el oído —mirándolo—. Yo estoy teniendo respeto, es más, hasta amable estoy siendo, ¡eh! Lo que pasa es que, por andar gritando y con sus cosas, no se da cuenta —seguía mirándolo y Jungkook con esa única mirada sexy que tenía a Jimin ya mal—. Solo le digo que no intente irse, al menos que quiera nadar, o quizás que la detengan en la puerta —caminando de lado a lado y por un intercomunicador pidió agua y frutas—. ¿Ya te calmaste?
—Se ríe—. Mmmm, me excitas ver que te derrites por mí. No grito, papi, es mi tono de voz. Si no te gusta, no me hables —se arreglaba sus pj's—. No, hasta que no se vaya, no me calmaré.
—Se ríe—. ¡Claro, me retiro! Mañana desayuno temprano; no llegues tarde. Despierto a las 8:00 am. Que tenga un lindo sueño. Una de las señoras le traerá todo lo necesario. ¡Descansa! —mirándolo y se retiró.
Esta vez fue diferente.
Pasó tanto tiempo en el cual regresó a la habitación de Jimin, a diferencia de que, en esa hora y media, se quedó dormido.
Jungkook volvió a la habitación de Jimin como la primera vez, con la bata del baño y medio mojado. Entró por la puerta secreta y él ni lo sintió; se sentó en una silla a mirarlo. Él le había enviado una batita cortita y un bóxer tanga; Jimin se mueve mucho, por lo que ya solo le quedaba una poca de sábana puesta.
Se levantó de la silla y se acercó más, con ganas de tocar, pero solo lo miraba. Se sentó con cuidado en la cama y le tocaba el cabello con cuidado.
La historia se repetía...
¡Hola Roommates!
Espero que todo esté bien y la estén pasando felices ʕ • ́؈ • ̀)
Aquí tenemos un nuevo capítulo, delen mucho amor, espero que lo disfruten y no se olviden regalarme ★'s y comentar que tal les pareció.
¡Hasta el próximo capítulo!XOXO♥ ᒍOᗩᑎ
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