Despertó con la respiración agitada y todo sudado. No sabía dónde estaba, no reconocía aquella habitación y mucho menos sabía que pasaba.

Paso las manos por su cara varias veces, a pesar de no recordar por que despertó sabía que no era algo bueno, tenía una horrible sensación de pánico y temor que no le gustaba.

Miro con más detalle la habitación, era bastante amplía, en una esquina había una mini biblioteca, un escritorio, un sillón que estaba a pocos metros de un gran ventanal.

¿Dónde estaba? ¿Dónde estaban Felix y Chan?
Por instinto olfateo el lugar, descubriendo que estaba rodeado por el aroma de Minho.

Sus ojos se abrieron con sorpresa ¿estaba en el hogar de Minho?

Quito las sabanas que cubrían parte de su cuerpo y se levantó de la cómoda cama.
Estaba bien, su lobo estaba bien. No sentía dolor ni angustia alguna.

Camino algo tímido hasta el ventanal y por el pequeño espacio que dejaba la fina cortina blanca observo la Luna, era de noche.
Corrió las cortinas dejándole ver un precioso e inmenso bosque, casi como la vista de su hogar.

Con la diferencia que, comparado con el de su casa, el patio que dividía con el bosque era mucho más amplio y en medio de este no estaba una pareja abrazándose.

¿Pareja abrazándose? Miro con más detalle aquella pareja y deseo no haberlo hecho al reconocer a Minho.

De seguro es su Omega –pensó.

No queriendo mirar aquella escena tan íntima fijo su vista en el bosque, agradeció que su lobo este tranquilamente dormido, hechizado por el aroma del alfa, y no haya visto aquello.

Pero algo no cuadraba, el bosque... Algo no estaba bien.

La imagen de un imponente lobo de pelaje negro, Alfa, y ojos color ámbar llegó a su cabeza, este caminaba a un paso tranquilo, pero el aura que desprendía no era amigable ni relajada. En sus ojos podía ver que no era bueno, su alma estaba manchada con sangre, era un asesino.

—Crack, crack– era el sonido de sus pisadas sobre alguna que otra hoja seca del suelo.

Cuando volvió a la realidad se dio cuenta que Minho y su Omega no estaban, pero ahora era lo que menos le importaba.
Su lobo ya no estaba dormido, estaba despierto y atento, soltando chillidos de advertencia hacia el bosque. Y eso no era bueno.

Y algo le decía que aquella pesadilla que le hizo despertar era por ello.

—Iré a ver como esta Sungie –susurro Felix ya satisfecho de comer tantas frutillas.

Chan hizo una mueca y miro a la pareja, JungKook y Jimin, algo dudoso.

—No creo que sea buena idea cariño –susurro– recuerda lo que Minho di-

—Yo quiero ver a Jisungie –exclamó frunciendo el ceño mientras acariciaba su panza– no estaré tranquilo si no lo veo unos segundos.

—Está bien –habló Jimin mientras se levantaba del sillón– yo lo llevaré así lo ve.

—Gracias –susurro Felix agradecido y luego miro a su pareja– tú tranquilo Chan. Estaremos bien.

Felix siguió a Jimin por un largo pasillo mientras miraba con curiosidad todo alrededor.

—¿Minho es su hijo único? –pregunto luego de unos minutos mientras doblaban por uno de los pasillos.

—Si, MinMin es mi único hijo –respondió con una sonrisa– es un milagro por así decir.

Felix ladeo la cabeza sin entender– ¿por qué?

—Mmh digamos que de adolescente fui muy terco y hablador –Jimin soltó una risita por el recuerdo– un día enfrente a un Alfa, este me hirió gravemente y los médicos me habían dicho que no podría tener hijos.

—Oh... Wow.

—lo sé –susurro mientras soltaba una pequeña carcajada– en ese momento fue como un balde de agua fría, era un Omega que no podía cumplir su función principal. Pero tengo la suerte de haberme topado con un Alfa muy torpe que tropezó en mi caminó, él me aceptó así con mi defecto, salimos un tiempo, nos casamos y a los meses descubrí que llevaba una vida en mi vientre.

Felix sonrió aguantando las ganas de llorar, las hormonas lo tenían sensible por todo.

—que hermoso –susurro feliz.

Jimin sonrió con un especial cariño al Omega antes de pellizcar su mejilla.

—tendrás un cachorro hermoso –le dijo y ese fue como la gota que rebalso su llanto.

—gra-gracias, es usted ta-tan lindo –exclamó entre lágrimas. Mientras soltaba una carcajada alegre, entonces sintió una pequeña patada y tomó rápidamente la mano de Jimin y la llevó a donde la sintió– a frijolito le agrada.

La sonrisa de felicidad de Jimin no cabía en su rostro, acarició con cariño la panza de Felix con emoción tras sentir esa pequeña patadita.

—ay Dios lloraré –exclamó abanicando su rostro – sigamos antes que haga un río con mis lágrimas.

Leanlo es importante:

A apartir de hoy día, las actualizaciones serán lentas, porque a la autora original le eliminaron la cuenta y por lo tanto tmb la historia original, la estoy ayudando a recuperar su cuenta, para seguir actualizando, gracias por entender

Vieron la nueva portada? Está muy hermosa, me encantó! 💞😭

🪴;; minnh-aye