Esto ya no era normal. Mensajes de texto y llamadas constantes pidiendo una ubicación por parte del mayor. Primeramente porque apenas se conocían, segundo porque el mayor ya tenía novio.

Era la tercera vez en las últimas cuatro horas que lo llamaba. Estaba harto, no soportaba al chico que solía llamar amigo. Era insoportable.

El enojo lo controló y respondió la última llamada.

-¡¿Qué quieres, maldita sea?!- gritó enojado.

-Al fin me respondes, ¿Qué pasaría si me estuviera muriendo?- preguntó sarcástico.

-Ya dime que mierda quieres- juraba sentir humo saliendo de sus orejas. Quería cortar esa llamada e ignorarlo. No quería seguir sabiendo nada con su compañero, pero al parecer el menor no se rendía fácilmente.

-¿Puedo verte?

Y aunque dijera que no pasaría igual. Ambos ya se encontraban en el mismo lugar. TaeHyung miraba con odio al molesto chico, sonreía tanto y ya le fastidiaba aquello.

-Habla- ordenó.

-Qué fuerte eres- rodó sus ojos- Quiero proponerte algo- a Kim se le erizó la piel- Sabes que están molestándome solo para que me case con el ridículo ese de Hyunjin- el mayor hizo un sonido de afirmación- Ok, quería decirte que me ayudes a salir de esta.

-¿Y cómo quieres que lo haga?- dijo en voz alta, cruzándose de brazos.

El menor se acercó a él, lo tomó con sus manos y besó sus labios. Kim lo empujó fuertemente y lo alejó de él.

-¡¿Tú estás loco?! ¡Ni loco!- gritó enojado. No iba a hacerle daño a JungKook.

El pelinegro lo volvió a tomar y le habló firme.

-Tú no tienes salida, si no quieres que le haga daño a tu supuesto novio, solo cumple con el trato- soltó al mayor.

TaeHyung lo pensó dos veces, sabía que Jeongin no iba a dejarlo en paz, y lo que menos quería era que se metiera con JungKook. No iba a permitirlo.

-Si acepto ¿Me dejarás en paz?

-Completamente- sonrió de forma odiosa, cruzando sus dedos.

TaeHyung suspiró- Bien, cuando tu quieras- dijo rendido, estrechando su mano con la de Jeongin.

El castaño intentaría mantenerlo lo más alejado posible de él. No podía dañarlo a su novio y no sentía interés en aquel chico posesivo quien no era nadie en su vida.

Jungkook estaba ordenando sus cosas en sus maletas. En menos de una semana se iría con sus padres de nuevo. Tenía que tener mucho cuidado, no quería que Taehyung sospechara. Estaba ingeniando su plan de escape de una forma, pero lo cambiaba al instante puesto que encontraba la forma en que Kim se enteraría de lo que planeaba.

De un momento a otro, la puerta de entrada fue abierta. Escuchó a su supuesto novio hablando por teléfono, normal pensó, una vida social como él jamás pudo tener. Rodó sus ojos y terminó de ordenar para guardar enseguida su maleta. TaeHyung estaba a segundos de subir al cuarto.

-Jungkook necesito hablar... ¿Qué estás haciendo?- preguntó al ver a su novio subiendo una maleta. Mierda pensó Jeon, no se le ocurría una excusa buena.

-Estaba por ordenar para cuando nos vayamos- sonrió nervioso- No se cuando nos iremos y mejor tener todo arreglado.

TaeHyung no cayó en su trampa, sabía que mentía. Miró con el ceño fruncido al menor, quien evitaba su mirada.

-Jungkook...

El nombrado sintió pánico. El mayor se acercaba cada vez más y temía lo que podía hacer.

-TaeHyung espera...- sintió como su pareja lo recostó en la cama y empezaba a besarlo con profundidad- Taehyung...- el mayor hacía caso omiso a sus pedidos, no iba a hacerle nada, solo lo besaba, pero para Jungkook, eso lo hacía sentirse sucio.

-No te haré nada- aclaró, besando su cuello.

Un llamado desde la oficina de Kim interrumpió todo. Él maldijo por lo bajo, mientras que Jeon se sentía un poco aliviado. Aunque se sintiera así, esa horrible sensación volvía a aparecer, la repulsión y náuseas se hacían presentes y esta vez, el dolor en su lado izquierdo, hace días lo tenía y no sabía que era, pero ese dolor apareció nuevamente.

Una vez que Kim se quedó en su oficina, Jungkook se encerró en el baño. Intentó llorar todo lo que podía, se sintió una mierda, un estúpido. Sentía que era una vergüenza y un idiota por todas las oportunidades desaprovechadas para escapar. ¿Qué hacía ahí? ¿Por qué seguía con Taehyung? No tenía otra respuesta que una dependencia emocional que lo hacía estar ligado a él, haciendo lo que sabe hacer solo cuando se encontraba Kim, porque al estar solo ya no sabía que hacer. Todas las palabras que el mayor le decía, él las tomaba muy enserio. No era valiente, no era fuerte, era un cobarde y un miedoso. Tenía todo servido, todas las oportunidades de escapar, pero ningún aprovechó y ahora lamentaba sufrir las consecuencias.

Agachó su cabeza sollozando, no le importaba si Taehyung se enteraba, quería llorar, desahogarse. Necesitaba expresarse así.

Unos cuantos minutos luego, salió del baño. No había ruido alguno, ¿Dónde estaba Kim? Jungkook fue a buscarlo, pero al parecer se fue. No iba a llamarlo, no sentía ánimos de nada. Solo subió a su cuarto y se recostó allí. Miró fijamente su armario vacío, sin ningún objeto, sin ninguna pelusa, sin nada, solo la estructura intacta. De esa manera se sentía él, vacío, sin nadie en su vida quien lo acompañara en esos momentos tan crueles.

Duele más porque yo los abandoné.

De la nada, el timbre comenzó a sonar. No era solo una vez, era repetidas veces. Al rubio le molestaba ese ruido, se levantó desganado y fue hacia donde emitían ese maldito sonido.

-Ya voy- gritó fastidiado. Abrió la puerta y se topó con un chico al cual jamás había visto en su vida. Mierda pensó para sus adentros, ¿Qué pasaría si Taehyung se enteraba?-- ¿Puedo ayudarlo?

-Que tal, estoy buscando a Kim Taehyung- dijo tranquilo el otro chico.

-Él no se encuentra, no se cuanto tardará. Así que...

-Es una urgencia, soy su compañero de trabajo- miró con sus ojos suplicando. Jungkook lo miró y suspiró.

-Pase, yo lo llamaré ahora- su voz denotaba cansancio.

-Muchas gracias- sonrió el chico. Vio unos segundos al dueño de la casa, notó unos cuantos golpes y rasguños, sin ignorar los ojos hinchados, parecía que estuvo llorando.

Mientras el recién llegado se sentaba, Jungkook comenzó a llamar a Taehyung desde su teléfono.

-¿Quiere algo? ¿Un café, agua, algo de comer?- ofreció amable.

-Se lo agradezco, pero paso- sonrió con sus labios apretados.

Jungkook volvió a lo suyo y esperó a que Kim respondiera. Por otro lado el intruso sonrió débilmente, disfrutando lo que se vendría.

-Tae, alguien vino a buscarte ahora. Dijo que era sobre el trabajo, una urgencia- afirmó.

-¿Quién es?- su voz se tensó. Jungkook no tuvo en cuenta el nombre del chico, por lo que le preguntó y este le respondió.

-Yang Jeongin - respondió el chico

Gracias por leer

Yo siempre actualizo cada vez que el capítulo llegué a 100 vistas así que nos vemos pronto

🍄: Minnh-aye