Selene Karvagiannis

━━━Sí eres Tom Riddle date por muerto.

—¡Mamá!—el grito de Dorien al ver a su madre hizo que los estudiantes se sorprendieran al ver a la alfa de cabellos blancos que acababa de bajar de un grandioso dragón.

—¡Dorien!—el omega abrazó a su madre la cual lo arrulló como si un niño pequeño fuese—. Te extrañe cachorro, tu última carta me dejó muy procupada con lo que vendrías a Howarts.

—¿Qué haces aquí, mamá?—inquirió separándose para acariciar la piel escamosa del dragón que dejó su pose amenazadora para dejarse mimar por el omega.

—A la escuela le han pedido algunos dragones para el torneo.

—¿La primera prueba?—la alfa asintió—. Será duro para los que no han tenido experiencias previas con dragones.

—No es mi problema, solamente vengo a ver cómo esos cachorros tratan de salvar su cuello de ser incinerados.

—¡Madre!

—¿Qué? Sólo digo la verdad—la alfa miró a su hijo—. Además si entraron al torneo deben tener idea que enfrentarán cosas muy fuertes.

La alfa iba a decir otra cosa hasta que sintió un aroma que prevalecía en su hijo. El aroma de un alfa.

—Mamá, mamá—la alfa miró a su hijo—. ¿Estás bien? Te he estado preguntando algo casi tres veces y no me respondes.

La alfa sujetó a su hijo de los hombros asustando al omega.

—¿Quién es el alfa con aroma a libros que te marcó tan descaradamente con esas feromonas?—Dorien sintió pánico y simplemente bajo la mirada—. Dorien Aléxandros Karvagiannis Ioannidis.

—No digas mi nombre completo—se quejó el omega apoyándose contra el dragón—. Las feromonas son de Tom.

—¿Tom Riddle? ¿El alfa que dominaba el basilisco?—el omega asintió—. Lo he de matar.

—No lo hagas, ya él y yo nos arreglamos.

—Cachorro, te hizo sufrir seis años.

—Ya no más, Tom ya no es aquel inmaduro alfa, mejoró su vida y nos hemos arreglado.

—¿Te pidió cortejarte?

—Amm, no—la alfa gruñó enojada—. Aún no.

—Ja. ¿Mejoró? ¡¿Cómo ese maldito no te ha pedido tu permiso para cortejarte, Dorien?!

—Mamá, basta, llamas la atención—susurró el omega viendo la cara de los estudiantes que no estaban muy lejos.

El omega se apartó del dragón cuando vio al profesor Dumbledore acercarse pero se paralizó al ver atrás de este a Tom. Trató de hacerles señales para que no se acercará más, pero el alfa no comprendió.

—Selene Karvagiannis, es un gusto tener en esta escuela a la conocida madre de los dragones.

—No es nada, Dumbledore...—la alfa se detuvo al ver y sentir las feromonas de cierto alfa—. Sí eres Tom Riddle date por muerto.

El alfa Riddle quedó confundido ante lo dicho por la mujer y luego miró a Dorien que murmuró un "vete". Trató de darse la vuelta de no ser porque pronto debió esquivar el fuego que liberó el dragón.

—Señora, no he hecho nada malo.

—¡Marcas a mi hijo con tu aroma!—gritó colérica la alfa subiéndose al dragón para perseguir al profesor de defensa contra las artes oscuras.

Dorien miró preocupado a Dumbledore.

—Esta juventud—murmuró el director—. ¿Deseas una taza de té, Dorien?

—¿Te sientes mejor?—preguntó Dorien sentado sobre el regazo del alfa bajo un árbol, lejos del castillo. El atardecer estaba cayendo, pero a la pareja no parecía importarle.

Luego de la intensa persecución había terminado con un Tom Riddle siendo casi asesinado por el sauce boxeador, luego de que el dragón lo hubiese soltado sobre el árbol.

—Aún me duele un poco el cuerpo cuando caí—exclamó a lo que el omega le dió un beso en la mejilla mientras recitaba un hechizo para ayudar a sanar al alfa.

—Perdón, mi mamá me protege mucho.

—Ya me di cuenta, pero no te preocupes, omega. En parte lo merezco.

—¿Por qué dices eso?—el alfa se acercó al menor y dejó un beso en el cuello del griego que soltó un jadeó mientras cerraba los ojos.

—Por no pedir permiso para cortejarte, por robarte besos sin estar en fase de cortejo—el alfa volvió a dejar besos húmedos por el cuello de porcelana del omega—. Por desearte de una manera no sana.

—Alfa...—el lloriqueó del griego hizo a Tom reír, se separó y notó los ojitos algo brillantes del más joven junto a los puños en su camisa.

—¿Qué pasa?—Dorien se lanzó a besarlo con frenesí. El alfa sujetó la cintura pequeña del contrario que se aferraba a él. Ambos en su mundo o era así hasta que un aullido los separó. El griego se levantó rápidamente —. ¿Qué fue eso?

—Un lobo—el aullido volvió a resonar—. Un hombre lobo.

El alfa se levantó rápido y tomó la mano del omega para tirar de él.

—Hay que irnos rápido—Dorien estaba intranquilo pero no se movió—. Dorien, tenemos que irnos.

—Suena herido—a Tom no le importaba si el maldito lobo podía estar muriéndose, a él le importaba que no matará a ninguno de los dos.

—¡Dorien! Esa cosa nos puede matar—el aullido sonó más cerca y el omega se soltó para correr hacía el bosque. Tom maldijo por lo bajo que el omega que tenía su corazón fuese tan buena persona

Dorien esquivo las torcidas ramas de los árboles, luego saltó sobre un pequeño riachuelo y siguió tratando de localizar al licántropo.

Se detuvo abruptamente cuando vio al ser apoyado contra un árbol, parecía asustado. A pasos lentos pero seguros se aproximó mientras sacaba su varita.

Cuando se acercó más el licántropo se alejó al verlo. El omega lució confundido, estaba preparado para ser atacado por el cambiaforma, y entonces fue que lo escuchó.

Un pequeño quejido.

—Lumus—con su varita iluminando a su alrededor caminó hacía donde había provenido el quejido.

Se arrodilló rápidamente cuando vio que era el pequeño cuerpo de un niño. Y al verlo más de cerca descubrió que era Harry el hijo de Lily Evans. Con cuidado tomó al cachorro en brazos y lo puso sobre su regazo, tenía leves rasguños en la cara, y cuando vio sus brazos estos tenían golpes que ahora eran morados. El dulce aroma que desprendía era algo como lavanda, demostrando que era omega.

Harry abrió sus ojos con dificultad encontrándose con aquel pálido rostro del joven que lo había ayudado.

—M-Mamá—y el omega de Dorien chilló de al felicidad. Sin quererlo reclamó a ese cachorro como suyo, ya que Harry lo había reclamado como su madre.

Cuando Tom lo encontró estaba en el mismo lugar sujetando el inconsciente cuerpo de Harry. El alfa no preguntó y simplemente ayudó al omega a levantarse con el cachorro en brazos. Dorien no parecía querer apartarse de ese niño y Tom no hizo preguntas.

Era ya de noche cuando el omega entró sujetando el brazo de Tom que llevaba en brazos al cachorro. Dumbledore fue quien los recibió y les dijo que llevarán el cachorro a la enfermería, que él se contactaría con el Ministerio de Magia.

—Me reclamó como su madre—explicó Dorien a los profesores presentes—. Y mi omega lo reclamó como nuestro cachorro. No puedo alejarme de él.

—Pero Karvagiannis, ese cachorro tiene padres, Lily y James Potter—dijo la profesora McGonagall.

—No me importa, ahora es mi cachorro—dijo sosteniendo entre sus brazos al niño dormido.

—No puedo creer está desfachatez.

—¿Por qué es una desfachatez, profesora MacGonagall?—inquirió Tom claramente cabreado de que le llevaran la contraria a su omega—. Ese cachorro estaba solo en el bosque. Dorien lo salvó además esa omega que dice ser la madre no es buena en ese papel cuando el niño reclama a otra persona.

—No puedo creer que estés de acuerdo, Riddle.

—Siempre estaré de acuerdo cuando se trate de Dorien.

La profesora iba a negarse cuando Dumbledore entró al lugar.

—Joven Karvagiannis—el omega miró al director de Howarts—. Me temo que debo informarle algo muy malo.

El omega negó mientras abrazaba más a Harry.

—No, no me alejen de él—lloró antes de sentir como Tom acariciaba su cabello.

—Karvagiannis—el omega lo miró—. Lily Potter ha sido enviada a Azkaban junto con James Potter por maltrato a un cachorro, uso incorrecto de la magia y atentar contra el orden global.

El omega lo miró sorprendido igual que el resto.

—¿Eso significa qué...

—Sí apela en un tribunal mágico, el pequeño Harry Potter puede ser adoptado por usted, siempre y cuando tenga un alfa que lo respalde.

El omega miró a Tom que asintió sonriéndole levemente.

—Tengo un alfa que me respalde.

—Entonces cuando el niño se recupere deberá ir al ministerio de magia para dar su testimonio y de igual forma usted y su alfa para empezar el trámite para que adopten al cachorro.

—Muchas gracias profesor Dumbledore.

—De nada, los dejo para que puedan cuidar del cachorro. Profesora McGonagall—la mujer salió de la enfermería y luego el profesor dejando solos a Dorien y a Tom.

—Gracias por ser mi respaldo—el alfa solamente dejó un suave beso en los labios del omega.

—De nada, precioso, aunque ahora sí creo que tu madre me matará ya que no te he podido que me dejes cortejarte y ya tendremos un cachorro—el omega rió suavemente antes de devolverle el beso.

—Está vez te he de proteger.

Notita:

La historia de los
Gemelos Weasley
Ya está disponible
se llama Hilo Rojo

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