ADVERTENCIA: Este capitulo contiene escenas +18.

En la corte de Serafines...

Akatriel  era una Serafín muy poderosa y todos en el paraíso lo sabían; no era conveniente meterse con ella si no querían  salir heridos , .

Esa hermosa y peligrosa mujer  era especialmente conocida por lograr siempre lo que se proponía, sin importar el precio que se pagara. El claro  ejemplo  era su  jerarquía, aún continuaba en el rango más alto siendo ella un serafín de la corte. No había recibido ni  un  solo castigo  debido a la discreción que ejercía para cometer sus crímenes.

— Debe morir. La expulsión y la tortura  solo lograron  causar una  herida, traumas que quizás tenga toda la vida pero  que aún puede superar con algo de ayuda, necesitamos  terminar con ella de una vez por todas.

La mujer estaba en uno de las habitaciones del gran salón, jugueteaba con un muñeco de cera mientras  frente a ella Mahasiah escuchaba con atención. El hombre odiaba a Shyra con la misma intensidad que Akatriel, ambos querían terminar de una vez por todas  con  aquel  ángel "problemático".

— ¿Qué planeas?, ni si quiera logramos arrancarle las alas, ¿Cómo esperas que la asesinemos?.

La voz del hombre  hizo eco en la habitación. Akatriel mantenía la mirada fija en el muñeco  de cera mientras una sonrisa cubría su rostro.

— ¿Quién dijo que nosotros la asesinaríamos? Piensa un poco, Shyra siempre ha tenido una baja autoestima y bueno, era de esperarse. Todos la detestaban, creció siendo odiada  y alejada incluso por mí, su madre-Akatriel rio paseando al ángel por  sus manos— Pero dime, Mahasiah. ¿Qué crees que logro estabilizar sus emociones y hacer que creyera  al menos un poco en si misma?

El Serafín  pareció comprender lentamente el plan macabro que se formaba en la cabeza de Akatriel. Los dos estaban desquiciados. Tenían  una obsesión enfermiza con Shyra, un odio que no hacía más  que corromperlos y tragar cualquier  rastro  de bondad que alguna vez existió en su alma.

— Esos dos Ángeles, Muzrael y Abril. Supongo que también el Arcángel  debido al espectáculo que dio en su expulsión, son ellos quienes aún la mantienen de pie; Lo que no comprendo es de que nos sirve  saber eso.

La rubia entorno los ojos

— Creí que solo la estupidez humana era infinita, pero parece  ser que también se da en ángeles.

"Muzrael, Abril  y  Uriel son sus pilares. ¿Qué le pasa a una estructura  cuando quitas a uno de sus pilares?, pierde el equilibrio, pero aún se mantiene. ¿Si le quitas dos?, es inestable pero aún puede estar de pie, pero... ¿Qué pasa si quitas todos  sus pilares?-La rubia dejo caer al muñeco de cera, el impacto lo hizo pedazos— La estructura  cae.

Los ojos de Mahasiah se iluminaron. Destruyendo  a sus amigos la terminarían destruyendo  a ella y al estar  sola  su muerte seria inmediata debido a su inestabilidad.

— Ciertamente es un plan brillante, pero... ¿Cómo eliminaremos a los 3?

La mujer soltó una carcajada.

— Oh no, nosotros no mataremos a los 3, solo nos  encargaremos de uno. Si asesinamos a los 3 causaremos bastantes sospechas y podríamos ser desterrados-la sonrisa de Akatriel se mantuvo— Lo mataremos y no solo eso, nos encargaremos de que su alma angelical no regrese al paraíso. Shyra quedara destrozada.

— Pero tú misma lo dijiste, eso solo la desestabilizaría. Nosotros buscamos que muera no que solo pierda su estabilidad.

— ¿Y qué sería su muerte sin sufrimiento?, veamos como recibe el primer golpe. Luego nos encargaremos de los otros dos ángeles.

Mahasiah  sonrió acercándose a Akatriel

— Es un perfecto  y demente plan, juntos la destruiremos.

Mahasiah beso a Akatriel y ella recibió el beso a pesar de que ninguno se amaba realmente, ambos eran demasiados egoístas como para albergar algo  tan puro e inocente como  el amor. Lentamente el beso fue profundizándose y Mahasiah acostó  a Akatriel en una de las mesas que había en la habitación, se arrancaron la ropa y quedaron totalmente desnudos.

Mahasiah jugo un poco con sus manos sobre ella para  después entrar en ella causándole un gemido.

— ¡Mas rápido, hazlo más rápido!- ordeno Akatriel a penas al comenzar.

Mahasiah la complació moviéndose con más rapidez, la rubia se retorcía debajo de él y arañaba su espalda cubierta de placer.

Entonces...la puerta de la habitación fue abierta.

La esposa de Mahasiah veía  esa escena con  terror y dolor, tan pronto abrió la puerta se arrepintió  de haberlo hecho, sus ojos se cubrieron de lágrimas y su garganta  se cerró sin lograr emitir palabra alguna.

— ¡¿Qué demonios  haces Skyler?! ¡Largo de aquí!

El grito del Serafín hizo que la mujer temblara. Se aferró a la puerta sin poder despegar  la mirada de ellos, no quería creer lo que veía.

— ¡¿Que no me escuchaste?! ¡No ves  que estoy ocupado mujer impertinente!

— Pe...Pero

A penas logró emitir una palabra los gritos  de Mahasiah la silenciaron de nuevo.

— ¡Cierra la boca y lárgate!

La mujer estaba  al borde  del llanto, se alejó y cerró  la puerta. Corrió  entre sollozos hacia donde estaba su hija. Ella había ido a buscar a su esposo para  una comida juntos, nunca comían pero era una ocasión especial para que su querida Melody  al fin pudiera tener a  sus dos padres juntos. No esperaba encontrar  esa escena, a pesar de que los rumores  eran demasiados...ella no quería creerlos, no quería ver eso.

Pero  ya estaba hecho y sin saberlo eso mismo seria  el principio  de su fin.

●●●

En la cocina se encontraban cenando Skyler y su hija. La mujer aún estaba afectada por lo que había visto esa mañana pero en cuanto vio a su hija cubrió su corazón destrozado con una sonrisa.

— ¿Entonces Melody?, ¿Qué paso en la reunión?-La mujer le sonrió mientras servía el plato de sopa.

— Caethel me dio una corona de flores, mami-la pequeña sonrió quitándose la corona para mostrarla— Él y yo jugábamos mientras nuestros padres hablaban, aunque  papá  desapareció a mitad de la reunión...

El corazón de Skyler se estrujo. Su sonrisa bacilo un poco pero al final la mantuvo  y continúo hablando con su pequeña.

— Esa corona de flores es muy hermosa Less -Melody sonrió, solo su madre la llamaba de esa forma y a ella le gustaba mucho.

— ¿Verdad que si?, puso mis flores preferidas. Me sorprendió  mucho que recordará cuales me gustaban.

— Ya veo, ese niño es muy lindo contigo, ¿cierto?

La niña sonrió con un pequeño sonrojo  en las mejillas.

— Si, es muy lindo.

— Me alegra que tengas amigos que te quieran  mucho y te cuiden -la mujer sonrió con verdadera sinceridad— Siempre tiene que ser así, ¿bien? Tienes  que tener amigos que te quieran y cuiden, nunca dejes que te lastimen, si lo hacen no serán tus  amigos y tendrás que alejarlos ¿Entendido?

— Si mami.

— Bien. Ahora come, tu  sopa se enfría.

La pequeña asintió, pero no pudo llegar a comerla. La puerta se abrió de golpe causando un ligero temblor en la mesa.

Mahasiah estaba furioso y su respiración era irregular, la mujer y la pequeña temblaron al verlo. Las dos sabían lo que eso significaba. Sin dudarlo  el hombre  camino con pasos firmes hacia  su esposa, la jalo del cabello y la arrastro hacia las escaleras. Melody comenzó a soltar gritos al ver a su madre.

— ¡Cállate!, ¡no me hagas seguir contigo!

— No Mahasiah, por favor no le hagas daño a Melody....

El serafín golpeo la mejilla de la mujer sin remordimiento alguno. La niña soltó un alarido y las lágrimas comenzaron a caer por sus rosadas mejillas.

— ¡Cierra la boca!, ¡te enseñare a respetarme!

La arrastro por las escaleras, la mujer  soltaba gritos de dolor  y la pequeña  miraba con llanto impotente sin saber cómo ayudar a su madre.

El hombre aventó a la mujer dentro  de la habitación, entro él y la puerta se cerró. Los gritos no tardaron  en escucharse, las manos de Melody temblaban y sus ojos no podían  despegarse de aquella puerta roja.

— ¡No!, ¡Mahasiah por favor!

Se escuchaba el  sonido de golpes, cosas rompiéndose, gritos, llanto y de pronto...solo hubo silencio.

La puerta roja se abrió, la imagen que  se observo fue perturbadora. Mahasiah  tenía las manos y ropa cubierta  de sangre. Detrás de él un cuerpo inerte se veía borrosamente; Aunque el rostro de aquel hombre no había rastro de arrepentimiento  por el crimen que acababa de cometer.

Melody subió las escaleras corriendo para llegar a aquella habitación, su madre estaba tirada, desangrada  sobre el mármol. Sus ojos estaban abiertos y sin vida... su terror aún estaba plasmado en su rostro. Tenía varios cortes profundos  en su pecho, abdomen y cuello. A su lado una daga cubierta de sangre descansaba. Había atravesado su corazón...

Melody soltó un grito ahogado  llevando sus manos a la boca. Su madre estaba muerta, su padre la había asesinado.

— Ni una palabra de esto a nadie Melody-menciono su padre— Este es un ejemplo de lo que pasara si retas a tu padre  y no obedeces las ordenes que te dé.

Tras decir eso se marchó dejando a la niña con el cadáver. Melody se soltó en llanto  corriendo  hacia su madre.

— Mamá-la pequeña comenzó a mover el cuerpo inerte de su madre— Mami por favor... -Los ojos de la mujer  estaban  abiertos, sin vida, su  piel aún estaba tibia— Mami despierta...-los sollozos de la niña  comenzaron a aumentar— Por favor mami, no me dejes -Melody se abrazó al cuerpo de su madre— no me dejes...

Su llanto  cada vez se  escuchaba más. Con sus manitas cerro los ojos de su madre y la abrazo de nuevo hundiéndose en llanto.

Había perdido a su madre, en esa habitación, en la puerta roja.