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Los siguientes dos días, Taehyung siguió luchando con su celo. El amable Omega que conoció, fue quien lo ayudó en gran manera. Llevándole sus supresores, la comida y dándole un poco de mimos, cuando él se lo pedía.
En este momento, era justo eso lo que estaba haciendo.
Que bien huele
Pensó Taehyung, enterrando su cabeza en el pecho de Jimin, quien seguía acariciando la espalda del menor.
Un poco extrañado, pues ese día estaba más inquieto y “pegajoso” que el día anterior.
El olor a castañas y roble era más abundante que cualquier otro día, por ese motivo Taehyung estaba más necesitado de sentirlo en su sistema. Su Omega le exigía tener más de ese aroma, más de esa calidez que sentía al ser rodeado por esa fragancia.
Necesitamos a nuestro Alfa, vamos por él.
Taehyung escuchó esa voz dentro de su cabeza y se asustó, dando un brinco lejos de Jimin, quien también se asustó por esa extraña reacción del nuevo Omega.
¿Qué me pasa?
Pensó Taehyung a punto de gritar por el miedo que comenzó a sentir, creyendo que estaba enloqueciendo por estar encerrado en esas 4 paredes.
—¿Taehyung? — Jimin se levantó con cuidado, acercándose lentamente al tembloroso Omega.
No temas, no estás loco ni nada por el estilo. Soy tu Omega quien te habla.
¿Mi… Omega?
Claro que sí, soy el Oso que habita en tu interior.
Vaya, eso no me lo esperaba. Nunca me contaron que podíamos hablar con nuestro lado animal.
Seguro porque la mayoría no confía en sus instintos, la mayor parte del tiempo no confían en nosotros. Escudándose que somos salvajes y nada razonables.
¿Por qué dijiste nuestro Alfa? Desde que me hablaste, siento más dolor en mi… en mi…
Taehyung no quería decirlo, le daba pena. Y eso que sólo estaba hablando por la mente.
Jimin quien estaba mirándolo, se acercó totalmente al ver que Tae no reaccionaba. Lo abrazó nuevamente, y lo arrulló para que dejara de temblar.
Ese olor, es realmente delicioso.
Lo es.
Taehyung le dio la razón a su Omega, él siempre amó el olor a castañas que tenía su madre.
Por esto, es que te dije que debemos ir donde nuestro Alfa. Él nos puede ayudar a no sentir ese dolor. Es nuestro primer celo, y debemos pasarlo con él.
¡¿De qué hablas?!
Respondió Taehyung alterado, ¿cómo que pasar el celo con un Alfa? Él no se sentía preparado y además… ¿cuál?
Nos dolerá más si no somos consolados por nuestro Alfa, hoy es el último día del celo. Debemos entregarnos a él, nos está llamando.
¿E-entre… qué? No, no … ¿Cómo que nos está llamando?
¿Acaso no sientes que estamos más mojados? Nuestra entrada se está preparando para él, para recibirlo y que nos consuele, que nos llene con su…
¡Basta! Eres un cochino, no se de quién hablas. Pero yo no quiero que toquen mi cuerpo, estoy bien.
¿Ah si? ¿Por qué entonces te estás restregando en este Omega?
Taehyung recién entonces fue consciente de lo que estaba haciendo. Sus brazos aferrados al cuello de Jimin, su rostro hundido en el pecho del Omega y su cuerpo estaba frotándose con el delgado cuerpo receptor. Su polla estaba totalmente dura, siendo restregada con fuerza en el vientre plano del Omega quien soltó un quejido suave.
—¡Lo siento!— gritó alterado Taehyung, alejándose de Jimin, con la cara completamente roja.
Jimin quien estuvo sorprendido al principio, ahora estaba tratando de no ser afectado por la increíble y deliciosa fricción que había hecho ese pequeño Omega.
—No… no te preocupes. No entiendo porqué no te hizo efecto el supresor que te di hace unos minutos— rascó su cabeza, con el rostro más rojo por lo que estaba por ofrecerle a su menor.
—Si tanto te está doliendo, y veo… que estás al límite— señaló el miembro que se erguía con orgullo bajo su camisón.
Taehyung al seguir la mirada de Jimin, se percató de que su erección estaba más que notoria. Rápidamente se volteó, avergonzado hasta la médula.
—Cuando un supresor no funciona, es porque se necesita un trabajo manual. Uno… físico— siguió hablando Jimin, y Taehyung no quería seguir escuchando —, necesitas de un Alfa, puedo pedirle al amo…
—¡No!— gritó Taehyung volteando nuevamente para estar frente a Jimin quién se asustó por esa fuerte negativa.
—No quiero entregarme a un secuestrador, eso no. Nunca jamás— sentenció muy seguro de sus palabras.
Pero es nuestro Alfa.
Me importa un comino si dices que es nuestro Alfa, quizás sólo lo dices por la calentura de mi cuerpo. No por eso voy a entregarme en bandeja de plata para que me coman.
¡Yo quiero que él nos coma, quiero que nos llene de su semilla y tener sus cachorros!
¡¿Estás loco?! No dejaré que eso pase, con razón la gente no confía en su lado animal. ¡Porque son unos degenerados! ¿Quieres que me entregue y quede embarazado? ¡Si apenas soy un niño!
No lo eres, yo soy la prueba de ello. Acabas de cumplir la mayoría edad. Eres un adulto te guste o no.
Apenas crucé esa línea hace 3 días, no me vengas a pedir que me acostumbre.
—Entiendo, sigues con miedo al amo. Y no creas que olvidé la promesa de buscar la verdad de cómo estás acá— la respuesta de Jimin, sacó a Taehyung de su debate mental.
—Entonces, si no te sientes listo para ser tomado por un Alfa. Yo… puedo ayudar— Jimin se ofreció, sintiendo sus mejillas arder.
Se sabía que a falta de un Alfa, los Omegas suelen consolarse el uno al otro. Jimin lo escuchó de su compañero de habitación, le dijo que no hay sexo que se compare a estar con un Alfa, pero que el estar entre Omegas, tampoco era el fin del mundo. Además de ser una buena solución alternativa.
—¿Ayudar?— Taehyung como apenas regresó de su debate interno, no entendió a qué se refería Jimin.
—Si, ayudar. Puedo… ayudarte con mi boca— le señaló a su parte baja.
Taehyung bajó la mirada, sorprendiéndose que aún estaba con el mástil bajo sus pantalones. En ese momento entendió el ofrecimiento de Jimin, los colores volvieron a su rostro.
—Puedo chuparte, Taehyung— Jimin aclaró su ofrecimiento, ante la nula respuesta —, y si eso no te ayuda y sigue doliendo. Puedo… puedo cogerte, no te lastimaré. Estás muy mojado, no te dolerá— terminó de ofrecer todo el paquete completo.
Por alguna razón, cogerse a ese lindo Omega, no se le hizo una mala idea, ni le dio asco. Al contrario, Taehyung era tan hermoso, que su propia polla ya estaba a media hasta con sólo imaginarse el momento. ¿Lo hacía ver como un Omega extraño? Si lo hacía, no le importaba en lo más mínimo.
—¡¿Qué?!— Taehyung se asustó más con esa última propuesta.
Él no quería lo último, porque su mamá le había contado que entregarse por amor, era la sensación más deliciosa y placentera del mundo. En cambio, entregarse sólo por la calentura, a alguien que no te interesa de manera sería, de sentir amor por esa persona; era un acto muy vacío. Totalmente animal, carnal y sin sentido.
Su madre le enseñó que siempre debe cuidar su cuerpo, que sólo debe permitir que le toque aquel a quien ame con todo su ser. Porque con toda la confianza, se entregaría en cuerpo y alma.
—No te asustes, sólo era una idea. No te obligaré a nada, si quieres sólo te ayudo manualmente— Jimin notó el miedo en el Omega, así que entendió no estaba listo para algo más allá de un roce.
—Lo siento, es que… no me gusta la idea de ser tomado por alguien a quien no amo— Taehyung fue sincero con Jimin.
—Entiendo, entonces te dejo. Puedes masturbarte y eso te aliviará un poco— Jimin hizo una pequeña reverencia, para salir y permitirle privacidad.
—Y-yo… nunca hice… eso— respondió Taehyung con las mejillas teñidas de un rojo intenso.
Jimin lo miró sorprendido, pero enseguida entendió. Después de todo, se dio cuenta que fue educado a la antigua. Estaba más que seguro que Taehyung nunca debió ver su cuerpo desnudo, con atención.
—Puedo enseñarte, prometo sólo tocar tu lindo miembro— Jimin se acercó con calma, para no asustar al menor.
No quiero, ¡quiero a nuestro Alfa!
No dejaré que nos toque ese energúmeno, si es que te éstas refiriendo a ese secuestrador como nuestro Alfa.
Taehyung se negó escuchar a su Omega por el resto de la noche. Dejándose enseñar con Jimin, sobre cómo aliviarse a sí mismo.
Taehyung despertó en la madrugada, al fin su celo se había ido, después de una extensa sesión de Jimin y sus maravillosas manos, que le enseñaron cómo aliviarse a sí mismo.
No sé sentía orgulloso por haberse dejado tocar por otra persona, pero fue un mal necesario se dijo. Ya que después de correrse en esas manos cálidas, había logrado dormir mejor que cuando le tocaba hibernar.
Ahora se sentía totalmente renovado, las energías al ciento por ciento. Así que, no tenía que perder el tiempo, debía escapar de allí.
Con sigilo salió de su habitación, había logrado convencer a Jimin para que no lo cerrara con llave. A veces se preguntaba si ese Omega era cómplice de ese Alfa ogro, porque lo miraba extraño cuando Tae le pedía algo que vaya en contra de las “reglas” de ese Alfa.
Por ello, no le dijo nada de que esa misma madrugada intentaría escapar.
Salió de su habitación, ésta vez cambiado con su uniforme de colegio, aunque sólo la parte superior. Nunca supo qué le pasó a sus pantalones, ahora estaba usando otros, que la verdad le quedaban algo ajustados en la parte de sus caderas y la de su trasero.
Aún no se acostumbraba a su nuevo cuerpo, que sin dudas le gustaba cómo se veía, pero le traía ese tipo de problemas con la ropa.
Caminó por el largo pasillo iluminado tenuemente por la luz de la Luna que se colaba por los ventanales del segundo piso donde se encontraba.
Buscó un modo de salir por esos ventanales, pero todos tenían barrotes.
Maldición, esto parece una jaula, sólo que más refinada.
Pensó Taehyung con angustia, al no ver ningún tipo de salida. Pero no sé iba a rendir, así que se dispuso a bajar las gradas tipo caracol que estaban a su derecha.
No iba a intentar salir por dónde la otra vez, no era tan tonto como para querer activar las alarmas.
A medida que pasaban los segundos, los nervios lo invadían, tratando de imaginar todos los escenarios posibles y sus soluciones.
Llegó al primer piso, encontrándose con otro largo pasillo y más puertas de habitaciones que no tenía idea de si había gente allí durmiendo. O quizás estaba el energúmeno, no quiso pensar en eso y siguió su camino.
Al final del pasillo, para su alivio, encontró una pequeña ventana sin barrotes. Se acercó y vio que daba a otra sección del jardín.
Como era el primer piso, no se veía tan alto. Además que en la pared se notaba una especie de tubería, eso le serviría para poder bajar por allí.
Armándose de valor, abrió la pequeña ventana con cuidado de no hacer ruido. Orando porque no tenga esa fastidiosa alarma que le arruinó los planes la otra vez.
Las manos le temblaban, su corazón latía a toda máquina. Sus piernas parecían de gelatina, pero pese a todo lo que estaba sintiendo, logró abrir la ventana sin omitir sonido alguno.
Aliviado, probó si podría salir por allí. Recordó que su profesor de gimnasia le había enseñado medir espacios por si dudaba poder pasar a través de los estrechos obstáculos que les ponían. Les dijo que, si su cabeza podía pasar, entonces todo su cuerpo podría hacerlo.
Ésta vez no era una clase de gimnasia, era un escape para preservar su vida.
Entonces lo intentó, la ventana era muy estrecha, pero para su alivio sí logró pasar la cabeza. Agradeciendo internamente por sus clases de gimnasia, empezó a avanzar, sacando su torso y brazos con cuidado, hasta que no pudo avanzar más.
Extrañado por saber qué era lo que lo tenía atorado, buscó con la mirada para darse cuenta de que eran sus caderas. En sí, parecía ser su trasero el que no pasaba por ese angosto espacio.
No puede ser, ¿No que si pasaba mi cabeza, pasaba todo mi cuerpo?
Pensó indignado mirando su trasero, odiando que haya crecido tanto.
Es la señal de que no debemos escapar, además no odies nuestras caderas, están hechas así para nuestro Alfa. Así que, mejor vamos a los brazos de nuestro Alfa.
Tú cállate, no dices más que estupideces.
Taehyung estaba comenzando a odiar a su Omega, solía hablar en el momento menos indicado y siempre decía ese tipo de cosas tontas.
Con un poco más de esfuerzo, y lastimándose un costado de su cadera, logró pasar por la estrecha ventana. La herida de su costado no sería nada comparado a su libertad.
Ágilmente consiguió bajar por esa tubería, pese a que los nervios estaban carcomiendo su interior.
En cuanto llegó al piso, soltó un suspiro de alivio. La parte más difícil lo consiguió, ahora sólo le tocaba dirigirse a cualquier parte de la muralla que tenga árboles en la parte posterior y de ese modo conseguir su libertad.
Avanzó por el jardín que estaba siendo bañado por la tenue luz de la Luna menguante, la escasa visión que tenía de noche, nunca le había importado. No hasta ahora al menos, ahora deseaba no tener ese “defecto” por más que su madre le había llevado a los doctores, no pudieron solucionar su visión nocturna. Simplemente le dijeron que no la tenía y no se podía arreglar.
Ahora sentía más miedo por no poder ver muy bien a causa de la oscuridad, sin embargo no se iba a rendir. Su libertad era más importante, para poder correr a los brazos de sus padres y olvidar de ésta fea experiencia con los mismos de su madre y las lindas palabras de amor de su padre.
Sólo un poco más, un poco más y llegaré con ustedes.
Pensó Taehyung al ver el muro que se alzaba frente a sus ojos, no era el mismo de la otra vez. Acá era más alto, y no había un árbol para poder trepar, pero el árbol se encontraba detrás del muro y eso le bastaba para poder bajar.
La textura del muro, le servía para poder escalarlo. Ya que era de piedra y gracias a sus irregularidades, podía usarlos como escalera.
Comenzó a subir, con un poco de dificultad, pero estaba avanzando. Eso le dio más esperanzas, además que nadie parecía haberse dado cuenta aún de su escape.
En ese momento sintió cómo lo tacleaban con fuerza, cayendo al húmedo césped.
¿Por qué tuve que pensar así?
Se arrepintió de haberse alegrado antes de tiempo.
Ahora sentía cómo un duro cuerpo lo presionaba contra el suelo, que al estar húmedo, el frío comenzó a calarse por su sistema.
—¿Acaso no fui claro cuando dije que no estaba permitido salir de mi mansión?— escuchó la pregunta que sonó bastante baja, la lentitud y el tono frío con que lo dijo, le hizo temblar de miedo.
—No me gusta que me desobedezcan — susurró en el oído de Taehyung, esa voz tan melodiosa pero ruda al mismo tiempo, causó un alboroto en el Omega.
Taehyung no entendía que le pasaba, tenía miedo y mucho. Al parecer este modo de hablar del Alfa, le causaba más miedo que escuchar sus gritos locos. Todo su cuerpo no reaccionaba, se sentía tan pequeño al estar debajo de ese fornido y enorme cuerpo.
—Creo que necesitas un castigo, así aprenderás a obedecerme— volvió a susurrar en el oído del tembloroso Omega, apretando más su duro cuerpo al frágil que tenía debajo suyo.
Taehyung se alarmó al sentir algo más duro, tallándose en sus nalgas. El miedo creció en él y más escenarios se armaron en su cabeza.
Me matará, me matará. O peor, me violará y luego me matará.
Se repetía una y otra vez, sin poder evitarlo se puso a llorar. No quería morir y mucho menos ser tomado a la fuerza. Estaba algo aliviado por aún llevar su collar, pero no había nada que proteja su cuerpo del grande y duro de su carcelero.
—No vas a manipularme con tus lágrimas, tendrás tu castigo y punto— sentenció firme, levantándose y cargando al Omega en su hombro, como la otra vez.
Sólo que ahora Taehyung forcejeó un poco más, pero no pudo hablar, estaba muy asustado ora hacerlo.
—¡Deja de moverte!— gruñó dando una fuerte nalgada que hizo chillar a Taehyung.
—Eso es, así está mejor— dio su pequeño alagado, mientras estrujaba con un poco de fuerza una de las nalgas de Taehyung, la que fue golpeada; para calmar el ardor que pudo provocar su fuerte golpe.
Ese toque volvió a activar las alarmas en Taehyung.
Este estúpido Alfa me violará, por eso me toca así. ¡No quiero, no quiero!
Taehyung volvió a entrar en pánico, volviendo a llorar y maldecir su suerte.
Prefiero que me mate a que me tome a la fuerza.
¡Mamá, papá sálvenme!
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Holas pixelitos de mi corazón!
He vuelto! 🎉🎉💜
Les traigo un nuevo capítulo, ya que lo pidieron bastante 7w7
Qué les pareció? 👀
Espero les haya gustado 🙈
Cuídense mucho, nos vemos en Kim Atelier 😏
Las amito, bye 💜
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