―El número al que usted ha llamado, no puede ser localizad-

Era la décima vez que intentaba contactar a Namjoon. Sus padres estaban esperando a que apareciera como había prometido, un almuerzo lujoso en un restaurante cercano a su oficina.

―Tal vez pasó algo ―excusó tratando de ocultar su nerviosismo ―. Creo que es mejor si lo voy a bucar a la oficina, tal vez me digan si pasó algo... ―se levantó lentamente guardando su teléfono, realmente no quería ir a buscar a Namjoon, sabía que lo más probable era que había olvidado la cita.

―Está bien, no tardes mucho ―su madre le envió una sonrisa tranquilizadora.

Una vez estuvo fuera del restaurante caminó unas cuantas cuadras hasta llegar al edificio, sin dudar ni un segundo entró y fue directo hacia la recepcionista.

―Vengo a ver a Kim Namjoon, de parte de su esposo Kim Taehyung ―avisó deseando que le dijiera que Namjoon no estaba, pero no obtuvo su respuesta deseada.

―Puede pasar, piso 21, oficina 6 ―indicó la recepcionista.

Dio las gracias y caminó hacia el ascensor. Se adentró al pequeño espacio vacío y pulso el piso 21.

Piso 1, 2, 3, 4...el ascensor paró permitiendo que un hombre de traje entrará, una vez pulsó el piso al que se dirigía el ascensor continuó su recorrido ascendiendo suavemente.

― ¿Podría ser que eres Kim Taehyung? ―el hombre preguntó.

Llegaron al piso 15 y algunas personas entraron provocando que ambos quedarán al fondo de la cabina.

―¿Me conoces? ―Taehyung cuestionó confundido.

―Soy Seokjin, ¿no me recuerdas? Estudiamos en la misma escuela ―respondió animado con una gran sorrisa que Taehyung logró reconocer.

Ya se encontraban en el piso 19.

―Jin, tiempo sin verte ―devolvió la sonrisa mostrándose casi tan entusiasmado como Seokjin.

Piso 20, varias personas se bajaron dejándolos solos de nuevo.

― ¿A qué se debe tu visita aquí?

―Busco a mi pareja ―respondió justo cuando las puertas se abrieron ―. Aquí me bajo.

―Yo sigo subiendo ―parecía decepcionado de tener que terminar el encuentro. Antes de que las puertas se cerraran, sacó de su bolsillo una tarjeta de presentación ―. Ahí está mi numero, mantengamos el contacto.

Taehyung tomó la tarjeta y con un asentimiento se despidió.

La luz de la Luna era lo único que combatía la oscuridad de la sala, apenas se lograba distinguir a un Taehyung sentado en el sofá.

Ya habían pasado días habían desde la cena con sus padres, apesar de haber prometido ser más atento con las fechas y cumplir sus promesas, en pocos días Namjoon volvió a llegar a altas horas de la noche.

Incluso en su cuarto aniversario de bodas se atrevía a llegar más tarde que nunca.

Namjoon dio su primer paso dentro del apartamento cuendo el reloj marcó las 11 p.m.

―Tu zorra debe retenerte mucho ―murmuró Taehyung, no hacía falta levantar la voz ya que lo único que se escuchaba era el reloj, aún así Namjoon parecía no haberlo escuchado ―. Creí que tendría que reportarte como desaparecido.

―Mi jefe ha estad- ―Namjoon estaba preparado para dar una excusa, pero Taehyung lo interrumpió rápidamente.

―No soy imbecil, Namjoon ―más que molesto parecía agotado ―. Tu maldito jefe no es quien te chupa la polla ―se levantó del sofá para encaminarse a su habitación siendo seguido por Namjoon.

― ¿De qué hablas, cielo? ―usó aquel tono que Taehyung solía amar, y aquel apodo cariñoso siempre lo debilitaba, pero nada eso funcionaba ya.

― ¿Vas a negar que tienes a alguien más? ―cuestionó dándole la espalda al mayor mientras arreglaba su lado de la cama, no era necesario, pero no se atrevía a girarse ―. Hoy es nuestro aniversario, ¿sabías? Llegas tarde, hueles a un perfume que no es tuyo y tu ropa está más arrugada de lo normal. Supongo que alguien más te dio la mejor noche de tu vida.

Un silencio profundo se instaló entre ellos. La mente de Namjoon estaba en blanco, no esperaba que su esposo notará que lo esta engañando, no pensó que estuviera esperando que llegara, no se imaginó que lo tendría frente a él reclamandole.

―No sé de lo que estas hablado ―dijo tranquilo.

Taehyung se giró conectando su mirada con la del mayor, parecía una batalla la cual él ganó cuando Namjoon se giró para perderse tras la puerta del baño.

―Cobarde ―masculló el menor, las lagrimas no tardaron en amontonarse en sus ojos nublando su vista. Se sentía asfixiado en aquella habitación, su mente no dejaba de traicionarlo creando imágenes de Namjoon con otra persona, sabía que no sería capaz de dormir en la misma cama que él.

Sin darse cuenta ya había tomado un pequeño bolso y luego de meter algunas prendas de ropa, tomó sus llaves y salió del apartamento sin rumbo alguno.

Thighs~