Desde que su hermano le contó el engaño del que fue víctima, Jungkook estaba decidido a vengarse de cada una de las mierdas que lo hicieron y planeó meticulosamente como lo haría, se iban a arrepentir de lo que hicieron, sobretodo, la mente detrás de todo.

El plan dió inicio cuando su hermanito volvió a Seúl después de pasar medio año en Londres, recuperándose del engaño de la persona que le rompió el corazón. Había cambiado su look y también un poco su personalidad, los lentes de montura gruesa y la ropa aniñada habían quedado fuera; ahora lucía prendas modernas y acorde a su edad, se había teñido el cabello, y su comportamiento fue en su parecer el cambio más radical.

Taehyung era una persona bondadosa por naturaleza, alegre y confiado, siempre con una sonrisa inocente en su rostro, y ahora aunque su alegría parecía haber vuelto, las sonrisas habían disminuido, y claramente ya no confiaba ciegamente en nadie y solo tenía un objetivo en mente, vengarse de quién jugó con sus sentimientos y lo utilizó para divertirse.

Durante todo ese tiempo, Jungkook había investigando a todos los estudiantes de la facultad de ingeniería, buscando a quienes habían visto en su hermano una presa fácil para acosar. Una vez que los encontró, se dedicó a observarlos cuidadosamente, conocía todos y cada uno de sus movimientos. 

Era un grupo de cuatro idiotas, aunque solamente habían sido dos los responsables directos, uno era Jung Hoseok, hermano mayor de Jung Yuho, amigo y compañero de su hermano, y aunque quería molerlo a golpes, le había prometido a Tae que se lo dejaría a él, así que su atención estaba fija en el otro. Cada que veía a esa mierda rubia, la rabia en su interior aumentaba y contaba los días para tenerlo en sus manos.

No fue difícil conseguir que su hermano volviera a integrarse a la universidad en el mismo curso en el que estaba cuando se fue. Obviamente hubo dinero de por medio, pero eso no había sido problema, había ahorrado bastante durante todos los años que trabajo para Kim Namjoon en su organización.

Y ese mismo dinero lo había duplicado, cuando dejó al mafioso y abrió su propia cadena de barberías y peluquerías, comenzando con un salón en Busan su lugar de nacimiento.

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Esa mañana Jungkook llevó a su hermano menor a la universidad y repasó lo que debía hacer una vez más antes de despedirse, mientras Taehyung entraba al edificio de su facultad, confiaba en que le iría bien y esa misma noche, esos dos comenzarían a pagar, lo que le habían hecho.
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—¿Estás listo? ¿Puedo pasar? —preguntó antes de  abrir la puerta de la habitación de su hermano, encontrándolo parado frente al espejo.

—Sí, estoy listo —le respondió Tae antes de volverse a mirarlo.

Jungkook lo observó de arriba a abajo con satisfacción, su hermanito era realmente lindo, y nada tenía que ver con su nueva apariencia. Había heredado la belleza de su madre, hasta sonreía igual a ella.

—¿Estás seguro de continuar? —volvió a preguntarle, solo para asegurarse que seguía firme en su decisión.

Taehyung camino hacia él y lo abrazó.

—Estoy listo, voy a hacer que le duela más de lo que me dolió a mi —dijo con voz tranquila, con la cabeza apoyada en su pecho.

Jungkook acarició su cabeza con cariño antes de devolverle el abrazo.

—Solo espero que no vuelvas a irte por otros seis meses —habló recordándole el tiempo que estuvo lejos.

—Confía en mí Kook, ese imbécil no me va a volver a lastimar —Tae hablo con resolución y ni un solo rastro de duda haciéndolo sonreír.

Cuando un teléfono sonó, Taehyung se soltó del abrazo para contestar, hablo por un par de minutos, antes de colgar.

—Me voy, Yunho ya llegó por mí —se despidió y salió corriendo de la habitación.

Desde la ventana del dormitorio, Jungkook lo vio salir, caminar hasta el auto de su amigo, el auto se estaba poniendo en marcha cuando sacó su teléfono y marcó el número de la otra persona que los ayudaba.

—Tae se acaba de ir, recuerda hacer lo que te pedí y no le quites los ojos de encima —le dijo a uno de sus mejores amigos.

Cuando le había contado lo sucedido, Eun Woo no había dudado en ayudarlo, en parte porque eran amigos, pero también porque durante un corto tiempo, tuvo un enamoramiento por su hermanito, eso había quedado atrás, y ahora lo veía como alguien a quien cuidar.

A pesar de su apariencia aterradora, y la seriedad que lo caracterizaba, y por la que muchos le temían, a Jungkook le había complacido cuando su amigo le habló de sus sentimientos, y realmente le hubiera gustado que Tae lo hubiera aceptado, tal vez si así hubiera sido, las cosas serían diferentes.

—¿Tú no vienes? —preguntó Eun Woo.

—Si, pero llegaré más tarde, te veo ahí —dijo y colgó.

Después de ducharse, se arregló y salió hacia él lugar en donde estaba su hermano, previamente había llamado para reservar una mesa en el bar al que les gustaba ir a cierto grupo de estudiantes de ingeniería, asegurándose que se viera claramente desde su mesa en el segundo piso, que estaba casualmente al lado de la que ocupaba el grupo de estudiantes.

Jungkook tenía una ventaja, mientras ellos ignoraban su existencia, él sabía todo sobre cada uno de los que estaban bebiendo tranquilamente sin saber que eran vigilados.

Mientras bebía en silencio y con los ojos puestos sobre dos de ellos, también veía hacia donde su hermano y amigos estaban, ya había escuchado a los cuatro idiotas hablar sobre su hermano, y lo lindo que se había puesto, y como los había ignorado por completo esa misma mañana.

Sin perder la tranquilidad, vio a su hermano, levantar el rostro hacia arriba y captar la mirada del imbécil de Hoseok, que sonrió en su dirección, solo para borrar su estúpida sonrisa cuando Eun Woo caminó hacia Tae, tomándolo por la cintura y pegándolo, la reacción en la mesa no se hizo esperar.

—Vaya, parece que te han cambiado Hope —se burló entre risas su amigo haciendo que Jungkook volteara a mirarlo.

—Solo está enojado, pero te aseguro que sigue pensando en mí —respondió Hoseok con fingido desinterés, pero el que no quitará la vista de la pareja en la pista, con expresión molesta, decía otra cosa.

—Tengo que reconocer que ahora que volvió se ve tan hermoso, que casi me arrepiento de esa noche y del dinero que perdí —se burló Park Jimin y Jungkook tuvo que contenerse para no golpearlo ahí mismo.

—Ahora realmente creo que debo de agradecerte Jimin, tu fuiste el de la idea y no solo gane dinero, también fui el primero, y ya verás que pronto volverá a mí —dijo Hoseok.

Los puños de Jungkook estaban tan fuertemente apretados que sus nudillos estaban completamente blancos, primero dejaría que Tae tuviera su venganza y después él mismo lo haría pagar también.

Quince minutos después, y con su autocontrol en el límite, vacío su vaso y se puso de pie para salir al estacionamiento del lugar, y sonrió cuando encontró el auto del rubio. Subió a su propio auto, lo encendió y arrancó, segundos después un fuerte golpe se escuchó llamando la atención de los empleados del lugar que corrieron a ver qué había sucedido. Encontrándose con que un conductor había estrellado su auto contra el frente de un deportivo de lujo.

—!Oh por dios! ¿Qué sucedió? —preguntó uno de ellos asomándose por la ventanilla del auto responsable.

Jungkook abrió la puerta del auto y salió fingiendo consternacion.

—Perdí el control del coche por un segundo, no quería golpear el coche, ¿podría localizar al dueño? tengo que asumir la responsabilidad —dijo apenado, mientras revisaba los daños.

Uno de los empleados corrió al interior del bar para avisar que se ocupaba la presencia del dueño del deportivo. Cinco minutos después un furioso rubio atravesaba a toda prisa el estacionamiento, hasta llegar a dónde estaba su auto.

Jungkook ocultó su sonrisa con él cigarrillo que había encendido mientras esperaba a que apareciera y no lo decepcionó ver la cara del idiota al ver su precioso carro arruinado.

—¿Fuiste tú quien golpeó mi auto? —grito Jimin señalando hacia él, mientras continuaba caminando hacia él.

Jungkook se las arregló para quedarse quieto, con una mano dentro del bolsillo de su pantalón y la otra sosteniendo el cigarro.

—Sí — respondió con calma.

Jimin miró con disgusto hacia el responsable, amaba demasiado ese auto, pero trato de mantener la calma, el tipo frente a él, era claramente más grande y fuerte que él, que logro ponerle la piel de gallina.

—¿Tienes como pagar los daños? —le pregunto mientras caminaba alrededor de su amado coche, viendo los daños. 

Los faros laterales estaban rotos, el capo doblado hacia arriba en un ángulo extraño y parte de la defensa colgaba partida por la mitad.

—De verdad lo siento, no sé qué pasó, pero yo me encargaré de reparar todos los daños, y si me queda algo, repare los míos —dijo Jungkook fingiendo pena.

Jimin volteó a ver por primera vez el auto contrario y vio que no había sufrido grandes daños, y al ser un auto económico sería más barato.

—Tu paga mi coche y yo pago el tuyo —dijo queriendo hacer algo bueno y salir ganando claramente.

—Eso sería bueno, gracias.

—De nada, pero ahora no tengo que volver, tendré que pedir que vengan por mí, pero me cobraran—añadió.

Jungkook asintió y fingió buscar su billetera.

—Si seré idiota, no traigo la billetera, por eso mismo había salido, iba a ir a mi departamento a buscarla. ¿Te molestaría acompañarme por ella? Por tu auto no te preocupes, yo mandaré a una grúa a recogerlo mañana temprano y lo lleven al taller, obviamente también yo la pagaré —ofreció Jungkook.

—¿Y cómo carajos voy a volver, mis amigos están adentro? —preguntó Jimin con fastidio, no quería interrumpir la diversión de sus amigos, y tener que subir a un taxi no era una opción.

—Puedo traerte de vuelta, en verdad lo siento, te estoy haciendo perder el tiempo —se disculpó Jungkook.

Mientras pensaba que todo estaba saliendo según lo planeado, aunque claramente el rubio aún no confiaba en lo que decía.

—¿Y si mejor aquí te espero? —le preguntó de vuelta.

—Si quieres, pero… ¿y si no vuelvo? ¿te vas a arriesgar? —dijo con malicia, mientras le daba una calada a su cigarro.

La semilla de la duda se plantó en Jimin, no podía arriesgarse a que ese tipo se fuera y no volviera, su padre lo mataría si tuviera que pagar por todo el daño, él sólo.

—Está bien, maldita sea, arruinaste mi estado de ánimo —se quejó irritado y Jungkook sonrió, porque todo saliera bien.

Por un momento había pensado que el rubio no se dejaría engañar tan fácilmente, pero resulto ser más idiota de lo que pensaba.

Tiró la colilla del cigarro y luego subió a su auto, mientras Jimin subía en su propio auto, comprobando que si arrancaba y prefirió seguirlo en lugar de viajar con él, Jungkook asintió sin problemas, y salió del bar, le marcó a Eun Woo y le pidió que llevará a Tae a casa, antes de pedir hablar con  su hermano.

—Tae, Eun Woo te va a llevar a casa, yo tengo algo que hacer y me quedaré fuera, cuídate —le explicó, su hermano asintió, le pidió que se cuidara y colgó. 

Taehyung no necesitaba saber qué era lo que tenía planeado para Park Jimin, pensaba que solo lo amenazaría y quizá lo golpeara un poco, era preferible que siguiera pensando eso.

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Cuando llegó al complejo de apartamentos se estacionó y esperó a que Jimin hiciera lo mismo.

—¿No vas a salir del auto? —preguntó cuando vio que el rubio no tenía intención de bajarse.

—Sube por el dinero, te espero aquí —dijo dándole una leve sonrisa nerviosa.

—Como quieras, solo no te sorprenda si no bajo —dijo con una sonrisa burlona.

—No te atreverías, ¿eres un ladrón acaso?

—No soy un ladrón, anda sal, déjame invitarte una cerveza para disculparme por hacerte venir hasta acá —le pidió.

Jimin lo miró un momento mientras pensaba y al final aceptó y lo siguió al interior del condominio. Jungkook lo llevó hasta el departamento que había comprado hace poco y que nadie más sabía de su existencia.

Mientras subían, Jimin no podía dejar de pensar en la posibilidad de que lo robara o algo por el estilo, y si ese fuera el caso no sabría qué hacer. Pero cuando entraron, miró a su alrededor y se rió de sus miedos absurdos. El lugar era bastante lujoso y ordenado.

—Siéntate, voy por las cervezas y mi billetera —le dijo Jungkook antes de desaparecer en lo que suponía era la cocina y regresó casi enseguida con dos latas de cerveza.

Jimin le sonrió agradeciendo la amabilidad.

—Trae el dinero para el pago y me iré —le pidió.

—Ahora voy, primero terminemos la cerveza —le dijo y le dió un trago a la lata. 

Jimin lo imitó con fastidio, y no vio la sonrisa maligna que esbozó antes de sentarse cómodamente en el sofá, al verlo el rubio lo miró con molestia.

—¿Por qué te sientas? ¿Y el dinero? —le pregunto.

Jungkook no respondió, solo lo miró y sacó su cajetilla de cigarros y jugó con él encendedor en su mano

—¡Hey! ¿Qué esperas? —lo enfrentó, mientras comenzaba a sentir un extraño entumecimiento en sus piernas que atribuyó al enojo.

Jungkook encendió un cigarrillo, le dió una calada y dejó salir el humo antes de comenzar a hablar.

—Park Jimin, 20 años, estudiante de la facultad de Ingeniería en la Universidad de Seúl —recitó casualmente dejando al rubio atónito ya que no se había presentado con él.

—¿Quién eres tú? ¿Cómo es que me conoces? —preguntó con voz severa.

 Jungkook le dió otra calada al cigarro antes de responder.

—Mi nombre es Jungkook —dijo simplemente.

—No quiero saber tu nombre, quiero saber ¿cómo me conoces? —preguntó Jimin de nuevo.

Jungkook se levantó poniéndose frente a él, clavando sus oscuros ojos sobre él, haciéndolo estremecer por la intensidad de la mirada que parecía querer convertirlo en un cadáver.

—Te diré un nombre y esperemos que tú memoria se refresque —dijo Jungkook con un toque de sarcasmo.

Antes Jimin había pensado que tenían aproximadamente la misma altura y no sentía tanto miedo, pero ahora parecía haber crecido mucho más, obligándolo a levantar un poco la cabeza para poder verlo y en definitiva el miedo también había aumentado.

—¿Qué nombre? —preguntó con curiosidad, no entendía que pasaba.

—¿Recuerdas a Jeon Taehyung? —le preguntó y Jimin se congeló al escuchar el nombre del menor que había vuelto a ver en el bar esa noche. 

—¿Quién… quien eres? ¿Qué tiene que ver Taehyung? —preguntó nervioso, y comenzando a darse cuenta que había cometido un gran error al venir con él.

—Mi nombre es Jungkook —dijo nuevamente—. Jeon Jungkook, el hermano mayor de Tae.

Jimin quedó en estado de shock al escucharlo, pero trató de mantener una expresión serena.

—¿Y que quieres conmigo? Tu hermano y yo no somos cercanos.

—Sí, lo sé, yo jamás dejaría que mi hermanito estuviera cerca de una basura como tú. Pero resulta que TÚ TE ATREVISTE A LASTIMARLO —respondió gritando la última frase.

Jimin se asustó, era claro que Jungkook sabía lo que había pasado con su hermano y en lo único que pensaba era en como salir de allí.

—Olvídate de los daños del coche, yo… yo lo pagaré —dijo nervioso y trató de alejarse, pero Jungkook lo agarró con fuerza del brazo deteniendolo.

—¿Es serio creíste que podrías salir de aquí tan fácil? —le pregunto con burla y un brillo de maldad en sus ojos.

Un grito de dolor salió de la boca de Jimin cuando Jungkook le dió un puñetazo, que trató de evitar sin mucho éxito, e intentó devolverlo, pero el pelinegro estaba acostumbrado a pelear desde sus días de escuela, sus reflejos eran más agudos que los del rubio, y lo esquivó con facilidad, antes de golpear su estómago con fuerza haciéndolo caer al suelo.

—¿Pensaste que podías pegarme? ¿Quieres intentarlo de nuevo? —se burló poniéndose en cuclillas a su lado.

—¿Qué…qué quieres de mí? —preguntó Jimin jadeando debido al dolor en su estómago.

—Nada, solo quiero que sientas lo que sintió mi hermano —dijo con voz ronca por la furia, la oscuridad en su mirada parecía consumirlo.

Jungkook se puso de pie, con una expresión perversa mientras lo miraba, Jimin se estremeció al comprender a lo que se refería.

—Soy un hombre —gritó como si eso fuera a hacer la diferencia.

—¡Mi hermano también es un hombre idiota! Y no hay necesidad de querer fingir, se que eres bisexual —respondio agarrándolo del cabello y tirando de él, haciendo que Jimin mire directo a su rostro.

—Sí, lo soy, pero esto es un ataque —gritó mientras sacudía la cabeza tratando de soltarse, sin mucho éxito.

El hormigueo en sus piernas que había sentido antes, se había intensificado, y comenzaba a sentir debilidad y demasiado calor por todo su cuerpo.

—¿Qué…qué me pasa? —pregunto entre jadeos.

Jungkook sonrió.

—Oh, ya estás sintiendo los efectos, pero aún falta un poco más —le dijo.

—Maldito bastardo, ¿qué me has hecho? ¿Cuándo me drogaste? —preguntó confuso.

Recordaba la lata de cerveza, estaba cerrada el mismo la abrió antes de tomarla.

—¿No conoces las jeringas idiota? No es necesario abrir la lata o botella, solo saber en donde clavar la aguja para que no se note.

La pesadez en su cuerpo era cada vez mayor, y su visión comenzaba a nublarse.

—El somnífero que le inyecte a la cerveza es bastante fuerte, tanto que un solo trago es necesario y no afecta el sabor donde lo mezclas, haciéndolo imperceptible —continuó hablando, antes de empujarlo hacia atrás.

Está vez Jimin no pudo sostenerse, y aunque la caída era insignificante en condiciones normales, la debilidad en su cuerpo le impedía reaccionar y su cabeza golpeó contra el frío suelo.

—Pero no te preocupes, no pienso hacerte nada mientras duermes.

Fue lo último que Jimin escuchó antes de quedar inconsciente, mientras Jungkook lo cargó para llevarlo a la habitación.

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𝑌 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑧𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑛 𝑒𝑠𝑡𝑎 ℎ𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎, 𝑑𝑒 𝑣𝑒𝑟𝑑𝑎𝑑 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑎 𝑑𝑖𝑠𝑓𝑟𝑢𝑡𝑒𝑛, 𝑦 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑙𝑒𝑒𝑟 𝑠𝑢𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑎𝑟𝑖𝑜𝑠 𝑒𝑛 𝑐𝑎𝑑𝑎 𝑐𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 (𝑛𝑜 𝑜𝑏𝑙𝑖𝑔𝑎𝑡𝑜𝑟𝑖𝑜)

𝐸𝑛 𝑚𝑖 𝑐𝑎𝑛𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑤ℎ𝑎𝑡𝑠𝑎𝑝𝑝 𝑙𝑒𝑠 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑟𝑒́ 𝑙𝑜𝑠 𝑑𝑖́𝑎𝑠 𝑒𝑛 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒 𝑣𝑎 𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑟 𝑎𝑐𝑡𝑢𝑎𝑙𝑖𝑧𝑎𝑛𝑑𝑜.

𝑁𝑜𝑠 𝑙𝑒𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑏𝑒𝑙𝑙𝑒𝑧𝑎𝑠...
          𝐵𝑒𝑠𝑖𝑡𝑜𝑠 😘😘😘