NUEVE
—Lamento los problemas que causó mi hijo —dijo un hombre blanco de mediana edad con un gesto de disculpa.
Jungkook estaba sentado en silencio con Hoseok parado a su lado y dos hombres más detrás de él. Lo primero que hizo nada más llegar a Japón fue ir a hablar con el padre del mocoso imbécil que había incendiado su almacén.
—¿Y qué planeas hacer con tu hijo? —preguntó por fin después de un rato.
La mirada en los ojos del pelinegro no mostraba ninguna emoción alguna, esto hizo que el anciano no pudiera adivinar el estado de ánimo y los pensamientos actuales del mafioso.
—Lo castigaré como debe de ser, le hizo falta entender lo que es el miedo, y por supuesto me encargaré de llevarlo a qué se disculpe con usted señor Jeon —respondió un poco afligido el hombre.
—Si me tomé la molestia de venir a decírtelo es solo porque somos socios, pero no siempre será asi. Si tú hijo me sigue causando problemas lo manejare a mi manera. Espero que lo entiendas —dijo Jungkook.
Todos los que lo conocen, saben que Jungkook es una persona honesta y hace lo que dice que hará y no le importa nadie. Tampoco amenaza, así que el anciano hombre, tiene que aceptar todas las consecuencias de las acciones de su hijo.
—Si, no hay forma de que vuelva a suceder —respondió el viejo rápidamente.
—Esto es todo lo que tengo que decirte, hazme saber cuando lo manejes y si deseas verme —dijo Jungkook fríamente antes de levantarse —. Ahora sí me disculpas, pero tengo otros asuntos que atender.
Se dió la vuelta y salió del lugar seguido de sus subordinados, mientras que el viejo se limpiaba el sudor y tomaba el teléfono para aclarar cosas con el imbécil de su hijo.
—¿Ya te pusiste en contacto con el señor Akanishi? —le preguntó a Hoseok en cuanto subió al coche.
—Está hecho. Me dijo que fuera a su casa —respondió Hoseok, mientras se dirigían con su nuevo socio comercial.
El pelinegro asintió mientras tomaba su teléfono y marcaba el número de la persona que ha estado extrañando y sonrió cuando después de varios tonos nadie respondió.
—Jimin es más terco de lo que pensaba— se quejó cuando a la segunda llamada siguió sin contestar.
—Mañana volveremos, ¿vas a llevar a Jimin a la casa principal? — preguntó Hoseok con curiosidad.
—Por supuesto, es mi esposa —respondió antes de llamar a sus subordinados porque el castaño no respondía.
—Jin, ¿estás todavía vigilando a mi esposa? le preguntó a su subordinado, nada más respondió a su llamada —. No lo pierdas de vista, si hay un asunto urgente con él, por favor llámame directamente y dímelo de inmediato ¿entiendes? —ordenó nuevamente antes de colgar e ir a la casa del señor Akanishi para hablar de trabajo.
—Está bien, muchas gracias, Lisa —le dijo Jimin a su socia.
Después de todo un día planeado cómo le haría para escaparse de los hombres que lo seguían. Jimin había conseguido la ayuda de su socia y amiga para llevarlo a cabo.
Él dejaría que su amiga tomará prestado su auto para ir a comprar algo mientras él se quedaba en la oficina. Los guardias que Jungkook había mandado se enteraron de que la mujer tomaría el vehículo, así que se quedaron ahí cuidándolo. Después de colgar con Lisa se acercó a su secretaria.
—Rose, sal y fíjate si esos hombres todas están aquí o no, pero se discreta por favor.
La chica asintió y salió a comprar un café, sin levantar sospechas.
—Siguen ahí Jimin —le dijo su secretaria nada más volver.
—Bueno, saldré por la parte de atrás. Si tienes algo que comunicarme, solo envialo por correo electrónico, que no se te olvide, no me llames —le ordenó a su secretaria antes de recoger su bolso y salir.
Abrió la puerta trasera para encontrarse con una pared no muy alta que da hacia la cafetería, situada en la esquina de la cuadra y por la que podrá salir sin ser visto por la otra calle.
—Dara —le habló a la empleada del lugar —¿puedo cruzar la pared y salir por la parte de atrás de tu tienda? —le dijo apenas ella le contestó.
—¿Qué pasa Mimi? —le preguntó confundida.
—Bueno, hay unas personas que me siguen, y necesito salir sin que me vean.
La chica rió suavemente, mientras le decía que sí. De inmediato Jimin tomó una silla y trapo por la pared.
—Muchas gracias —le dijo Jimin después de cruzar a la cafetería.
Llamó a un taxi y salió sin ser visto por la calle paralela a su oficina, en cuando llegó al centro comercial donde se había quedado de ver con Lisa le llamó.
—Aquí están las llaves del coche.
—Gracias Lis, perdón por involucrarte en esto, ¿puedes tomar un taxi de regreso?
—Sí, está bien, no te preocupes por mí, el señor Jeon debió de haber sabido que no te ibas a quedar esperándolo. Pero anda ve directo a ver a tu amigo.
Jimin asintió y le dió nuevamente las gracias, subirse al coche y alejarse rápidamente, no volvería a su departamento, en la noche había colocado una pequeña maleta con algo de ropa y unas cuantas de sus pertenencias sin que los subordinados del mafiosos se dieran cuenta. Un poco más tranquilo, llamó a Jackson, esperando ya estuviera en su casa.
[¿Qué pasa Jim?] La voz de Jackson se escuchó del otro lado de la línea con su tono hosco de siempre.
En ese momento Jackson era la persona con la mayor posibilidad para ayudarlo, aunque le duela tener que pedir su ayuda, en algo como eso.
—¿Ya volviste a tu casa?
[Si. Estoy de vuelta, ahora estoy en un centro comercial comprando cosas, puedes ir al condominio Mark está ahí]
—Muy bien, dime la ubicación.
Después colgó y se dirigió hacia allí, no estaba lejos así que no tardó en llegar. Cuando llegó hasta el departamento que Jackson le había indicado. Se sentía un poco nervioso y esperaba que esa reunión no fuera incómoda y Jackson pudiera y quisiera ayudarlo. Suspiro y presiono el timbre. Esperó un momento antes de que la puerta se abriera, Mark se mostró sorprendido al verlo.
—Jimin —habló Mark en voz baja y con un tono de sorpresa.
—Hola, Jackson me dijo que podía venir a esperarlo, le llamé antes —dijo sin saber muy bien cómo hablar con él lindo chico frente a él—. ¿Puedo pasar a esperarlo?
Mark asintió y se hizo a un lado para dejarlo pasar. Jimin miró a su alrededor, sintió de inmediato una atmósfera cálida.
—Gracias —respondió cuando Mark le entregó un vaso de agua y se sentaba en el sillón frente a él.
—¿Ya viven juntos? —preguntó sin saber cómo iniciar una conversación con el chico.
—Sí —fue la sencilla respuesta del rubio —. Si me disculpas iré a lavarme la cara, me acabo de despertar de una siesta.
—Claro.
Mark se puso de pie y caminó hasta su habitación, mientras él se puso a pensar si los subordinados de Jungkook ya se habrían dado cuenta de que huyó. Aún no sabe cuánto tiempo tendrá para escapar de ese tipo, pero al menos quiere intentarlo. Aún que no puede evitar que su cuerpo se ponga caliente al recordar lo que ha vivido con Jungkook, la voz ronca y baja que le hablaba al oído mientras estaban en la cama.
Después de un tiempo, Mark salió de la habitación, justo cuando la puerta principal se abrió y entró Jackson, con los brazos ocupados por las cosas que había comprado.
—¿Tienes mucho esperando? —le preguntó después de saludarlo.
Jimin negó mientras le sonreía feliz de verlo.
—Mark ¿Qué estás haciendo ahí parado solo mirándome? Ven y ayúdame a llevar esto —se dirigió al rubio que se apresuró a ayudarlo y llevar las cosas a la cocina.
—Voy a cambiarme y ahora vuelvo para que tú y yo hablemos Jimin —dijo antes de entrar a su habitación.
Los nervios de Jimin se dispararon, no sabía cómo iniciar esa conversación con Jackson. De pronto sintió la mirada de Mark sobre él.
—¿Qué pasa? —le preguntó.
—Oh... nada —Mark se apresuró a negar.
—Te sentí mirarme, pensé que tal vez querías preguntarme algo —esperando poder conocer un poco más al chico.
—Uh... lo siento... es que... tu rostro es tan lindo —dijo Mark haciendo que se sonrojara por lo directo que fue.
—Soy hombre así que creo que el término correcto sería guapo ¿No crees?
—Bueno… —comenzó a decir Mark, pero el sonido de la puerta de la puerta del dormitorio al abrirse lo interrumpió.
Jackson regresó después cambiarse por algo más cómodo y se sentó al lado del rubio.
—¿Que es eso tan urgente de lo que querías hablar conmigo Jimin? —preguntó Jackson mientras acariciaba la mano de Mark.
Jimin veía la escena con los ojos nublados, pensando en que esa era la misma mano que lo había tocado alguna vez. Pero ya eso había pasado ahora esa mano solo era para uno sola persona y ese era Mark. La pareja vio la cara de tristeza que puso Jimin y Mark quiso decir algo, pero Jackson se lo impidió así que esperaron a que hablara él primero.
Jimin suspiro profundo antes de comenzar.
—Bueno... Tengo un pequeño problema, y no puedo volver a mi condominio así que… pensé pedirte que me dejes quedarme aquí unos días solamente, ¿Puedo? —dijo en voz baja.
—¿Cuál es el problema? ¿Por qué no puedes volver a tu condominio? —preguntó Jackson directamente.
—Bueno... yo... es… —vaciló, no sabía cómo explicarlo.
—Jimim, tú eres el que está pidiendo el favor y si no me lo explicas ¿cómo podría ayudarte? —dijo Jackson en un tono molesto.
Jimin frunció los labios ligeramente.
—Bueno, tengo un problema con una persona, y si no puedo volver al condominio es porque sabe donde vivo. Conoce mi casa y mi lugar de trabajo —dijo por fin bastante avergonzado.
—¿Quién es esa persona? —preguntó Jackson ahora realmente preocupado.
—Jack, por favor no me obligues a decírtelo en este momento, te lo ruego después de contaré todo —suplico viéndolo fijamente —. Yo sé que esto es todo un problema y lamento molestarte —dijo en voz baja al ver la cara molesta de Jackson.
Jimin se sentía impotente y por un momento pensó que el apuesto hombre frente a él no lo ayudaría pero finalmente Jackson asintió.
Lo hospedaron en la habitación de invitados.
—Muchas gracias, Jack —agradeció tomándolo de la mano.
Jackson frunció el ceño y miró la pequeña mano de Jimin y tragó saliva con fuerza al pensar que tal vez había cometido un error al permitirle quedarse.
—¿Sabes? Estoy terriblemente celoso de Mark, porque él sostiene tus manos todo el tiempo, esas mismas manos que antes me tocaron. No sabes cómo quiero que me tomes la mano como lo haces con él —dijo Jimin en un tono sombrío.
Su corazón aún sentía una punzada de dolor, pero no tanto como la primera vez que supo de ellos dos.
—Pero no es posible —continuó mientras le sonreía levemente. Ya se dió cuenta que no puedo pedirle nada más a Jackson más que su amistad y es lo único que desea.
—Algún día definitivamente encontrarás a alguien que esté listo para sostener tu mano por el resto de tu vida, Jim —fue la respuesta de Jackson.
Aún seguían tomados de la mano cuando la puerta se abrió, Mark se detuvo de golpe mirando a su amante sostener la mano de Jimin y este se apresuró a soltarlo y sonrió de manera nerviosa.
—Venía a preguntarte si quieres que guarde las cosas que trajiste en el refrigerador o si preparas la cena —le preguntó Mark a Jackson tranquilo.
—Haré la cena, ¿no tienes hambre? —respondió Jackson mientras se acercaba a Mark y le acariciaba la mejilla.
Mark asintió sonrojado y Jimin sonrió suavemente al verlos, aunque su sonrisa no llegó a sus ojos.
—Entonces bajemos y hagamos la cena. Jimin puedes comenzar a desempacar o recostarte y descansar y luego bajas, como tú prefieras —dijo antes de salir del cuarto.
Mark caminó detrás de él, pero Jimin lo detuvo.
—Mark lo que viste… no piensas mal —hablo preocupado por lo que el chico pensara.
—No pensé en nada en absoluto Jimin, no te preocupes por eso —le dijo con una sonrisa y se fue.
El castaño se sentó en el borde de su cama, pensando en lo último que dijo Jackson antes de salir de la habitación, que un día él encontrará a alguien que esté dispuesto a estar con él por el resto de su vida.
—¿Quién querría tomar mi mano? —se preguntó en voz baja antes de que la imagen de Jungkook apareciera en su cabeza—. De ninguna manera, no eres tú esa persona —exclamó para sí mismo antes de bajar las escaleras para ayudar a Jackson y Mark en la cocina.
Cuando bajaba Mark iba entrando a la cocina con algunas cosas que faltaban en el auto. Jimin lo siguió para ayudar, no quería ser una molestia para la pareja, estuvieron hablando los tres logrando que se sintiera a gusto al darse cuenta de que podía seguir siendo amigo de Jackson como antes.
—¿Qué diablos hiciste para que lo perdieras de vista? Ya has ordenado su búsqueda, ¿no es así? —dijo Hoseok enojado con el empleado que llamó para avisarle que había perdido a Jimin.
En cuanto se dieron cuenta de que no estaba en la oficina fueron a buscarlo a su casa pero no lo encontraron, le preguntaron al personal de servicio del condominio, pero nadie pudo decirles nada.
—Está bien, espera mis órdenes —dijo Hoseok en tono estresado antes de colgar y volverse para mirar a su jefe con una mirada tensa. Jungkook lo miraba serio.
—No me digas que esos bastardos dejaron escapar a Jimin —comentó en voz baja porque había escuchado la conversación.
—Si señor, ¿qué debo hacer ahora? La gente de su oficina debe estar involucrada con él. ¿Me dejarás ordenarle a los chicos que organicen un nuevo plan y lo encuentren? ¿A dónde podría haber ido? —preguntó Hoseok.
—No, todavía no. No quiero que Jimin se enoje aún más conmigo. Y se enojará más si tocó a alguien de su oficina.
—Entonces, ¿qué vamos a hacer?
—Reserva un boleto de avión para hoy, de todos modos ya hemos terminado lo que teníamos que hacer aquí. Estoy seguro de que Jimin no está lejos, seguramente siga en Seúl.
—¿Quieres que mandé a nuestros hombres a buscarlo?
—Salgan a buscarlo, pero si lo encuentran no hagan nada. Dijiste que Jackson lo conocía, llámalo y dile que necesito verlo, para que me ayude a buscarlo. Pero no le digas de quién se trata, eso preferiría decírselo yo.
Hoseok asintió y llamó de inmediato a su antiguo compañero. Le dijo que Jungkook quería hablar con él para pedirle que lo ayudara a buscar a alguien, omitiendo el nombre de Jimin.
—Jackson aceptó, dijo que en cuanto lleguemos vayamos a su casa a buscarlo.
—Muy bien, compra los boletos de avión para partir lo antes posible.
Hoseok lo dejó solo en su habitación, para ir a cumplir sus órdenes, Jungkook prendió un cigarro y se detuvo frente al ventanal con vista a la ciudad de Tokio.
—¿Crees que escaparas de mi, niño? —dijo para sí mismo.
Jungkook no estaba dispuesto a dejarlo escapar de su lado.
Al día siguiente Jimin se despertó un poco desconcertado al no reconocer el lugar en dónde estaba, antes de recordar que se había quedado en la habitación del hermano menor de Jackson.
Se levantó aún somnoliento y se dió una ducha mientras pensaba en cuánto tiempo iba a tener que quedarse con su amigo, pensando en que no podía seguir así por mucho tiempo. Mientras se vestía vio sus muñecas que aún tenían algunas marcas rojas. La noche anterior Mark las había visto y preguntó por ellas, mintió diciendo que eran rasguños.
Cuando estuvo listo bajó a desayunar y estuvo un rato hablando con la pareja antes de excusarse para subir a la habitación para hacer algo de trabajo desde la computadora y hablar con Lisa sobre los asuntos pendientes.
Desde el día anterior había apagado el teléfono después de hablar con Jackson y no lo había encendido, primero revisó su correo y trabajo por un rato. Cuando le iba a llamar a su amiga, escuchó el sonido de un carro llegar, ya que la habitación donde estaba daba hacia la calle. Supuso que seguramente era alguien que venía a ver a Jackson.
Siguió con su trabajo un rato más, hasta que sintió sed y decidió bajar a beber un vaso con agua a la cocina. Nada más salir de su habitación escuchó el sonido de voces hablando en la planta baja, bajo las escaleras.
Cuando llegó hasta el salón se quedó rígido, su corazón cayó a sus pies al ver al invitado de Jackson.
—Jimin —gritó Jungkook en cuanto lo vio.
Los ojos de Jimin se abrieron con sorpresa y miedo cuando comprobó que era Jungkook a quien estaba viendo. Su primer instinto fue salir corriendo hacia las escaleras y el pelinegro corrió detrás de él. Jimin quiso encerrarse en la habitación pero antes de cerrar la puerta Jungkook la empujó con fuerza haciéndolo tropezar hacia atrás.
—¿Cómo te atreves a huir de mí, Jimin? —preguntó Jungkook enojado.
En cuanto bajó del avión Jungkook fue directo a la casa de su antiguo subordinado, no esperaba encontrar a Jimin ahí. Quiso tomar el brazo del castaño pero este se alejó con miedo, pero se lo impidió.
—¡Déjame ir Jungkook! Te dije que me soltaras —Jimin agitó su mano vigorosamente para escapar de la mano que sostenía su muñeca con fuerza.
—Señor, deténgase ¿de qué se trata esto? —dijo Jackson quien los siguió y se acercó apresuradamente para bloquear a Jungkook, y tiró de Jimin para que se pusiera detrás de él.
El castaño se aferró al dobladillo de la ropa de Jackson con el cuerpo temblando de miedo y conmoción. No pensó que Jungkook lo encontraría ahí.
—Dame a Jimin, Jackson —ordenó Jungkook furioso.
—¿Cómo lo conoce señor?
—Jack… Jackson ¿tú también lo conoces? —preguntó Jimin nervioso al ver la familiaridad con que su amigo le hablaba al mafioso.
—Él es mi antiguo jefe —dijo Jackson girando un poco su rostro para decirle.
Jimin quiso llorar en ese momento al comprender que realmente no podía escapar de ese hombre.
—Jackson, te dije que me dieras a Jimin —repitió Jungkook.
—¿Qué vas a hacer con él? ¿A dónde lo vas a llevar? —preguntó apresuradamente.
—Lo llevaré a mi casa —dijo mirando a Jimin.
—¡No voy a ir contigo a ningún lado! Yo tengo mi casa —replicó Jimin de inmediato.
—¡Vendrás conmigo! —gritó Jungkook en respuesta.
Mark se estremeció al igual que Jimin, que no estaban acostumbrados a los gritos furiosos del mafioso así como Hoseok y Jackson.
—Jungkook, ¿qué es lo que pasa entre ustedes? Si no me cuentan más, ¿cómo podría dejar que mi amigo vaya contigo? —dijo Jackson casi esperando la respuesta de su antiguo jefe.
Jungkook suspiró profundamente antes de responder.
—Voy a llevar a mi esposa de regreso a casa, ¿cuál es el problema? —dijo con voz fuerte.
Jackson se volvió inmediatamente a ver a Jimin que negó lentamente con la cabeza y sonriendo sus ojos llenarse de lágrimas. “
—No, eso no es cierto Jack, está mintiendo.
—No estoy diciendo mentiras, en este momento tu eres quien le está mintiendo a Jackson —dijo en un tono serio.
—Señor ¿qué va a hacer con Jimin? —preguntó Mark preocupado también.
—Ya dije que solo quiero llevarlo a casa ¿Qué puedo hacer para llevarme a mi esposa? —le preguntó Jungkook a Mark.
—Jack no creo que el señor Jeon lo lastime —habló el rubio dirigiéndose a su amante.
—Jimin, creo que no puedo hacer nada al respecto —dijo en voz baja haciendo que los ojos de Jimin se abrieran con asombro.
—Jackson ¿vas a permitir que me lleve así de fácil? —dijo lleno de angustia.
—Mimi, creo que ambos sabemos que no puedo hacer nada, tú mejor que nadie debería saberlo —dijo antes de volver a mirar a Jungkook —. Señor, ¿puede prometerme que no va hacer algo drástico con él?
—Estoy de acuerdo —respondió el pelinegro en un tono serio.
—Jimin, creo que vas a tener que volver con él pero antes… me gustaría hablar contigo —le dijo Jackson a su antiguo jefe.
Jimin frunció los labios ligeramente, sus ojos derramaron las lágrimas contenidas mientras veía a Jungkook y se dió cuenta de que sería inevitable volver con él.
—Está bien, me iré contigo —dijo con voz severa antes de ir y guardar sus cosas en su bolso.
Hoseok se acercó a ayudarlo con la maleta y salió de la casa, mientras que Jungkook tomaba a Jimin por el brazo y lo jalaba por las escaleras hasta llegar al coche y lo ayudaba a entrar.
Después habló un momento más con Jackson y Mark, se despidió y subió al vehículo. Nada más cerrar la puerta fijo la mirada en la figura delgada de Jimin que tenía los brazos cruzados y miraba por la ventana del coche, pegado hacia la puerta lo más lejos que podía de él.
Jimin veía a Jackson y Mark con dolor, decepcionado porque su amigo no lo protegiera, sino que lo lanzó a las garras de ese tigre llamado Jeon Jungkook.
—Jimin —le habló Jungkook con voz baja.
—Quiero volver a mi casa —dijo en un último intento.
—De ninguna manera, ya te había dicho que iría a recogerte para llevarte a mi casa yo mismo. Pero me hiciste venir hasta aquí, ¿por qué tienes que huir? Debes saber que ya no puedes escapar.
Jimin volvió a verlo con mirada intensa y dolida.
—¿Por qué me obligas? ¡No quiero ir contigo! —le gritó Jimin.
—Es inutil negarse, puedes gritar hasta que se te rompa la garganta y no lograrás nada —concluyó Jungkook ignorando los gritos y pucheros de Jimin.
Inserte aquí su carita de payaso las.quw pensaron que Jungkook le iba a hacer algo a Jackson jejeje.
Ahora especulen como va a reaccionar cuando se entere que Jack fue algo más que un amigo para Jimin.
Nos leemos bellezas...
Besitos 😘😘😘
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