CUATRO
La fuerte voz del pelinegro hizo que el corazón de Jimin se acelerara, pero trató de mantener su rostro inexpresivo, no quería que se diera cuenta que lo recordaba.
—¿De qué está hablando? —preguntó fingiendo, mientras que Jungkook daba un paso más hacia él.
—¿Puedo entrar, Jimin?—preguntó.
La aguda mirada de ese hombre sobre su rostro medio oculto por la puerta estaba haciendo estragos en el cuerpo de Jimin, sentía su cuerpo frío, pero una intensa sensación de calor recorrerlo.
—No, no puede porque no lo conozco, lo siento, pero no tengo nada más de que hablar con usted — dijo hablando lo más cortante que podía.
Mientras veía a ese impresionante hombre, Jimin no podía dejar de pensar que debía de mantenerse alejado de él, ese hombre era demasiado peligroso a sus ojos. Sobre todo al sentir como su corazón se aceleró con solo mirarlo.
Jimin intentó cerrar la puerta, pero Jungkook inmediatamente mostró una mirada afilada hacia sus empleados y estos actuaron rápidamente, Hoseok tomando el pomo de la puerta impidiendo que la cerrará, mientras que los otros dos se llevaban a su vecino, que no entendía qué pasaba.
—Le ruego me disculpé señor Park —habló Hoseok antes de empujar la puerta con fuerza para entrar en la habitación seguido por Jungkook.
Jimin se quedó en estado de shock, no pensó que este grupo se atrevería a invadir su hogar sin permiso. Jungkook entró a la habitación y miró a su alrededor.
—La habitación está limpia y ordenada, ¿vives solo? —preguntó en voz baja causando que Jimin frunciera el ceño.
—¿!Quiénes son ustedes!? ¡Salgan de mi casa ahora! ¡De lo contrario llamaré a la policía! —grito amenazandolos, lo que causó una leve sonrisa en el mafioso.
—No actúes como si fuera un villano —exclamó caminando lentamente hacia el joven.
Con cada paso que el hombre daba Jimi poco a poco se iba haciendo hacia atrás, de reojo vio como el hombre que había empujado la puerta se para frente a esta, impidiendo que saliera si pensaba hacerlo.
—¿Cómo se atreve a decir que no lo juzgue cómo villano, cuando está invadiendo mi hogar de esta manera? —pregunto, tratando de no mostrarle el miedo que sentía a ese hombre.
—Vamos Jimin, tengamos una conversación bien —pidió Jungkook en un tono tranquilo.
—¿Cómo es que sabes dónde vivo? —preguntó con curiosidad, pero trato de encontrar una manera de escapar de su propia casa.
Volvió a mirar la puerta con la intención de escapar y luego llamar a la policía, y no se fijó que había llegado al borde de su sofá.
—!Ahhh! —exclamó en estado de shock cuando se movió hacia atrás y tropezó con el sofá y se cayó inesperadamente sobre el de senton.
Jungkook aprovechó la oportunidad para dar un paso adelante y levantó ambas manos hacia el sofá, flanqueando al castaño, para evitar que se moviera. Jimin se estremeció por la conmoción y el miedo, mientras que para el pelinegro mirar el cuerpo del chico y se relamio los labios, causando que Jimin se pusiera aún más nervioso.
—Si dices que no me conoces, ¿por qué no me has preguntado mi nombre? —pregunto burlándose de su intento por hacerle creer que no lo recordaba.
Estaba muy feliz y satisfecho con la expresión de la persona frente a él, ese ligero temblor nervioso hizo que Jimin se viera muy lindo a sus ojos.
Miró sus labios y estaba mordiendo secretamente su labio inferior, haciendo que se viera más apetecible.
—!Por favor alejate de mi —dijo Jimin con voz profunda, tratando de quitarse a ese hombre de encima, pero Jungkook no lo dejó escapar.
Inclinó su cuerpo hasta quedar más cerca de la cara asustada del chico, que pensó que lo besaría, pero cambió la dirección de su rostro hasta quedar cerca de su oído y hablar suavemente.
—Esa noche, me pediste que te besara y te tocara, ¿Por qué me rechazas hoy? —le dijo en voz baja y ronroneante, eso estremeció a Jimin que miraba su rostro cuando volvió a levantar su cara, pero sin alejarse mucho de él.
—Esa noche… ¿Qué pasó esa noche? No lo sé, no lo recuerdo, salga de mi casa ahora mismo.
Jimin empujó a la figura frente a él con todas las fuerzas que tenía, pero Jungkook no se movió en absoluto.
—Vas a decir eso, ¿olvidas quien te hizo estas marcas? —preguntó Jungkook con una sonrisa, frotando su mano sobre la garganta de Jimin.
Las marcas de mordidas e innumerables chupetones que Jungkook le había hecho, aunque se habían desvanecido un poco aún seguían visibles claramente. Jimin estaba completamente rojo gracias al toque de la mano del pelinegro en su garganta y no se atrevía a mirarlo a los ojos.
De pronto se dió cuenta de que Jungkook le había dejado espacio para moverse y en un rápido movimiento se escabulló entre sus brazos y corrió hasta su dormitorio con la esperanza de escapar y llamar a la policía.
—!Ay! —exclamó Jimin cuando Jungkook que tenía los reflejos muy desarrollados lo alcanzó rápidamente, y con un fuerte empujón en la puerta del dormitorio entró, como resultado del descuido el chico cayó en el suelo de la habitación.
El fuerte hombre de inmediato cerró la puerta y le puso seguro, causando un poco más de privacidad al quedarse solos. Jimin lo miró aterrado, mientras se maldecía a sí mismo por dar por permitir que Jungkook entrara a su habitación.
—¡Largo! ¡No tiene nada que hacer aquí, fuera! —gritó en un intento desesperado, aunque sabía que no funcionaria.
El pelinegro tenía una actitud relajada y no había prestado ningún caso a su petición.
—Tengamos una buena charla, Jimkn sabes que no te haría daño... a menos que tú lo permitas —dijo Jungkook.
La última oración la dijo mirándolo lascivamente, luego un pequeña sonrisa en la esquina de sus labios hizo que el rostro de Jimin se sonrojara de inmediato, cuanto más hablaban, recordaba todo lo que había pasado aquella noche y todo lo que la persona frente a él le había hecho.
—¿Qué es lo quieres? —decidió preguntar.
Jungkook sonrió cuando vio que por fin Jimin había aceptado tranquilizarse y tener una conversación con él.
—Empecemos de nuevo, y como dices que no me conoces me presentaré nuevamente. Hola soy Jeon Jungkook.
Jimin torció los ojos con molestia al ver que ese tipo se estaba burlando de él.
—Entonces habla, ¿qué quieres de mí? preguntó fingiendo indiferencia.
—¿Entonces si te acuerdas de mí? —preguntó divertido, al ver al chico morderse el labio.
—¡Ah! !Sí, sí te recuerdo! —grito frustrado—. ¿Puedes decirme que más quieres de mí ahora? —preguntó de mala gana.
Jungkook se rió suavemente, y lo miró con curiosidad antes de hablar.
—Recoge tu ropa, vendrás conmigo — dijo directamente
Jimin inmediatamente frunció el ceño.
—Estás loco ¿Por qué iría contigo?
—Bueno, ahora eres mi esposa, y vine por ti para llevarte a casa, ¿dónde estás el error? —contestó tranquilamente.
Jimin jadeo un poco sorprendido con lo que le había dicho.
—Oh, ¿estás loco? ¿Quién es tú esposa? No me conoces, creo que deberías de olvidarte de mí —dijo de nuevo, mientras lo veía sin entender porque estaba actuando así.
—Lo recuerdas, ¿no? ¿Lo que hicimos juntos esa noche? —preguntó Jungkook en un tono tranquilo, sin sentirse enojado o molesto, en cambio se sentía divertido y alegre.
—Bueno si, ¿Pero eso porque le das tanta importancia? —preguntó con curiosidad.
Jimin admitía que Jungkook era un hombre bastante guapo, en excelente forma, se notaba que era un hombre maduro y seguro de sí mismo, y con solo mirarlo a los ojos hacía que se derritiera.
—Porque fue la única noche que me sentí pleno y tocó mi corazón —respondió Jungkook con sinceridad.
El castaño se quedó sin palabras mientras su rostro se sonrojaba levemente.
—No soy un chico que se venda, ve a buscar a otra persona — respondió pensando que tal vez ese hombre lo había confundido.
—Nunca pensé en que te vendieras, porque no habrá ningún vendedor que me pida que le haga el amor para ayudarlo a olvidar a alguien más —dijo Jungkook haciendo que Jimin se congele.
Sus ojos se humedecieron instantáneamente, al pensar en lo que dijo en ese momento de embriaguez.
—No quiero humillarte, Jimin —respondió Jungkook tocando su mejilla suavemente—. Recoge tus cosas y ven conmigo.
Jimin apartó la mano de su mejilla bruscamente.
—¡No! No, voy a ir a ningún lado contigo, sal de mi habitación, los dos no somos nada —respondió obligándose a qué su voz no temblará.
—¿Por qué no entiendes? Eres tan terco —rebatió Jungkook en un tono firme.
—¡Tú eres el que no entiende! No quiero más responsabilidades.
—Yo seré el que tome toda la responsabilidad, probablemente sepas lo bien que nos llevamos tú y yo, por favor ven conmigo, no quiero usar la violencia.
—¿Me estás amenazando? —preguntó el chico con voz severa.
—¿Cuándo te amenace? —preguntó Jungkook.
Jimin se puso de pie, apretando los puños, pero no se atrevían a hacerle nada al pelinegro, sabe que no puedo pelear contra él.
Un golpe en la puerta interrumpió la conversación entre los dos, Jungkook frunció el ceño y caminó a abrir la puerta.
—¿Qué pasa? —preguntó con voz profunda y amenazadora, Hoseok inclinó la cabeza levemente.
—Siento interrumpir señor, pero nuestro guardia del almacén B, ha llamado para decir que hubo un incendio, ahora están apagando el fuego y buscando qué fue lo que lo inició —informó inmediatamente la situación.
Jungkook frunció el ceño de inmediato, antes de volverse a mirar a Jimin, que estaba muy confundido por la conversación.
—Jimin tengo que irme y hacer un par de cosas, pero cuando termine vendré a recogerte, así que prepara tus cosas y no pienses en huir —dijo y no espero a que respondiera.
Jimin lo vio salir de su hogar seguido por sus empleados y rápidamente para cerrar la puerta. Su corazón se agitó cuando Jungkook se volteó y le dió una mirada severa y obstinada, antes de enfocar su vista en sus subordinados y marcharse.
¿Qué diablos me pasa? ¿Solo sus ojos me conmocionan tanto? —pensó regañandose antes de colapsar contra la puerta y frotarse la cara de manera cansada y confusa.
¿Qué debería hacer? Jungkook pensaba obligarlo a irse con él, ninguno de los dos se conocía de nada, solo había sido una aventura de una noche, ¿por qué le tenía que pasar eso a él?
Suspiró frustrado.
—Solo a mi se me ocurre pedirle a un mafiosos que me haga el amor —dijo en voz baja, no había duda de que eso es lo que era ese hombre.
Jimin pensando que solo había sido una noche loca sin saber que conquistó el corazón de un mafioso.
Puntos a aclarar.
Dejo esto aquí nuevamente porque se que muchas no leen las advertencias y aclaraciones.
La historia es una adaptación de una novela tailandesa, y el término esposa se usa comúnmente en las relaciones homosexuales para referirse al pasivo de la relación en lugar de novio o pareja, no es un término ofensivo, es algo cultural solamente, y no lo voy a cambiar, así que no quiero comentarios de (eso no me gusta, se oye muy mal, bla bla bla)
Disfruten de la lectura y nada más.
Nos leemos bellezas...
Besitos 😘😘😘
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