CATORCE
Jungkook despertó después de tres horas de descanso y sonrió suavemente al ver a Jimin sentado a su lado y que no lo hubiera dejado solo, vio la manta que lo cubría y arqueo una ceja con sorpresa.
—¿Quién me cubrió? —preguntó con voz profunda, provocando que Jimin apartara la mirada de la pantalla del televisor.
—Uno de tus empleados —respondió el joven en voz baja.
—Ninguno de ellos se preocuparía por eso, además nadie se atreve a hacer nada sin mi orden —dijo Jungkook de nuevo, antes de inclinarse, sentarse y moverse hacia adelante y hacia atrás para estirar su cuerpo.
—Lo sé, ¿volverás a preguntar quién te lo puso? —replicó Jimin, haciendo que el mayor sonriera con satisfacción.
—Es verdad, es normal que las esposas se preocupen por sus maridos —dijo burlonamente.
—Basta, ¿Puedes dejar de hablar de esposos y esposas? —pidió Jimin con un tono molesto.
—No —respondió Jungkook frunciendo el ceño. Jimin solo pudo dejar escapar un gruñido de su garganta.
—Despertar te pone nervioso —dijo Jimin con sarcasmo, pero Jungkook no estaba enojado por nada, fue bastante satisfactorio ver al castaño reaccionar así.
—¿Qué hora es? —preguntó antes de mirar su reloj —Umh, ya son las cinco en punto, subamos a darnos una ducha y a cambiarnos de ropa, te llevaré a comprar algunas cosas que querías —dijo Jungkook antes de levantarse del sofá y tirar del brazo de Jimin para que lo siguiera.
—Nana, está noche no nos prepares la cena, saldremos a cenar —le dijo el mafioso al ama de llaves cuando se cruzaron al salir del cuarto de cine.
La anciana asintió, mientras sonreía al ver a su jefe llevar de la mano a Jimin hacia su habitación.
—¿Te gustaría tomar una ducha juntos para que podamos terminar rápidamente? —dijo jugando con Jimin.
Normalmente él no era de gastar bromas o molestar a los demás, pero no entendía porque le gustaba tanto burlarse del castaño.
—Sigue soñando —dijo Jimin antes de tomar apresuradamente la toalla y correr al baño para tomar una ducha, Jungkook lo miró con burla.
Cuando terminaron de ducharse y vestirse bajaron al salón.
—Hoseok saca el auto, voy a llevar a Jimin al centro comercial y luego a cenar —le pidió a su empleado que estaba esperando en la sala de estar.
Hoseok asintió antes de salir junto a otro de los guardias.
—Jungkook ¿puedo invitar a Tae para que venga con nosotros? —preguntó el castaño animado. El mayor lo pensó un poco antes de asentir.
El pelinegro volvió a llamar a su amigo para pedirle que le avisará al joven de la invitación de su esposa al centro comenzó.
—Creo que mejor en otra ocasión —respondió haciendo que el Jungkook enarcara una ceja.
—¿Por qué? —pregunto curioso.
—Tiene mucha tarea, además creo que usted y el señor Jimkn se sentirán más cómodos solos —respondió Hoseok tranquilo.
—Tuvo su primera clase hoy, ¿ya tiene tarea? —protestó Jimin.
Era una pena que no pudiera llevarse a Taehyung, mientras el pelinegro dormía, había platicado con Nana y ella le había dicho que su nieto había comenzado ese día en una nueva escuela.
—Tae entró a mitad del semestre, no es raro que tenga mucha tarea, pero la escuela está bien. Si quieres invitarlo a salir, puede ser un fin de semana o planea una vacaciones —le dijo a Jimin pues ve que el castaño en verdad quería llevar al niño.
Al escuchar lo que dijo el mayor, Jimin asintió resignado, antes de que los dos se turnaran el uno al otro para abordar el auto que estaba esperando frente a la casa.
—Siempre tenemos que tener a alguien que nos siga todo el tiempo, ¿verdad? —le preguntó a Jungkook después de subir al auto y vio que había otro coche que los seguía.
—Si —respondió el pelinegro dándose la vuelta y abrazando su delgada cintura —en poco tiempo te acostumbraras.
—Ya lo siento como si fuera demasiado tiempo —dijo haciendo que Jungkook frunciera el ceño.
—¿Por qué dices eso? —le preguntó serio.
—¿Dije algo mal? Hasta el día de hoy todavía no sé hasta cuando estaré aquí.
Ante la respuesta del castaño, Jungkook guardó silencio, pero sus ojos mostraban algo de molestia.
—No vuelvas a decir eso, porque ya te lo he dicho, pero tal parece que no quieres darte cuenta o entenderme —dijo Jungkook después de un rato.
Jimin le iba a contestar, pero se detuvo al ver la expresión del mayor. Jungkook no lo veía a él, tenía la vista al frente con expresión sombría, después de eso ninguno de los dos volvió a hablar hasta que se estacionaron en el centro comercial.
Los guardaespaldas de Jungkook bajaron y uno abrió la puerta para su jefe que bajo y extendió la mano para ayudar a Jimin a bajar, pero este se negó.
—Jimin, baja —dijo el mafioso en voz baja, pero Jimin seguía con el ceño fruncido, sin salir del auto todavía —Jimin.
—Ya no quiero ir a ningún lado —respondió volteando a verlo.
—¿Por qué?
—Al parecer estas molesto y yo no quiero seguir molestándote —dijo Jimin haciendo un puchero que provocó su sonrisa.
—¿Te importa si estoy enojado o no? Baja anda, no perdamos más tiempo —respondió el mayor con voz tranquila.
Jimin miró su rostro y frunció los labios ligeramente, mientras pensaba si realmente Jungkook está insatisfecho, aunque le hablaba normal él podía notar las emociones en su tono de voz. Después de un par de segundos dónde vaciló, accedió a salir del coche.
Cuando salió del carro, Jungkook lo llevó a dar una vuelta por el lugar primero.
—Hoseok, tú y Namjoon lleven a Jimin a comprar lo que necesita, yo los esperaré en la cafetería —ordenó a sus empleados haciendo que Jimin lo mirara con sorpresa.
—¿Que no habías dicho que tú me llevarías a comprar las cosas? —preguntó Jimin de inmediato.
—No quiero que te avergüences, si te acompaño —respondió el mayor en voz baja.
Jimin lo miró fijamente con dureza y frunció los labios ligeramente, mientras Jungkook le entregó una tarjeta de crédito negra.
—Esta es una tarjeta de crédito ilimitada, compra todo lo que necesitas, estaré esperando aquí.
—Está bien, puedo pagar con mi propio dinero.
—No, vas a pagar con esta tarjeta, no quiero que uses tu dinero— dijo en voz baja, pero con ese tono que no dejaba lugar a dudas de que era una orden.
Sus oscuros ojos feroces lo miraron fijamente, presionandolo a qué aceptará la tarjeta y al castaño no le quedó más remedio que hacerlo.
—Si, la usaré hasta que esté exhausto, y la dejé sin fondos —dijo Jimin con sarcasmo.
—Por mi está bien, estoy dispuesto a pagar el precio.
—Si estás de acuerdo con todo, entonces vayamos juntos —dijo Jimin invitándolo a ir juntos.
—No, te dije que no quería avergonzarte, porque sé que debes sentirte así, es por eso que me sentaré y esperaré —respondió el pelinegro con el mismo tono tranquilo que siempre.
—¡Como quieras! —grito Jimin antes de caminar rápidamente haciendo que Hoseok y Namjoon corrieran a alcanzarlo.
Jungkook lo vio alejarse sonriendo satisfecho al ver la expresión de su precioso niño cuando se negó a ir con él.
—¿Realmente no va a caminar con el señor Jimin? —preguntó curioso Yoongi, otro de sus guardias de más confianza, que estaba parado al lado suyo.
—¿Por qué preguntas?
—Por que creo que el que no quisiera ir, enojó más al señor con usted —respondió Yoongi con un poco de preocupación.
—Eso es lo que quiero —dijo Jungkook, antes de entrar en la cafetería con el resto de su equipo de guardaespaldas siguiéndolo de cerca.
—Hoseok —llamó Jimin al guardia y este se acercó hasta él.
—Si, señor Jimin.
—Tú señor, ¿cuántos años tiene? —preguntó el castaño sin voltear a verlo.
—Creo que treinta y seis o treinta siete, tal vez menos, la verdad no estoy muy seguro —respondió confuso, pues si jefe nunca le dió mucha importancia a su cumpleaños.
—Es así de viejo, pero todavía puede actuar como un niño.
—¿Quién actúa como niño? —pregunto Hoseok de nuevo en caso de haber escuchado mal.
Jimin se detuvo y se giró para mirarlo, haciendo que los dos guardias se detuvieran también.
—Pues tu jefe, ¿quién más podría ser? Se ofendió con mis palabras, ¿realmente es un jefe de la mafia? Actúa como un niño de cinco o seis años —exclamó de pronto, haciendo que Hoseok y Namjoon se quedarán sin palabras ante su comentario.
—Oh, ustedes no se atreverían a chismorrear de su jefe —se quejó Jimin y siguió caminando seguido de los dos hombres.
Cuando terminó sus compras, quería usar su propio dinero para pagar, pero su billetera la tenía Jungkook, con el solo traía su teléfono y la tarjeta de crédito, así que no le quedaba más remedio que usarla. Las bolsas tampoco pudo cargarlas pues Namjoon se las quitó, y no le dió tiempo de protestar.
Jimin continuó mirando alrededor, sin percatarse de que la gente lo veía con extrañeza por los dos fuertes e imponentes hombres que lo seguían cargando sus compras, más de alguna persona quería acercarse a él, pero se detenían al ver la expresión feroz de los guardaespaldas.
En algún momento Jimin paso por un estudio de tatuajes y se detuvo a mirar con interés. Estaba pensando si entrar o no cuando la voz de Hoseok se escuchó a su espalda.
—Ni siquiera piense en hacerse un tatuaje, Jimin.
—¿Por qué? —preguntó poniendo los ojos en blanco al imaginar la respuesta.
—No creo que a Jungkook le agrade que se tatué.
Jimin era consciente de eso, y sabía que igual no tenía el valor de entrar y continuó con su camino.
Jungkook se encontraba sentado tomando un café esperando a Jimin, cuando se dió cuenta de que alguien conocido caminaba hacia él. Sus guardias también se dieron cuenta y se pusieron frente a él listos para protegerlo.
—¿Qué pasa? Solo quería venir a saludar a su jefe —dijo una voz profunda, pero con un toque de burla.
La tensión en el ambiente aumentó de golpe, algunos clientes comenzaron a irse al ver al grupo de hombres.
—Dejenlo pasar —ordenó Jungkook en voz baja, recostandose en el respaldo del sofá de manera relajada.
Sus hombres asintieron y se hicieron aún lado dejando que entrara ese hombre, mientras los ojos del pelinegro estaban fijos en él.
—No esperaba verte aquí, Jungkook — saludó el hombre, antes de sentarse en una silla frente al mafioso.
—Si no fuera por eso, no creo que nos pudiéramos ver en algún otro lado Shownu —respondió Jungkook en tono normal.
Shownu estaba un poco perplejo, antes de levantar una sonrisa en sus labios al entender el significado de las palabras del mayor.
—Ya veo —dijo reprimiendo la molestia que sentía — ¿Viniste solo a tomar café? —pregunto mirando a su alrededor con curiosidad.
—¿Y tú qué estás haciendo aquí? ¿También viniste a tomar café solo? ¿Ordenadas ahora? Déjame llamar al mesero por ti — pregunto de vuelta Jungkook evitando su propia pregunta.
Shownu negó con la cabeza tratando de controlarse, ver la cara del pelinegro siempre lo alteraba. Jungkook lo veía sin expresión alguna aunque por dentro deseaba tomar a ese tipo y alejarlo de su vista antes de que Jimin volviera.
—No voy a tomar nada, vine a hacer algunas compras y cuando te Vi aquí solo quise saludar —respondió por fin Shownu.
—Ya entiendo, como un admirador —dijo Jungkook mientras reía burlonamente antes de darle un trago a su café.
Shownu apretó los dientes para evitar que sus emociones se desbordaran.
—¿Por qué agachas la mirada? ¿Estás molesto por algo? —siguió preguntando el mafioso viendo que tanto puede aguantar el otro.
En realidad, él no tenía nada encontrá del joven, Shownu acababa de entrar en el círculo oscuro gracias a que su padre le había allanado el camino, cuando el viejo se retiró le dejó todo a su único hijo. Pero Shownu era todavía muy inmaduro y ambicioso, hasta ahora no han tenido problemas, pero Jungkook sabe de los juegos sucios del contrario.
—El lugar está casi vacío, será mejor que continúe con lo mío, te dejo seguir tomando tu café —dijo de pronto el joven cambiando el tema antes de no poder controlarse.
—Adiós —dijo simplemente el pelinegro.
Shownu se levantó y se dió la vuelta para salir, justo en el momento en que la delgada figura de Jimin entraba a la cafetería topandose de frente con el joven mafioso. Jungkook vio a sus hombres con furia, Hoseok y Namjoon inclinaron la cabeza admitiendo su error de volver con él castaño antes de que Shownu se fuera.
—¡Oye! ¿No puedes caminar bien? — dijo uno de los subordinados de Shownu cuando el castaño chocó con su jefe.
Su comentario hizo que Jimin se molestará más de lo que estaba ya que Hoseok se negaba a dejarlo entrar cuando él quería descansar un rato.
—¿Quién es el que camina descuidadamente? Él fue el que chocó conmigo, no me disculparte en todo caso que lo haga él. Además ¿quién eres tú para exigir por él? —le grito molesto al guardaespaldas.
—¿Quieres que te peguen? ¿Sabes con quién estás hablando? —el guardia intentó acercarse a Jimin pero Hoseok se interpuso en su camino.
Shownu frunció el ceño con intriga, pues sabía bien quién era Hoseok.
—Señor Jimin será mejor que entre, yo mismo me ocuparé de esto —hablo Hoseok con voz calmada.
—No hay necesidad, yo puedo manejarlo solo —insistió Jimin que no sabía quiénes eran esos tipos.
—Jimin, ven a sentarte aquí —la voz tranquila de Jungkook se escuchó, junto a la presión de su mirada hicieron que Jimin bufara molesto antes de mirar a los guardias de Shownu y el mismo joven con ironía antes de caminar hasta Jungkook y sentarse a su lado.
El jefe de la mafia clavó su vista en Shownu de manera tranquila pero feroz, dándole a entender que no pensará en hacer nada malo. El joven mafioso miró al hermoso hombre antes de sonreír levemente, luego volvió a mirar a Hoseok.
—Lo siento, no soy bueno para caminar —dijo simplemente antes de salir de la tienda para no tener un problema con el pelinegro en ese momento.
—I.M, investiga quién es ese dulce chico que está con Jeon —ordenó a uno de sus hombres mientras caminaba lejos de la cafetería.
El berrinchudo de Jimin quejandose del berrinche de Jungkook, no hay cosa más irnonica pero en en fin.
Ese Shownu ni sabe dónde se mete jejeje.
Nos leemos bellezas...
Besitos 😘😘😘
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