CUATRO
—¿Por qué preguntas eso? —preguntó Jungkook de inmediato.
—Bueno, es que quiero saber si tener una esposa masculina es como tener una esposa mujer —respondió Jimin ingenuamente.
Jungkook dejó escapar un suspiro de alivio.
—Nunca he tenido un hombre como esposa, así que no sé si es lo mismo o no.
—Entonces, ¿eso quiere decir que solo has tenido esposa? —preguntó el joven nuevamente.
Jungkook levantó la mano para acariciar su rostro suavemente, porque no sabía cómo explicar.
—Tampoco he tenido esposa. ¿Quién estaría interesado en alguien como yo? —contestó tranquilo.
—¿Por qué nadie estaría interesado? Para mí, eres la persona más amable, además eres grande y fuerte —le dijo el joven con una sonrisa.
Jimin hablaba desde su corazón, Jungkook miró al joven frente a él con una suave sonrisa. Cada palabra de Jimin, incluso si eran las palabras de un niño, lo hicieron sentir un poco mejor.
—¿Te gustan los chicos grandes? —le preguntó Jungkook jugando.
—Sí —respondió Jimin con simpleza mientras sonreía ampliamente.
Y el corazón del pelinegro comenzó a latir acelerado.
—Me gustan las personas grandes porque se ven fuertes y yo no lo soy, así que soy malo para pelear —se explicó mejor el pequeño con un tono de voz triste.
Y Jungkook suspiró aliviado al comprender que el gusto al que se refería el rubio era distinto del tipo de gustar que él había pensado, aún así se sintió inquieto por el tono empleado al final.
—¿Con quién quieres pelear? ¿Tienes algún problema? —le preguntó de nuevo pero esta vez de forma sería.
Jimin negó con la cabeza.
—No a mi no me gusta pelear, pero cuando estaba en la vieja escuela, era acosado muchas veces, por eso quiero ser grande y fuerte para que los demás no se atrevan a meterse conmigo —aclaró el joven.
Jungkook lo miró pensativo. Con la apariencia delicada y suave que tenía no era de extrañar que los más grandes lo intimidaran, hasta a él le daban ganas de hacerlo, pero en distinta manera.
Repentinamente Jungkook tomó conciencia de hacia donde lo estaban llevando sus pensamientos, y quiso golpearse por pensar de esa forma con Jimin.
“Maldita sea, cómo puedes pensar esas cosas, imbécil” se maldijo a sí mismo en su interior. Después levantó la mano y acarició suavemente la cabeza del pequeño.
—Jimin, si en la nueva escuela alguien se burla de ti o te intimida, no te preocupes solo tienes que decírmelo y yo me encargaré. ¿De acuerdo?
—¿Y como lo harías? —quiso saber con curiosidad.
—Ya lo verás si ocurre —respondió Jungkook sin revelar nada, ya que ni él mismo sabía cómo reaccionaría si eso llegara a pasar.
—Ah, se me olvidó. Tengo que ayudar a la abuela a poner la mesa para los señores —dijo de pronto Jimin.
—Entonces, vamos juntos.
Al entrar en la cocina, Jimin tuvo que apartar los ojos de Eun Chae que lo miró con desaprobación y enojo contenido, pero no le dijo nada.
—Minie, lleva la comida a la mesa, hazlo con cuidado y sin tirar ni romper nada —lo mando su abuela.
Jimin asintió, tomó la bandeja con las cosas y las acomodó tal como le habían dicho.
—Vaya, veo que estás ayudando a tu abuela Jimin —dijo el dueño de la casa, al verlo terminando de acomodar la mesa.
—Oh, si —respondió un poco nervioso por la presencia del mafioso.
—Jimin, siéntate y come aquí conmigo —pidió Jin.
—Creo que es mejor que yo coma con la abuela en la cocina —respondió el joven pensativo.
—Siéntate y come con nosotros, Jungkook también lo hará, quiero saber sobre tu escuela y los estudios —ordenó Namjoon y Jungkook inclinó la cabeza y luego se volvió hacia el rubio.
—Sí, está bien —respondió el joven, ante la aguda mirada del pelinegro.
Después de que los cuatro se sentarán a cenar juntos con el mafioso sentado a la cabecera de la mesa, Jin estaba sentado a su lado derecho, y junto a él estaba Jimin, ya que el castaño lo arrastró para que se sentará junto a él, mientras que Jungkook estaba sentado al lado izquierdo de Namjoon.
—¿Vas a ir a la escuela mañana? —le preguntó Jin a Jimin.
—Sí —respondió Jimin en voz baja, porque se sentía tenso al tener una comida con los dueños de la casa.
—Entonces dejaré que mañana Jungkook te lleve a la escuela —dijo Namjoon al escucharlo.
—Puedo ir solo, le pregunte a la abuela que autobús tomar de casa a la escuela —dijo apresuradamente el joven, porque no quería molestar a nadie.
—Te llevará Jungkook —repitió Namjoon, no dejando lugar a discusión.
Jimin inmediatamente se quedó en silencio y asintió solemnemente.
—Oh Namjoon, habla bien, Jimin es un niño, no es uno de tus empleados para que le hables así, sé amable —lo reprendió Jin.
—Estoy usando un tono normal —respondió Namjoon.
—Muy normal —respondió Jin con sarcasmo.
Después le sirvió comida a Jimin, Jungkook solo miró a los tres alternativamente, pensando que eran como dos padres comiendo junto a su hijo.
—No tienes ningún problema, de que te pidiera que cuidaras de Jimin, ¿verdad? —le preguntó Namjoon, para asegurarse de que se sintiera bien con eso y no pensará que ya no quería que estuviera con él.
Después de todo el pelinegro era su hombre de mayor confianza y su mejor amigo, principalmente lo hacía porque quería que Jungkook tuviera tiempo de descansar, ya que todo el tiempo trabaja sin dejar lugar para su propia vida.
—No hay problema —respondió Jungkook, volviéndose para mirar a Jimin que lo miraba con una suave sonrisa.
El pelinegro de pronto sintió que esa comida era aún más deliciosa que ninguna otra. Después de comer juntos, Jimin ayudó a recoger la mesa con su abuela e iba a regresar a su pequeña casa, pero Jin lo llamó primero para invitarlo a ver una película juntos.
Al principio, el joven se negó pero fue arrastrado por el castaño. Mientras Jungkook fue a hablar sobre trabajo con Namjoon en la oficina. El pequeño disfrutó de estar sentado mirando la película con Jin, tanto que el tiempo pasó volando.
Sin darse cuenta fue apoyando la cabeza en el respaldo del sofá y sus párpados comenzaron a cerrarse lentamente, hasta que terminó por dormirse. Jin se volvió para mirarlo y sonrió al ver que dormía plácidamente.
—¿Qué estás viendo? —preguntó de pronto Namjoon mientras entraba en la sala de cine.
—Mira la película antes de preguntar —respondió el castaño sin mirarlo.
—Jungkook, lleva a Jimin a la cama para que duerma bien, debe descansar para su primer día de escuela —le dijo el mafioso al ver al pequeño dormido sobre el sofá.
Jungkook caminó hacia el interior del salón y su corazón dió un vuelco al ver al rubio dormir, hubiera querido cargarlo y llevarlo en brazos hasta su casa, pero se vería raro a los ojos de su jefe y su esposa así que tuvo que hablarle para que despertará.
—Jimin, despierta, Jimin —trato de usar su voz más suave, para no asustarlo.
Jimin abrió los ojos un poco.
—Levantate, vamos a que duermas a casa —le dijo.
Jimin lo escuchó y asintió, pero sus ojos parpadearon queriéndose cerrar de nuevo. Jungkook agarró su mano para levantarlo y ayudarlo a caminar.
Con la somnolencia el pequeño se olvidó de despedirse de Jin y de Namjoon.
Jimin salió de la casa grande, con la sensación de que la persona que lo guiaba parecía caminar en la dirección equivocada, haciendo que se detuviera y volteara a mirar, Jungkook le sonrió levemente al verlo medio dormido.
—¿Puedes caminar?
Jimin escuchó lo que Jungkook había dicho pero sus ojos no se podían abrir.
—No, tengo mucho sueño —respondió el joven en voz baja. Su voz estaba completamente aturdida.
—Entonces, súbete en mi espalda. ¿De acuerdo? —le dijo el pelinegro y Jimin asintió, con los brazos levantados listo para subirse en su espalda.
Jungkook estaba aturdido, no pensó que aceptaría, miró a la derecha y a la izquierda y al no ver a nadie, se puso en cuclillas.
—Vamos, vamos —dijo de mala gana.
Ni siquiera él mismo entendía porque permitía que el joven hiciera eso. Pero pensó que probablemente solo sentía pena por el pequeño. Jimin se inclinó para agarrarse a la espalda de Jungkook, sus delgados brazos se envolvieron alrededor de su cuello. El pelinegro pasó sus manos debajo de sus rodillas y lo levantó sobre su espalda, el rubio apoyó su cabeza en su hombro y cerró los ojos.
El cálido aliento de Jimin se deslizó por su cuello y Jungkook sintió un calor en la parte inferior de su abdomen, respiró hondo, después de sostener al pequeño, caminó directamente a la casa de Nana. La calidez del joven detrás de él, se extendió por todo su cuerpo, tocando el corazón su corazón sin que él mismo lo entendiera.
¿Por qué un niño que es tan pequeño como Jimin es tan cálido? El viento frío sopló a través de su rostro, pero no era rival para su calidez. Jungkook dejó escapar una suave sonrisa. El ligero aliento de Jimin sonaba junto a sus oídos, pero pensó que no era molesto. Lo llevó a cuestas y se detuvo en frente de la casa de Nana.
—Nana —gritó Jungkook en voz baja, mientras tocaba la puerta.
—¿Qué pasa? ¡Oh! ¿Ese es Jimin? ¿que pasó? —le preguntó la anciana sorprendida.
—No es nada, se sentó a ver una película con el señor Jin y se quedó dormido —respondió Jungkook.
Nana le cedió el paso para que entrará en la casa.
—¿Por qué no lo despertaste? Debe ser difícil. Jimin, Jiminie —dijo la mujer considerada, después llamó a su nieto.
—No tienes que despertarlo Nana. Sólo lo llevaré, ve a la cama, ve y descansa.
Nana lo llevó al dormitorio de Jimin y Jungkook suspiró suavemente, al ver que solo había un colchón en el piso y el viejo guardarropa que perteneció a su hija. Jimin había colocado otros objetos en el suelo de la habitación, en una esquina.
El pelinegro dejó que Jimin se tumbara en la cama, tan pronto como su cuerpo tocó el colchón blanco el joven agarró una almohada cerca de su mano, la abrazó y se acostó, Jungkook fue incapaz de no sonreír en secreto.
—Mira, ya es mayor y todavía se pega a su almohada como un niño pequeño —dijo la mujer en broma.
—Mañana dile a Jimin que me esperé Nana, porque me ordenaron que lo llevará —comentó Jungkook mientras salía de la habitación.
—Tengo que agradecerte también por ser tan bueno con Jimin, si no fuera por la ayuda de Namjoon y por ti que estás cuidando también de él, me sentiría preocupada —dijo Nana con una suave sonrisa.
—No tienes nada que agradecer Nana, me despidió, tengo que ir a hablar con él jefe sobre el trabajo.
—De todas formas, muchas gracias por estar involucrado en todo hijo.
—Está bien tía, Jimin es como un hermano menor —respondió Jungkook y caminó de regreso al auto estacionado en la casa principal, para esperar a que el mafioso saliera y fueran a seguir trabajando.
—Muchas gracias a todos. Vamos a descansar ahora, y Kook no olvides hacer lo que te pedí. Primero lleva a Jimin a la escuela y después vuelves a descansar —ordenó Namjoon, varias horas después cuando volvieron a la casa, eran casi las dos de la mañana.
—Si hago eso ¿Quien te acompañará a la reunión a las diez de la mañana? —preguntó el pelinegro.
—Puedo ir con alguien más, puedes descansar, un día no te hará daño —respondió Namjoon.
—Pero…
—Pero nada, no es necesario que me acompañes, tomate un descanso.
—Está bien —aceptó Jungkook.
Los subordinados que rondaban la casa, lo saludaron en el trayecto a su casa, cuando llegó giro su rostro hacia un costado y vio la casa de Nana. Pensó en Jimin y que el joven debía estar durmiendo profundamente, provocando que su propio cansancio desapareciera y una pequeña sonrisa apareció en la esquina de su boca.
—Has vuelto Kook —gritó una voz femenina, al volverse para mirar con el ceño fruncido. La mujer en un pijama ligero, caminó hacia él.
—¿Por qué no has dormido todavía? Es tarde —le dijo en voz baja.
—Está bien, te estaba esperando, tenía miedo de que volviera con hambre, puedo prepararte algo. ¿Te gustaría que lo hiciera? —le pregunta Eun Chae en voz baja y dulce.
—Ya comí afuera, la próxima vez no tienes que esperar, vete a dormir —respondió Jungkook, tratando de no mirar demasiado a la chica.
Jungkook sabe lo que siente Eun Chae por él y él no es de piedra tampoco, pero nunca ha pensado en involucrarse con ningúna empleada de la casa. Si la joven fuera una chica que hubiera conocido fuera, es posible que se hubiera divertido con ella durante un tiempo.
—Entonces, si estás cansado. ¿Puedo ir a hacerte un masaje? —insistió la chica.
Jungkook dejó escapar un suspiro.
—Si, estoy muy cansado está noche y espero con ansias irme a la cama. Tú también deberías ir a dormir. Caminar así en la oscuridad no es bueno, antes de salir de casa aprende a usar una bata para cubrirte —le dijo cortante en tono molesto y camino directamente a su propia casa, dejando a la joven frustrada.
Jungkook caminó hacia su casa pensando que no se había liberado en mucho tiempo. Namjoon nunca les había prohibido que salieran a buscar placer o a divertirse, siempre y cuando fuera en su tiempo libre.
Todos tienen días de descanso y tiempo muerto en ocasiones, pero Jungkook no descansaba mucho porque siempre estaba siguiendo y protegiendo a Namjoon, aunque él le había ordenado que se detuviera, además de que cuando iba al bar o a visitar la casa de Choi, siempre lo animaba a ocupar los servicios de alguna mujer del lugar.
Cuando entró a su casa, miro el reloj, era tarde, se dió un baño rápido y se acostó a descansar, debía despertar temprano para llevar a Jimin a la escuela.
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—Abuela, ¿cómo llegué a dormir en la casa? —preguntó Jimin en cuanto despertó a la mañana siguiente.
Solo recuerda que ayer estaba viendo una película con Jin y comenzó a tener demasiado sueño.
—Tenías tanto sueño, que no puedes recordar que Jungkook te cargo para llevarte a casa —le dijo su abuela con tono de diversión en su voz.
—¿Jungkook me cargó? —volvió a preguntar algo alarmado.
—Sí, si no me crees, pregúntale tú mismo.
Jimin miró a su abuela con la cara enrojecida, se sentía avergonzado.
—Jungkook debió de molestarse por hacer eso, debería de ir a disculparme —se lamentó el joven con angustia.
Tenía miedo de que Jungkook se enojará con él.
—No está enojado en absoluto. Pero tienes que agradecerle. Ahora ayúdame en lo que puedes y después te vas a arreglar para irte a la escuela.
Jimin asintió, pasado un rato volvió a su casa a alistarse, estaba emocionado, su nueva escuela se veía mejor que la anterior. Se examinó en el espejo y después revisó los artículos que tenía que llevar al colegio. Luego, salió a buscar a Jungkook a su casa, cuando llegó, no se atrevió a llamar, sólo pudo sentarse y esperar en una silla frente a su casa, a las siete en punto la puerta se abrió.
—Jimin, ¿desde cuándo has estado esperando? ¿Por qué no tocaste? —preguntó el pelinegro sorprendido al verlo sentado esperando frente a la casa.
Cuando lo vio con su uniforme escolar azul de mangas cortas, también pensó que se veía aún más lindo de lo que ya era.
—Jungkook, ¿Me veo extraño? ¿El nuevo uniforme se ve bien? —preguntó Jimin apresuradamente, cuando vio que Jungkook lo miraba fijamente.
—Sí, la ropa te queda bien.
—Este uniforme es más bonito que el de la antigua escuela —comentó Jimin y el pelinegro sonrió levemente ante la honestidad del joven.
—No me has respondido todavía. ¿Por qué no tocaste, qué pasa si me hubiera despertado tarde? —preguntó y Jimin sonrió ampliamente.
—No hay manera, yo sé que siempre cumples con tu palabra —respondió el rubio con confianza.
Jungkook miró el rostro de Jimin y levantó una sonrisa en la comisura de su boca. Después la cara del rubio se sonrojó al recordar algo, el joven levantó las manos apresuradamente en forma de saludo.
—Kookie, yo te pido una disculpa por lo de anoche, por ser una carga para ti, que tuviste que cargarme anoche, yo no recordaba, mi abuela tuvo que decírmelo —dijo apresurado y bastante preocupado.
—¿No te acuerdas? fui yo quien te pregunto si querías que te llevará en mi espalda —Jungkook le dijo para aliviar su congoja—. ¿Por qué te disculpas? Además estaba dispuesto a llevarte de regreso, no te disculpes —concluyó Jungkook haciendo sonreír a Jimin.
Después de asegurarse de que no faltaba nada ambos estaban listo para ir al coche.
—¿Ya desayunaste? —le preguntó el pelinegro antes de entrar al vehículo.
—Sí, mi abuela me dió pan y leche.
—¿Sólo has comido eso? La comida de la mañana es importante. Vamos a comer unas gachas cerca de la escuela —dijo Jungkook y agarró la mochila que Jimin había dejado sobre la mesa.
—No tienes que llevarla yo lo haré —el joven se apresuró a decir en estado de shock, cuando vio al pelinegro sosteniendo la bolsa por él.
—Puedo tomarla, vámonos ahora —terminó de hablar Jungkook y empujó la espalda de Jimin para que caminará.
Así que el joven simplemente lo siguió, pero pidió llevar la bolsa el mismo hasta que llegaran al auto, aún que el pelinegro de todos modos no lo dejo, Jimin se subió al auto con entusiasmo visible en su rostro.
—Es la primera vez que voy a la escuela en auto —dijo tras sentarse.
Jungkook se volvió para mirarlo levemente.
—Y cuando estabas con tu madre, ¿cómo ibas a estudiar?
—Tomaba el autobús, los días en que el autobús era gratis era buena suerte porque ahorraba dinero también —respondió el joven con una sonrisa.
—Casi lo olvido. Aquí está la asignación escolar para esta semana. Namjoon la mando, pero si hay otros gastos además de la comida, dímelo —dijo Jungkook, mientras tomaba el dinero que el mafioso le había entregado anoche y se lo entregaba al joven.
Jimin miró el dinero en la mano del mayor en estado de shock.
—Dos mil wones, Jungkook ¿por qué hay tanto? La abuela me dio 50. Además no tengo que pagar el autobús, ya es suficiente con eso —le dijo aún sorprendido por la gran cantidad.
—¿Quieres desobedecer las órdenes? Si no puede usarlo todo, guárdalo en un frasco, no es nada difícil —Jungkook fingió amenazarlo, porque sabía que era la única forma de hacer que Jimin aceptara el dinero.
De hecho, Namjoon le dio un poco menos de dinero pero él agregó 500 más en secreto, porque pensó que Jimin podía gastar unos 300 al día aproximadamente.
—Además, la escuela a la que vas a ir es privada y la comida cuesta un poco más, así que tómalo —le dijo de nuevo.
Jimin lo miró suplicante pero la dureza de su mirada le hizo tomar el dinero.
—Gracias, cuando vuelva de la escuela también le agradeceré al señor Namjoon —dijo resignado con la voz un poco temblorosa.
—Quédatelo y administralo bien.
Aún que Jungkook estaba seguro de que Jimin administraría bien el dinero de bolsillo. Después de salir de la casa, y ya casi para llegar a la escuela, el auto se detuvo en un pequeño local para comer gachas. Habían estudiantes y trabajadores tomando un desayuno simple al costado de la carretera.
—¿Quieres las gachas con huevo? —le pregunto el mayor mientras lo ayudaba a salir del auto. Muchas personas se giraron para ver a Jungkook debido a su figura alta, rostro atractivo y apariencia feroz, pero no se atrevieron a mirarlo directamente.
—No —dijo el joven, porque si le ponían huevo el precio aumentaría más.
El joven no quería gastar más dinero del mayor, que se quedó mirando lo suficiente para comprender.
—Señora un plato de congee con huevo —ordenó.
—¿Es para ti? —le preguntó inocente.
—No, para tí.
—Pero yo lo quiero sin huevo —dijo y se giró para detener a la dueña.
—Detente, no lo cambies. Si no eres alérgico a la proteína cómela, ya te dije que no pienses demasiado, si no comes suficiente no crecerás —lo reprendió Jungkook y Jimin hizo un puchero de resignación.
—Te gusta obligarme a hacer cosas —se quejó el joven en voz baja, pero Jungkook lo escuchó perfectamente.
—Te obligo por qué me preocupo —le dijo con voz tranquila y palabras directas.
Pero hizo que Jimin tuviera demasiada gratitud hacia él, por todos los cuidados que le daba.
—No llores, hoy es el primer día de escuela. ¿Quieres ir con los ojos hinchados? —observó el pelinegro al ver sus ojos brillantes.
Jimin tuvo que obligarse a no llorar.
—¿Tú no comerás nada?
—Después, ahora come tú ya que no comiste demasiado en casa —respondió el mayor.
Jimin permaneció en silencio, mordiéndose el labio vacilante sin saber si comer o no.
—¿Qué haces? ¿Por qué no comes? —preguntó Jungkook observadolo.
—No quiero sentarme y comer solo. Además tú mismo me dijiste que el desayuno es importante. ¿Entonces, por qué no comemos juntos? —respondió el joven en voz baja.
En su corazón tenía miedo de que el pelinegro no estuviera satisfecho con sus palabras, pero por otro lado estaba preocupado por él y quería que desayunaran juntos. Jungkook miró el rostro suplicante de Jimin, encontrándolo adorable. Soltó un suspiro justo cuando se sirvió la comida en la mesa.
—Le encargó otro plato igual —le dijo a la dueña del negocio haciendo sonreír a Jimin de inmediato.
Después de pagarle al vendedor al terminar de comer, Jungkook llevó a Jimin de vuelta al coche para llevarlo a la escuela. Tan pronto como se acercó al edificio, notó que la expresión del pequeño no era muy buena.
—¿Qué sucede? —le preguntó preocupado.
Jimin se volvió para mirarlo.
—Estoy muy emocionado, pero también tengo un poco de miedo —respondió el joven.
Jungkook enarcó ligeramente las cejas.
—¿Miedo de qué?
—Bueno, esta escuela es demasiado buena para mí.
El joven todavía estaba preocupado por ello, mientras más cerca estaba de la escuela más presión sentía, porque era muy distinta de la vieja y las personas también.
—No lo pienses demasiado, es lo mismo en todas las escuelas. Al ser tú primer día es normal que te sientas un poco tenso —lo animó Jungkook con una sonrisa.
Luego acarició suavemente su cabeza con su mano, esto hizo que el joven sintiera calidez en su corazón y el pánico se desvaneció un poco.
Pronto llegaron a la nueva escuela, Jimin miró afuera con entusiasmo. Una gran cantidad de estudiantes llegaron gradualmente y entraron en contacto con los guardias de seguridad de la entrada. Después de conducir por el estacionamiento se detuvo en un espacio vacío.
El joven caminó apresuradamente para ir al lado del después de bajar del coche. Algunos estudiantes se volvieron para mirarlo con interés y asombro. Jungkook caminó directamente hasta el despacho del director con Jimin siguiéndolo de cerca.
Después de dejarlo en la oficina del asesor, Jungkook se despidió, bajo la mirada de cachorro que Jimin le daba
—No pongas esa cara, eres como un niño de jardín de infancia que acababa de llegar a su nueva escuela —bromeó para aliviar sus nervios.
—No soy ningún estudiante de preescolar —se quejó el rubio con voz ronca haciendo sonreír al mayor.
—Si no lo eres, ¿por qué actúas como si estuvieras obligado a venir? Luego por la tarde vendré a recogerte. Espérame en dónde están aquellas bancas debajo de aquel árbol —le dijo Jungkook señalando el punto de encuentro.
El joven asintió.
—Está bien, yo te esperaré —respondió Jimin con una hermosa sonrisa en su rostro —por la tarde, ven rápidamente a recogerme por favor —suplico Jimin.
—Está bien, entonces vendré rápido. Ahora puedes ir a ver al maestro.
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—Siéntate aquí y espera. En un momento llegará la maestra que te fue asignada para llevarte al salón —dijo el asesor después de terminar de entregarle a Jimin sus horarios y demás información que necesitaria.
Un par de minutos después la maestra llegó por él y lo guío hasta el salón, Jimin estaba emocionado por conocer a sus compañeros y hacer amistades nuevas. Cuando llegaron la maestra le pidió esperar y entró al aula, dónde anunció, su llegada, que había sido trasladado de escuela y les pedía fueran amables y lo cuidarán.
Después escuchó una voz femenina preguntando si era hombre o mujer, la maestra respondió y le pidió pasar. El joven respiró hondo, recordó la cara de Jungkook para tener ánimos y luego entró en el salón de clases. Descubrió que había unos cuarenta estudiantes sentados en sus escritorios, se oyeron ruidos divertidos cuando se paró al lado de la maestra.
—Preséntate.
Jimin asintió nervioso.
—Umm, mi nombre es Park Jimin, por favor cuiden de mí —dijo brevemente.
—Qué lindo es, maestra, ¿está segura de que es un hombre? —preguntó una estudiante sonriendo.
—Sí, es un chico, busquemos un asiento para él —lo último lo dijo más para ella, pero la mano de uno de sus alumnos se levantó llamando su atención.
—Maestra, puede sentarse a mi lado.
Jimin vio a un apuesto joven alto de piel blanca y cabello negro, señalando el asiento a su costado.
—Muy bien, Jimin entonces siéntate al lado de Eun Woo, él es el presidente de la clase y de una vez aprovecho para pedirte que cuides de tu nuevo compañero.
El joven asintió, mientras veía a Jimin acercarse a él, con una linda sonrisa en su cara.
Apareció el rival de Jungkook y que mejor que el Embudo por excelencia jejeje.
Nos vemos bellezas.
PD. Las invitó a pasarse a leer Revenge y Kotik mis otras dos historias también en emisión, se que les van a gustar.
Besitos 😘😘😘
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