Decir que Taehyung estaba emocionado era poco, acababan de llegar a Seúl, y había pensado que se quedarían en un hotel, pero Hoseok le recordó que el poseía un departamento, en todo el tiempo que habían pasado juntos antes nunca había pisado ese lugar y el que ahora fuera a conocer el espacio personal del beta lo emocionaba.

Cuando entraron al departamento, sonrió con entusiasmo, cada rincón del lugar reflejaba la personalidad del beta, los muebles eran sobrios pero elegantes, no había comedor, este había sido sustituido por un escritorio y un restirador repletos de papeles, catálogos y fotos de distintas personas, lugares, entre otros.

Le sorprendió ver una foto de él enmarcada y volteó a ver al beta que lo había dejado observar en silencio y señaló el pequeño cuadro.

—Mi cabeza y mi estúpida boca podían decir no sentir nada por ti, pero mi corazón, mi lobo y mi cuerpo no hacían más que repartir lo contrario, esa es una de las fotos que te tome en Jeju cuando recién nos conocíamos. Me gustó tanto como te veías que no quise que nadie más la viera y la guarde, después compré el portarretratos y el único lugar donde se me ocurrió ponerla fue ahí, donde siempre pudiera verla.

—Nunca hubiera pensado que fueras esa clase de romántico Hobi.

—Solo por ti —dijo riendo y abrazándolo por la espalda, mientras recargaba su barbilla en su hombro.

Siguió el recorrido, en la cocina, era práctica y funcional, tenía una barra que servía de comedor, con solo la básico de utensilios, después caminó hasta el pasillo, abrió la primer puerta y encontró lo que era su estudio fotográfico, las ventanas estaban tapadas impidiendo el paso de luz, algo que lo caracterizaba como fotógrafo era su forma de trabajar y es que aunque tenía medios digitales para tomar sus fotos, también prefería el método antiguo de revelado.

Examinó varias de las imágenes que se encontraban colgadas, eran preciosas, en su mayoría imágenes al azar de personas en sus momentos más íntimos y simples, pero que a través de su vista artística lucían como la mejor sesión de fotografía. Sonrió orgulloso del hombre que amaba.

Después sus pasos se guiaron hasta la habitación. Las paredes estaban pintadas de azul y gris, un par de cuadros la decoraban, en medio una enorme cama King Size, cubierta por colchas negras, en frente un tocador con algunas cosas de uso personal y un enorme espejo al costado del que suponía era el armario.

—No sabes cuántas veces imaginé follándote de pie frente a ese espejo —le dijo al oído causándole escalofríos.

—Pervertido —respondió dándole un golpe en el hombro jugando.

—Agradece que estás embarazado y me da miedo lastimarte o ya te estaría quitando la ropa Kim Taehyung.

—¿Y quién te dice que yo te lo iba a permitir? Te dije que no habría sexo y lo he cumplido —y vaya que había sido una tortura para el mismo, amaba sentir al beta hundirse en el, sentir sus besos recorrer su cuerpo, oírlo gemir su nombre cuando se corría.

—Solo porque yo te he dejado, pero sabes que tengo formas para convencerte cariño —y dicho eso lo jalo con cuidado hasta la cama y lo acostó boca arriba.

Con suavidad se acomodo a su lado y comenzó a besar sus brazos hasta llegar a sus hombros, subió a su cuello recorriendo lo con su lengua y un gemido involuntarios se escapó de la boca del Omega.

—Hobi… basta —habló entre suspiros, mientras su cuerpo se derretía entre las tiernas caricias.

El beta no se detuvo, al contrario lo movió dejándolo de lado y de espaldas a él, con calma paseo su mano hasta llegar al vientre del Omega y sonrió satisfecho por saber que ahí dentro estaba el fruto de su amor, dejó un par de besos en su nuca y después se detuvo, pero siguió abrazándolo y acariciando su abultado abdomen.

—Te amo Taehyung, y cuando vuelva a hacerte el amor, quiero que sea cuando tú también puedes gozarlo como se debe, y si se puede siendo ya mi esposo.

El Omega se tensó como cada que el beta mencionaba el matrimonio, con cuidado se giró para quedar frente a él. Quería casarse con Hoseok, por supuesto que quería, pero aún tenía miedo de lo que fuera a pensar la familia del beta sobre él, y mientras eso no se solucionará no podía pensar en unir sus vidas.

—Ya lo hablamos Hobi, primero quiero estar seguro de que tu familia no está en contra —dijo con tristeza en su voz.

—Hey, tranquilo, ya te dije que todo está bien, mis padres siempre van a estar de acuerdo en lo que yo quiera y me haga feliz, y Jimin es una buena persona jamás de guardar rencor, estoy seguro de que cuando hablen te perdonará. Si lo hizo con el imbécil de Min lo hará contigo.

—Es diferente, Yoongi era su pareja y lo amaba y yo me metí entre los dos, y para colmo era la pareja de Jungkook y también lo lastime a él, además de que dije e hice cosas muy molestas cuando nos cruzamos en Jeju, ¿no te acuerdas? Y por mi culpa Jimin estuvo a punto de morir cuando Yoongi lo lastimó al querer atacar a Jungkook, ¿Ya lo olvidaste?

—No lo olvide, y estoy consciente de todo lo que pasó, pero estás arrepentido y todo eso ya quedó en el pasado. Mañana iremos a verlos y verás que podrán arreglar las cosas.

La noche pasó tranquila y al día siguiente, un muy nervioso Taehyung se alistaba para ir al encuentro de su ex pareja y su esposo, Hoseok lo podía notar y trataba de darle ánimos, y liberar su aroma para mantenerlo tranquilo, pues no quería que los cachorros resultarán afectados por la acumulación de estrés.

El camino a la casa del matrimonio Jeon fue en silencio, el Omega no podía hablar pues tenía un nudo en la garganta, cuando por fin llegaron sus nervios se dispararon, pero se forzó a salir del vehículo y caminar hasta la puerta, sentía su mano sostenida con fuerza por la del beta en una muestra de apoyo.

—Tranquilo, y si te sientes incómodo o mal nos vamos ok, amo a Jimin como un hermano, pero jamás estará por encima de ti, y de tu salud.

—Gracias —le dijo mientras sonreía.

Aún no llegaban a la puerta cuando está fue abierta, de inmediato apareció un Omega con una enorme barriga, pero luciendo feliz y extremadamente bello, y detrás de él un apuesto alfa de mirada feliz y tranquila. Taehyung quiso dar la vuelta y huir, pero se concentró en el tacto sobre su mano.

—¡Jimin bebé, estás enorme! —grito Hoseok antes de soltar su mano y envolver como pudo al rubio que sonreía feliz y devolvía el gesto.

—No tienes que recordarme que estoy gordo —puchereó Jimin mientras se separaba y fijaba su mirada en el Omega detrás de su primo.

—Pasen por favor, Jimin no puede estar tanto tiempo de pie, los cachorros le están dando problemas estos días —dijo Jungkook mientras les cedía el paso.

Taehyung no sabía cómo sentirse, hasta el momento había mantenido su cabeza baja, temeroso de ver las miradas molestas y de repudio por parte de ambos. Los cuatro tomaron asiento en la sala, tanto alfa y beta procurando una posición cómoda para sus respectivas parejas.

—¿Desean algo de tomar? —preguntó el Omega.

—Te acepto un café Mimi — dijo Hoseok y no pasó desapercibido el gesto de desagrado que hizo el modelo a la mansión de brebaje.

—¿Tu deseas algo Taehyung? —le preguntó directamente, Tae tomó aire y levantó la mirada, solo para con asombro ver una morada muy distinta de la que esperaba.

Jimin lo veía con una sonrisa en su rostro y podía jurar que no era una falsa, sino una sincera.

—Un vaso con agua solamente gracias, si tomo algo con sabor lo voy a devolver.

Jimin asintió y llamó a la joven beta que le ayudaba en su casa, lo vió pedir el servicio y añadió una galletas saladas.

—Tómalas, te servirán para las náuseas, a mí me salvaron la vida —le dijo mientras le entregaba de propia mano el plato con las galletas.

—Gra… gracias.

—Y tu tarado alejate de él, ¿no ves que el olor del café le molesta? Que van a saber ustedes que no tienen que cargar con las molestias que ocasiona cargar a sus hijos.

Hoseok sonrió y cambió de lugar alejando la taza humeante lejos de su pareja. Al inicio la plática era solo entre Jungkook, Jimin y Hoseok. Taehyung sabía que debía hablar pero no sabía cómo comenzar, aunque el recibimiento de la pareja hubiera sido bueno, no sabía si algo cambiaría con la mención del tema.

El alfa noto la incomodidad de su ex pareja y tomó la decisión de ayudarlo.

—Hobi, ven acompañame, quiero hablar contigo sobre un trabajo.

El beta entendió lo que pretendía asintió, les puso en pie le dió un beso en la frente al Omega que ahora lo veía con pánico en los ojos. Pero se recompuso cuando se encontró solo con el rubio.

—Jimin yo…

—No digas nada Taehyung.

El castaño, cerró los ojos y suspiró antes de volver a hablar.

—Tengo que hacerlo, necesito sacar esto que llevo cargando. Yo se que lo que te pueda decir está demás, no tampoco hay excusas que valgan. Yo cometí un error y los únicos afectados fueron Jungkook y tú aunque tal vez tú más que nadie, yo arruine tu futuro matrimonio, te insulte sin conocerte como si el ofendido fuera yo y… y lo más grave fue que por mi culpa por poco y perdieras la vida.

Las lágrimas habían comenzado a escapar de sus ojos mientras Jimin lo contemplaba en silencio.

—Jimin por favor, perdóname, sé que puedo estar pidiendo demasiado, pero lo necesito para poder estar en paz conmigo mismo y sobre todo para sentir que merezco estar feliz al lado de Hobi.

El Omega se levantó con cuidado y se volvió a sentar pero ahora al lado de Taehyung.

—En efecto me hiciste mucho daño Taehyung, y no sabes cómo llegué a odiarte, el solo hecho de escuchar tu nombre me alteraba y no se diga si veía alguna imágen tuya. Con tu egoísmo e inmadurez no solo me lastimaste a mi, también lo hiciste con Jungkook.

Taehyung volvió a bajar la cabeza, pero le sorprendió al ver que las pequeñas manos del rubio tomaron las suyas.

—Pero ya no te guardo rencor y Jungkook tampoco, para que haya un engaño se necesitan dos partes, y Yoongi también tuvo parte de culpa, si me amaba o no ya no importa pues al final de cuentas traicionó ese amor, si él no hubiera querido hacerlo simplemente nunca hubiera pasado, si tú querías a Jungkook o no tampoco ya importa. Tal vez el destino y la luna quisieron que las cosas fueran de esa manera. Aunque fue doloroso en su momento, todo lo que pasó nos trajo hasta acá. Las cosas pasaron así para que Kook y yo ahora estemos juntos más enamorados que nunca con una familia a punto de formarse, con Yoongi iniciando una nueva vida al lado de una persona que lo ayudó a crecer y contigo al lado de Hobi también iniciando una nueva vida.

Jimin también lloraba, pero aún así volvió a sonreírle con sinceridad.

—Si lo que necesitas escuchar es que te perdono. Lo hago, te perdono, y aunque no puedo asegurarte de que seamos amigos, de parte mía jamás verás una muestra de rencor, Kook y yo ya dejamos atrás todo eso, y ahora te toca a ti hacerlo, concentrate en cuidarte, cuidar a ese bebé que llevas en tu vientre y en amar a Hobi.

—Gracias —su voz se escuchaba afectada por el llanto, pero también sonrió, el peso en sus hombros acababa de ser aliviado —eres una increíble persona, y te agradezco que aunque no lo mereciera ayudaste a que Hobi estuviera a mi lado.

—El amor es el amor sin importar el pasado, y mi primo te ama y puedo ver qué tú lo amas a él.

Desde el marco del salón Jungkook y Hoseok veían con una sonrisa la escena, sabían que era algo bueno para ambos haber terminado de cerrar ese ciclo. Después de eso, los cuatro continuaron la reunión de manera más cómoda, Taehyung dijo con orgullo que tendrían dos cachorros y que habían decidido vivir de manera permanente en Londres.

Estaba por anochecer e iban hacia el comedor para cenar, cuando un fuerte dolor acompañado de un grito por parte de Jimin les anunció el nacimiento de sus cachorros.

Jimin es un ángel y se sabía.
Se nos vienen los cachorros que tanto esperaban, y también el final de esta historia.

Nos leemos bellezas...
          Besitos 😘😘😘