Freddy decidió pasar por Chip al trabajo de su amiga después de salir de la empresa. Le había mandando un mensaje diciendo que iba por él ya que había salido temprano. Estacionando aquel lujoso auto negro en frente de la florería donde Hayley (Happy Frog) trabajaba, saliendo del mismo en busca de su novio. Por alguna razón se ganaba muchas miradas de los clientes que estaban dentro y la gente en general que pasaba por ahí.

—Freddy está aquí. —Hayley avisó a Chip que andaba ayudándola con algunas cajas que tenía en el almacén. El mexicano se sorprendió al escucharla, dejando todo en el suelo para ir a verlo.

—No mames, le dije al wey que no venga por mí y aquí anda el wey. —habló con un cierto tono molesto. No es que sienta vergüenza, obviamente no pero, no le agradaban las miradas que le daban a Freddy en ocasiones. De por si ya tenía suficiente con la gente que especulaba que andaba con Freddy por interés.

Llevaban solo tres meses de novios, y eso era suficiente para Freddy como para pasar por él a cualquier lado que este. Para Freddy tres meses significaba algo serio, que Chip tenía en mente una relación más allá del noviazgo; matrimonio e hijos si es que llegaban a un acuerdo. Chip le decía que eran muy jóvenes para pensar en un matrimonio con hijos y en cierta forma tenía razón.

—¿Por qué no? Es tierno que venga por tí. —Hayley comentó con una sonrisa.

—Lo sé, es solo que me incómoda la forma en la que nos miran. Ya me cansé de las mamadas que andan diciendo de mí, que ando con Freddy por pinche interesado y no se cuánta más mamada que se sacan. —se quejó de mala forma. —, tengo suficiente con el culero de su ex.

Freddy entró al lugar al ver a Chip. Sonriendo, se acercó a él para poder ver si ya podían irse. Quería llevar a su querido novio a cenar a un lindo restaurante para pasar tiempo juntos. Chip le sonrió a Freddy, dejando que le agarre de sus mejillas con esas lindas y delgadas manos, acercandolo a él para darle un beso en los labios.

—¿Por qué tienes el cabello tan desordenado? —preguntó con un pequeño puchero, acercando sus manos al cabello del mayor para arreglarlo un poco. Viendo detrás de Chip a Hayley, le sonrió. —. Oh, Hayley, Chica me dijo que quiere hablar contigo después de tu trabajo.

—¿Ah? —confundida agarró su teléfono que tenía guardado, viendo los mensajes que tenía de Chica.

—¿Qué haces aquí tan temprano, mi amor? —Chip preguntó con curiosidad. Viendo la hora, se dió cuenta de que Freddy había salido más temprano ese día.

—Terminé de ordenar los proyectos que faltaban y mi madre me dió el resto del día libre. Ella sabe que nosotros dos no hemos pasado tanto tiempo juntos por el trabajo que tengo, y me dijo que mejor salga contigo. —sonrió, colocando sus brazos alrededor de los hombros de Chip, acariciandole el costado de su cuello donde tenía tatuado, pasando sus uñas suavemente por ahí, haciendo reir suave al más alto.

Freddy le dió pequeños besos en los labios, dejando que las grandes manos de su novio se posen sobre su cintura.

—¿Dónde quieres ir, corazón? —preguntó sonriendo.

—Planeaba llevarte a cenar a un lindo restaurante y después regresar a casa... Para estar solos. —susurró cerca de sus labios claramente con doble intención en sus palabras.

—¿Qué tal si hacemos primero lo de estar solos y después vamos a cenar? —preguntó, apretandole la cintura.

—¿No tienes hambre? —cuestionó.

—No de comida, mi amor. —le dió un beso en la mejilla, abrazandolo después con cariño.

Hayley tosió suave. —Lamento interrumpir su momento pero, hay clientes por aquí.

—Tampoco me estoy cogiendo a Freddy, wey, no mames. —Chip volteó para verla, haciendo al Fazbear arder por la pena que le causo. Le dió un golpecito en el pecho apenas se separaron. —, me tengo que ir, te veré mañana, wey. —se despidió de Hayley, yéndose con Freddy a casa primero.