- París - Francia, 1993. -

Taehyung, Seokjin y Namjoon se disponían a salir de la mansión Kim con dirección a la casa de los Jeon. La señora Kim, vestía de una elegante, fina y costosa tela de color carmesí, que cubría su cuerpo de una excelente forma, destacando sus caderas y su busto.

Su esposo, el joven Kim en ese entonces, vestía un terno azul noche, que le quedaba como anillo al dedo, su cuerpo ancho, estatura alta y muy bien peinado, le daba una presentación por no decir perfecta, impecable.

La familia completa, después de un largo viaje, llegaron con los Jeon, quienes esperaban la visita de la otra familia. Cuando por fin todos estaban reunidos, Seokjin y Taehyung fueron de inmediato con Jungkook, quien tenía una una expresión un tanto triste e incómoda.

Mientras los tres jóvenes pasaban el rato, Namjoon se encontraba con su madre y padre, quienes siempre le recordaban que cada cosa negativa o inapropiada que pensase de alguien, siempre tenía que decir lo contrario. Prácticamente le estaban enseñando a hacer "elegante".

Los dos menores y el mayor, conversaban sobre el estado de Jungkook, pero Seokjin tubo que irse un momento para hablar con su madre, dejando a los dos chicos solos en el invernadero de la casa.

- Ahora que se fue, podemos intentarlo, un poco de sangre no hará daño.

- Por dios Jungkook, como si no me conocieras, ya veía venir esto, por eso traje un amigo que nos ayudará, está en mi saco, tráelo por favor.

Dicho esto, Jungkook siguió las ordenes de Taehyung, se dirigió al saco del menor, sacando en el, un conejo.

- Que planeas hacer con el Taehyung?

- Le enseñaré a leer y tomaremos café.

-Imbécil, ya sé que lo matarás, pero me refería a como.

- Es sorpresa...

Taehyung metió su mano en su bolsillo trasero, sacando un bisturí, apuntando hacia el animal indefenso.

- Creí que sería algo más rápido, esto...no es lo que tenía en mente.

- Deberás aprender a hacer esto y más, por tu propia cuenta. Ya te lo había dicho, tus padres te maltratan Jungkook, deberías hacerlos pagar por todo, hazme caso, no te arrepentirás.

- Créeme, ya tengo pensado mi próximo movimiento.

- No me sorprende, eres inteligente, solo te falta un poco de soberbia y locura.

- Como usted señor Kim? - Dijo acercándose a Taehyung hasta que ambos compartieran su mismo aire sin chocar sus labios. -

- Por supuesto Jeon. Ahora...comencemos.

- Cielo, ve con Seokjin y dile que ya es hora...

- Es un buen momento?

- Claro que lo es, además, eres el mayor, este tipo de cosas son de tu responsabilidad. Taehyung no puede seguir así, terminará matando a alguien, sabes que es por su bien.

- Qué sucederá con Jungkook?

- Ese niño no me importa, no es de la familia, así que me da igual lo que haga con su vida. Pero mi hijo, no será igual que el.

- Lo entiendo, le avisaré a Jin, el sabrá que hacer. Madre...

- Si cariño?

- El plan seguirá vigente?

- Seguirá solo si todo va como lo dijimos. Tenlo por seguro, ahora ve.

Namjoon dejó a su madre con los padres de Jungkook, para que no den sospechas de nada. El mayor buscó a Seokjin, pero no duró mucho, ya que estaba escuchando la conversación ajena.

- Bueno, no hace falta que diga algo, por lo que veo ya sabes que hacer.

- Si, todo sea por el bien de Taehyung. Madre siempre a sido sabia e inteligente y por supuesto cariñosa.

- Ya te lo había dicho, eso es lo que tu quieres ver y siempre será así, pero la verdad, es que es fría, calculadora y vil, pero no lo hace notar contigo. Pero todo lo que te diga lo ignoraras de igual manera. Solo encárgate de lo que tienes que hacer.

- Ya lo sé idiota, no tienes que recordármelo.

- Entonces que estás esperando? O acaso quieres que mami te rasque la pancita.

- Cállate pedazo de mierda. No te metas con nuestra madre o si no--

- No te atrevas a amenazarme idiota, porque perderías todo al hacer eso, eres mi hermano, pero no permitiré que me faltes el respeto.

Namjoon dejó al menor solo, y este se dispuso a ir al invernadero, donde había dejado a ambos chicos solos, y según el, no estarían haciendo nada malo, siempre y cuando no esté un ser vivo con aspecto de víctima.

Jin, entró a la habitación, viendo a ambos cubiertos de sangre, mientras intentaban ocultar el cadáver del conejo sonrientes.

- Que mierda sucedió? Taehyung...otra vez?

- Sabes que no puedo evitarlo, es divertido, verdad Jungkook?

- Por supuesto que lo es, deberías intentarlo Seokjin. Vamos mejor amigo, siempre me ves haciendo estas cosas, pero no te atreves a intentar.

- No entraré en sus juegos de sangre, ya sepárense, esto los terminará consumiendo a ambos.

- No seas tan dramático, ahora ayúdanos a limpiarnos.

El mayor no tuvo de otra mas que ayudarlos, ya que no podía dejar todo ensangrentado en aquel lugar. Luego de demorar, a Jin se le estaba acabando el tiempo para hacer lo que debía, entonces sin pensarlo, clavó una jeringa en el hombro de su hermano, provocando que el menor se desvaneciera poco a poco en el suelo.

Jungkook no sabía que hacer, su mejor amigo había...matado? Al amor de su vida y no entendía porqué. Jin gritó por ayuda, continuando con el plan de su madre. La pareja de esposos entró al invernadero, fingiendo que su hijo menor se había desmayado. Se suponía que lo llevarían al hospital, pero la realidad, era que lo llevaron a un manicomio.

Un lugar en donde Taehyung dejaría su obsesión con la sangre, los gritos, el sufrimiento y la muerte. El pelinegro, por otro lado, vivía con el pensar de que todo fue culpa de Seokjin, si el no hubiera inyectado aquella jeringa en el rubio, no sucedería nada de eso. Taehyung pasó años en aquel manicomio. Jungkook creció y se convirtió en un asesino.

El prometió encontrar a su tipo de sangre ideal, por no decir a su media naranja. Cuando mató a sus padres, su madre, le advirtió de la puerta Kim, que se asegurara de que Taehyung no la abriese, porque un mal devastador, se desataría de nuevo, dicho esto, la mujer murió descuartizada y enterrada debajo de su antigua casa.

Cuando el menor había salido del manicomio a los diecinueve años, era completamente otra persona, se había convertido en alguien sin recuerdos de lo que había sucedido hace años. 

Paso 730 días estudiando con sus hermanos y aprendió todo sobre dirigir una empresa, lamentablemente quedó en banca rota por un mal movimiento de su parte.

Y lo demás... ya se conoce. O al menos, eso se cree...

- París - Francia, 2001. -

Namjoon estaba en el cementerio, visitando la tumba de la mujer que le había dado la vida. Con un ramo de flores y una actitud un tanto arrogante, miraba con pena aquella lápida.

- Maldita bruja. Solo tenías que encontrar a alguien de sangre pura y encerrar sus recuerdos. Pero porqué tu sangre eh? Porque la tuya. Jin y yo sabíamos perfectamente que tu sangre estaba más sucia que la de nosotros.

Tu asqueroso orgullo te segó, haciéndote creer que eras una santa, cuando no era así. Te lo había dicho aquel día no? Te dije que era mala idea, te dije que si una gota de tu sangre caía en esa puerta estaríamos maldecidos. Te lo dije mierda, ahora no sé que hacer.

Mi padre, tu esposo, le dijo a Taehyung que en una casa abandonada, habrían tres puertas o almas, como quisieras llamarlas y que una de ellas revelaría la verdad. Entonces fue ahí donde los encerraste? Estúpida bruja, había otras maneras de hacerlo, carajo.

En este momento no sé quien es más peligroso, Jungkook, tu, papá o...Taehyung. Me lo dejaste todo a mi por ser el mayor no? Que asco, pero veré la manera de arreglarlo, aunque tenga que matar a mi propia sangre.

Todo esto es culpa tuya. Después de todo, pusiste tu sangre donde no debías y tuviste que pagar con tu alma y la de mi padre, ahora ustedes dos deben estar vagando por no se donde y no me importa. Si es así, solo te pido que me ayudes a encontrar la llave que abriría una de esas puertas.

No puedo permitir que caigan en las manos de Jungkook, y menos en las de Taehyung, pero lo que no entiendo es, porque mi padre nos dejó esa casa.

Según el, es porque a Taehyung le falta trabajo de hombre, y quiere que remodele esa casa con su sudor y sangre, pero no le veo el sentido.

Ahora mismo debe estar contigo, y supongo que sabes la verdadera razón, en fin, lo dejo en tus manos, no demores el ayudarme, es por el bien de la familia.

Sin más, el mayor dejo aquel lugar de muerte, junto con las flores que había llevado. Lo único que esperaba el, era que su madre lo ayudara e hiciera algo bien por la vida de sus hijos.

Un nuevo misterio para Namjoon era la razón de porque su padre les entregaría una casa que tendría sellado los recuerdos del menor en una de las puertas que yacían ahí.

Pronto se sabría la verdad para los dos hermanos que quedaban y para Jungkook también.

Jungkook estaba en la casa en ruinas, sin limpiar el escenario sangriento que el mismo había creado. Simplemente no podía, quería que Taehyung lo mire y recuerde el placer de la sangre. Aprovechó a subir con cuidado las escalera que caían a pedazos, hasta llegar al segundo piso.

No había mucho que ver, solo dos habitaciones en malas condiciones. Jungkook entró de igual manera, para encontrar la llave que buscaba. En la primera habitación, solo encontró vestidos rasgados, y una cama destrozada.

Y en la segunda, nada mas que un cuarto común y corriente, el pelinegro empezaba a sospechar si en ese lugar estaría la llave. La puerta de la mansión sonó de golpe y después un grito desgarrador que Jungkook extrañaba escuchar, era nada más que su tipo de sangre ideal, Taehyung.

El mayor bajó de la segunda planta, encontrando al rubio tirado en el piso llorando descontroladamente.

- Creo que olvidé limpiar este lugar. Lamento mucho que hayas visto este desastre.

Taehyung dejó de llorar, haciendo que la atmósfera se tornara oscura y silenciosa. 

- Sucede algo? Ya sé, no me lo digas, te excita ver tanta sangre verdad? Sabía que te gustaría Taehyung.

- G-gustarme dices?

El rubio se levantó poco a poco del suelo, quedando cara a cara con el asesino.

- Tu lo mataste?

Jungkook no respondió, ya que para el era obvio que si.

- Si lo hiciste. QUE MIERDA TE PASA!! ERA MI HERMANO, INFELIZ.

Taehyung amenazaba con llorar de nuevo, pero esta vez sería de rabia e impotencia.

- No me grites idiota. Lo hice por ti, no aguanto más todo esto.

- Te dije que te largaras, y dejaras en paz a mi familia, pero no lo hiciste.

El menor se había dado cuenta de las armas que se encontraban en la mesa que estaba detrás de el. Se acercó a esta, y empezó a observar con detalle cada uno de esos metales, hasta encontrar uno que llamó su atención.

- No sé nada de tortura Jungkook, pero te haré pagar por esto, no sabes con que familia te haz metido.

- No quiero pelear contigo idiota, baja eso, ahora.

El rubio sostenía un machete para cortar carne que estaba cubierta de sangre seca, suponiendo que el pelinegro ya lo había utilizado.

- No lo haré hijo de puta, mataste a uno de mis hermanos, no dejaré que dañes a alguien más.

- Aunque quisieras no podrás matarme, no tienes estúpida valentía en este momento. Eres vulnerable, débil, eres un cachorro, pero yo puedo arreglar esto. Solo suelta esa cosa, no querrás hacerte daño.

- Te sacaré un ojo, y beberé tu sangre, pero antes debes sufrir hasta que supliques por tu vida Jungkook. Honraré la memoria de mi hermano.

La puerta sonó de nuevo, esta vez viendo una silueta grande, fornida y musculosa, a lo que Taehyung volteó por instinto y vio a su hermano mayor entrando a aquella casa que alguna vez le había advertido que no lo hiciera.

El menor volvió a mirar a Jungkook, y en este solo existía una mirada neutral, para después decir una palabra.

- Morirá.

Namjoon quedó sin palabras por muchas cosas, la primera, era porque su hermano se había reencontrado con Jungkook, su amor psicópata de jóvenes, la segunda, era porque el menor sostenía un machete apuntando a Jungkook para que no avance hacia Namjoon, y la tercera, era porque las tres puertas que yacían en la sala, emitían un sonido bastante inquietante. 

Se escuchaban golpes bastante fuertes, que se expandían por todo el lugar, golpes alarmantes que cada vez eran más rápidos, alarmando a los dos hermanos y al pelinegro.

Taehyung no decía nada, no suspiraba, no lloraba, no presentaba expresiones, simplemente neutro.

-Jungkook, tu dices saber de muerte y de sufrimiento, pero nunca lo haz experimentado. Si algún día mis recuerdos vuelven a mi, seré la primera persona en hacerte sentir el dolor. Devoraré cada parte de tu cuerpo y mi piel será tuya... para después volver a hacer lo que alguna vez fuimos hace años, tenlo por seguro, pero no pasaré por alto lo que hiciste con mi hermano, pagarás con tu propia sangre, diente por diente.

Los golpes de las puertas intensificaron su sonido, agregando un sonido más, el de una mujer susurrando. El mayor la oía con claridad, escuchando lo siguiente:

- Dale fin a este amor, hijo, dale fin a la sangre derramada de inocentes. Una vida menos salvará millones de estas, hazlo por la familia, y entierra la llave en un lugar que nadie pueda encontrarla. 

— Carajo. — Solo pensaba Namjoon al escuchar todo esto, no podía seguir con esto, así que cogió un palo de madera que se encontraba en el suelo, y le dio un golpe en la cabeza bastante fuerte a Taehyung, dejándolo inconsciente.

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