Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Fin.

| Te amo. |

"No se mueres quien se va, se muere quién se olvida."

Su pecho dolió mientras caminaba de un lado a otro en la sala de estar esperando noticias de Peter.

Habían estado tan bien en su penthouse cuando el menor había comenzado a sentirse mal. Lo había llevado al hospital lo más rápido que había podido y enseguida un doctor se había hecho cargo de Peter.

Las ansías de saber cómo estaba no le dejaba en paz. Quería...más bien necesitaba saber si Peter iba a estar bien y todo había sido nada más que una falsa alarma.

No tenía ni idea de que hacer, una parte de él quería hablarle a la tía de el chico y decirle, pero la esperanza de que sólo era una falsa alarma le impedía hacerlo.

Peter no podía morirse, no en ese momento, no cuando estaban tan bien a pesar de que ambos solían tener miedo de lo que iba a pasar el día siguiente, el miedo jamás les había impedido avanzar en su relación. La sola idea de pensar en vivir sin Peter le hacía querer morirse.

—Familiares de Peter Parker.

Se acercó rápidamente al Doctor que había atendido a Peter cuando habían llegado.

—Soy su pareja —respondió, el Doctor asintió luciendo cansado—. ¿Cómo está él?

—Por ahora está estable, pero no es seguro que pase la noche. Tiene que prepararse para lo peor, el cáncer ya contaminó la mayoría de sus órganos, es imposible que siga viviendo por mucho tiempo más.

Sintió que su pecho dolía al escuchar las palabras del Doctor. Esto no podía estar pasándole, no ahora.

—¿Puedo verlo?

Necesitaba verlo, necesitaba que Peter le dijera que todo iba a estar bien y que sólo era una jodida pesadilla. Que iban a vivir muchos años más juntos. Que lo vería graduarse para ser Abogado como el mejor de su generación. Que iban a tener muchos viajes. Que iban a casarse y adoptar un gatito, porque no quería hijos. Lo necesitaba.

—Claro, ahora está sedado pero dentro de unos minutos va a despertar, puede pasar a su habitación, esta en el pasillo cuatro, 123.

—Gracias —el Doctor le resto importancia con un ademán, luego desapareció de su vista antes de disculparse diciéndole que tenía que atender a alguien más.

Inmediatamente se encaminó hacia la habitación de Peter.

Sintió que el aire se le escapaba de los pulmones al verlo más pálido que antes. El menor abrió los ojos con pesar sonriéndole.

—¿Cómo estás?

Se rió sintiendo ganas de llorar.

Peter siempre viendo que estuviera bien antes que él mismo.

—Te estás muriendo y me preguntas eso a mi —bromeó, sintiendo que su pecho dolía.

Peter le sonrió, tranquilizándolo.

—Sé que me estoy muriendo, pero no tengo miedo. Estoy más preocupado por ti que por mi.

La sinceridad de Peter hizo que una lágrima bajara por su mejilla. No podía ser verdad.

—Eres tan malditamente bueno.

Peter se rió. Él se acercó para abrazarlo.

Quería abrazarlo para siempre y jamás soltarlo.

—Tranquilo.

—No puedes pedirme eso. —Se quejó mientras seguía llorando. Los últimos días había llorado más que en toda su vida.

—Tony...

—No —lo cortó con rapidez—. No puedes pedirme que me tranquilice cuando siento que voy a morir contigo, porque yo sin ti no soy nadie. Tú te convertiste en mi vida, ¿cómo voy a vivir sin ti?

—Te amo.

—Dime que todo es un sueño, por favor dímelo. —Peter sollozó con suavidad.

—Te amo —repitió el menor, sus lágrimas no cesaron en ningún momento.

—No puedes hacerme esto.

—Te amo. —Peter repitió por tercera vez mientras envolvía los brazos alrededor de su cuerpo.

—Yo también te amo —respondió en un hilo de voz minutos después.

Toda su esperanza se había muerto, iba a terminar de morir cuando Peter lo hiciera.

—Escúchame con atención. Te amo más que a nada y a nadie, lo sabes. Después de hoy quiero que sigas luchando por mí, recuerda sobre lo que hablamos hace un par de días. Tienes que vivir todos estos días sin mi como si fueran tu último día. Hazlo por mí, por ti y por tus amigos. Sé que ahora quieres desaparecer y deseas que todo esto sea un sueño, pero no lo es. Sé lo difícil que es perder a alguien que amas mucho, lo viví y aún así seguí adelante. Tienes que hacerlo también. Sé que puedes hacerlo.

Fue incapaz de negarse esta vez, el dolor que estaba sintiendo era más del que había experimentando en toda su vida.

—No puedo —insistió sintiéndose perdido.

Las manos de Peter hicieron que él le mirara a los ojos y luego comenzaron a acariciarlo como lo habían hecho hace un par de días.

—Ahora no, pero luego si. Sigue adelante, jamás te rindas. No lo hagas, no me voy a ir para siempre. Tengo el presentimiento de que tú y yo nos vamos a encontrar de nuevo, sólo confía en mi.

—No me pidas eso cuando estás a punto de morir.

Peter sollozó nuevamente.

—Voy a morir sólo cuando me olvides, mientras tanto, yo seguiré viviendo en ti y en otras personas. No me dejes morir, Tony.

Los labios de Peter se encontraron con los suyos.

—Te amo —su pecho se comprimió con más fuerza al darse cuenta de que el menor estaba perdiendo fuerza y los latidos eran cada vez más lentos.

—Yo también, te amo y te amaré por siempre. No importa en dónde esté, te voy a estar amando aunque no lo sepa —Peter hizo una pausa, la maquina que controlaba los latidos comenzó a pitar. Peter lo volvió a besar con un poco de esfuerzo mientras entrelazaba su mano con la suya —. Recuerda, siempre fuiste y serás mi último respiro.

Dejó caer su cabeza en el pecho de Peter cuando se dio cuenta de que el menor ya no respiraba. Doctores entraron a la habitación pero él ya estaba seguro de que no se podía hacer nada.

¿Qué iba a hacer ahora?

—Lo siento —susurró, May negó con la cabeza mientras se abrazaba a Ben.

Había tenido que avisarle a la tía de Peter media hora después de negarse a salir de la habitación de el amor de su vida.

El cuerpo de Peter estaba siendo enterrado. La nieve caía con suavidad, había comenzado a nevar luego de que Peter dejara ir su último respiro.

Algunos amigos de Peter lloraban consolándose entre sí, ni siquiera le importó que el idiota de Osborn estuviera ahí en ese momento, en lo único que pensaba era en Peter.

Se sentía enojado y triste al mismo tiempo.

«Me enseñaste a amarte, a llorarte, a adorarte, pero no me enseñaste a soltarte. Ahora me has dejado, y lo único que quiero es morir y dejar este mundo cruel»

Sus pensamientos eran tan confusos que sólo quería dejar de respirar y no volver a despertar.

May entrelazo sus manos con brevedad.

—Me voy a ir al departamento de Peter con Ben, puedes llegar cuando quieras.

La mujer desenlazó sus manos y luego tomó la de Ben.

Él asintió mientras veía como todos comenzaban a marcharse.

—Lo siento —volvió a disculparse—. Me hubiese gustado conocerte en otra situación.

Los ojos de May se llenaron de lágrimas.

—A mi también.

May se alejó con Ben.

Él esperó a que todos se fueran, dejó la última rosa que le daría a Peter sobre la tumba.

No estaba seguro de poder continuar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro