17
“El verdadero amor no es el amor propio, es el que consigue que el amante se abra a las demás personas y a la vida; no atosiga, no aísla, no rechaza, no persigue: solamente acepta.”
-Antonio Gala.
***
Abrió los ojos, mientras gotas de sudor le caían por la frente. No le costo mucho acostumbrarse a la oscuridad, así que cuando lo hizo, se llevó las dos manos al rostro. Miedo, el miedo se había apoderado de él. No era fácil para él cuando su mente le jugaba malas pasadas y le hacía soñar -más bien recordar- todo lo que había hecho cuando estaba bajo las órdenes de Loki.
El miedo de que Loki fuera a volver y volviera a jugar con su mente lo aterraba de vez en cuando. Él había matado a muchas personas, sí, pero personas que no eran buenas, de eso estaba seguro, y aunque de igual forma no era fácil cargar el peso de todas esas vidas en su conciencia, se le hacía más difícil manejar la culpa de las que había matado cuando Loki había jugado con él. Y aunque técnicamente no era su culpa, el recuerdo no se iba de su mente. Era como un fantasma que volvía para hacerle pasar malos ratos cuando estaba feliz. Laura había tratado de ayudarle, pero de igual forma no había conseguido mucho.
Sintió una corriente de aire calarle los huesos, erizándole hasta el último poro, y se levantó para cerrar la ventana. Podían estar en verano, pero de igual forma en la madrugada era un poco helado, y el estar rodeados de un bosque bastante grande sólo lo aumentaba. Cuando se giró para volver a la cama, vio a Pietro sentado en la cama, restregándose los ojos, y sonrió. Porque para él aquello era sumamente tierno, y eso había logrado que el miedo que sentía se comenzara a disipar poco a poco.
—¿Estás bien?. — la voz de Pietro estaba ronca y somnolienta, él se lo atribuyó a que se acababa de despertar.
Él asintió, y Pietro le miró fijamente, tratando de ver más dentro de él.
—Sólo tuve una pesadilla. — comentó casualmente, no quería hablar de lo que había soñado, al menos no en ese momento. Pietro asintió, entendiéndolo.
—¿Nos dormimos de nuevo?. — la pregunta fue hecha de manera tierna y infantil, Clint asintió, y se volvió a acostar atrayendo a Pietro hacia él.
—Te amo. — entre cerró los ojos, con el miedo volviendo a él, y esta vez ni siquiera sabía a que le temía.
—Yo también te amo. — Pietro contestó, Clint supo que estaba preocupado por él, pero aún así no le preguntó nada.
Amaba eso de Pietro, muchas veces recordaba algo, y se perdía en sus pensamientos. El menor no lo presionaba, entendía que necesitaba su espacio, y no lo atosigaba con preguntas. Al principio le había sorprendido la madurez de Pietro, pero luego se había recordado a sí mismo que Pietro había pasado muchas cosas cuando tan sólo era un niño pequeño, probablemente con muchos sueños.
Reconfortante, así era como sentía dormir con Pietro. A veces pensaba que estaban hechos uno para el otro. Encajaban demasiado bien, y eso ciertamente le daba un poquito de miedo.
Pietro aún era muy joven, se podía volver a enamorar, y él, él ni siquiera pensaba en como sería su vida sin Pietro, porque no estaba seguro de sobrevivir.
Un beso de Pietro antes de quedar dormido le volvió a disipar los miedos. Aprovecharía al máximo todo su tiempo con el menor. Nunca se sabía lo que podía pasar después.
***
Bajo las escaleras suavemente, cuando despertó, Pietro no estaba en la cama. Supuso que estaba abajo, o que había salido a dar una vuelta al bosque para relajarse, grande fue su sorpresa cuando se lo encontró en la cocina, cocinando.
—Woow, amor, ¿te sientes bien?. — preguntó, Pietro se giró levemente para verlo, y frunció el ceño, asintiendo. Él decidió que lo molestaría un poquito más. — ¿Seguro?. — insistió, acercándose. Pietro rodó los ojos cuando él le tocó la frente, preguntándole si tenía fiebre o algo.
Porque que se levantara luego para cocinar no era normal. Pietro era un poco flojo para levantarse de la cama. Él supuso que cuando Strucker estaba experimentando con él y Wanda no se podía dar ese lujo. Cómo espía profesional, y amigo de Natasha, sabía que no era fácil pasar por un proceso así. Suponiendo que el de Pietro había sido peor, por el hecho de que habían usado el cetro de Loki para experimentar.
—¿Tu estás bien?. — el susurro de Pietro lo sacó de sus pensamientos. Él asintió, sintiéndole. — Entonces, ayúdame a servir. — sugirió, él sonrió, mientras asentía.
Pietro había hecho hotcakes y fruta cortada, y también café. Se preguntó internamente que había llevado a Pietro a cocinar, queriendo exponer sus dudas en voz alta, pero se aguantó.
Suponía que Pietro en realidad quería tener una vida normal como se lo había dicho.
»Sabes...— Pietro comenzó mientras él comenzaba a servir para dos. — Cuando era pequeño, solía ayudarle a mi madre a hacer el desayunó con Wanda. Mamá y yo solíamos preparar todo, mientras Wanda y papá servían. — Vio como el menor paraba de cortar fruta, probablemente recordando algo relacionado, él lo observo fijamente, contemplándolo mientras Pietro se perdía en sus memorias. — Deberías traer a tus hijos algún día para cocinar juntos. — sugirió sonriendo, él asintió.
Sus hijos -por suerte- se habían tomado bastante bien el que él saliera con alguien de su mismo sexo. Cooper parecía haberlo pensado un poco, pero luego lo había aceptado. Lila solo le había sonreído, diciéndole que no importaba, que ella lo amaba de igual forma, aunque ya no estuviese con su mamá, y que también iba a querer a Pietro igual que a él. Nathaniel era muy pequeño aún para entenderlo.
Pietro había estado muy feliz cuando él se lo había dicho.
—Probablemente los traiga antes de que comiencen la escuela. — comentó, Pietro artículo un "perfecto". — Ambos están ansiosos de conocerte. Sobretodo Lila, que siempre que voy aprovecha la oportunidad y me pregunta que si cuando le presentaré a el príncipe que se robó el corazón de su rey.
—¿En serio?. — él asintió. — No me lo habías comentado.
—Me lo dijo la última vez que fui, y como en esos días Wanda anduvo por acá, se me paso. Lo siento. — se disculpó. Pietro le sonrió divertido.
—No te disculpes, lo entiendo. — Pietro dijo. — No me enojaré porque a veces no me digas algo. No quiero que seamos una pareja tóxica, quiero que tu puedas tener tu espacio, y yo él mío. No que atosiguemos al otro. — él asintió, ya lo sabía.
—Yo también quiero eso. — dijo, mientras se acercaba a Pietro y lo abrazaba por la espalda. El menor recostó la cabeza en su hombro. — Me encantas. — susurró contra el lóbulo de Pietro.
—Y tu a mi. — Pietro se dejo hacer cuando él lo giró y atacó sus labios, no era mentira que se había hecho adicto a los labios del menor, le encantaban.
Amaba lo dulce y suaves que eran, besarlos era como saborear el más dulce néctar que existía. Y eran suyos, sólo suyos.
—Sabes...— comenzó, mientras Pietro metía el rostro en su cuello. — La vez que no deje que Wanda jugara con mi mente, y la detuve, no fue por quererle hacer daño. — paso saliva. — Una vez habían jugado ya con mi mente antes, y digamos que cuando desperté del mundo en el que estaba metido no fue muy agradable. — Pietro dejo un suave y delicado besó en su cuello. — Maté a muchas personas inocentes...— cerró los ojos al recordar todas las imágenes que su mente le enviaba cuando más feliz se encontraba. — Muchísimas, colaboré en algo que casi destruyó el mundo. Loki dijo que tenía buen corazón, y luego me usó. Porque lo único que él quería era destruir al mundo, a nosotros, a Thor. — Pietro comenzó a acariciarle la espalda. — A veces siento que me ahogo en los recuerdos, todo es muy difícil para mi. He asesinado a muchas personas, pero no todas eran buenas personas, eran crueles, mafiosos y otros peores. Pero pensar en que por algo que yo lo decidí mate a muchas personas, me abruma. Tengo miedo de que un día le quede sólo por todo lo que he hecho. — aceptó gustoso el abrazo que Pietro le dio, lo necesitaba. Sintió algo caliente en sus mejillas, y se dio cuenta de que estaba llorando.
—No me importa lo que hayas hecho, lo único que me importa es que estás conmigo. Te amo, y eso no cambiara por tu pasado, y por algo que no hiciste consciente. Se todo, Clint. Strucker nos dijo todo en su odio hacía ustedes. De una versión diferente, pero lo básico lo sé. Tienes buen corazón, sé que no harías algo que lastimará a los demás. Sé que quizás no tenemos años de conocernos, pero te conozco lo suficiente como para saber que no lo harías. No te dejaré, estaré contigo en las buenas y las malas. Porque te amo, y porque quiero verte bien. Te ayudaré a salir de eso, costará, probablemente, pero lo haremos, juntos lo haremos. Yo también siento que me ahogo a veces por lo que hice, pero estoy seguro de que ambos lo superáremos. — él asintió, confiando en las palabras de Pietro. Sabía que lo podían hacer, juntos y sólo juntos. Sólo ellos dos. — Loki quedará fuera de tus pensamientos...
—No estoy seguro de ello...— interrumpió. No le había hecho nada cuando había tenido oportunidad, pero eso no quería decir que dejara de odiarlo. — Lo odio. — confesó.
—Yo también, lo odio. Pero el odio no es un sentimiento bueno, y me encargaré de que ambos seamos capaces de desaparecer el odio de nuestras vidas. Sólo así seremos felices. — aseguró el menor. — Sé que ahora lo odias mucho, pero piensa en que tal vez él tenía razones, así como yo las tenía. Todos nos movemos por razones. Nadie es malo o bueno sin razón. A veces las mismas personas que amamos te obligan a ser de un modo que sabes no serías normalmente. Aunque ellas no se den cuenta. Piensa en que él quizás no la paso tan bien durante su vida. — él negó con la cabeza.
—No puedo.
—¿Por qué?. A mi me diste una segunda oportunidad, estoy seguro que se la podrías dar a él. — insistió Pietro.
—No es lo mismo. Tú y Wanda se arrepintieron, él no lo hizo.
—¿Cómo sabes eso?. No lo has visto desde que se fue. No sabes su en todo este tiempo se arrepintió. — cerró los ojos, Pietro tenía razón. Pero él sentía que no podía, en serio quería, pero no podía. —Sé que puedes hacerlo, Clint. Si quieres algo de corazón, ese algo siempre lo podrás conseguir.
—Está bien. — aceptó, no podía decirle que no a Clint. Sintió la sonrisa de Pietro en su cuello, y supo que fue la mejor decisión que pudo haber tomado.
—Te amo, pero creó que será mejor que comamos. Los hotcakes se enfriarán, y a mi le gustan calientes. — rodó los ojos ante la doble intención, y dejó que Pietro se alejara de sus brazos, no sin antes darle un beso.
—Bien, corazón, veamos como te quedaron.
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