Evimeria.Zona Norte.

Habíamos optado por ir a dormir.Todas aquellas decisiones de último momento me habían dejado muerto,y Jane no había dicho nada al respecto.

-Jane, ¿no dirás nada sobre todo lo ocurrido?-murmure mientras dejaba dos vasos de cristal llenos de agua en una de las mesas cerca de la cama.

-Me da igual Andrea y Evimeria.¿Te sirve?...-estaba más borde que de normal,y lo sabia.

-¿Te ha dolido lo que ha dicho Benjamin,cierto?-me metí lentamente entre las sabanas,mirando a Jane.

-No quiero hablar de eso.

-Jane,no puedes estar esquivandolo toda tu vida...Es algo que ha pasado.-murmuré,sentandome en la cama.

-Me da igual.-murmuró,tumbada,dándome la espalda. Sabía que estaba enfadada.

-Pareces una niña pequeña enfadada.Sabes de sobra que lo que estás haciendo es ridículo.Si sigues pensando que así solucionarás todo,estas equivocada,por que nosotros...-aquella presión en mis oídos me corto.Me tape estos como pude,mientras veía como se agrietaban los vasos que había traído y se rompían en pedazos.Habia sido Jane.Cuando vi que el dolor cesaba,me destape los oídos.-Jane...-murmure.

-¡¿No lo ves,no os dais cuenta?!-se giro,mostrandome como sus ojos de nuevo se habían amoratado,y como sus oídos segregaban algo que no quería saber que era.Me sentí mal,sabía que Jane era frágil,y que intentaba hacerse la dura.Sus ojos se cristalizaron. -¡Somos raritos con...con cosas que sólo causan problemas!¡Y encima no sabemos por que tenemos que ser nosotros!-la chica estaba realmente angustiada.

-Jane...

-¡No puedo más,Keith!...-la chica se derrumbó,agarrando mi brazo.-¡No puedo más!¡No puedo estar todos los días sin dormir,con pesadillas o con dolores de cabeza y oídos!¡No quiero volver a dejar sordo a nadie Keith!-realmente estaba harta.Trague saliva,mirándole.Tan solo pude abrazarla y pegarle a mi.

-Vamos a arreglar todo,Jane.Te lo prometo.Te doy mi palabra.-acaricie su cabello.Ella también solo se aferró con fuerza a mi camiseta,temblequeando.
Jane jamás había conocido la potencia de su defecto.

-Solo se mover cosas con la mente.Nada más.

Desde que me dijo aquello supe que no se conocía,y temía hacerlo.Jane siempre fue algo tímida y desconfiada.Era como una piedra,fría y dura,como un diamante en bruto.Desde hacia tiempo Jane había comenzado a tener pesadillas.No eran muy raras,pero para ella eran dolorosas.Salia gente que desconocía o que no quería volver a ver.Segun ella,había sufrido también bastantes situaciones que había soñado.Situaciones cortas y sin sentido,pero que soñaba y se realizaban de forma involuntaria.Habia comenzado a tener miedo a dormir y habían días donde directamente no dormía,veía la televisión como podía en el salón,junto una manta y café.Habia veces que me desvelaba con ella y le acompañaba,hay veces que la soledad no es buena.
Tiempo después le llegaron los dolores de cabeza,y junto a ello,el dolor de oídos cada vez que usaba su defecto.Habia descubierto algo,o al menos,había creado una teoría.Cada vez que usaba sin medida su defecto,a ella y a mi nos dolían los oídos.En cambio,si nos los cubriamos con las manos o tapones, el dolor se debilitaba.Yo imagine que aquello era presión,como cuando buceas muy abajo, o subes muy alto.La presión variaba y aumentaba según su fuerza.Habia veces que era involuntario,había veces que ella lo intentaba y lo conseguía.De cualquier manera,resultaba herida.Sus oídos se resentian y supuraban,y sus ojeras y zona de los ojos,debido la fuerza,se tornaban de un suave tono violetaceo rojizo.
Jane había empezado a empapar mi camiseta de lágrimas.Tan solo acariciaba su cabello.

-Ey,¿te acuerdas ese estribillo que dije que podías cantar cuando estuvieses harta?...-la chica no respondió.Yo tan sólo sonreí suavemente,intentando calmarla.-Ya sabes...esa canción que te comenté una vez.

-No me acuerdo...-susurró.Sonriendo negué.

-Ya sabes,esa que va creciendo lentamente,y llega a lo más alto.-comence a tararearla con suavidad.Ella tan sólo cerró sus ojos,frunciendo su ceño. Sabía que odiaba dormir,o al menos intentarlo,pero no sabía bien por que,conmigo a su lado se le hacia mas sencillo.Comenzo a tararear en voz baja,casi en murmuros. Yo paré para poder oírla,y ella lo hizo al dejar de oír mi voz.

-No me hagas cantar sola,es ridículo...-murmuró.

-A veces,la mejor forma de expresarse es con una canción...-susurré.

-No estamos en una película de animalitos de dibujos.No seas estúpido.-murmuró.-Sigue cantándola. - y eso hice.Sabia que en el fondo había cogido cariño a mis canciones.Siempre que podía cogía mi guitarra vieja y practicaba con ella.El tiempo en la zona norte era muy aburrido y largo,y de alguna manera tenías que divertirte.Eso y fumar algún que otro cigarro eran mis únicos hobbies.
Cuando me di cuenta,Jane había caído rendida una vez más.Tan solo la acurruqué y me dormí junto a ella.