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Parte Única.

El libro cayó de sus manos, había terminado de leer el último libro sobre brujas en la Biblioteca de la ciudad.

Seokjin estaba tan fascinado con aquel tema. Las brujas, los hechizos, los conjuros y la magia le llamaban la atención, se sentía reconfortado cuando leía sobre ellas ¿Tenía que preocuparse?

Halloween estaba a la vuelta de la esquina y como hace cinco años atrás, se quedaría fuera de casa buscando a aquellas mujeres ya que se decía que para Halloween ellas salían de su hogar en busca de niños para alimentar sus almas y para seguir sus hechizos. Bien, lo averiguaría.

¿Terminaste? el chico que ayudaba en la Biblioteca habló.

Oh, sí. Terminé con aquel, pero me gustaría llevarme este elevó un libro sobre recetas y conjuros "reales" de brujas.

Ese es bueno Seokjin, mi primita lo recita todos los días rio un poco.

Seokjin también rio, sintiendo sus mejillas calentarse por la vergüenza. Sabía que el chico no lo decía con la intención de ofender o avergonzarlo, pero no podía evitar sentirse así.

Sí... Me llevo este, ya sabes, mi hermanita tiene una tarea en sus clases de arte y la maestra les pidió hacer un conjuro como si fueran brujas, yo solo trato de ayudarla rio nervioso.

En verdad no tenía ninguna hermana, era hijo único pero aquel chico no se tenía que enterar. 

Ya veo... Por cierto, si lo necesitas, nos llegó un libro hoy, al parecer todas las Bibliotecas que lo aceptan terminan regresándolo, supongo porque es feo. Sígueme, si lo quieres es todo tuyo.

El chico comenzó a caminar, llevándose los libros que Seokjin había terminado de leer, colocándolos en su lugar a medida que caminaban hasta la pequeña recepción de la Biblioteca.

Seokjin lo seguía en silencio, abrazando en su pecho el libro de conjuros. Sí, era un poco extraño, pero no lo hacía con la intención de que aquellos conjuros funcionaran, de hecho, ninguno lo hacía, solo que amaba el Teatro y cuando iba a casa después de un día difícil entraba en el papel, vistiendo de negro, colocándose una capucha como las que llevaban las brujas. Se colocaba un sombrero negro de punta y junto a su pequeño gato negro llamado "Salem" Comenzaba a recitar las historias que creaba en su cabeza después de leer tantos libros sobre brujas.

Es este el chico colocó un gran y viejo libro enfrente de él.

Algo dentro de Seokjin había saltado al mirarlo, como si aquello le pertenecía. Como si lo hubiera perdido y lo hubiera entrado después de mucho tiempo.

Me lo llevo casi gritó.

Es todo tuyo, nadie se dará cuenta de que esta cosa no está, así que adelante, te lo regalo.

Seokjin saltó emocionado, mirando como el chico comenzaba a meterlo en una bolsa de papel, junto al otro libro que se llevaría a casa.

Que no se te olvide que el libro infantil lo regresas el próximo lunes o tendrás un pequeño recargo avisó, mirando como Seokjin comenzaba a salir de la Biblioteca.

Lo sé, lo traeré antes del lunes.

Y así fue como Seokjin tomó camino hasta su casa.

Hacía frío, las hojas caían de los árboles, era un escenario muy bonito. Miró una banca, rápidamente tomó lugar, sacando aquel viejo libro.

Este era grande y pesado, el tipo de pasta era muy diferente al de los libros comunes, de hecho, parecía un libro auténtico de brujas, pero claro, no podía ser, era solo un tonto libro para niños que le hacía tanta ilusión.

Del otro lado de la calle un joven pálido y de vestimentas negras miraba en su dirección. Algo había llamado su atención y cuando lo notó, miró como aquel guapo joven sacaba el viejo libro de su familia.

Sus ojos se aguaron de solo recordar como su familia era asesinada por intentar proteger ese libro. Aquel que llevaba escrito cada conjuro poderoso, cada historia de la familia, cada maldición, incluso la forma de como revivirlos.

Quitó una lágrima que bajaba de su mejilla para cruzar la calle y caminar hasta el chico. Este tenía una gran aura de luz, un campo de protección. Sus ojos se abrieron grandes. Aquel joven no parecía ser un brujo, de hecho, ni siquiera parecía saber que aquel libro que llevaba en manos eran los restos de la piel del más grande enemigo de los Min.

Seokjin sintió que era observado. Al levantar la mirada no había nada ni nadie, solo un gato negro que lo miraba curioso. Entonces lo recordó, tenía que llegar a casa, alimentar a Salem y si no se encontraba muy cansado hacer una pequeña obra de Teatro con su nuevo libro.

Regresó este a la bolsa para comenzar a correr lejos del lugar. Al llegar a casa pudo escuchar a su mascota maullar mientras caminaba entre sus piernas.

Seokjin lanzó la bolsa al sillón más cercano, cerrando la puerta detrás de él mientras cargaba al minino.

¿Cómo estuvo el día hoy, Salem? ¿Espantaste a las brujas que quisieron entrar? preguntó riendo mientras buscaba la comida del gato.

Cuando la encontró alimentó a Salem para pronto dirigirse a su habitación donde se dio una ducha. Al salir se quedó mirándose enfrente al espejo con una toalla enredada alrededor de su cuerpo y otra en sus cabellos. ¿Se sentía cansado? Se miró un poco más, sonriendo porque todavía tenía la energía suficiente para recitar aquellos conjuros.

Caminó hasta la ventana de su habitación, se asomó notando que no había nadie. Comenzó a vestirse enfrente del espejo sin notar al gato negro que lo observaba desde el árbol junto a su ventana.

Cuando terminó corrió por los libros y Salem que lo seguía de cerca. Nuevamente llegó a su habitación, buscó su sombrero y el de Salem colocándole al gato primero su sombrero para después colocarse el suyo.

¿Con cuál empezamos, Salem? preguntó, mirando ambos libros.

El gatito maulló, subiéndose a la cama de un brinco. Sentándose para mirar a su dueño con tranquilidad.

Excelente idea, Salem, podemos empezar con el cuento infantil, ya nos sabemos esos conjuros, luego podemos seguir con nuestro libro nuevo.

Rápidamente abrió el libro infantil, buscando entre las páginas hasta que encontró el conjuro indicado.

Sacudió su cuerpo, borrando su sonrisa, para entrar en el papel de un maligno brujo.

Salem, mi querido, Salem apuntó al gato—. Has sido mi más fiel ayudante, es por eso que hoy te convertirás en humano dijo.

Con un movimiento brusco había hecho volar su capucha en su cuerpo, caminando hasta su mesita de noche. De ahí sacó pequeños frasquitos de agua con colorante vegetal.

Tomó dos de estos regresando hasta el gato. Ahora tomó el pequeño plato que esperaba por ellos. Ahí vertió ambos frascos de agua hasta que estas se mezclaron, creando un color verde oscuro.

Salem, por el poder que corre en mis venas, por la magia que el señor Diablo me dio, hoy te convertiré en un humano recitó, leyendo aquel tonto conjuro del libro, claro, cambiando algunas palabras para que dejara de sonar tan infantil—. Ojo de perro, dedo de un hombre muerto, pelos de gato, patas de araña. El elixir completo para que tú, mi querido seguidor ¡Te vuelvas humano!

Dejó el pequeño plato enfrente de Salem, este olfateo hasta que bebió de el. Pronto Seokjin tomó uno de los juguetes del gato, comenzando a moverlo enfrente de este.

El gato comenzó a saltar para intentar atraparlo, pero en la cabeza de Seokjin se trataba del hechizo haciendo efecto en el.

Cuando tuvo suficiente, paró, riendo a carcajadas. Dejándole el juguete al gato mientras lo premiaba por su magnífica actuación.

Vamos Salem, descansa un poco, ahora practicaremos con el libro nuevo avisó.

Ni Salem, ni Seokjin se habían dado cuenta del gato que cada vez se acercaba a la ventana.

Después de descansar un poco Seokjin tomó el libro, llevando a Salem de nuevo a la cama para tomar lugar a su lado.

El gato se recostó a su lado mientras Seokjin se acomodaba para leer un poco y comenzar a practicar su próxima actuación.

Abrió el libro sintiendo como su piel se erizaba, aquello lo relacionó con la emoción de querer leer lo que ahí había escrito.

Hechizo pica-pica para mis enemigos leyó—. Hechizo para acabar con la humanidad pasaba las páginas mientras leía—. Hechizo para remediar muertes injustas...

Aquella llamó su atención por alguna extraña razón.

¡Oh! esta es una poción, pero también hay un conjuro. Vamos a probarla, Salem.

El gato maulló nuevamente, subiéndose al regazo de Seokjin, sentándose encima del libro.

Apártate, Salen, lo dañarás.

Pero el gato seguía insistiendo, no se apartaría de ahí.

Seokjin cerró el libro, tomando al gato y bajando de la cama. Él también se puso de pie, volviendo a tomar el libro. Pronto regresó a la misma página.

Se posicionó, suspirando por lo que estaba a punto de hacer. Soltó otro suspiro, ahora comenzó a leer aquel conjuro en voz alta, entrando en el personaje que tanto había creado y perfeccionado.

Al decir la primera palabra Salem se había lanzado a la cama maullando fuerte, tan erizado. Incluso había bufido con enfado.

Cálmate, Salem le reprochó...Y cuando este conjuro termine regresarán a mí para juntos castigar a quienes dañaron a la familia —terminó, pero nada pasó—. Ves, Salem, te dije que nada pasaría.

Dejó el libro en la mesita de noche con la intención de quitarse su disfraz, pero pronto las luces comenzaron a parpadear, sintiendo como la casa temblaba. Salem bufia con furia, casi como intentando sonar a la defensiva, tan listo para atacar y defenderse. ¿Qué estaba pasando?

De pronto todo volvió a la normalidad, o eso creía. Su ventana se abrió con fuerza, un gato negro entró de un gran salto. Nuevamente Salem volvió a bufir, colocándose en modo de ataque.

Seokjin había pegado un gran salto cuando aquello ocurrió. Su corazón iba al mil, ese gato le había dado un gran susto y seguro solo había entrado para aparearse con Salem.

Fuera gato, mi Salem no está disponible.

Este hizo un sonido extraño. Pronto comenzó a crecer y crecer, cuando estuvo consciente de lo que pasaba un pálido chico estaba enfrente de él.

Seokjin cayó al suelo, se había desmayado.

Al abrir los ojos podía sentir la lengua rasposa de Salem en su mejilla. Su cabeza le dolía.

Logró sentarse en la cama, Salem soltó un bufido alto, dispuesto a atacar a lo que sea que se escondía en las sombras de su habitación.

De ahí apareció aquel hombre. Retrocedió en su cama, intentando buscar algo para defenderse. 

No te puedo hacer nada, al parecer alguien hizo un hechizo de protección en ti bufó. Su voz era tan ronca y oscura.

¿Qué? ¿Quién eres? su voz tembló —. Si esto es otra de las bromas de los estúpidos adolescentes de la casa de alado te digo que no me da miedo, largo de mi casa, vándalo.

El pálido chico se rio, negando mientras se acercaba. Nuevamente Salem lanzó un bufido en su dirección. Seokjin se asombró, Salem nunca se había portado así, era como si intentara protegerlo. 

¡Oh! su mirada se posó en el gato—. Eres tú, tú creaste ese hechizo de protección en él. Magnífico comenzó a aplaudir.

Estás loco. Vete de mi casa, por favor.

No lo haré, resulta que tú eres la pieza restante que necesito.

¿Qué? ¡Largo de mi casa! gritó.

Tomando uno de los aburridos libros de economía que reposaban en su mesita de noche se lo había lanzado. El libro ni siquiera lo había logrado a alcanzar, este se había prendido en llamas, consumiéndose en el aire hasta que no quedó nada.

Los ojos de Seokjin estaban muy abiertos, Salem seguía erizado y soltando bufidos en dirección del desconocido.

Me cansé de ti y de ti apuntó a Seokjin, luego al gato—. No quería presentarme así, pero lo haré.

Seokjin no podía alejar la mirada de ese extraño hombre. Este vestía de negro, su cabello negro resaltaba su pálida piel, haciéndolo ver tan bonito. Llevaba las uñas de sus manos pintadas de negro y su aura era oscura ¿Quién diablos era él?

Deja de juzgarme advirtió—. Soy Min Yoongi, el último brujo de la secta de los Min y necesito de tu ayuda suspiró.

¿Qué? Seokjin no podía creer lo que el chico decía—. He leído ese apellido antes...

Se levantó de su cama, corriendo del otro lado de su habitación, sacando su libro de Investigaciones.

Aquí está... Los Min. Familia de brujos, todos eliminados por hostigar y lastimar a la gente del pueblo...

Eso es basura, mi familia no era tan mala y es por ello que necesito de tu ayuda para que regresen y puedan demostrarlo... Tu magia y la mía es la clave para lograrlo, el conjuro que dijiste hace unos minutos hubiera resultado si ambos lo dijéramos al mismo tiempo con todo lo que se necesita para ello.

¿Por qué yo? preguntó con ojos desesperados.

Eso quisiera saber... Tú apuntó a Salem.

El pálido brujo comenzó a recitar un hechizo. El gato lo miraba como esperando a que terminase y así fue.

Pronto Salem comenzó a transformarse encima de la cama de Seokjin hasta que un humano desnudo apareció delante de sus ojos.

Kim... casi gruñó el brujo.

Seokjin estaba atónito, mirando al joven chico que cubría su desnudo cuerpo con las sábanas de su cama.

Min, un placer volver a verte sonrió, formando una sonrisa cuadrada en sus labios.

El brujo rápidamente logró vestirlo, ahora Salem... O quien sea que fuera ese chico, había bajado de la cama, abrazando a Seokjin con fuerza.

No tengo tiempo para este teatro... ¿Qué es todo esto, Kim?

Mi hermano sabía que esto pasaría, Seokjin nacería igual que nosotros, pero Namjoon no quería que su preciado hijo estuviera dentro de este mundo. Lo quería mantener tan lejos de brujos como tú casi escupió el joven—. Es por eso que al nacer me pidió cuidar de su hijo, en el primer momento que sus ojos se abrieron y me miraron un hechizo de protección cayó sobre él sonrió, mirando a Seokjin con ternura.

No entiendo nada y de verdad tengo muchas ganas de vomitar su rostro había perdido color, mirando al pálido y al otro hombre con temor.

Sobrino, me presento al fin caminó hasta él, tomando una de sus manos con cariño—. Soy Kim Taehyung, hermano de tu padre, Kim Namjoon... Tu padre te mantuvo lejos de este mundo porque te quería proteger, pero al crecer cada vez amabas todo lo que tenía que ver con nosotros. Está en tu sangre y ese es tu poder. Eres un brujo blanco, sirves para el bien, eres tan inocente y puro... sus lágrimas casi caían de sus ojos al mirarlo con adoración—. Ahora que lo sabes te llevaré con la familia, ellos estarán felices de volver a verte. 

Mis padres están muertos su labio tembló.

No, eso fue lo que te hicieron creer, pero cada día tu padre estuvo cuidando de ti desde la lejanía. Cada que te dormías me escurría por la ventana de tu habitación para ir con él y hablarle sobre las obras de Teatro que tan bien nos salían.

Sus mejillas se sonrojaron. Sus ojos se apartaron del joven chico, mirando al pálido brujo que miraba la escena con aburrimiento.

Tu poder es tan poderoso, me atrevo a decir que eres mucho más fuerte que tu padre y eso ya es mucho. 

Sí, ahora ve a la parte donde le dices que no envejecerá por unos largos años, pero a cambio tendrá que combatir al mal junto con ustedes... ¡Oh! ya se lo dije, lo siento, me lo tengo que llevar.

Y moviendo su mano lo había atraído a su cuerpo. Taehyung intentó detenerlo, pero era tan débil, no podía hacer mucho si la transformación de gato a humano había consumido casi toda su energía.

Cuando Seokjin entendió lo que pasaba a su alrededor ya estaba siendo arrastrado por el pálido brujo. No sabía dónde estaban, era un bosque, no había civilización cerca o algo que podría hacer para pedir ayuda.

Bienvenido, Seokjin dijo con ironía—. Ignora el olor a muerto, recién tuve que buscar al muerto más reciente para mi poción.

Y Seokjin casi vomita al sentir el olor fétido que desprendía un cuerpo a la derecha de la casa.

Déjame ir, recién me enteré que soy un brujo blanco, no puedo ayudarte en nada sus lágrimas mojaron sus mejillas.

Y cuando Yoongi miró al brujo blanco maldijo en idiomas diferentes. La cosa que pensó que era inexistente en él había comenzado a latir rápido. Cayendo de rodillas enfrente del chico. Seokjin lo miró sin entender, rápidamente lanzándose al suelo para saber que le pasaba al brujo.

Entonces Yoongi los escuchó a todos. A todos sus enemigos, a todas las personas que había torturado, incluso al gran señor de la oscuridad, riendo. No podía ser verdad ¿No es así? Solo era una tonta leyenda inventada por brujos blancos, pensando que todo se relacionaba con el amor cuando no todo era así. Él estaba podrido, casi quemado por las llamas del infierno. Él era un brujo oscuro, sin sentimiento, sin compasión, sin corazón, no debería de estar sintiendo aquello en su pecho.

Déjame tocar... su mano se movió directo al pecho de Seokjin.

Este se movió, tan asustado por lo que pasaba.

De un rápido movimiento logró colocar su mano en el pecho del brujo blanco. Este se había iluminado. Seokjin también se sorprendió, pero se sentía tan bien con eso.

Vamos, coloca tu mano en mi pecho —pidió.

Seokjin lentamente la acercó. Lo mismo que había pasado con Yoongi minutos atrás pasó con él.

Habían tocado su alma. Pocos eran los que lo podían hacer y ese era el amor verdadero, tan irónico porque solo pasaba con brujos blancos y brujos negros, como un castigo para ambos, pero a medida que pasaba el tiempo, los dos comenzaban a sentirse bien, hasta que el amor los consumía y ambos podían elegir si ser uno mismo para la magia oscura, o para la magia blanca.

Seokjin, no me lo vas a creer...

Lo se. Se lo que esto significa, lo leí en uno de los libros... No pensé que sería real sus lágrimas mojaron sus mejillas.

Yoongi tuvo un impulso, abrazando al brujo blanco, escondiéndolo en su pecho, dejando leves caricias en sus cabellos.

Yo no conozco este mundo susurró en su pecho—. Hace unos minutos atrás yo era un actor de obras para niños con historias locas y vistiendo un disfraz horrible que compré en la tienda de disfraces. No pertenezco a tu mundo, no puedo hacer que tus padres regresen, no puedo hacer magia con solo mover los dedos... No puedo.

El brujo no dijo nada, solo se acercó a sus labios para besarlo. Ambas fuerzas comenzaron a crecer en sus pechos, volviéndose los brujos más poderosos sin ellos saberlo.

Ambos disfrutaban de aquel dulce beso hasta que Seokjin fue apartado del pálido. Los ojos de Yoongi se abrieron grandes, su familia estaba ahí sujetando a Seokjin con fuerza.

Ustedes... las palabras no salían de su boca.

¡Perdías el tiempo con este tonto brujo blanco mientras nosotros éramos castigados en el infierno! su madre gritó

No... Yo...

Tu padre logró sacarnos de ahí y nos lo pagas así besándote con este idiota. 

No... No fue papá habló, poniéndose en pie, retirando las finas lágrimas que habían bajado por sus mejillas. 

Fue mi hijo una imponente voz sonó detrás de ellos.

Kim Namjoon estaba ahí. Su cabello era plata, dándole una apariencia más pura de lo que imaginaba. Junto a él estaba Taehyung y otros miembros del aquelarre blanco que Yoongi no reconocía.

Mi hijo es tan poderoso que no necesitó de sus tontas pociones para regresarlos a la vida, así que déjenlo ir, no quiero que ningún Min lo vuelva a tocar demandó.

Seokjin comenzaba a hiperventilar. Su padre al que creía muerto estaba enfrente de él. Salem, no, Taehyung también estaba ahí y detrás de ellos había más personas. El señor Min lo sujetaba con fuerza, podía mirar como aquellos brujos de vestimentas negras miraban la situación atónitos.

Un grito salió de su garganta. Todos cayeron al suelo cubriendo sus oídos ante la fuerza del brujo blanco. Pero a Yoongi parecía no afectarle, él estaba ahí de pie frente a él mirándolo con cariño.

Los Min y los Kim miraban lo que entre ellos pasaba. Sus manos se entrelazaron, siendo la última pieza para ambos sentirse tan poderoso. Incluso Seokjin sentía la magia en su cuerpo y lanzando una bomba de humo ambos brujos habían desaparecido.

Las familias no lo podían creer, sus hijos estaban hechos para estar juntos. La madre de Yoongi cayó al suelo sin creerlo lo que sus negros ojos habían visto.

Namjoon simplemente desapareció, llevándose a su familia y a los otros brujos blancos del aquelarre que los habían ayudado.

Por años historias se contaron sobre aquellos amantes, eran inmortales, tendrían tanto tiempo para estar juntos. Así fue como lograron apartarse de la sociedad con una burbuja de protección para que ninguno de los brujos de los dos diferentes aquelarres los encontrase.

Yoongi le enseñó a Seokjin como usar sus poderes, eran tan lindos juntos. Si Yoongi mataba unas cuantas flores al pasar junto a ellas, solo bastaba que Seokjin también pasara por su lado, reviviéndolas y volviéndolas más lindas y fuertes.

Como nadie los encontró no pudieron obligarlos a elegir si serían brujos blancos o negros, pero a ellos les gustaba así. Siempre tendría que haber un toque puro en la maldad y un toque oscuro en lo puro.

~~~~~

¡Hola!

¿Cómo están?

¿Qué les pareció?

Esta idea se me ocurrió en la madrugada así que tuve que escribirla y este fue el resultado jaksjja

La verdad es que si me gustó, creo que no fue tan de terror pero contiene temas sobre brujas y brujos

Espero que les guste mucho ❤

Como notaron no todos los chicos se mencionaron pero en mi consciencia estuvo que Hoseok, Jimin y Jungkook también pertenecían a diferentes aquelarres, ya sean en el de la magia oscura o la blanca, eso ya se los dejo a su imaginación 💜

Voten y comenten para que sepa que les gustó 🥺❤

Créditos© al creador del video

¡Adiós!

~×~×~×

Portada hecha por: DanielaNavarro5 ♡ ¡Muchas gracias!

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