—No ha sido una de tus mejores citas, pero el doctor reconoció que sí has tenido un avance. —Animó su madre mientras conducía el auto camino a casa, quizás quería engañarse a sí misma un momento.

— ¿Tú lo crees? —Preguntó Freddy mirando a la ventana, odiaba el camino a casa después de alguna terapia, siempre era un rato incómodo.

— ¿No sientes que has avanzado aunque sea un poco Freddy? —Lo mira al pararse un momento en un semáforo en rojo.

Él le echa un vistazo a las nuevas pastillas que debía consumir en sus manos, se debería sentir optimista ¿no? mientras más fuertes, era un Fred que menos pueda molestarlo.

Pero no sentía que eso representara un avance.

—Eso... eso sentía. —Confesó con sinceridad en un murmullo de voz, pensaba que al no depender de las pastillas era algo, hacer acuerdos con Fred y que ambos cumplieran también podía contar como un avance. Pero ahora todo apuntaba a que en realidad eso no era así, y eso lo hacía sentirse tan confundido.

¿Qué es hacer lo correcto?, ¿Depender de pastillas o intentar vivir sin ellas?

— ¿Es por lo de las pastillas? Sí quieres podemos...

—No, está bien, las tomare, lo... lo prometo. —La miró, también mintiéndose a el mismo, ¿acaso era una mala costumbre que tenían los Fazbear?

Su madre le sonríe ligeramente, llevando una mano a su mejilla.

—Así se habla Freddy.

El dolor volvía.

Su madre dejó su mejilla y retomó el camino tras ver luz verde, el resto del trayecto fue escuchar la radio, el sonido de la música le parecía lejano, y Fred seguía sin comentar algo.

Una hora sin que mencionara alguna palabra, sin haber ingerido alguna pastilla, era alarmante, y Freddy no sabría decir si la paz de pensar sin que una voz te respondiera le trasmitiera alegría, sino miedo, algo no andaba bien.

— ¿Hablaste con tus amigos? No quiero que pierdas los apuntes que dieron hoy en la escuela.

Eso trajo a Freddy a la realidad, metió las pastillas en el bolsillo de la chaqueta y sacó su celular, notando que, en efecto, sus amigos han estado preguntando por su paradero.

Era en parte un alivio y en otra una sorpresa notar que su falta al colegio les preocupara tanto, con las prisas el único mensaje que les había dejado a sus amigos explicando el porqué de su falta de hoy dejaba mucho que desear.

Solamente les dejo un...

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Chicos, hoy no iré a clases tengo que ir a hacerme unos exámenes.

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Y comenzaron la lluvia de preguntas.

"¿Exámenes? ¿estás enfermo?"

"¿Todo bien Freddy? ¿De qué son los exámenes? Espero que todo salga bien"

"Claro Freddy, pero oye ¿acaso te refriaste o algo?, ayer estabas muy bien"

El castaño pasó de largo las preguntas, les escribiría más tarde, realmente el revoloteo de hoy lo dejó cansado mentalmente cómo para tener ánimos de mantener una conversación en dónde debía aparentar que no acababa de salir de un hospital psiquiátrico.

Se detiene al leer un mensaje en particular.

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[ Nuevo Menaje ]
Hora: 11:30am

Hola osito ¿cómo estás? Oye me contaron que no venias hoy al colegio, es una pena ¡hoy teníamos teatro!, de todas maneras espero que todo esté en orden por allá.

¡La maestra casi me pilla usando el celular!

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Freddy rió a lo bajo y continuó leyendo.

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Por cierto, ¿irás mañana con nosotros al cine?

Hoy desayunamos todos juntos, bueno Toddy no estaba... (decidí que iré a buscarla después de teatro), los demás están muy emocionados por ir a ver la película.

Ya sonó la campana.

¡Debo irme!

Pd: Mi teléfono esta por morir, te escribo cuando llegue a casa, ¡cuídate! <3

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El castaño miró la hora.

3:56pm

«Ella ya debe de estar saliendo de teatro» —Pensó un momento.

—Freddy ¿quieres que compremos algo para cenar? o ¿prefieres comer lo que sobró del espagueti de ayer?

Dolor.

«¡Suficiente!»

Freddy abre más sus ojos de la sorpresa y al segundo los cierra con fuerza, Fred toma el cuerpo sin explicar nada.

— ¿Freddy?

El castaño la miró de reojo, el maldito dolor en su pecho lo hace desviar la mirada hacia la ventana, el parque, estaban pasando por el parque.

Llevó una de sus manos a su boca, para que su tono no sonara tan diferente al del verdadero dueño del cuerpo.

—M-mamá. —Dijo con una voz que parecía romperse al decir tales palabras, pero seguía siendo una imitación barata de la voz del verdadero Freddy.

— ¿Si?

—Déjame aquí, caminaré a casa de... «quien sea» Chica, a buscar los apuntes.

— ¿No prefieres que te deje ahí?

Él negó en silencio.

—Bueno... —Murmura parando el coche en una esquina— Quizás si te hará bien respirar algo de aire fresco después de todo el caos de la cita, pero luego me vas directo a casa.

Él abre la puerta de inmediato, casi saltando fuera del coche, cerrando la puerta con mucha fuerza, quizás con odio, sin voltear en ningún momento, ni mencionar alguna despedida como Freddy tendría costumbre, caminando a pasos rápidos, quería alejarse, quería estar lejos, lejos de ese dolor, de todo.

De ella.

- - - - ( ♪♫ •New Freddy• ♪♫ ) - - - -

¿Cuánto lleva caminando?

No le importaba.

¿Cuánto se habrá alejado?

No le importaba.

Se detiene en seco en un puente apartado de todo en lo profundo del parque, todo el día estaba nublando, parecía que llovería en cualquier momento, era como si el mundo se hubiera decorado exactamente como se sentía, apagado, los truenos representando su enojo y frustración, los relámpagos sus punzadas de tristeza, pero no llovía, quizás eso representaba que él no derramaría ninguna lágrima, no lloraría ¡que estúpido seria hacer algo así!

Miraba su reflejo en el agua del lago, lo que veía, era un Freddy diferente, porque él sabía que era diferente.

«Todo ha sido tu culpa»

Apretó sus manos con fuerza, enojando sus expresiones.

Otro trueno suena.

—Yo... ¡yo te lo dije! ¡TE DIJE QUE NO TENÍAMOS QUE IR A ESE ESTÚPIDO LUGAR! —Le grita a su reflejo, apretando sus dientes.

Su respiración parecía alterarse, era demasiado para él, demasiadas emociones encontradas en solo momento, enojo, frustración, tristeza, rencor, dolor.

Tanto dolor, no podía sentirse tan confundido como en ese momento.

—Yo no pedí estar aquí, tú... ¡tú lo hiciste pedazo de inútil! Con tus inseguridades, con tus sueños, TÚ, TÚ FUISTE EL QUE ME TRAJO AQUÍ. —Seguía mirando su reflejo con odio, era lo más cercano de Freddy que podía tener— Éramos, somos la misma persona, pero tú decidiste separarnos, fue tu culpa.

Estaba perdiendo el control, ya no le importaba.

—Fue tu culpa, fue tu culpa. ¡Toda esta mierda está pasando por tu culpa!

Cerró los ojos con fuerza. Todo dolía más.

— ¿C-crees que me afecta? —Ríe sin ganas— ¿Crees que me duele saber que todo aquel que sepa de mi existencia desea que desaparezca?

Que los médicos quieran que desaparezca.

«No me importa»

Que Freddy quiera que desaparezca.

«NO ME IMPORTA»

Que su propia madre quiera que desaparezca.

«No... m-me... no me impor»

Abre sus ojos al sentir gotas caer en sus manos hechas puños, no, no era lluvia, eran sus propias lágrimas.

Ver su reflejo llorar, era algo nuevo, que algo quebrara su confianza, su ego, que derrumbaran sus defensas y lo dejaran tan dolido, era completamente nuevo.

Verse así, lo hace enojar.

Secó de inmediato sus lágrimas maldiciendo a lo bajo, se estaba pareciendo al idiota de Freddy, no podía seguir permitiendo eso.

Tomo aire y trataba de calmar su respiración, al menos eso era lo que Freddy hace cuando intentaba conservar la calma. Aquello era demasiado nuevo para él, y la verdad hubiera preferido quedarse con las dudas de que se sentía sufrir.

"Lo he intentado, ayer molí una de las pastillas en su plato de espagueti"

—Tsk.

¿Por qué sigue pensado en eso?

—Esas malditas pastillas... ¡siempre son esas estúpidas pastillas! —Las sacó de su bolsillo, aquella eran la clave principal para hacerlo desaparecer, las odiaba, ¿por qué las tenía si quiera?

Las tiró al lago sin pensarlo, con rabia, con odio, tanto odio.

"Quédate con tu fuerza y tu existencia, ¡yo solo quiero que desaparezcas!"

"Esa voz puede desaparecer..."

"Con algo de ayuda podemos solucionar su problema, lograremos eliminar ese problema"

"Es MI vida, ¡DESAPARECE!"

"Desaparece"

"Desaparece"

"Desaparece"

Desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece,desaparece.

¡D-E-S-A-P-A-R-E-C-E!

— ¡BASTA! —Se grita tomando con fuerza su cabello, maldecía a todos los infiernos, quería que todos esos recuerdos, sus recuerdos, callaran, no podía soportarlos todos a la vez, dolía. ¿Qué le pasa? Se supone que no le importaba sus comentarios, se suponía que aquello sólo lo hace más fuerte, más feliz, porque él JAMAS iba a desaparecer, no le daría el gusto a nadie.

Sin embargo en sus pensamientos se seguía repitiendo la misma jodida palabra.

"Desaparece"

"Desaparece"

"Desaparece"

—Y-ya basta. —Casi se rogaba, no quería más, quería dejar el cuerpo, quizás en su oscuro lugar de siempre tras el espejo el dolor no lo alcance.

"¿Fred?"

El abre sus ojos un momento.

"Jeje ¿Por qué Fred? ¿Qué significa?"

El dolor para un segundo.

"Pensé que quizás era una especie de sobrenombre que antes tenías, y-y me agrado... lo dije sin pensar. Disculpa, no volveré a llamarte de esa forma"

Se aleja del puente.

"Fred"

Comenzó a correr.

- - - - ( ♪♫ •New Freddy• ♪♫ ) - - - -

¿Estaba perdiendo la cabeza completamente? Era probable.

Cada parte de él decía que debía parar de correr, que se detuviera ahora, gritando por un descanso, su garganta quemaba y sus pulmones exigían más aire, pero no se detenía, su mente se enfocaba en otras cosas.

En ella.

«¿Dónde... dónde puedo encontrarte tonta?!»

Ella, ella conocía su existencia, al menos algo parecido, la diferencia de todo, es que era la única que no ha pedido que desapareciera.

La única que se siente feliz con su compañía.

La única que lo sabía soportar de la mejor manera.

La única que se dignó a enseñarle lo que era un abrazo.

El dolor se va con cariño, ¿no?

¿Quién era la única persona que se dignó a darle aquello?

La necesitaba.

Era extraño aceptarlo, acertar que necesitas de alguien, cuando en toda tu existencia sólo te has tenido a ti mismo y con eso te bastaba, que te llenabas la mente repitiendo que no necesitas de nadie, que eres perfecto, único y nadie podría derrumbarte.

¿Más tonto no se podía ver?, ¿corriendo como un niño por su almohada a llorar por consuelo?

Se detiene.

Jadea rápidamente, había corrido todo lo que camino en un solo instante, se sentó en un banco que estaba abandonado en las solitarias calles, tomando su cabeza, intentado regular su respiración de toda la carrera que había pegado en su vida.

«¿Qué... qué demonios me pasa hoy?!» —Se regaña mentalmente, no podía sentirse más avergonzado de aquel comportamiento tan imperfecto de su parte.

Reguló su respiración, quizás lo mejor era volver a casa, dejarle el control a Freddy y olvidar todo lo ocurrido, encerrarlo todo en sus recuerdos, como siempre lo hace, fingiendo ignorancia a todo aquello que lo lastima.

— ¿Freddy?

Levanta la mirada de inmediato.

La chica lo miraba con notable asombro y curiosidad, usando su uniforme escolar, con el aspecto despeinado y su ropa arrugada, era claro que estaba saliendo de la escuela, encontrar al castaño camino a su casa era una notable sorpresa.

—Fre... —Calló.

Él la abrazo, sin pensar nada, sin decir nada, sólo lo hace, estrechándola con fuerza, casi desesperado, tal acción por parte del chico sorprende a Joy que no corresponde en el acto como en otras ocasiones, abre más sus ojos porque sentía ese abrazo diferente, tan lleno de necesidad.

Correspondió, no con las mismas fuerzas debido al desconcierto, dando caricias leves sobre la espalda del castaño, en forma de consuelo, porque pensaba que eso debía hacer, consolarlo de lo que sea que lo impulsara a abrazarla con tal desesperación.

—Oye... —Comenzó ella después de sentir al castaño abrazándola de una manera más suave, mientras su voz se perdía en la comodidad de su pecho, pero sabía que él la escuchaba perfectamente— También me hiciste falta hoy.

Él rió sin ganas, la abraza ahora con pertenencia.

—No imagináis lo mucho que hubiera preferido ir a clases. —Susurra.

Escuchar ese acento le indicó con cual Freddy estaba tratando ahora, ella se separa lo necesario para ver su rostro, lo notaba diferente, ¿dónde estaba su sonrisa pícara?, ¿sus ojos ansiosos cuando la ven? ¿su voz con la notable intención de sonar coqueto? ¿qué le hicieron a su osito?!

Dejó de abrazarlo, pero él no la soltaba por nada.

—Fred... —Toma ambas mejillas del nombrado— ¿Ocurrió algo?

Se acercó a ella, juntando sus frentes.

—Quiero hacerte una petición extraña. —Murmuró.

—Déjala ir.

—Sólo dime que todo acabó.

Ella no pregunto la razón, era una petición extraña después de todo, le asiente, podía sentirlo en el rose de sus frentes, él comenzó a sentir caricias por su rostro, ella estaba acariciando sus mejillas.

—Ya todo está bien, todo acabó. —Susurró para él, hablando con aquel tono suave y tranquilo que tanto la identifica.

Era como la anestesia temporal que aparta el dolor, aquello era lo que llamaban ser consolado, no pensaba que pudiera causar tal alivio.

Suspiró, todo lo molesto se iba por el momento, gracias a ella.

— ¿Qué te inquieta? —Murmuró la joven.

—Son tonterías.

— ¿No quieres recordarlas, cierto?

Él asiente en respuesta.

—De acuerdo. —Sonríe comprensible— Tonto, hoy me hiciste falta en el club. —Menciona para desviar el tema, mientras abraza el cuello de castaño para seguir manteniendo cercanía— Es como si hubieras desaparecido de la nada.

"Desaparece"

Esa palabra le tensó el cuerpo.

— ¿Te... te gustaría que desapareciera? —Dice de la nada.

Ella lo miró con curiosidad ante tal pregunta, había algo que le decía que por muy extraño que sonara, aquello era en serio, por lo tanto su respuesta también lo sería.

—No me gustaría.

Eso no dolió, eso se sintió bien.

— ¿L-lo dices en serio?

Hasta él quería darse un buen golpe por preguntar tal cosa, ya parecía un niño pequeño y asustado, que vergüenza.

Ella se pone de puntillas para alcanzar la altura del joven, dejando un rápido beso en su mejilla y luego esconderse en su pecho abrazándolo con un cálido cariño.

— ¿Por qué me gustaría perderte? Si eres el señor perfecto.

Eso lo hizo soltar una pequeña risa, no sabía con certeza que le gustaría escuchar para animarse, pero ella lo había descubierto por su propia cuenta.

Se escondió en su cabello.

—Gracias tonta. —Susurró.

—No es nada tonto.

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