Una puerta secreta se abrió en una de las paredes del palacio lentamente dejando pasar a una niña niña de cabello rubio y hermosos ojos rosados. La joven miró de un lado al otro antes de cerrar la puerta con cuidado para no hacer ruido y no alarmar a nadie, de tras de ella estaban su única amiga y sus dos guardaespaldas.

La noticia de que la princesa, Minerva Morningstar había vuelto a escabullirse del palacio y si se lo preguntaban a ella, digamos que no le haría bastante gracia que aquel rumor se había hecho más recurrente.

La joven princesa miro a dos cabritos, quienes eran sus guardaespaldas , aunque estos hicieron algo de ruido, pero seguían a su joven princesa, justamente unos fuertes golpes de cacerolas la sobresaltaron, por lo que volteó hacia atrás para ver a sus dos guardaespaldas y podría decirse que era su única amiga.

─── ¡Oigan! ─── Llamo la atención de su única amiga y sus dos guardaespaldas ─── ¡No hagan ruido!

─── Lo siento ─── Se disculpó Ellie.

Los cuatro se asomaron por la puerta asegurándose que no había nadie y corrieron hasta la salida. En el gran salón no parecía haber nadie tampoco, así que los cuatro corrieron hacia las escaleras que subieron dirección a las miles escaleras.

Minerva camino sigilosamente esperando no encontrarse con una sirviente o con alguien que la pudiera delatar, pues ella sabe como son sus padres, justo cuando iba a doblar en una esquina, escucho una voz que la hizo detenerse de golpe.

─── Mindy, mi amor, ¡estas bien!

Misión fallida.

 ─── Hola mamá ─── Dijo Minerva, sin esperar ser atrapada en un abrazo.

─── Minerva, me tenías preocupada ─── Decía mientras abrazaba aun a su hija más joven.

─── Mamá, estoy bien.

Minerva se zafa del abrazo de su madre.

─── ¿Dónde estuviste? ─── Pregunto Lucifer apareciéndo detrás de su esposa haciendo palidecer a la joven princesa.

─── H-Hola papá ─── Minerva tartamudeo mirando a su padre ─── Yo... solo salí a dar una vuelta... un rato... fuera del palacio.

Lucifer y Lilith suspiraron de cansancio al escuchar a su hija, ya sabiendo que estaba mintiendo.

─── Ustedes responderán ante mí después ───Dijo Lucifer señalando a Fazzle y Sizzle con su bastón, quienes se escondieron detrás de Minerva.

─── ¡Papá no les hables así!

─── Los cree para protegerte y cuidarte, no para que te ayuden a ponerte en peligro.

─── Mi niña, no sabíamos dónde estabas, sabes que no puedes salir del palacio ── Dijo Lilith.

─── P-Pero, yo... ─── Minerva trato de hablar antes de ser interrumpida por su padre.

─── ¡Sin peros! ─── Corto Lucifer ─── Tu seguridad es mucho más importante que una fiesta de Bee.

─── ¿Una fiesta? ─── Cuestionó Lilith, quien obviamente no estaba enterada.

Desde el otra habitación, los tres hermanos de Minerva estaban viendo asomándose por una puerta. Charlie, Fenix y Marceline estaban viendo asomándose por una puerta del palacio, y similar a su hermana menor también habían sido protegidos, pero no tanto como Minerva.

Por que Minerva era privada de su libertad debido a la sobreprotección de sus padres, aunque sus hermanos querían ayudarla, no podían hacer nada.

Minerva se sonrojó al ver que su padre la había atrapado, ella a veces se escapaba del palacio a una fiesta de su tía Bee para cantar o para estar sola, no estaba haciendo nada peligroso y ella sabía que estaba haciendo, ya estaba harta de estar siempre encerrada en el palacio.

─── ¡Oh vamos!, ¿Cuál es el problema? ───Exclamo ya harta ─── ¡Ya no soy una niña pequeña o una bebé!, ¡Puedo defenderme sola!, ¿Qué es lo que quieren?, ¿Qué este encerrada en el palacio por el resto de mi vida?

─── Sí ─── Afirmo ─── Eso es exactamente lo que queremos ─── Lucifer puso los brazos en sus caderas.

─── Minerva, por favor entiéndelo, eres una princesa... eres muy vulnerable ─── Ahora hablo Lilith mirando a su hija que había bajando la mirada.

─── Tu madre y yo estábamos muy preocupados qué tal si te hubiera pasado algo... ─── Lucifer empezó a sermonear a su hija, pero Minerva no estaba escuchando.

Por qué rayos les costaba tanto entender que era fuerte, ella sabía defender, ella ya no sea una bebe o una niña pequeña, era la princesa del infierno por Satán.

─── ¡Minerva! ─── Lucifer gritó cuando vio a su hija más joven salir corriendo directo a su habitación.

─── ¡Ner! ─── Grito Ellie para seguirla.

Pero Minerva no escuchó a su padre, subió por varias escaleras y corrió por varios pasillos más hasta finalmente llegar a su habitación donde cerró la puerta con fuerza, luego se recargó en la puerta deslizándose hasta abajo para abrazarse así misma, tratando de contener sus lágrimas que estaban apunto de salir.

Sin embargo, Minerva no pudo soportarlo y terminó llorando mientras se abrazaba así misma, Fazzle y Sizzle miraron con preocupación a su protegida, no les gustaba verla llorar, así que se acercaron para restregarse para llamar la atención de su princesa, haciendo que ella abrazara a sus dos guardaespaldas para sentir consuelo, mientras que Ellie solo pudo ver con lastima.

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── Que le cuesta entender que lo hacemos por su bien ── Murmuro Lucifer frustrado por el comportamiento de su hija ── Lucifer miro a su mujer ── Es peligroso que salga del palacio en especial cuando es fin del año y en otros círculos del infierno.

── Lo se ── Murmuro Lilith mirando a su esposo.

── Quizás estoy más preocupado en eso y también estoy preocupado de la amenaza de Adam, solo no quiero que Minerva sufra, eso nunca me lo perdonaría ── Dijo Lucifer.

Lilith sonríe un poco.

── Ese comportamiento me recuerda mucho a alguien en especial ── Decía Lilith mirando a su marido divertida al verlo casi ofendido.

── Si, sin duda es igualita a ti ── Decía Lucifer con un poco de sarcasmo, aunque en realidad se negaba de que sus hijas habían adquirido su lado rebelde y suspira ── Tengo una reunión con mis compañeros los Siete Pecados.

── De acuerdo, nos vemos luego, amor ── Dijo Lilith asintiendo y le dio un beso en la mejilla dejándolo ir.

Lilith suspiró antes de tomar dirección a la habitación de su hija más joven, a ella no le gustaba terminar las cosas mal con ella, después de todo la propia reina del infierno sabía lo que es ser privada de tu libertad por culpa del primer hombre.

Charlie y sus hermanos se miraron entre si, Charlie se sentía culpable de que no pudiera ayudar a su hermana, Fenix solos suspira al ver a su hermana mayor, el conocía perfectamente a la cara de su hermana cuando se sentía culpable.

── Oh no ── Murmuro Marceline.

── Que.

── Conozco esa cara.

── ¿Cuál cara? ── Cuestionó Charlie.

── Esa cara ── Apunto a su hermana mayor ── Quieres ayudar a nuestra hermana menor, y como piensas hacerlo.

── Yo ── Tartamudeo ── Pues con una canción.

── No creo que una canción alegre ayude mucho al animar a nuestra hermana o nuestros tan sobreprotectores padres── Comento Marceline.

── Creo que en eso, tiene razón Marceline ── Dijo Fenix ── Lo siento Charlie, pero no creo que una canción arregle todo.

── Entonces que hago.

── Que tal hablamos con nuestros padres ── Cruzo los brazos.

── Eso tiene más sentido ── Murmuro Charlie ── Marceline, puedes tu ayudar a Minerva a subirle el animo.

── Bueno, ya que... no tengo muchas cosas que hacer

Marceline se transformó en un murciélago para irse volando, mientras que Charlie y Fenix fueron a ver a su padre. Mientras que Charlie y Fenix se van para seguir a su padre para convencer de lo que hace un gran error.

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Mientras que Lilith se dirigía a la habitación de su hija, la Reina del Infierno puedo escuchar una bella melodía que supuso que venía de la habitación de su hija. Minerva para calmar su dolor y su enojo, se la podía escuchar que estaba tarareando mientras tocaba el piano, después de todo ella era miembro de la Familia Morningstar.

Lilith no pudo evitar sonreír recordando la era del Edén y cuando conoció a Lucifer, el único ser / persona que la trato con respeto y cariño, y cuando en los inicios del Infierno cuando empezó a crear a su reino usando sus canciones, sin duda su hija Minerva podría ser su heredera.

Una vez que Minerva termino para calmar su dolor, se acuesta en su cama abrazando una de sus peluches uno que tenía forma de una serpiente, luego levanto la cabeza de la almohada al oír la voz de su madre en la puerta preguntándole si podía entrar.

── Adelante ── Murmuro.

Fazzle y Sizzle, quienes intentaban animar a su protegida hasta que se apartaron dejando pasar a Lilith haciendo una reverencia.

─── Hola amor.

─── Hola...

─── Mi niña, no estés enfadada, es que... ─── Hablo Lilith antes de ser interrumpida.

─── Tu padre y yo nos preocupamos por ti ─── Corto la princesa mirando de reojo a su madre.

─── Minerva, tienes que entender que... ─── Trato de hablar Lilith nuevamente.

─── Eres la princesa del infierno estas en constante peligro, tu padre no quiere ser duro contigo, solo es que le haces perder la paciencia ─── Repitió la más joven sabiendo cada palabra que su madre le decía.

Lilith se sentó en la cama de su hija, quien seguía sentada en su cama abrazándose así misma y antes de ver a su mamá.

─── Mamá... ─── Llamo su atención ─── Llevo encerrada en el palacio mas o menos por toda mi vida... menos cuando me escapo... ─── Minerva mirando de reojo a su madre con una expresión triste ─── Por que piensan que soy débil, ¿Acaso no confían en mi?

─── Minerva, por supuesto que confiamos en ti ─── Respondió Lilith poniendo con delicadeza sus manos en las rojas mejillas de su hija ─── En quien no confiamos es en el resto del mundo.

No es como que Minerva pudiera decir que era mentira, en el infierno no es que puedas confiar de nadie precisamente. Pero que tanto les costaba a sus padres comprender que ella ya no era una niña pequeña, una bebé, Minerva sabía perfectamente donde se encontraba, sabía quién era y más importante que era igual de poderosa como el resto de la familia.

── Es que... parece que ni siquiera les importa en como yo me siento estando aquí encerrada ── Comentó Minerva con tristeza mientras se abrazaba así misma.

Lilith iba a negarlo, por supuesto que les importaba los sentimientos de su hija, pero la princesa no estaba por la labor de dejar hablar a nadie.

── Nunca me dejan salir del palacio y si por gloria del destino me dejan, debo llevar guardias y solo por los alrededores del palacio ── Explico Minerva mirando a su madre ── Ni siquiera conozco a alguien de fuera, no tengo ni un solo amigo ── Minerva seguía con sus largas cuando escuchó un carraspeo y frenó en seco.

Fazzle la miraba ofendido y Sazzle se había cruzado de brazos y daba golpecitos con la pata en el suelo, hasta Ellie estaba así en las mismas que Fazzle y Sazzle.

── Excepto ustedes, claro ── Minerva sonrió culpable.

──  ¿Y qué hay de los Von Eldritch? ¿No te llevas bien con ellos? ── Preguntó Lilith.

── Eh... pues ── Trato de responder.

── ¿Y el joven Leonard? Parece un muchacho agradable

── Mamá ── Corto ── Sabes que cuando digo amigos, no me refiero a los hijos de sus amigos, ¿verdad? ── Dijo Minerva para nuevamente ver a su madre.

Lilith observó a su hija de arriba a abajo sin decir nada, era una niña preciosa, igualita a su padre y demasiado inocente como para comprender los peligros del Infierno. Ese carácter que era casi igual al suyo y esa rebeldía era igual a su padre por mucho que Lucifer dijera lo contrario.

La Reina del Infierno tenía una debilidad por esos hermosos iris de Minerva, esos hermosos iris color rosa algodón de azúcar que representaban exactamente la personalidad dulce y alegre de su amada hija.

── Minerva ── Comenzó Lilith realmente no sabía como llevar la conversación a su terreno, ella no podía negarle a su hija la razón que tenía, sin embargo, sus preocupaciones y sus miedos eran superiores a ella.

Y como estarlo, el miedo de perder a su hija Minerva de ser secuestrada por Adam y Lute debido a que este primero hizo una amenaza a la familia Morningstar solo por que Lilith rechazo estar de nuevo con el. Más aparte el no querer repetir el error que paso con Charlie, Fenix y Marceline de ver el Exterminio Anual.

Sin mas Lilith se levantó y se irguió en toda su altura, cualquiera ser habría temblado al verla, Minerva solo se quedó mirándola con la misma expresión triste. Lilith nuevamente se acercó a su hija y volvió a acariciar su mejilla roja.

── Mamá ── Intentó hablar Minerva, pero Lilith levantó su mano indicando que era su turno de hablar.

── Tienes razón, mi vida ── Dijo ── Estar sola en palacio no te ayudará a prepararte.

Minerva sintió su corazón encogerse, acaso su madre insinuaba lo que creía que insinuaba, ese instinto no dejaba de molestar a la Princesa del Infierno.

── Te buscaré mas damas de compañía.

── Que ── Pronuncio sorprendida ── (Realmente no me están escuchando) ── Pensó con cierta tristeza ── Pero mamá con Ellie ya tengo suficiente como dama de compañera y...

Sazzle y Fazzle miraban a su reina del mismo modo, a ellos también les había tomado la idea por sorpresa, igualmente Ellie quien se sintió un poco ofendida al respecto. Minerva trato de hablar, pero Lilith ya se había ido sin antes despedirse de su hija.

── Pero mamá ── Trato de hablar Minerva alzando su mano, pero su madre cerró la puerta ahí nuevamente dejándola sola, haciendo que bajara lentamente la mano ── ...No me refería a eso...

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Minerva ahora es encontraba cerca de la ventana recargada, bastante molesta y a su vez triste, su padre le había vuelto a regañar y a su madre se le había ocurrido la fantástica idea de darle mas damas de compañía y todo había ocurrido antes del medio día.

Fazzle se acercó a su protegida y rascó su pierna para llamar su atención, mientras que Sazzle solo gruño para llamar su atención también, Minerva trato de sonreír, pero su sonrisa parecía parecía ser una forzada.

─── Y-Yo lo siento... ─── Se disculpó ─── Es que no dejo de pensar en mis padres y su tonta necesidad de sobre protegerme tanto... ─── Murmuró moleta ─── Realmente parece como si no les importara mi opinión.

Minerva se inclinó para apoyarse en la ventana, en el reflejo estaba Ellie quien también miraba aquello.

─── Y ahora no entiendo como mi madre llegó a esa tonta conclusión... ─── Dijo frustrada y ve la ventana ─── Otra dama de compañía...

Fazzle y Sazzle se miraron preocupados, esa idea de la dama de compañía tampoco les había hecho gracia a ellos, claro que no iban a contradecir a la reina, pero en sus entrañas sintieron algo desagradable... ¿acaso eran celos?. Ambos miraron a Ellie, quien también tenía la misma expresión, sin embargo, su expresión era un poco más calmada.

─── Por eso ya estoy aquí para ayudarte, hermanita.

Minerva miro el techo para ver un murciélago blanco que reveló ser Marceline Morningstar, su hermana mayor, Marceline saco una paleta con forma de osito antes de metérselo en la boca.

─── ¿Pero como, Marceline?

─── La respuesta es bastante simple, mi querida hermana.

Marceline abrió la ventana antes de transformarse en una majestuosa águila.

─── ¿Quieres que salte? ─── Pregunto Minerva insegura

─── No ─── Negó Marceline ─── Bueno si, pero no exactamente ─── Dijo ─── Minerva tenemos los mismos poderes que nuestros padres, tu también puedes transformarte en un animal.

─── Ahhh, ya entendí ─── Hizo una pequeña pausa ─── ¿Pero crees que funcionará?

─── Por supuesto que si ─── Le alza la mano ─── Puedes confiar en mí si que esto te da confianza.

Minerva suspira y antes de aceptar la mano de su hermana, sin más las dos se tiran del balcón para transformarse en un animal volador específicamente una águila y un pato. Por otra parte trago saliva antes de seguirlas corriendo, después de todo o no quería dejar a Minerva sola.

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Lucifer se encontraba en su oficina, se encontraba un poco estresado mientras hacia con algo de aburrimiento el papeleo, hasta que tocaron la puerta.

─── ¡Hola papá! ─── Saludo Charlie con cierta alegría.

─── Hola Char Char.

─── Hola padre.

─── Hola campeón ─── Saludo a su hijo antes de ver a los dos ─── ¿Y que necesitan? ─── Preguntó mirándolos.

─── B-Bueno ─── Murmuró Charlie ─── Es que se trata de Minerva.

─── Sinceramente papá ─── Empezó Fenix ─── Charlie, Marceline y yo sentimos que tu y mamá son demasiado sobre protectores con Minerva.

─── Chicos, ustedes saben que su madre y yo lo hacemos por su bien ─── Respondió Lucifer mirándolos ─── No quiero cometer el mismo error que sucedió con ustedes tres.

─── Lo se, pero... ─── Charlie hizo una pausa ─── ¿Realmente crees que Minerva sera feliz estando encerrada durante tantos años

Lucifer no podría llevarle la contraria a su hija, pero el temor y la preocupación de perder a su hija eran mayores.

─── Lo que quiere decir Charlie ─── Interrumpió Fenix ─── Es que si Minerva crece encerrada en el palacio estará sola y deprimida ─── Explico a Fenix ─── ¿Tu no quieres eso, verdad padre?

Lucifer suspiro.

─── Realmente no quiero eso para ella ─── Respondió por fin mirando a sus hijos ─── Pero que otra opción tenemos tu madre y yo para protegerla de que vea los exterminios anuales.

─── Puede ser que solo sea vigilada y no hablar de eso frente a ella ─── Comentó Charlie como una posible solución ─── Y cuando ella este lo suficientemente lista para la explicación entonces nosotros lo diremos con calma.

─── Yo...

Fue en ese momento que entra Lilith, quien había escuchado aquella conversación y ahora la Reina decidió entrometerse por así decirlo.

─── Debo admitir que lo que dijo Charlie tiene sentido.

─── Mama.

─── Mi cisne.

─── Lucifer, creo que Charlie tiene razón en esto ─── Dijo Lilith aun insegura ─── Creo que ya es hora de soltar a Minerva para que tenga sus propias aventuras.

─── Supongo que tienes razón.

─── Entonces iré hablar con Minerva.

─── No te preocupes por Minerva, mamá ──── Hablo Charlie ─── De hecho nosotros tres nos adelantamos.

─── Lo que Charlie se refiere es que le pedimos a Marceline que sacara a Minerva del palacio ─── Comentó el príncipe ─── Y antes de que respondan, Minerva estará bien, las dos están en el círculo de a la tía Bee.

─── Esta bien ─── Lucifer ve a Charlie ─── Confiamos en ti, Char Char.

─── ¡Joder si! ─── Exclamo con entusiasmo ─── ¡Te juro que no los decepcione!

─── Bueno nosotros nos vamos.

Tras ello ambos hermanos se fueron.

─── Suspira cansado ─── Al final terminamos haciendo lo que no queríamos

─── Era inevitable, Lucifer, solo espero que Minerva este bien ─── Comento Lilith.

─── No te preocupes, de seguro que lo estarán.

─── Bueno ─── Le da un beso a su esposo ─── Me tengo que ir a preparar mi próximo concierto, Lu.

─── S-Si mi amor ─── Respondió con tono enamorado.