Era una tarde tranquila en el infierno, Lucifer había reunido a los Siete Pecados Capitales para que vinieran a Marceline Morningstar, la primera que llego fue Beelzebub, y lo primero que hizo fue agarrar a la niña para hacerle minos.

─── ¡Ay, que ternurita! ─── Exclamo Beelzebub mirando con ternura a Marceline ─── Y más con esos ojos heterocromáticos.

─── Que interesante ─── Murmuro Asmodeus ─── La heterocromía es algo muy raro de ver.

─── Pero también en el cielo y en la tierra ─── Comento Lucifer ─── La heterocromia es algo fuera de lo común.

─── Joder Lucifer, mi amigo ─── Dijo Mammon ─── Puedo vender las fotos de tu hija, de seguro que sera muy popular en el infierno.

─── Tsk ─── Chasquea la lengua ─── Genial, tu ya tienes tres hijos, y yo ningún ─── Murmuro Satan.

─── Oh ─── Pronunció Mammon ─── Tienes enviada, Satan ─── Bromeo Mammon con sarcasmo.

─── ¡¡Cierra la boca, maldita maquina de dinero barata!! ─── Grito Satan cambiando de tamaño.

─── Tus insultos no me afectan, Satan ─── Hablo Mammon sonriendo.

─── Entonces vete al carajo, gordo ─── Insulto Satan haciéndole un gesto grosero.

Esto hizo que Mammon se enojara mirando a Satan.

─── Mi señor ─── Hablo Money Greed mirando a su jefe ─── Recuerde que estamos en la propia de Lucifer, eso arruinará su imagen.

─── Disculpe señor ─── Hablo el meditador acercándose ─── Que dijimos acerca de las malas vibras.

─── Señor ─── Ahora habla Anger Volcano ─── Recuerde lo que dijo su esposa.

Satan suspira y vuelve a su forma original.

─── Bien.

─── De acuerdo.

─── Bostezo ─── Ustedes dos pueden dejar de pelear ─── Comento Belphegor un poco irritada ─── comportan como niños chiquitos.

─── Por primera vez estoy de acuerdo con Bell ─── Hablo Envy, la cabeza monstruosa.

─── Concuerdo ─── Dijo Levy.

─── Oigan ─── Beelzebub llamo la atención ─── Pelear no da buenas vibras para la bebé.

Marceline saca su pequeña lengua de serpiente haciendo que los Pecados miraran a la niña com ternura.

─── ¡Que ternura!

─── Envy Lagoon ─── Grito Envy.

La segunda cabeza del Leviathan que era la cabeza monstruosa miro a su mano derecha.

─── Toma nota de que quiero un heredero ─── Dijo Envy.

─── Un heredero ─── Dijo Levy mirando a otra cabeza ─── Que bien, seriamos una gran familia.

─── Lo que usted diga, señor.

─── ¿Celosa? ─── Cuestionó Asmodeus mirando al Leviathan.

─── ¡Que esperabas! ─── Exclamo Envy ─── Lucifer tiene ya tres hijos y yo no tengo ninguno.

─── Leviathan, te recuerdo que a excepción de Lucifer, ninguno de los seis tiene un hijo o un heredero ─── Recordó Belphegor mirando al pecado de la envidia.

─── Oigan no peleen ─── Dijo Lucifer antes de agarrar a su hija ─── No quiero que Marceline aprenda cosas malas.

─── Oye Luci ─── Llamo su atención ─── ¿Donde esta Lilith?

─── Mi esposa esta hablando con esta Bethesda y mi hermana, vino de visita para hablar con mi amor ─── Respondió Lucifer

─── ¿Y los niños?

─── Charlie y Fenix estan en Lu Lu World ─── Respondió Lucifer ─── Ahorita regreso, voy a llevar a Marcie a la camita.

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Mientras nadie noto que alguien o algo que parecía ser una sustancia negra había salido del palacio y que eso ya estaba tomando la forma de un demonio de aspecto bastante peculiar, además llevaba un top de cuadros blanco y negro conjunto con una gabardina roja abierta, sin mangas y rasgada de las mangas.

─── Vaya ─── Murmuro ─── Así que ese angelito caído tiene otra cría ─── Bromeo sonriendo ─── Es hora de hacer un poco de caos.

Tras ello aquella demonio invoco a varios de sus lacayos.

─── ¿Trajiste tal como te lo pedí? ─── Pregunto.

─── P-Por supuesto que los traje

─── Muy bien ─── Dijo ─── Por que no hacer un poco de caos a ese angelito caído, les daré lo que quieran si me traen a la recién nacida ─── Comento tranquila antes verlos con una sonrisa ─── ¿Que piensan?

─── E-Eso significa liberarnos.

─── Por supuesto ─── Afirmó con una sonrisa ─── Yo nunca rompo mis promesas.

─── De acuerdo.

─── Lo que usted diga señorita.

───  Bien ─── Dijo satisfecha con su respuesta ─── Esta vez quiero que lo hagan todo bien, entendido.

─── Si, señorita Roo.

─── Ahora váyanse ─── Ordenó.

Esos dos demonios se largaron dejando a solos a aquella demonio llamada Roo y otro demonio, quien era un demonio de materia oscura.

─── Mandam Roo ─── Llamo su atención ─── ¿Puedo preguntarle algo?

─── Por supuesto ─── Asintió.

─── ¿Por que se muestra interesada por tener una de las crías de ese ángel? ─── Pregunto viéndola ─── ¿Aparte que va hacer con la bebé?

─── Que buena pregunta me diste, mi querido amigo ─── Dijo antes de responder ─── Yo en realidad lo estoy haciendo por pura diversión, soy malvada por naturaleza, aparte gracias a ese ángel finalmente fui liberada en aquella prisión.

─── ¿Prision? ─── Cuestionó.

─── Fue hace mucho tiempo ─── Respondió ─── Cuando la Deidad Suprema y mi hermana Good me sellaron en el árbol del conocimiento por querer tener algo que tenía la matriarca del Cielo.

─── Ya veo.

─── En cuanto a la cría ─── Vio aquel demonio ─── Realmente no se, no pensé demasiado.

─── Ya veo, Madam.

─── Ademas... ─── Murmuro ─── Me gustaría joder a mi opuesto, la Deidad Suprema aquella ser de luz que me opacó y que encima me encarcelo en ese maldito árbol ─── Dijo con una sonrisa macabra.

─── Ya veo.

─── Encima le daría las "gracias" a ese angelito por liberarme de mi prisión.

─── Ya veo ─── Repitió.

─── ¿Asustado? ─── Cuestiono divertida ─── Sabes que soy incapaz de hacer daño a alguien... a no ser que me que traicionen claro esta.

─── Usted sabe que yo jamás le traicionaría, madam.

─── Eso espero ─── Dijo ─── Puedes retirarte, yo iré a ver como van los chicos.

─── Como usted ordene, Madam.

Aquella demonio llama Roo vuelve a su forma oscura antes de ir flotando a la habitación donde en teoría estaba la habitación de la niña, pero al llegar a la habitación, se encontró a sus dos hombres uno convertido en piedra y otro teniendo espuma en la boca mientras se retorcía del dolor.

─── Pero que cara- ─── Murmuro antes de escuchar una risa.

Se acerco a la cuna para ver a Marceline que estaba sentada en la cura aparentemente riéndose de la pobre situación de los hombres, esto hizo que la demonio sonriera.

─── Que interesante ─── Murmuro Roo ─── Parece que te gusta torturar a la gente, se nota que serás un demonio muy vil y malvado ─── Dijo ─── Me recuerdas mucho a mi.

Marceline ladeo la cabeza.

─── Y no pareces tenerme miedo ─── Comento ─── Supongo que ya manifestaste tu poder que supera mucho a ese angelito caído y a esa humana ─── Murmuro ─── Hmmp, supongo que valdrá mucho la pena llevarte conmigo 

Cuando la de demonio acerca la mano a Marceline para secuestrarla, no se imagino que la niña le sujetara la mano.

─── ...

Se queda callada.

─── Vaya ─── Murmuro alejando la mano ─── Te perdonaré la vida, pero espero que seas así, torturando y haciendo lo que más te gusta, niña.

Marceline solo ríe, por lo que aquella demonio suspira y decide retirarte sin antes tirar algunas cosas para alertar a los demás.

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Tras unos minutos.

Lucifer y Lilith se encontraban en una de las tantas salas del palacio, sentados en un sofá de terciopelo color violeta, los dos enamorados estaban apunto de tener su momento romántico hasta que escucharon un grito y cosas cayéndose.

Esto hace que los Reyes del Infierno se miraron con espanto y saltaron en su asiento, ambos salieron de la sala para ir corriendo el grito, temiendo que era el lugar fuera el lugar donde estaban sus preciados hijos. 

Cuando llegaron al lugar, Lucifer vio que los guardias, quienes estaban horrorizados ante la escena frente a ellos, pero lo peor para los Reyes del Infierno era en la habitación de su hija, Marceline Morningstar.

─── ¡Que ha pasado! ─── Vociferó Lucifer mientras miraba los guardias.

─── S-Su majestad ─── Dijo uno de los guardias.

─── Quítense.

Lucifer apartó a todos los guardias y se asomó por la puerta de la habitación de su segunda hija, y ahí quedo en shock.

Al asomarse en la habitación de su hija Marceline, los Reyes del Infierno quedaron atónitos al ver dos hombre, uno de estaba en el suelo retorciéndose de un dolor desconocido, y tenia espuma en la boca, mientras que el otro hombre estaba convertido en piedra.

Pero lo que más sorprendido a los Reyes del Infierno, incluso a los propios guardias y sirvientes que se asomaron igual, fue ver a la princesa Marceline riéndose y aplaudiendo aparentemente divirtiéndose de la pobre situación de los hombres.

Lilith fue la primera en actuar, el cual caminó rápidamente hacia su hija Marceline cargándola, y alejarse de ahí por seguridad aunque la pequeña Marceline seguía divirtiéndose de la situación de los pobres hombres.

─── Pero que cara- ───Pronuncio Lucifer

─── Mi amor.

Lilith llamo la atención de su marido.

─── ¿Crees que estos hombres trataron de secuestrar a nuestra bebé? ─── Cuestiono Lilith con preocupación.

─── Lleven a esos dos al calabozo ─── Ordenó ─── Y alguien llame a Aradia.

─── Si, majestad.

Después de encerrar a los sujetos en el calabozo, Aradia llegó tan rápido desde que recibió una llamada de su gemelo.

─── Lucifer ─── Aradia grito antes de aterrizar ─── ¿Que paso? ¿Por que me llamaron con tanta urgencia? ─── Pregunto preocupada.

─── Es una larga historia ─── Dijo ─── Pero...

─── Se trata de Marceline, Aradia ─── Respondió Lilith mirando a su cuñada.

─── Podrías revisar a mi hija, hermana ─── Dijo Lucifer preocupado.

─── Creemos que nuestra hija parece ya haber manifestado su poder ─── Explicó Lilith con preocupación.

─── ¿Me dejaría revisar a la niña? ─── Pregunto

Sin más que decir Lucifer y Lilith accedieron, el cual la Reina del Infierno se acerca a Aradia para que revise a la pequeña. En un principio no vio nada fuera de lo normal en su sobrina hasta que sintió una gran energía de poder en la pequeña, uno nunca antes visto.

─── I-Imposible.

─── ¿Qué sucede, Aradia? ─── Pregunto Lucifer.

─── ¿Es algo malo?

─── Le sucede algo a mi pequeña patito ─── Chillo Lucifer.

─── No ─── Negó.

─── ¿Entonces por que sonaste preocupada? ─── Cuestionó Lilith.

─── Mandamiento ─── Dijo.

─── ¿Disculpa? ─── Dijeron los dos.

─── Dije Mandamiento.

─── ¿Que?

─── Mandamiento es el poder de Marceline ─── Respondió Aradia mirando a su hermano y cuñada ─── Este poder tiene relación con los Diez Mandamientos que la Deidad Suprema creo.

Aradia miro a su hermano.

─── Esas personas que trataron de secuestrar a mi sobrina fueron afectados por que hicieron una acción que se consideran indigna o inapropiada en presencia de ella ─── Explico para que ellos pudieran entender.

─── ¿Pero a ella no le afecta su poder?, ¿Verdad? ─── Cuestionó Lilith mientras miraba a su marido ─── Es mejor prevenir que lamentar, verdad.

─── Mi amada tiene razón.

─── No se preocupen, a Marceline no le afectará su propio poder ─── Respondió Aradia para tranquilizar a los dos ─── Pero necesitara un entrenamiento especial para que así ella pueda usar su poder correctamente.

Con su magia y una esfera de cristal, Aradia muestra un futuro donde el infierno era mucho más caos del que ya estaba.

───Por que si no la mitad de la población del infierno será afectada por el poder de Marcie, y dejaría un infierno mucho peor de lo que ya es ─── Explico ─── Además recomiendo que empiecen a anotar los efectos que haga cada mandamiento para prevenir de un posible efecto.

Los dos miran a su hija Marceline que estaba acurrucada en los brazos de su madre, Lucifer se mostró muy agradecido por su hermana gemela. Dos años y medio después del accidente del poder Mandamiento de su hija.

─── Que cosas no ─── Dijo ───Nunca pensé nuestra Marceline tuviera un poder que estuviera relacionado con las diez reglas que la Deidad Suprema creo.

─── Lucifer

Lucifer miro a su esposa, quien había salido del baño.

─── Si, mi amor.

Lucifer nota la expresión preocupante de su esposa.

─── ¿Sucede algo, mi cisne? ─── Pregunto Lucifer preocupado mientras mira a su esposa.

─── Estoy embarazada otra vez ─── Dijo Lilith mientras se daba la vuelta y mostrarle la prueba de embarazo.

Al escuchar Lucifer tira su copa de vino, sin embargo, Apple Pie agarra la copa rápidamente, y la pone en una mesa cercana para evitar que la copa de vino se rompiera y ensuciara el piso, y esa noticia hace que el rey del infierno sonriera ante aquella noticia otra vez.