Tener tres mujeres en la casa era más difícil de lo que parecía ser y aún más cuando las tres estaban en esos días del mes. Los astros se alinearon y Alexis estaba pagando las consecuencias solo.

Se sabía que Mary la pasaba mal por sus dolores, náuseas y calambres, ella debía estar en cama todo el día y era algo con lo que su esposo sabía manejar. Pero Amely en esos días era más sensible que nada, se la pasaba llorando por cualquier cosa y era muy, muy propensa a que cualquier cosa la deprimiera, era más como un problema de hormonas. Alexa por su lado era la cosa más irritante con la que Alex había tenido que lidiar. Era más gruñona que un perro chihuahua y al que se le quedara mirando por más de cinco segundos se llevaba una mentada de madre.

En esa semana donde todas las mujeres en la casa estaban con sus distintas situaciones en la misma area Thiago no salía de su habitación para evitar problemas. Alex siempre lo pensó como un traidor que lo dejaba solo en la guerra.

Amely tenía veintitrés años, Alexa catorce y Thiago tenía diecinueve años, la única que no se llevaba las bromas de que debían irse de casa ya era Alexa por ser tan pequeña pero el comentario era la broma recurrente del padre de los tres. La mayor seguía en la casa porque estaba estudiando y su padres le decía que no se preocupara, que podía quedarse todo el tiempo que quisiera. El chico no estaba haciendo nada porque seguía en la escuela, se supone que iba a graduarse pronto pero sus padres ya dudaban de él porque ya repitió grado dos veces. Ahora estaba en sus vacaciones.

Alexis salía de la habitación de su hijo para seguir haciendo su deber de alimentar a sus niños. Tocó la puerta de la habitación de la mayor para entrar cuando le fue indicado. "Hola." Le habló bajito para evitar que llorara si alzaba la voz. Ya había sucedido anteriormente. "Te traje comida." Se acercó a la cama para dejarle una bolsa considerablemente grande de McDonalds. "Y postre." En la mesa de noche le dejó el jugo y un helado de frutas. Él mismo compró el helado solo para añadirle la fruta cuando llegó a la casa.

La chica abrió la bolsa rápidamente y sacó la comida para dejarla en su cama. Abrió una caja de nuggets y comió uno para extender sus brazos abrazando a su papá. "Gracias, papito." Chilló feliz y emocionada.

"De nada, güerita." Sonrió para abrazarla acariciandole el cabello. "Come y si necesitas algo me llamas,¿sí?" Le dejó un beso en la cabeza para levantarse de la cama.

"Okay." Asintió la castaña para seguir comiendo.

Alexis salió de la habitación para tomar la otra bolsa que había dejado en la mesa del pasillo para ir a la otra habitación. La habitación del peligro, como le decía él. Tocó la puerta suavemente sabiendo que le iban a gritar.

"¡¿Qué?!" Escuchó al otro lado haciendo que achicara los ojos.

Abrió la puerta y entró mirando al suelo con la bolsa en sus manos. Se acercó a la cama despacio, como si temiera que le arrancaran una pierna. Lentamente dejó la bolsa en la cama y en la mesa de noche la botella de refresco y un pequeño pastel. Le acarició el cabello con la yema de los dedos mientras ella lo miraba mal tratando de no sonreír por la comida que le trajo. Dejó todo donde iba y luego acomodó la cobija de la cama antes de retroceder para salir de la habitación. No dijo nada en todo el rato, una sola palabra podía volverla insoportable y era justo lo que no quería. Pudo escuchar como abría la bolsa feliz para sacar todo de dentro de esta.

Al salir sano y salvo fue a su habitación para ver a su esposa. Ella estaba durmiendo plácidamente con el aire acondicionado helado a más no poder. Sabía que se iba a quedar durmiendo por largas e interminables horas. Salió para no molestarla y fue a la habitación de su hijo con lo que se supone que sería la comida de su esposa. Entró y cerró la puerta como si fuera su habitación encendiendo la luz.

"¿Mande?" Preguntó el chico quitándose los audífonos y dándole pausa al juego para mirarlo.

"Compré comida para tu mamá pero está durmiendo. Sabes que duerme como tronco por horas así que.." Lo movió en la silla donde estaba sentado para poner la comida en el escritorio del Set Up del chico y acercar otra silla sentándose. "Dame ese control y agarra el otro." Le dijo quitándole el control de la play.

Thiago no se quejó porque estaba ocupado abriendo la bolsa para sacar lo que comería. "Mira nomas que chulada." Dijo al sacar una hamburguesa. Se le hizo agua la boca de tan solo verlo.

"No deberías comer por ser una rata traidora." Le dijo Alexis para quitarle la hamburguesa.

"No te pases de verga. Esa la agarré yo, culero." Se quejó el menor mirando como su padre mordía la hamburguesa.

"Y yo la compré." Le dijo mostrándole el dedo de el medio. "Agarra otra cosa. Pendejo muerto de hambre."

"Pendejo tú." Le devolvió el gesto. "Pito."

"Comes." Le respondió dándole un zape para agarrar el refresco con esa misma mano. "Ya bájale y come o me lo comeré yo."

"Negligente. Se supone que me alimentes y cuides." Se quejaba otra vez.

"Ya esa mamada caducó hace un año, cabrón, ni se supone que estés en mi casa." Lo regañó otra vez con ese mismo comentario que siempre hacía.

"Culero." Murmuró Thiago tomando otra hamburguesa para comenzar a comerla con papas fritas. "Si me voy de la casa serás el primero en chillar, joto." Y tomó de su refresco quintándoselo a su papá.

"Fuiste planeado por tu madre, mamón, yo no te quería así que me vales mucha verga." Thiago escupió su refresco al reír en mitad del trago, lo que hizo que su padre también carcajeara como hiena.

Pasaron horas sentados comiendo mientras jugaban. Se compartían los refrescos y reían empujándose aveces para hacer perder al otro. Pasaban tiempo de padre e hijo insultándose uno al otro. Se llevaban algo pesado y aunque a Mary no le gustaba se continuaban tratando así. Se sabía que el padre fuerte en la casa era Alexis pero era el primero cuando se trataba de que no les faltara nada, como en ese día.

¿Ideas?
Ya se me secó el cerebro

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Si hay faltas de ortografía o un error,por favor déjenme saber.
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