CAPÍTULO 6

Jungkook

Bufé ante la negación del señor Byun. Me encontraba haciendo drama en la dirección por querer dimitir con la tutoría del "principito" y ese señor de ninguna manera me daba la aprobación ante mi propuesta.

— No lo soporto. —bramé.— Es arrogante, y para nada humilde. Cambie el tutor de Taehyun para que no sea yo, por favor. —insistí por quinta vez.

— Tú aceptaste. Y los padres del muchacho no estarán dispuestos a los cambios, me lo dijeron porque ellos mismos te escogieron. —le miré molesto.

Me pasé la mano derecha por el rostro hasta desordenar un poco las hebras de mi flequillo con exasperación.

— Ya ha llegado la inspección. —dijo la secretaria a mi espaldas.

— Bien. —él me miró y se levantó los espejuelos del puente de su nariz para dejarlos en la cabeza. — Se que no se llevan muy bien, Taehyun también ha estado aquí para pedirme lo mismo, ambos tienen personalidades explosivas, pero aún así pérsico que son diferentes. —se acercó más a mi— Siento repetirte una vez más, que todo está hablado, se que se llevarán bien algún día. —chiste y seguí mirándole con molestia. El puso una mano en mi hombro izquierdo.

— Eso nunca pasará.

— Como escuchaste hay inspección en la escuela, debo de atender algunos inconvenientes. —comentó— Solo se paciente con él, y conócelo más.

Resignado con la mochila colgando en mi espalda y el skate en una de mis manos salí de la oficina direccional tras el director.

No me apetecía seguir asistiendo a las clases de hoy así que, mejor me retiraría para simplemente deambular en la scales y entretenerme con algo que no me hiciera pensar en mi posición en estos momentos.

Me colé por los pasillos tratando de pasar desapercibido, brinqué por la verja de detrás del establecimiento y salí felizmente de allí.

No traía mucho dinero encima por lo tanto comerme algo ligero estaría bien. Caminé con los audífonos puestos por la acera, distrayendo mi mente mientras oía algo de rap y miraba la extensión de casas del pueblo.

No muy lejos de la escuela me encontré con un puesto callejero donde vendían churros y me pedí dos, había a su lado uno de hot dogs así que también comí, y para finalizar me compré algo de beber, un jugo de naranja estaba bien.

Cuando estuve satisfecho con mi comida decidí ir un rato al parque principal del pueblo aún con mis audífonos puestos me dediqué a mirar especialmente a uno de los bancos del parque.

«Esto tiene que ser una broma»

Taehyun, al parecer también había decidido no asistir a clases hoy también, desde la lejanía podía verlo con su costosa vestimenta, sentado de forma erguida en uno de los bancos del parque.

El cabello castaño se le movía con la suave brisa, estaba de espaldas a mi, así que me quedé un poco más mirándole.

¿Como puede tener un aspecto impecable y estar podrido por dentro?

Es arrogante, para nada humilde, se cree el ombligo del mundo, que todo gira en torno a su persona. Se cree perfecto y no lo es.

Decidí que ya era mucho mirándole y cambiando la canción de mi reproductor a una de Sheck West me moví con agilidad sobre mi patineta.

Practicaría dos o tres trucos y me iría a nuestro parque de patinaje. Pase montado en la patineta cerca de él, y sentí el pesar de su mirada.

El dragón flip es uno de los trucos más difíciles en el mundo del Skate, pero yo lo domino casi a la perfección. Me sale bien y me gusta jactarme de ello.

Me impulso un poco con mi pie izquierdo y logro hacer el truco sin fallas. Le miró un poco sin que se de cuenta y después de cambiar la mirada sonrió burlonamente.

«Yo también se ser genial sin tener dinero principito»

La canción termina y yo me encuentro exhausto por el abuso de ejercicio. Agarró la patineta en mi mano derecha y caminó hasta un banco en el que me siento, esta un poco lejos de Taehyun pero aún puede verme, saco mi botella de agua y miro al frente.

Él tiene la mirada fija en mi, tiene sus manos reposando en los muslos, y labios muestran una sonrisa medio burlona.

Se levanta del sitio, se sacude un poco la ropa y tras acomodársela junto con su pelo comienza a caminar hacia donde estoy con tranquilidad.

— Al parecer no eres tan eficiente con tu asistencia a clases.

Hago una mueca y le miro mal.

— No es tampoco de tu interés. —comenté mientras guardaba la botella de agua en mi mochila y me disponía levantarme e irme.

— Jungkook —el tono aterciopelado y demandante de su voz me erizó la piel. Me tocó el antebrazo para detenerme.

— ¿Que quieres? —repliqué sacándome de su leve agarre y volviendo a sentarme.

Estaba con su anatomía de metro ochenta frente a mi y se miraba imponente. La brisa nos revolvió el pelo a los dos.

— Hagamos una apuesta. —arrugué mi entrecejo.

— ¿Una apuesta?

Asintió y se cruzó de brazos también para sentarse a mi lado a una distancia prudente.

— Si, por lo menos en un mes podemos llegar a una tregua. —contestó mientras me miraba a los ojos.

— Te escucho. —comenté.

— Bien, la cosa es que yo no puedo perder esos exámenes que tengo dentro de lo que me quedan de semanas. —levanté una ceja— Por lo tanto podemos apostar algo. —hice un ademán con mis manos así tipo: ¡Acaba de decir que es lo que quieres!— La cosa es que si yo gano los dos exámenes, pediré algo, si gano uno y pierdo el otro tú lo harás. Solo valdrá si gano los dos.

Suena interesante, pero, cuidado. Este castaño no es de fiar.

— Quiero escuchar lo que pedirás. Yo no te dire lo que quiero. Pero de todas formas si pierdes los exámenes será por ti. —el gruñó y me miró molesto.

— No perderé. Se supone que deberíamos de conocer cuáles son las propuestas, yo la tuya y viceversa. —negué.

— No señor principito, tu única opción para pasar los exámenes soy yo, así que te quedarás con las dudas.

— Bueno como sea, lo que deseo es simple. Quiero aprender a montar en el skate. —eso si me sorprendió.

— Tu no encajas en este mundo.

Bufó.

— ¿Y eso qué? Tú tampoco encajas en el mío. Deberías arreglarte un poco y bañarte más.

— Me está jodiendo mucho tú personalidad estúpidamente arrogante ¿sabes? —brame.

— No te hagas el ofendido, tú empezaste. —eso era verdad— Además, no planeo llegar tan lejos como tú, solo quiero aprender a montar patineta.

— Lo pensaré. —me levanté y mi cuerpo quedó a menos de un metro de él.

Teníamos la misma estatura así que ya que su altura no me imponía nada en lo absoluto. Le miré a los ojos directamente.

Sentí su perfume costoso con olor a cítricos, fue agradable para mi sentido olfativo pero decidí ignorarlo.

Y cuando por mi cabeza pasó eso de que "se veía bonito y olía muy bien" enseguida lo saqué de la mente.

— Sigamos las tutorías, por lo menos en este mes no molestaré. —sonreí burlonamente.

— ¿No comentarios despectivos?

— Por este mes, no, no habrán. —asentí.

Agarré mi skate y colgué la mochila en mi espalda. Le eché una mirada de reto y le pasé por su lado, me volteé aún estado no muy lejos de él y dije:

— Cumple tú palabra principito.

Él asintió.

—Deja de llamarme así. —bramó.

— Lo que ordene su majestad. —me doblé haciendo una reverencia fingida y moví mi mano derecha muchas veces en plan: "Como usted ordene".

El me dio una sonrisa que no interpreté como falsa sino que no pude distinguir ningún sentimiento. Después de eso solo me volteé y me fui a casa, necesitaba dormir, comer, relajarme viendo alguna película o serie. Porque había aceptado la propuesta, pero algo me presentía yo con eso.

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No hay reparo en ti Jungkook. Jajajaja lo amo.

¿Que creen de nuestro principito castaño?

Besukis