CAPÍTULO 32

Taehyun

La llamada de Jungkook causó estragos en mi, me había solicitado ir a su casa y estaba nervioso. Muy nervioso.

Por otra parte había un pensamiento que llegaba contante q mi cabeza, no dejaba de martillarme la mente. Ayer Jimin me advirtió sobre proteger a Jungkook pero no creo que hablara enserio.

Aunque de cierto modo temo que Ho Baek se aparezca de la nada y la tranquilidad del azabache se vaya. Las probabilidades de que eso pase no son bajas, porque el me dijo que volvería a por Jungkook y el solo pensar que puede restaurarse esa relación me aterra un poquito.

Por otra parte tenía los ataques de ansiedad del azabache. Yo sabía lo que era tenerlos, solía pasarme cuando mi hermano era internado si empeoraba, pero nunca fueron tan graves como los de Jungkook. Solo leves fatigas.

Tres toques con mis nudillos en la puerta de madera con el pulimento algo desgastado anunciaron mi llegada a la casa de los Jeon. Al instante se mostró el rostro sonriente del hermano de Jungkook.

Este era un poco más alto que el azabache, no tenía tatuajes visibles con su hermano, pero no se podía negar que tenían un parecido. Aunque JungKae era de una complexión más corpulenta que Jungkook no dejaba de parecerse a este.

— ¡Jungkook tu pesadilla llego! —gritó mirando detrás de él— Adelante Tae.

Ahg, JungKae tan molesto siempre.

— ¡Voy! —respondió Jungkook desde su habitación al parecer, también gritando.

— Gracias por el recibimiento, supongo. —respondí con tono burlesco.

Estaba acostumbrado ya al poco trato que me daban las personas que rodeaban a Jungkook, pero supongo que si hermano es así, de bromista y jodedor. Así que no me molestaba mucho sus comentarios.

— ¡Oye tú! —espetó Jungkook mientras me señaló.

Yo respingué un poco mi cuerpo en un temblequeo.

— Ah si lo que sea—comentó Jungkae restándole importancia a mi presencia h a la de su hermano y mirado a este dijo: — Cuídate de Jungkook.

Su comentario con sorna me causó algo de gracia pero preferí no gesticular ni siquiera una leve sonrisa de labios pegados.

JungKae cerró la puerta y se largó de allí.

— ¿Que sucede? —pregunté sacando el leve miedo que tenía de Jungkook en esos instantes.

— Ya hablaremos después de esa publicación que hiciste. —sentí mis mejillas colorarse un poco.— Ahora, quiero que me lleves a comer hamburguesas.

Levanté una ceja.

— ¿Porque debería? —pregunté.

¿Para eso me había llamado?

— ¿Recuerdas la apuesta en el parque verdad? Pues aunque no perdiste me lo merezco. Te enseñé a andar en patineta, y en el campeonato te ayudé a perfeccionar. Así que te lo exijo.

Sonreí.

— A veces eres tan molesto. Deberías ser tú quien las pague. Yo te salvé.

Suspiró ofuscado.

— No. Que pague tu culo millonario. —bramó y agarrando un abrigo con capucha, abrió la puerta y la señaló para que me levantara y saliera de la casa también.

Me carcajeé negando con la cabeza. No hay reparo en el pero.. ¿Puedo negarme a esos ojitos redondos café, que me muestran una galaxia entera? No, claro que no.

Espera...

Carajo, Taehyun, no. Suenas, suenas como un tonto.

Comúnmente lo momentos entre Jungkook y yo no duraban mucho en tregua que digamos. Pero justamente hoy, había un ambiente diferente entre los dos.

Nuestra charla en la hamburguesería más alegada del pueblo se estaba volviendo amena. Me he dado de cuenta que si le das de comer al azabache se mantendrá feliz y no te hará discusión en muchas cosas.

Supongo que no tiene a mas nadie con el cual hablar, Namjoon se encarga de sus asuntos con las redes e incluso, tuvo que viajar a Seúl para presentarse en una agencia, Yoongi no parece tener ganas de salir mucho a la luz del sol y eso que debería, porque está muy pálido siempre, Jimin, ya saben. Y Seokjin, supongo que aún no es muy cercano al chico de ojos de ciervo.

Entonces llegada a la conclusión, solo quedó yo, porque su hermano no parece ser una opción viable, y supongo que no suele requerir mi presencia mucho porque se que a pesar de no sacar el tema a relucir sigue estando suelto.

— Jungkook.. —llamé y le metió un mordisco a la hamburguesa.

— Dime. —contestó con los mofletes hinchados por el bocado sin triturar en su boca.

Hice una mueca. Pero me pareció tierno verlo con los cachetes lleno de comida.

— Mastica y traga. Después contesta. —ante mi contesta arrugó el entrecejo y me miró mal.

— Ay, sigues de estupido. —contestó con la boca llena, tras darle un sorbo a su bebida trago y siguió con sus bufidos y sus reclamos:— Si ves que estoy comiendo, déjame terminar de hacerlo, sino no me llames, porque te responderé.

— Ya, ya. —dije, había pedido un flan de leche solamente, por lo tanto me lo había zarpado enseguida, que esto era más como una cafetería pero por lo fañosas de las hamburguesas se habían decantado por llamarle al lugar así. — Deberías de escuchar a Jimin. —sugerí y noté su cara enrojecida.

— No. —zanjó.

— Jungkook. El beneficio de la duda..

— Me importa una mierda, dije que no, y que se joda. —interrumpió mientras con fiereza agarraba la bebida para peinar la botella y beber un trago grande.

— No insisto. Pero piénsatelo. Estuviera mal o no, creo que Jimin solo quería protegerte.

Me dio una mirada rabiosa pero se concentró después en terminarse la hamburguesa y no responderme.

Al pagar nuestra comida salimos del lugar y allí estaba Ho Baek, con una mueca en su expresión, mientras me miraba acusador. Justo lo que me temía estaba pasando hoy.

Es como si el karma me gritara, "oye Taehyun, es que te he leído la mente y no pude evitarlo"

Estamos jodidos. Pensé.

Me fue imposible tapar los ojos de Jungkook a tiempo, así que solo me quedo mirarlo, ver su reacción, porque como comenzará otro ataque de pánico lo sacaría inmediatamente de allí.

— ¿Taehyun? —comentó con exasperación— ¿Jungkook?

El mencionado apretó los puños a ambos lados, noté su respiración irregular, y sus ojos estaban acuosos.

Por favor, por favor.

— Jungkook mirame... —pedí pero el pareció no oírme.

Seguía mirando a Ho Baek, con consternación y rabia.

— ¿Como has estado Kookoo? —su meta pregunta hasta me molesto.

— Vete.. vete de aquí, ¿como tienes el descaro de fingir que nada paso? —comentó bajito Jungkook.

— Ey.. contrólate. —dije jaloneando su abrigo por el dobladillo.

Pero no se inmutó ni un poco.

— Bebé, podemos hablar.. hablando tiempo..

— Hyun, no creo que sea adecuado. —comenté intirrumpiéndole, pero él tras mirarme con molestia me ignoró.

— ¡Tú cállate! ¿Para eso te ganaste mi confianza? ¿Para quitármelo? ¿¡Eh!?

— ¡Te callas tú! —rugió Jungkook con rojeza en su rostro— ¡A Taehyun no le hables así! Por tu culpa... ¡por tu maldita culpa perdí a Jimin!

Se echo a llorar. Cabizbajo y con sus manos en el rostro sollozaba, derrumbándose en lágrimas y yo acongojante por verle tan vulnerable, por la mirada de Ho Baek hacía mi, parecía señalarme con que yo tenía la culpa por el rechazo que Jungkook le estaba dando.

El azabache volvió a mirarlo.

— Pero bebé.. —intentó decir, Jungkook se llevó una mano al pecho.

Oh, oh.

— ¡Cállate ya imbécil! —escupí.

¿Que no se daba cuenta del estado en el que se estaba poniendo Jungkook?

—Escucha, escucha, —me metí delante del azabache para evitar el contacto directo de los ojos de ellos dos. Pareció funcionar así que capté su atención.— Baloo, lo recuerdas ¿no? Es mi perro. —Asintió suave. ¡Bien Taehyun! Eso es.— La novia de Baloo va a tener cachorros.. —¿Qué porque solté eso? Ni idea, pero espero que siga funcionando, necesito distraerlo. — Respira, —pedí—, creo que serán muchos cachorros..—continúe para que se enfocara solamente en mis palabras— respira con calma Jungkook. —me siguió, me miró a los ojos y vi que un poco de tristeza se largaba de estos— Seré.. abuelo.

Jungkook, se quedó en silencio mientras supongo que acotaba la orden para calmarse y guardaba en su cerebro la información sobre mi perro, era una increíble noticia, lo había omitido pero al final sirvió para distraerlo y evitar un ataque de ansiedad mayor. Se detuvo un momento a pensar en lo que había dicho y mirándome con intensidad pude ver como con lentitud se calmaba y dejaba una sonrisa diminuta con sus ojos y labios.

Sus ojos se mostraban contentos, aliviados, y más cálidos. Sus labios se erguían en una lánguida sonrisa.

— Gracias.—farfulló bajito, y miró a sus manos.

— Deberíamos irnos. —comenté.

Pero el sorprendiéndome negó, no con rapidez porque se tomó su tiempo para hacerlo.

— Si vuelve a pasarme arrástrame, porque no quiero volver a sufrir un ataque tan severo.. pero déjame dejarle algo claro. —con dudas asentí.

Me hice a un lado para desbloquear la vista entre Jungkook y Ho Baek, pero no me separé de su lado.

— ¿Son novios ustedes? —acusó Ho Baek enseguida, me miró con ira y se carcajeó con sorna. —Whoa, Taehyun-ah, no pensé que te aprovecharías de mi historia. ¿Porque lo hiciste?

Suspiré.

— Hyun, yo no sabía que el chico de tu pasado era Jungkook. —comenté.

— ¿Que no lo sabías? —reclamó.

— Tu jamás lo identificaste para mi, así que no intentes decir cosas que no son. —tercié.

Jungkook permanecía en silencio a mi lado, pero podía sentir la tensura que emanaba su cuerpo.

— Taehyun. —dijo Ho Baek. Como si la lengua le picara un poco al hacerlo.

— Ho Baek. —rugió Jungkook.

El nombrado apartó sus ojos de mi y los centro en el chico de mi lado. Si bien se veía molesto por la situación, el mirar a Jungkook parecía ablandarle más la mirada. Definitivamente entiendo el estado en el que se puede sentir Hyung, pero no hay culpables aquí.

Comprendía que quizás él se sentía un poco mal por ver la situación, incluso el peso de mis palabras en el pasado me estaban pesando, porque no quería que ellos volvieran. Pero no era mi decisión, sino la de Jungkook.

— Tengo una pregunta para ti, y dos cosas que decirte Ho Baek. —Jungkook tranzó el momento cortando el hilo de miradas filosas, su voz sonó un poco entrecortada pero firme.

Me sentía orgulloso de él en esos momentos por su contención hacia el ataque de ansiedad. Supongo que perder a su mejor amigo le afecta mucho mas que volver a ver a su ex novio.

— Bebé.. —ante el sobrenombre con cariño Jungkook cerró los ojos con dureza.

— ¿Porqué regresaste? —preguntó.

— Deseo.., explicarte algunas cosas.

Jungkook negó.

— Eso que tenías que decir, ya lo sé. —miró al cielo para contraer fuerzas para seguir hablando— la primera cosa que tengo por decirte es que; todo lo que intentes hacer será en vano, —aspiró fuerte por la nariz y después continuó acechando con comentarios no afables hacia el chico, —.. te encargaste de dejarme el corazón roto como para que te odiara lo suficiente. Me destruiste. —hizo una pausa, respiro profundo y siguió—. Lo segundo que tengo para decirte, es que ya no te amo, decidiste por mi así que ahora eres parte de mi pasado, no te quiero en mi presente ni en mi futuro, así que puedes largarte porque en lo que a mi respecta no te quiero volver a ver. Y Taehyun.. no tiene la culpa de tu error, tampoco de la coincidencia. Y para responder a tu pregunta, si, somos novios.

¿Qué?

Hasta mi me hizo temblar cada palabra que salió de la boca de Jungkook. Fue duro, pero era cierto. El azabachado agarró mi mano, las suyas estaban allí sudadas pero no me importó mucho, y sin dejarme siquiera hablarle a Ho Baek me arrastró fuera de allí. Estaba aún medio consternado por lo último que acababa de soltar.

Resulta que donde me llevó Jungkook fue al parqueo de motos. Donde estaba la mía. La saqué y montados en esta mientras aceleraba saliendo del parking le pregunté:

— ¿Estas bien?

Él se aferró a mi cintura y no pude evitar sentir escalofríos. El olor achocolatado de su colonia inundó mi nariz y me sentí por unos momentos en el cielo.

¡Ese olor barato era la gloria! Y solamente porque era él quien siempre traía ese olor encima.

— Si, llévame a algún lugar.

El sendero estrecho se abría súbitamente al borde de la carretera principal. En la punta de una alta montaña, al otro lado, con sus frondosos árboles removiendo sus hojas por la brisa, brillando bajo el cielo encandilado y vivaz debido al sol estaba ese lugar que tanto me gustaba.

Estábamos en un mirador, decidí ir allí considerando que a Jungkook podía relajarle la vista y distraerlo, siempre que me estresaba solía buscar lugares parecidos y en el pueblo encontré este, desde allí era impresionante y la sola vista de las casas del pueblo y la arquitectura de este te hacia relajarte al instante.

Apagué mi moto y Jungkook sujetándose de mis hombros se bajó de esta. Me quité el casco y el me entregó el suyo.

Le vi suspirar y caminar hacia la orilla donde habían unos barrotes de madera que dividían la calle del peligro de parase en un lugar no seguro.

Colocó sus brazos en esta y siguiéndole hasta ponerme a su lado le vi respirar con profundidad mientras cerraba los ojos. Sin embargo, mi tranquilidad se basaba en mirar su rostro pasivo, sin ninguna expresión de tristeza, rabia o incomodidad.

— Gracias majestad, no conocía este lugar. —bromeó sonriéndome.

Yo le devolví una sonrisa de caja y el se abalanzó sobre mi cuello repentinamente. Se estrujó contra mi y sentí su nariz rozarme el cuello. Su achocolatado olor impregnó mis fosas nasales por completo, y nuevamente me sentí el cielo.

Me temblaron un poco las rodillas por la sensación, al sentir como el azabache presionaba su cuerpo contra mi, restregaba su nariz en un punto sensible de mi cuerpo, y cuando besó allí me sentí morir.

— Está bien.. no me gusta verte perder el control por los ataques..

Se quedó en silencio, apretujado a mi pecho. Acaricié con mis dedos su nunca, sin importar si me reclamaba por ello, sentí la necesidad de hacerlo y lo hice. De todas formas, el estaba actuando un poco candente.

— Tae.. —llamó bajito.

— ¿Mmh?

— La publicación..

— Si, estaba hablando de ti, si es lo que te preguntas. Pero esta bien sino quie.. —me interrumpió el hablar tapando mis labios con sus manos.

— Si quiero... me..me gustas también.

— Pero Ho Baek...

— No es a propósito, nada de lo qué pasó con nosotros lo es.. y si el no quiere entenderlo y alejarse, que te importe poco. Ahora somos novios.

—¿Novios? —agrandé mis ojos.

— Si. Pensé que querías eso.

—Pero Jungkook, ¿estás segu..

— Cállate y bésame. —exigió y mi cordura dijo adiós.

Intentaba ser racional, pero el debate de Jungkook con omitir el tema de Hyun, me llevaba a dejar mis instintos más prohibidos a desarrollarse y tomar el control.

Porque.. carajo, si que quería besarlo. Darle muchos besos a esos belfos rosados, volver a cogérmelo sin estar borracho y que el me jodiera como lo hizo aquella noche, hacerlo mío, dejarme hacer lo que él quiera hacerme.

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Whoa ¿que es esto? Casi tresmil palabras.

Esto de la recuperación me trae con mucha inspiración porque no tengo en que ocupar mi tiempo más que escribiendo y leyendo, estoy feliz de ver el desenlace que le estoy dando, pero triste porque casi lo termino. (Amo cada personaje de aquí)

Cuando anuncie el final, habrán sorpresas. :) Estaré dedicando un apartado para ello.