CAPÍTULO 13

Jungkook

Después de clases sali rápido de la escuela, no sin antes dejarle un mensaje al principito para que supiera que retomaríamos las tutorías, en mi casa por hoy. No podíamos seguir así, el necesitaba prepararse, yo estaba seguro de que no había estudiado nada y no me permitían dar de todos modos las clases por vía WhatsApp así que teníamos que vernos las caras.

Estaba formándose una gran tormenta de agua, pero no podía cancelar a Taehyun. No podíamos evitarnos más, llevábamos una semana sin coincidir en el mismo lugar y Taehyun necesitaba estudiar conmigo.

Aunque del todo no descarté las tutorías, porque mediante WhatsApp le había estado mandado temas para estudiar, pero dudo mucho que haya siquiera mirado alguno de los temas.

Había evitado también a los chicos un poco y decidí quedarme en casa por esos días después de la escuela, aunque Jimin permanecía más atento que los demás y iba de vez en cuando a verme. Quería curiosear pero por suerte había sabido evadirlo, su novio había ayudado en ello.

Ya me encontraba limpio, duchado y con un chándal de color gris sin pullover por debajo. Mamá se encontraba en su habitación seguramente haciendo un maratón de novelas, solía hacer eso cuando todos los quehaceres estaban completos y podía relajarse.

— Mamá, —llamé tras abrir un poco la puerta y asomar inclinadamente mi dorso y cabeza—, hoy vendrá un compañero de clases al que le estoy impartiendo las tutorías. Estaremos en mi habitación. —informé.

Ella me miró y con una sonrisa dijo;

— Si deseas puedes decidirle que se quede a cenar. —negué rápido.

— No se quedará, no me cae muy bien, le imparto tutorías por simple compromiso.

Me escrutó con la mirada y decidió no argumentar ante mi comentario tan sincero.

— Está bien, de todas formas dejaré algo para él.

Asentí, no había manera de decirle que no a esta mujer. Con eso cerré la puerta de la habitación de mis padres. Ya Taehyun debería de estar aquí y se estaba retrasando, de alguna manera yo quería seguir evitándolo pero no se podía, si el no salía bien en los exámenes que tenemos próximos no me cambiarían de puesto, no conseguiría nada y el estaría decepcionado a sus padres, aunque por su parte a mi me da igual lo que le suceda, por la mia es algo más complejo, mi beca estaría pendiendo de un hilo y no queremos que pase eso. Yo no me puedo dar ese lujo, no soy un niño pijo al cual le cumplen caprichos como él.

Baje a la sala de estar, me senté en el sofá y miré mi celular con impaciencia. Ya debería de haber llegado. Mi padre apareció por la puerta trasera con ropa deportiva y y una pelota de basket en uno de sus brazos.

— Niño, deberías haber venido hoy. —se acercó a mi con un brillo de emoción en los ojos.

Sonreí con amargura.

— Viejo, me hubiera encantado acompañarte, pero tengo que cumplir con las dichosas tutorías. —farfullé.

El sentó a mi lado y acaricio mis cabellos.

— Está bien, un compromiso es un compromiso.

Asentí.

— ¿A quién derrotaste hoy? —el se mostró emocionado ante mi pregunta y volteó su anatomía para mirarme por completo.

— ¡A Moon! Tenías que veré la cara niño. —se carcajeó y yo saqué una sonrisa de dientes afuera.

— ¿De verdad? ¡Ese es mi viejo! —dije y nuestra conversación fue interrumpida por dos toques en la puerta.

— Bueno niño, me iré a duchar— señaló la puerta.— Ahí debe de estar tu alumno.

Suspiré y asentí levantándome del sofá. Mentalmente me había estado preparando durante todo el día para que la visita no fuera tan incomoda. Después de todo me acosté con una persona que no me cae en lo absoluto bien y estar cerca de él me hace pensar en eso y enojarme por haber dejado que el alcohol que había en mi sistema actuara.

Abrí la puerta y ahí está él. Majestuoso, su reconocida colonia de olor a cítricos llegó a mi nariz y también un olor más tenue a frutas, podría ser de alguna crema para el cabello o quizás de piel, con su pelo desordenado pero no tanto, con sus vestimenta de "principito", pulcro. Cargaba también una mochila.

Detrás de él vi un carro deportivo irse, y supuse que alguno de sus padres lo había traído.

Ahg, ese idiota siempre se ve bien, de cualquier forma, no importa ninguna circunstancia, el se ve impecable.

Disolví el mar de ideas en mi cabeza y le miré a los ojos. Ahora me miraban con más intensidad y un brillo que no supe cómo distinguir.

— Hola. —dije.

— ¿Me vas a invitar a entrar o la tutoría será en tu porche?— me mordí la lengua.

Si será...

Rodé los ojos y bufé, estaba claro que ese de treguas no entendía. Seguí con mi vista directamente a sus ojos y no la cambié.

— Debería no dejarte ni entrar, quizás esta casa sea demasiado humilde para su majestad. —comenté con sorna y furia mientras abría la puerta.

El chistó la lengua y se adentró con paso lento a mi casa, la tormenta no había cesado, el cielo estaba pintado de un color grisáceo y a lo lejos se veían varios relámpagos iluminar el pueblo.

— Quizás—, contestó cuando cerré la puerta. Me tensé.— Pero es necesario, puedo hacer un esfuerzo.

— Kim sabias tú que los estúpidos y los ignorantes son la misma cosa. —El castaño con sus manos detrás de su cuerpo, levantó una ceja y me examinó.

— ¿Me has llamado estúpido e ignorante? —cuestionó.

— ¿Yo? Que va, gastaría más saliva en decirte algo que ya sabes. Fue solo un comentario.

Ante mi descarada respuesta el gruñó y yo salí con paso lento hacia el pasillo en donde se encontraba en mi habitación. Me volteé un poco y le miré.

— ¿Vienes o deseas husmear más aquí para después criticar?

Taehyun decidió no comentar ninguna cosa y siguió tras mi espalda. Me adentré en mi habitación seguido de él y me volteé para encararlo.

— Mi mamá tiene girasoles en el patio. —expliqué— Por lo que no podemos estado allí ya que quiero evitar cargarte otra vez, y no nos enteraremos en la cama o escritorio porque tu olor me molesta, no quiero que se quede en mi habitación, por lo tanto nos sentaremos en el piso.

— ¿En el piso? ¿Estás loco? Mi ropa es de marca no puedo hacer eso. —se quejó.

— Mi ropa es de marca—repetí burlándome y haciendo un ademán con muecas.— Ya lo sé principito, ya lo sé. —señalé mi closet. — Ahí hay ropa mía, puedes elegir alguna para que te cambies mientras yo busco mi computador, mi hermano parece haberlo robado.

Salí del cuarto mientras sentía la mirada del castaño clavada en mi nunca. Esta tarde sería larga, muy larga.

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Es de mi agrado informarles que; en el próximo capítulo las cosas se tornarán oscuras (Muajajajajajaja) el pov será de Tae, y habrán descubrimientos.

Perdón los errores, corregiré cuando esto esté completamente terminado.

Ann