11:TAEHYUN
»Contenido sexual explicito. Por la narrativa del personaje de Taehyun.
CAPÍTULO 11
Taehyun
El alcohol terminó por dejarme en un estado de ebriedad bien alto, no solía tomar mucho, tenía bastante control para beber, pero había sido demasiado. Se acercaba la fecha que me ponía depresivo y realmente no estaba para pensar en ello.
Tae Ho estaría feliz si aún viviera, estaríamos disfrutando completamente, bebiendo, comiendo, y haciendo cualquier cosas divertida que hacemos los jóvenes de hoy en día. Quisas estaría conmigo en esta fiesta también.
No me sentí muy bien con el bullicio de gente y me fui apenas pude, me alejé y entre en una de la a habitaciones de la casa.
Encendí la linterna de mi celular para lograr ver algo, era mejor no encontrarme con alguna pareja intimando. La habitación se alumbró un poco y las cortinas que decoraban las ventanas se movieron un poco por la brisa que entraba por esta, eran de un color azul claro a juego con las sábanas de la cama.
Había un gran estante repleto de libros, un trípode ubicado al lado de este, posiblemente con el que el moreno hacía sus lives y grababa videos, un escritorio con su computadora de mesa. Varios cuadros en los que Namjoon parecía ser el propio artista. Un piano electrónico y partituras regadas por doquier.
Había también en una silla ropa ubicada allí. La habitación en si no estaba muy organizada que digamos.
Fotos, habían fotos de él con audífonos puestos, en un estudio de grabación. Yo había sido testigo de el buen fin que tiene el para rapear y formar letras.
Husmeé un poco más la habitación pero me aburrí rápido. Me encontraba más calmado, más consciente, se podría decir. Pero aún veía medio doble y borroso.
La manija de la puerta sonó y yo apagué la linterna de mi celular, me escondí en una de las esquinas para mirar quien era la persona que estaba entrando al mismo espacio que yo. Cerró con seguro y aún seguía quieto en mi lugar.
Chocolate. Huele increíblemente bien.
Es un chico.
La poca luz en la habitación no me permite verle del todo. Su facciones son varoniles, y su cuerpo está bien formado, es de complexión delgada pero está fornido.
Él examina un poco la habitación y después con torpeza se sienta en la cama, se queda unos segundos ahí pensativo mientras arruga el entrecejo.
Comencé a mirarle los labios, y me dio deseo de atacarlos, de morderlos y hacer lo que me diera la gana con ellos. Salí de mi lugar y ante eso el chico se asustó, pero al ver que era un simple mortal se calmó y miró cada movimiento.
No hablé nada, me arrodillé frente a él, aún no sabía quién era pero tampoco importaba mucho con el chute de alcohol que estaba en mi cuerpo nada me era relevante, acaricié sus muslos y metí una de mis manos por debajo de su camiseta.
Ansiaba, necesitaba y deseaba tocarle todo el cuerpo. Me embriagaba su olor, y me parecía particularmente conocido.
Me sentí poderoso cuando se estremeció ante mi toque, subí mas mis manos hacia los pectorales e hice círculo con mis dedos en las aureolas de su tetilla.
Se mordió los labios, cerró los ojos y formó una expresión de placer absoluta. Se dejó tocar por mi y ante la inconsciencia de estarse mordiendo los labios me dieron unas ganas increíbles por besarlos.
Así que lo hice y se sintió jodidamente bien. El se detuvo un segundo en el beso pero después siguió.
Agregué mordiscos y lametazos a los húmedos besos. La música se escuchaba en segundo plano y solo se lograba oír en la habitación el chasquido de nuestros labios al separarse por unos segundos.
Le quité con sensualidad las prendas de su cuerpo dejando caricias en cada parte que quise, su miembro ya estaba erecto, palpitante, a la espera de ser atendido.
Miré con deseo este y me relamí los labios.
Oh, quiero, quiero probarlo.
Volví a pegar mis rodillas en el suelo, quedando mas bajo que el chico, le miré, a pesar de lo oscuro de la habitación distinguía algo de sus rostro y se miraba imponente, coloqué mi cabeza entre las piernas de él y de una pasé con toda la sensualidad que pude mi lengua por todo su pene.
Gruñó bajo. Música para mis oídos, aumenté el trabajo en la extremidad. . Colocó uno de sus brazos en mi cabeza para aumentar la firmeza de mis estocadas. Lo sentía, iba a venirse. Me levantó para detenerme y me desnudó entonces a mi.
El chico chocolate me agarró por sorpresa, me volteó con rudeza poniéndome de espaldas a él de cara al colchón, con esta pegada a las sábanas. Él, de pie tras mi cuerpo.
Un gemido gutural y cargado de exitación salió de mi boca al sentir el toque en mi trasero. Sus dedos húmedos, en mi entrada acariciandola me enloquecieron. Empuje mi trasero hacia atrás para lograr el roce de su miembro y mi entrada.
Oh si, rico.
Metió dos dedos y estimuló la zona mientras inclinando su cuerpo me repartía besos en el cuello y la nunca, una que otra vez bajaba a la parte de sus omóplatos, y yo gruñía y me desesperaba ante el ritmo que marcaba con sus dedos.
Me iba a enloquecer con esa lentitud con la que me acariciaba. Necesitaba más fuego, y al parecer para el aún no era el momento.
Me moví para marcar un ritmo, per él me agarró del pelo provocando que mirara al techo para detenerme.
— ¿Quieres más duro maldito zorro? —bramó con su voz cargada de deseo y mi respuesta fue empuñar otra vez el culo hacia su cuerpo.
Saco los dedos y sentí su miembro en mi entrada, me palmeo en una nalga primero y luego en la otra, el sonido de estas fue morboso, sexual. Gemí ante la hendidura de su miembro en mi ano.
Si, si.
Lo siento completamente dentro de mi, me llena, me toca el punto que me hace enloquecer y me vida los ojos de placer. Con alcohol en el sistema se siente incluso mejor.
Sujetó mis caderas y marcó un ritmo rápido, podía verle por el rabillo del ojo mirarme extasiado, sin perderse ninguno de mis gestos, ninguno de mis gemidos ahogados y las apretadas que le daba a la sábana por el placer.
Gemidos.
Unión.
Sexo.
En un rato más terminamos, tuve una venida gloriosa como hace tiempo no tenía. Volvía a sentirme vivo otra vez.
Salí de encima del chico no sin antes pegarle un sonoro beso en los labios.
Caminamos los dos juntos hacia el baño y al prender la luz palidecí un poco. Ya sabía yo que esa colonia me era conocida.
Tal vez sea producto del alcohol pero está bien, no me importa en lo absoluto lo qué pasó. De echo, me siento algo raro, pero extasiado.
— Vaya.. —comenté mirándole con sorpresa.
— Hemos.. —dijp y assenti sintiendo mis mejillas colorarse.
— Le echaremos la culpa al alcohol —manoteé uno de mis brazos restándole importancia al asunto. — Limpiemos nuestro desastre y vayamos a dormir.
Creo que me arrepentiré mañana de esto.
Carajo, ¿porqué dejas que estas cosas pasen Taehyun?
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Si, bueno. Pero te gustó ser azotado por Jungkook 🫦. No te quejes zorro. Aquí nomas nos quejamos porqué semejantes manos no nos azotan.
Por otra parte. ¿Tae Ho? Jajaja apareces de nuevo y no sabemos nada de ti.
Nos vemos, no olvides dejar tu estrellita.
Ann.
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