05
En verdad esperaba de todo, menos que su propio hermano le haya quitado a su novia. Jennie no quiso oír ninguna explicación a la vil traición de esos dos, apenas podías sentir el ruido de la brisa chocar contra su rostro. Sus ojos nublados debido a las lágrimas derramadas, le habían roto el corazón de mil maneras posibles.
JiSoo y JungKook siguieron a Jennie, era de noche y las calles oscuras siendo iluminadas por faroles, no les ayudaba mucho. Por supuesto, se separaron para buscarla.
Al haber tanta gente caminar y mucho tránsito andar, se estaba convirtiendo en un laberinto.
Jennie era una chica emocional, con una ligera dependencia hacía sus seres queridos. Lamentablemente se aferró demasiado a JiSoo, puso todas sus emociones en ella y por desgracia, Kim no supo cuidarlas.
—Ahora entiendo porqué me evitabas tanto o porqué te molestaba que JungKook se le acercara otra chica. Par de bastardos—murmura viendo el Río Han, estaba a escasos centímetros de la orilla y a su alrededor no había nadie—. Te entregué mi corazón, Kim JiSoo. Te amé sinceramente... ¿Así pagas mis sentimientos?. No querías tocarme, jamás sobrepasaste esa barrera por tu inseguridad... Puras mentiras, nunca estuviste segura de a qué lado ir y dónde quedarte.—expresó sacando de su bolsillo, el collar que le regaló en su cumpleaños.
La castaña tragó duro, sin pensarlo, arrojó el objeto al agua.
—¿Y tú, Jeon JungKook? Siendo mi hermano querido, me diste el golpe más fuerte de todos—alude dolida—. Me traicionaste, me robaste lo que tanto he amado en esta vida de la peor manera. Ojalá no hubieses vuelto nunca, te odio demasiado.—murmura cabizbaja.
JiSoo y JungKook lograron encontrarla a la vez, sólo que ambos decidieron mantener la distancia de ella por si se atrevía a dar otro paso. Caminaron en silencio hasta Jennie, quién, se percató de sus llegadas.
—Jamás los perdonaré, jamás en mi vida les volveré a digirir la palabra. Lo que me hicieron, no tiene precio ni clemencia. Espero puedan vivir con mi remordimiento, mi desprecio y mi corazón roto. Que mis lágrimas no los dejen dormir tranquilos ni nunca se vayan de su mente.—dijo dándose la vuelta, viéndolos a la cara mientras dio un paso hacía atrás.
—Preferimos eso antes que intentes hacerte daño, Jennie. Lamento si no pude ser sincera contigo, no sabía que tanto me enamoraría de JungKook... Por favor, mantente con vida.
Jennie rió amargamente, JiSoo miró de reojo a JungKook, el cual, poco a poco fue acercándose a la menor.
—¿Más daño del que me hicieron?... Ustedes terminaron por destruirme entera—solloza dirigiéndose a Kim con mucho odio—. Tienes toda la culpa, JiSoo—espetó furiosa—. Por causa tuya, separaste a dos hermanos que se querían, por tu culpa rompiste un vínculo de lo más hermoso... ¡No mereces ser feliz!.—gritó sacando de su abrigo, un cuchillo el cual iba directo a su pecho.
JiSoo esperó lo peor, horrorizada vio pasar su vida en un segundo. No estaba lista para irse del mundo, no cuando encontró el amor sincero en JungKook.
—Detente, Jeon Jennie.—el azabache logró detener el ataque, agarrando a su hermana de ambos brazos. El cuchillo cayó al suelo, JiSoo por puro acto de reflejo, pateó el objeto hacía el agua.
Jennie en un ataque de pánico, gritaba y pataleaba contra su hermano mayor. JungKook actuando calmadamente, susurraba palabras bonitas al oído de su hermanita.
—Yo me encargo, será mejor que llames a una ambulancia.—pidió JungKook.
—Sí, enseguida.—asintió Kim.
Una vez llamó, dio aviso a sus padres sobre dónde se encontraba Jennie ahora. Por supuesto, omitiendo la razón de ello.
Los paramédicos no tardaron en llegar allí, claro que, tuvieron que sedar a la castaña para así, llevársela.
—JungKook...
—Ve a tu casa, JiSoo—alude el alto, abrazando a su chica con el fin de calmarla—. Yo te aviso, y oye mi voz, pase lo que pase, estaremos juntos. ¿Bien? Ahora que te tengo a mi lado, no te dejaré ir por nada ni nadie.—aseguró besando suavemente sus labios.
JiSoo vuelve a besarlo, confiaba en JungKook. Ella tampoco lo dejaría ir, aunque fuese condenada al peor de los infiernos por amar.
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Los padres de los Jeon pisaron el hospital una vez fueron informados de lo ocurrido. HyunJin medio dormido también hizo aparición, todos con rostros preocupados.
—¿Qué le pasó a Jennie, JungKook?.—preguntó su madre.
—Verán...
—¿Familiares de Jeon Jennie?.
—Aquí estamos, nosotros somos sus padres y ellos sus hermanos—aludió el mayor de la familia Jeon—. ¿Qué tiene mi hija?.
—Su hija sufrió un ataque de pánico, afortunadamente logramos estabilizarla y ahora se encuentra anestesiada. Hallamos una herida en una de sus venas, con suerte, no perdió mucha sangre en el proceso.—explicó el doctor.
—¿Herida? ¿Ataque de pánico?—cuestionó la mayor totalmente aturdida—. ¿Cómo? N-no entiendo.
—Desconozco el motivo por el cuál pasó, sin embargo, creemos que su hija intentó suicidarse. Recomiendo discreción cuando entren a verla, tal vez recuerde o no pero traten de no tocar el tema.
Estaban en shock, simplemente no podían creerlo. El médico se retiró, dejando solos a la familia.
—Habla, JungKook.—pidió su padre.
—¿Qué tiene que ver JungKook-hyung en esto?.—pregunta HyunJin demasiado confuso.
Ni el menor ni la mujer entendían qué pasaba.
—Jennie... Ella hizo eso por mi culpa.—aludió cabizbajo.
—¿A qué te refieres, hijo?.
—Se enteró sobre mi relación secreta con JiSoo.
—¿Con quién?—habló su madre—. ¿Con JiSoo-ssi? ¿Su novia?.
JungKook asiente aún con su mirada gacha.
—Pero hyung... ¿Cómo pudiste hacerle eso a tu propia hermana? En realidad, ¿cómo fueron capaces de hacer algo tan vil y tan asqueroso?.—enunció un molesto HyunJin.
—Eres una escoria, Jeon JungKook—espetó la mujer, acercándose a él para darle una bofetada que se escuchó en todo el pasillo—. Y JiSoo, ella es peor que tú. Los dos me dan vergüenza—dice decepcionada de su primogénito—. Toma una decisión, JungKook. Es ella o tu familia.
Silencio, hubo un sepulcral silencio entre los cuatro presentes. El azabache miró a sus padres y a su hermano, los tres le miraban serios a la espera de una respuesta.
—Si decides irte con ella, olvídate de nosotros para siempre.—culminó su madre.
Entonces JungKook tomó una decisión.
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JiSoo esperaba alguna noticia, hace más de dos horas que no había señales de JungKook.
No quería pensar lo peor, a pesar de llamarlo seguido y enviarle muchos mensajes, en ninguna ocasión respondió.
—¿Acaso le ocurrió algo peor a Jennie?... No, espero que no.—susurra viendo la pantalla de su celular.
Esperó unos diez minutos más a ser notificada, no obstante, no lo fue. Agarrando su bolso, decidió salir e irse directo al hospital. Ya no aguantaba dicha agonía.
JiSoo frenó en seco cuando la puerta de su casa fue abierta, mostrando una figura masculina que conocía perfectamente.
—¡JungKook!.
Kim se abalanzó sobre el cuerpo del azabache, logrando que ambos cayeran al suelo.
—Hey, tranquila preciosa...—sonríe correspondiendo a su abrazo—. Aquí estoy, prometí que volvería.
JiSoo sollozaba, temiendo que sólo fuera una alucinación suya y que su hermoso conejito fuera producto de su imaginación.
—¿E-estás a-aquí realmente?.
JungKook sonrió y besó su mejilla, acariciando su largo cabello oscuro. Inhaló el aroma a flores que desprendía de su piel, adorando ese adictivo perfume que tanto le gusta.
—Aquí estoy, mi amor—murmuró—. Y ya no pienso irme de tu lado, nunca más.
JiSoo sonríe alegre, mirándolo a los ojos, besó sus labios tiernamente. Su conejito no se fue, su conejito no la abandonó, su conejito regresó por ella.
—¿Qué sucedió con Jennie y tu familia?.
Jeon suspiró recordando esa conversación dónde finalmente decidió quedarse con JiSoo.
Flashback.
—No me hagas esto, madre.
—Mamá, no creo que sea correc-...
—Cállate HyunJin, suficiente tengo con tu hermano.
JungKook sonrió ampliamente mientras negaba al aire.
—Sabes una cosa, prefiero mil veces quedarme con JiSoo a tener que soportar tus manipulaciones. Yo escojo con quién ser feliz, ni tú ni Jennie van a joderme mi oportunidad de amar otra vez. No dejaré ir a la mujer que amo, lo siento por ustedes... Yo ya no me pienso prestar para que decidan por lo que en verdad quiero. Y espero que tú igual, HyunJin. Recuerda que siempre te recibiré con los brazos abiertos. Cuidate mucho, hermano... Tú igual papá.
Con firmeza, salió de aquel lugar. Aliviado de ya no cargar con el peso de una madre que nunca lo quiso sinceramente y siempre prefirió a Jennie por sobre él y su hermano menor.
¿Qué más da? Ya no sería un Jeon sino un Kim, y con mucho orgullo.
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—Tú eres mi felicidad, JiSoo.
—Y tú la mía, JungKook—expresa abrazandolo con toda sus fuerzas—. Y bien dicho, esa señora no me caía bien. Siempre me miró con desprecio pero supo disimularlo por Jennie.
—Lo sé, y pienso que Jennie pronto se dará cuenta de lo manipuladora que es.
JiSoo estando de acuerdo, deshace el abrazo y toma la mano de su chico.
—Kim JungKook, suena bastante bien.
JungKook asiente.
—Ven, vamos a nuestra habitación. Necesitas un poco de mi dosis especial.
Dejándose llevar, ambos suben hacía su ahora dormitorio.
Ya no existía obstáculo ni riesgos por los cuáles preocuparse. Ahora sólo quedaba ser felices, como se prometieron.
Juntos.
Nos queda el epílogo, gente. Espero les haya gustado mucho el capítulo.<3
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