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𝗗𝗶𝗲𝗰𝗶𝗼𝗰𝗵𝗼

Solar sonrió al abrir la puerta de su casa para recibir a quien tocaba el timbre. Se acercó al chico para darle un pequeño abrazo de bienvenida, acariciando suavemente sus brazos de arriba a abajo al alejarse un poco.

—Me alegra de que no me mintieras, YoonGi oppa.

—Yo igual—susurró, sonriéndole avergonzado.

Cuando YoonGi recibió la invitación por parte de la chica, aceptó sin tartamudear. Ella no le creyó, y se lo dijo con una risita. "Sé que no vendrás, y no me molesta, pero quería invitarte de todos modos".

Dos días antes, Min había empezado a dudar entre asistir o no hacerlo. No contaba con un pijama bonito para la ocasión, puesto que la idea de la cumpleañera era reunir a sus amigas y amigos más cercanos para pasar un buen rato y luego quedarse a dormir. Tampoco quería crear tensión, Jimin era uno de los invitados y se estaban evitando mutuamente las últimas semanas.

Pero por alguna razón, a último momento decidió que no podía fallarle así a Solar.

—Ven conmigo—tomó la mano del peli-negro, tirando de él hacia el interior de la casa.

Dejándose guiar por la chica, YoonGi observó con curiosidad las paredes llenas de cuadros pintados, dibujos y alguna que otra foto. Cuando ingresaron a la cocina, el peli-negro sonrió en grande.

Seokjin y Moonbyul estaban charlando con tranquilidad, aparentemente esperando que algo terminara de hornearse.

—¡YoonGi, viniste!—exclamó Seokjin en cuanto notó la presencia de su amigo.

Moonbyul lo abrazó primero, haciendo que soltara a la cumpleañera. Hacía tres días que no se veían, puesto que por problemas con la iluminación no habían podido asistir a la escuela. Seokjin lo apretó contra su cuerpo también, despeinandole el cabello solo para oír sus quejas y risas.

Todos buscaban verlo sonreír, hartos de sus caras de malhumor mezclada con disimulada tristeza.

—¿Qué es ese aroma delicioso?—preguntó curioso, olfateando el aire como un perro.

—Pizzas—respondió Seokjin—. La señora Kim fue a comprar unas cosas que hacían falta al almacén y me dejó encargado del horno.

YoonGi se relamió los labios, asintiendo con la cabeza por inercia.

—¡Ya llegué!—gritó una voz femenina desde el living, ingresando segundos luego a la cocina con un par de bolsas en cada mano—. Oh, hola cariño. Eres YoonGi, ¿verdad?. ¡Es un placer conocerte!—mientras dejaba las cosas en la bacha, sonrió hacia el chico que se veía un poco avergonzado.

—Gracias, s-señora Kim.

La mujer le tocó con ternura una mejilla, haciéndole señas a los otros tres de que se apartaran.

—Chicos, ¡vayan arriba con los demás! Cuando tenga todo listo llevaré las cosas.

—Está bien, mamá. Muchas gracias—Solar sonrió, tomando la mano de Moonbyul, quien tomó la de YoonGi de inmediato.

—¡Oigan, se olvidan de mí!—se quejó Seokjin, bufando cuando entre risas las dos chicas comenzaron a correr arrastrando al peli-negro que no aguantaba más la risa.

YoonGi no conocía a muchos de los presentes, a excepción de un rubio que bebía de un vaso rojo junto a la ventana de la habitación y el primo de éste. Sin embargo, se integró con mucha rapidez con las amigas de Solar; las tres chicas y los dos muchachos no asistían a la misma colegio que la cumpleañera, sino que pertenecían a una escuela de baile donde Solar tomaba clases.

—YoonGi oppa, ¿que vas a estudiar después de graduarte?

Ryujin hizo la pregunta a la que tanto miedo le tenía. YoonGi estaba desesperado por graduarse, terminar la escuela significaba dejar de ver a los compañeros con los que tenía nula relación y eso era lo único que deseaba desde hace dos años, sin embargo, jamás se había puesto a pensar qué quería hacer cuando todo acabara.

Jimin mantenía una amena conversación con su primo y la cumpleañera en el otro extremo de la ronda, fingiendo desinterés por cualquier cosa mientras controlaba la música del parlante con su celular, pero la respuesta a la pregunta de Ryujin también le causaba curiosidad. Nunca habían hablado de aquel tema, y ahora se arrepentía, ¿por qué no se le había ocurrido curiosear sobre ello? Sabía muchas cosas sobre el chico, pero sentía que desconocía lo más importante.

—No lo sé, no he pensado en eso aún—suspiró—. Solo quiero que las clases terminen de. Una buena vez... ¡¿Pero porque hablamos de los estudios?! ¡Vamos a beber otra ronda de cerveza!

—¡Así se habla!—secundó Seungmin, levantándose del sofá de un salto—, voy a bajar por más latas y de paso traeré las pizzas. ¿Quien va conmigo?

—¡Yo voy!—se ofreció una peli-castaña, levantando ambas manos desde el sofá.

Seungmin negó con la cabeza, acercándose a YoonGi con solo una zancada desde su lugar parra inclinarse hacia él.

» —¿Vamos, YoonYoon?

Tras aquellas palabras y antes que el implicado dijera nada, se oyó como un plástico era aplastado. YoonGi observó rápidamente hacia la cumpleañera, viendo que golpeaba a Jimin suavemente por el hombro quejándose por haber volcado refresco en el suelo.

El rubio miró a YoonGi a los ojos, y el peli-negro volteó hacia Seungmin nuevamente, sonriéndole con dulzura.

—Claro.

Los chicos salieron juntos de la habitación, oyendo como de fondo las chicas en el sofá se comportaban como verdaderas fan's del bl. A YoonGi le causaba mucha gracias, sabía lo que estaba haciendo, pero realmente no le agradaba Seungmin en ese sentido. Desde que había llegado el chico se la pasaba coqueteando le indirectamente, YoonGi no negaba que era muy lindo, pero no estaba interesado en realidad.

—¡YoonGi oppa da mucha ternura!—suspiró RyuJin, recostándose en el sofá.

—Creo que a Seung le gusta tu amigo—Lee Know codeó en broma a Moonbyul, quien solo negó con la cabeza.

Mientras tanto, el grupito de tres que estaba más alejado, solo regañaba al rubio por ser tan tonto.

—Si queda una mancha luego, vendrás a limpiarla con tu lengua—Solar lo señaló con el dedo índice.

—Fue sin querer, ¡te lo juro!—colocó las manos con las palmas pegados frente a su propia cara , la cara de Solar enfadada daba verdadero miedo—, some dónde busco un trapo para limpiar ya mismo, pero, ¿me perdonas?

Seokjin se rió, negando con la cabeza gacha. Podía sentir la tensión del momento en que Seungmin se acercó al otro chico, Jimin quería ir hasta allí y defender lo que soñaba que algún día fuera suyo. Todos se habían dado cuenta del coqueteo, aunque estaba bien disimulado.

—No hace falta. Solo dime lo que quiero oír.

De hecho, mi siquiera le importaba la bebida en el suelo o el vaso plástico todo resquebrajado.

—¿Ah? ¿Qué cosa?

—Tú sabes. ¡Dilo!

Jimin buscó ayuda en los ojos de su primo, pero él solo negó.

—Incluso los puedo oler—acotó Seokjin.

Para ese momento, Jimin tenía la atención de todos los presentes a pesar de que las chicas seguían hablando entre ellas en el sofá, estaban pendientes a la conversación. Y aunque asì no fuera se sentía observado y muy avergonzado.

—Yo... S-sentí celos—balbuceó, casi inaudible, mirándose los pies.

—¡No te escucho!—Solar se quejó—, ¿podrías repetirlo más alto?

—Dije que sentí celos, ¡¿bien?!—bufó, ahora sí realmente molesto con sus amigos por tomarse la situación en broma. Se puso de pie, mirando fijamente a la cumpleañera—. Ni siquiera lo he saludado porque me pidió mantenerme lejos, ¡pero no puedo evitar sentirme así! Y ustedes lo saben, pero lo único que hacen es molestarme con ello como si fuera algo gracioso.

—Jimin, espera—Seokjin trató de tomarle la mano, sin embargo, el rubio se apartó bruscamente.

—Déjame, Jin. Voy a tomar aire al balcon, y espero no me sigan.

Solar soltó un suspiro, jugando con su vaso vacío. Ella solo estaba bromeado y resulta que había hecho sentir mal a su amigo.

(...)

Después de beber, comer y reírse como locos, todos habían cambiado su ropa por pijamas, ordenando los colchones y bolsas para dormir en medio de la habitación. YoonGi no hallaba una posición en la cual sentirse cómodo en su bolsa de dormir, por lo que con sumo cuidado se movió en cuatro pies hasta el sofá-cama al otro extremo de la habitación.

Definitivamente era mucho más cómodo.

YoonGi se estaba quedando dormido, después de unos cuantos y largos minutos con los ojos cerrado, hasta que sintió como el sofá se movía a su lado. La luz de la luna que se colaba por la ventana le permitió saber quién le hacía compañía.

—Ho-hola—murmuró, mirándolo unos cortos segundos—, y-yo... Si q-quieres me voy.

Jimin amagó a ponerse de pie, pero con rapidez el peli-negro lo detuvo tomándole de la muñeca.

—N-no, está b-bien, puedes quedarte—murmuró—. L-as chicas me dijeron que estabas enojado hace rato... Conmigo.

—Nunca me enojé contigo, ¿porqué habrán dicho algo como aquello?

—Por Seungmin.

Jimin chasqueó la lengua, negando con la cabeza.

—¿Por qué no estás dormido como los demás?

—No lo sé—murmuró—, el suelo es incomodo... ¿Y tú?

—El suelo es incómodo—repitió.

YoonGi asintió con la cabeza por inercia, recostándose en el hombro de su acompañante. Jimin se sorprendió un poco, pero en silencio rodeó con su brazo al peli-negro para que estuviera más cómodo.

—C-creo que bebí demasiado—confesó de la nada, cerrando los ojos. Tenía mucho sueño, y no estaba pensando con coherencia. Actuaba a base de lo que su corazón dictaba, y en ese momento, estar con Jimin se sentía correcto

—Lo sé—soltó una pequeña risita nasal que provocó una sonrisa en el rostro del mayor—, pero no te arrepentirías tanto mañana si supieras cuál fue tu primer regalo de cumpleaños para mi.

—¿Qué?—por alguna razón, el recuerdo de ese día le hizo sonreír un poco—, ¿haber ido a tu casa ese día?

—Yoon, me besaste—murmuró, oliendo sus cabellos negros con los ojos cerrados—. Un segundo que se sintió eterno, pero supongo que fue el alcohol.

YoonGi no se apartó de su lado. Soltó un bostezo y se apegó más hacia el peli-rubio.

—Y dime... ¿yo beso mejor que Félix?

El silencio volvió a reinar en la habitación, pero estaba muy lejos de ser incómodo. Jimin analizó la pregunta, no porque dudara de la respuesta que daría, sino porque, que YoonGi supiera sobre aquello le daba más sentido a su repentina huída y a su manera de actuar de aquél día en adelante.

Félix era solo un amigo y compañero en el equipo de fútbol, y si bien había demostrado tener sentimientos hacia el capitán del equipo, éste le dejó en claro aquel día que su corazón ya tenía dueño y no iba a poder corresponderle.

—No deberías preguntarlo. Tus labios encajan mejor con los míos, me gustan porque son suaves, y frescos Besarte a tí es todo lo que quiero hacer cada vez que estamos cerca.

YoonGi oyó cada palabra con suma atención, de repente sintió calor en todo el cuerpo y su corazón se aceleró a tal manera que parecía querer escaparse de su pecho. No se movió de su lugar, estaba muy cómodo ahí.

» —¿Yoon?

—Mmh, estoy despierto—balbuceó, colocando la cabeza hacia arriba y abriendo los ojos. Podía ver la garganta del rubio y el como tragaba saliva de manera nerviosa en cuando acercó su nariz a la zona—, hueles muy bien. Hueles a... Ho-hombre. ¿Sabes? Antes también también había sentido tu aroma corporal. M-me agrada mucho.

El cuerpo de Jimin se puso rígido, alerta, y sabiendo que el chico estaba lo suficientemente borracho como para darse cuenta de sus acciones, lo alejó con una mano e intentó empujar todo su cuerpo hacia la otra orilla del sofá.

Pero fue en vano, YoonGi normalmente tenía fuerza, y con el alcohol corriendo por sus venas, se triplicaba. Volvió a posicionarse junto al rubio, a la espera de que él lo abrazara.

—Deberías intentar dormir.

—No, ahora no—replicó, intentando acercar su rostro nuevamente al cuello de Park—, ¡s-solo quiero estar cerca de ti! ¿Porqué no puedo? Tú... ¿Porqué siempre me alejas?

—Yo no te alejo, Yoon. Has sido tu el que me pidió distancia—suspiró, cumpliendo el deseo silencioso del mayor: rodearlo con sus brazos, apretándolo contra su pecho.

Las hormonas pelinegro parecían más calmadas que hace unos segundos; al menos no quería olerle ni besarle el cuello.

—Me obligas a... Alejarte de mi—confesó en voz baja, paseando sus ojos en sus amigos descansando en el suelo—. Pero no quiero, y-yo, si pudiera estar siempre a tu lado...

—¿Y porqué no? Yo también quiero tenerte a mi lado, tonto.

YoonGi guardó silencio por largo rato, dejándose envolver totalmente, hasta el alma, por la calidez del cuerpo contrario . El sueño le estaba venciendo otra vez.

—Tengo miedo... de perderte si lo intento.

—Ahora estoy contigo—besó sus cabellos negros—, puedes dormir tranquilo.

Y lo peor, es que YoonGi sabía que si no se arriesgaba a intentarlo, lo perdería de las dos formas.

Seungmin y Ryujin fueron los primeros en despertar. Se sentaron sobre sus "camas", se tomaron el tiempo de estirar sus extremidades y bostezar un poco. Dando una mirada rápida al rededor, notaron el desastre que habían ocasionado hace algunas horas. Pobre de Solar, pues la mayoría de ellos debían marcharse rápido a casa para luego tomar clases, y a ella le tocaría limpiar por su sola su habitación. Con la diferencia, que faltaría ese día a la escuela de danza.

Ryujin sonrió mirando hacia su derecha, mientras Seungmin observaba la bolsa de dormir a su lado perfectamente acomodada, tal como Solar la había preparado horas antes.

—Qué extraño—susurró, ¿dónde había dormido YoonGi entonces?

—¡Aww, qué lindos!—chilló la chica, pero en un susurro para no despertar a nadie más.

Confundido, Seungmin se volteó hacia su amiga, y miró en la dirección que ella lo hacía.

Jimin, sentado casi a la esquina de la cama, cargaba al peli-negro como si fuera un bebé, y de ese modo ambos podían dormir cómodos.

—¿Ellos ya se conocían?

—Son compañeros de Solar y Byul. También tengo entendido que pasan "cosas* entre ellos—los ojos de la chica brillaban, no podía evitar sonreír.

Mientras que Seungmin solo rodó los ojos y comenzó a guardar sus pertenencias en su mochila con un poco de fuerza. Él nunca tenía suerte con los chicos lindos, a veces llegaba a pensar que tenía una maldición.

RyuJin despertó a sus amigas con suavidad para que también comenzaran a ordenar sus cosas personales, y aunque no era la idea, la habitación se llenó de bostezos por parte de todos.

YoonGi fue el último en abrir los ojos, encontrándose con bastante movimiento en la habitación, a excepción de Seokjin que dormía plácidamente tapado hasta la cabeza. Todavía algo aturdido, notó el cuerpo del rubio justo detrás de él y sus mejillas se pusieron rojas.

—Buenos días, Yoon—Jimin le susurró al oído—, sé que vas a huir de mi en cualquier segundo, pero, ¿puedo aprovechar mi última carta contigo?

El peli-negro suspiró, cerrando los ojos. Sentía todo el cuerpo extraño a causa de la resaca.

—Te escucho.

—Quiero llevarte al cine por la tarde.

—Jimin...

—Déjame terminar—besó fugazmente su cabello, observando de soslayo que seis personas abandonaban la habitación—. Te estaré esperando para la segunda función a las seis, y si vas, lo tomaré como una aceptación a ser más que tú amigo. De lo contrario, prometo desaparecer de tu vida y no volver a ser una molestia para tí.

YoonGi guardó silencio varios minutos, dónde con disimulo, quitaba de su cuerpo los brazos que le mantenían cálido. Jimin no era idiota y claro que había notado lo que estaba haciendo, pero no se opuso en absoluto.

—Acepto. Pero no te hagas ilusiones.

Y tal como Jimin había previsto, YoonGi se escabulló de sus brazos e incluso la casa, con la excusa de tener un par de asuntos pendientes.

A pesar de todo, el rubio volvía a tener mínimas esperanzas de que todo podía salir mejor ahora.

AHHHHHH POR FINN TERMINO DE ESCRIBIR,😭 (en ese momento eran casi las 4am, en Argentina, pero antes de publicar me quedé dormido JAJDJAJSJ)

Espero les guste el capítulo, tiene casi 3k de palabras, y es el ante-ultimo. Solo queda el cap. final y el epílogo 🥺

©ʏᴏᴏɴɴɪᴇxᴊɪᴍɪɴɪᴇ5

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