Frustración y tristeza, eso era lo que sentía un pequeño chico de tan solo 21 años, un chico de cabellera azulada, ojitos azules como dos pequeños diamantes, piel de porcelana que cualquier persona podría envidiar y teniendo una vida de total asco que incluso algunas veces llegaba a pensar en el suicidó.

Su nombre era Park Jimin un chico de 21 años sumamente callado y tímido, con una apariencia física tierna y linda pero que él pensaba lo contrario por los tratos y cosas malas que sufría por parte de sus demás compañeros.

Primero sus padres se habían separado luego de que su padre se enterara de la infidelidad de su madre y terminarán discutiendo sin importar que el estuviera presente, segundo la Universidad a la que asistía era un total asco ya que él había sido víctima de bullying desde que tenía memoria por su cuerpo que incluso llegó a someterse a dietas sumamente peligrosas solo para dejar de escuchar aquellos comentarios hacia él, pero que a pesar de eso no desaparecían.

Y tercero y la menos importante a todos les daba igual lo que aquel chico sintiera en lo más mínimo algo que empeoraba más la autoestima de Jimin.

Como todos los días lo hacía salió de su casa para ir a la Universidad, luego que este se mudara y comenzara a vivir solo, normalmente llegaba a la escuela sin compañía de nadie porque ¿Quién quería ser amigo de una persona fea y callada?, y simplemente se limitaba a no decir nada y decidir seguir con su asquerosa vida.

Él se caracterizaba por ser uno de los mejores de su curso, con unas excelentes notas del cien por ciento en cada examen y evaluación, un chico totalmente admirable pero que para sus compañeros no le importaba ya que para aquellos lo más importante era el cómo eras físicamente.

Como siempre escucho el timbre de la escuela sonar dando por finalizado la clase indicando que ya era la hora de volver a sus hogares, Jimin guardo sus cosas rápidamente y salió del salón acomodando sus lentes y comenzar a caminar por los pasillos de la escuela sin intenciones de detenerse hasta llegar a su hogar.

Una vez salió de la escuela sintió su respiración regularizarse al no encontrarse con alguno de los chicos que lo molestaban ya que normalmente estos lo esperaban a la salida de su salón o de la escuela pero que esta vez fue diferente.

Pero todo eso se fue cuando sintió a alguien tomar su cabello y sentir un cuerpo atras de el quien tomaba su cabellera azulada bruscamente.

— ¿Pensabas irte sin decirnos adiós acaso Park? — Preguntó el chico mirando al más bajo.

Su cuerpo fue soltado con brusquedad sintiendo el dolor apoderarse de su brazo y cuerpo tras el impacto de este, Jimin miro asustado a todos los chicos frente a el quienes eran mucho más altos que él.

— N-no me hagas nada Taemin, p-por favor... — Rogó el peli-azul triste y asustado.

— Ya sabes, el dinero o nada — Le recordó el castaño serio.

— N-no tengo nada, l-lo juro — Respondió Jimin asustado.

El castaño le hizo una señal a los demás chicos quienes asistieron de inmediato y tomaron la mochila del peli-azul y abrirla sacando todo lo que traía en su interior.

— ¡No! ¡mis cosas! — Grito el más bajo.

Uno de los chicos abrió un compartimiento de la mochila encontrándose con el poco dinero que el peli-azul tenía y luego lanzarle la mochila y sus demás cosas en su cuerpo.

— ¿No que no traías nada? — Dijo el castaño serio.

Jimin recogió sus cosas guardando todo rápidamente dispuesto a salir del lugar, pero nuevamente fue detenido por el castaño y sus amigos.

— ¡Mírame cuando te estoy hablando! — Grito Taemin tomando el rostro del peli-azul.

— ¡Su-sueltenme! — Grito el peli-azul tratando de soltarse de su agarre pero que fue imposible ya que estos tenían mucho mayor fuerza que él.

— ¡Cállate! — Gritó el castaño golpeando el rostro del menor.

Jimin sentía sus ojos cristalizarse ante aquel golpe que el castaño le había dado, sintiendo como un hilo de sangre salir de su labio.

— Te daremos una lección por comportarse de esa manera — Dijo el castaño apartando la mochila del contrario y comenzar a besar el cuello del peli-azul.

— ¡No!, ¡Sueltame! — Grito el menor tratando de soltarse.

— ¡Cállate! — Dijo el castaño dándole otro golpe que hizo que el peli-azul cayera al suelo.

El castaño se colocó sobre el cuerpo del peli-azul continuando besando a Jimin quien luchaba por soltarse y salir de ese. lugar.

Sintió como el castaño rompió su camisa dejando ver su blaquisa piel, por más que gritaba parecía que nadie lograba escuchar nada, y ahora sería violado por uno de sus compañeros de la escuela.

Tal pareciera que estaba perdido en su vida.

(..🤍..)

Todo era un asco para Jeon, ahora tenía que ver como demonios lograría sobrevivir en el Mundo Humano ya que está en un lugar que jamás imaginó que su padre lo dejaría como castigo y del solo pensarlo se arrepentía al más no poder.

— Jodida mierda... — Maldijo el pelinegro serio.

Si todo era una jodida mierda, estaba dispuesto a irse a donde fuera que sus pies lo llevaban, pero se detuvo es escuchar unos gritos cerca del lugar donde se encontraba, giro su rostro buscando del donde provenían aquellos gritos y comenzar a seguirlos de manera desesperada y curiosa, hasta llegar a un callejón totalmente solitario y ver a lo lejos a un grupo de chico tratando de abusar de alguien.

Frunció su seño en total desacuerdo, a pesar de ser un Demonio jamás le había agradado las personas que hacían aquellas cosas y sin pensarlo dos veces camino hasta donde estaban aquellos chicos.

— ¡¡Suéltenlo!! — Ordenó el pelinegro serio.

El grupo de chicos giraron su rostro viendo a aquel chico de apariencia sería e intimidante, soltaron el cuerpo del peli-azul y caminaron hasta este, mientras el chico retrocedía totalmente asustado.

— ¿Quién demonios eres tú y como te atreves a meterte en asuntos que no son tuyos? — Pregunto uno de los chicos serios.

— No querrás saberlo, así que tienen exactamente 5 segundos para irse y dejar en paz a este chico — Advirtió Jungkook.

— ¿Y crees que te haremos caso?, no eres nadie para decirnos que hacer, así que sigue tu jodido camino y déjanos solos con este chico — Dijo Taemin serio.

El pelinegro frunció el ceño para tomar el cuerpo del castaño y dejar un golpe en el rostro de este totalmente molesto.

— Te lo advertí maldito idiota — Dijo el pelinegro serio.

El castaño tocó su labio totalmente roto y sin pensarlo se levantó dispuesto a golpear a pelinegro junto a los demás chicos.

Cualquier persona normal viera corrido por su vida al tener a 4 chicos frente a ellos, pero ese no era el caso del pelinegro, quien con facilidad lograba esquivar los golpes de los chicos.

— No lo repetiré una vez más, ¡lárgense ahora!... — Dijo el pelinegro mostrando sus ojos rojos, colmillos y alas negras.

Y a pesar de que tenía su castigo y este en el mundo humano, sus poderes lograban funcionar un poco como para asustar a los humanos con facilidad.

Los cuatros chicos miraron aterrados al pelinegro y luego vieron como de aquel chico aparecían dos alas color negra asustando tanto a ellos como a Jimin quien abrió sus ojos con asombro y miedo.

Logró ver como los 4 chicos se alejaban del lugar obteniendo su objetivo y comenzar a volver a la normalidad, giro su cuerpo viendo al peli-azul en un pequeño rincón hecho bolita totalmente asustado.

— ¿Estás bien? — Pregunto Jungkook acercándose al peli-azul.

El contrario retrocedió al ver como el chico se acercaba a él y era claro, ya que luego de lo que observo era de temer ya que prácticamente estaba frente a una criatura que ni él sabía que existía.

— N-No me hagas daño p-por favor... — Sollozo el peli-azul nervioso.

— ¿Crees que si quisiera lastimarte te hubiese defendido de esos idiotas? — Le pregunto el más alto y el más bajo negó.

— ¿Q-Qué eres? — Pregunto el peli-azul asustado.

— Eso no importa, ¿estás bien?, ¿no te hicieron nada esos idiotas? — Pregunto el pelinegro.

El chico negó.

— G-Gracias por salvarme... — Agradeció el peli-azul.

Jungkook miro el cuerpo del más bajo, su ropa estaba rota y sucia, sus ojos se posaron en el brazo y tobillo de este quien tenía una gran mancha de sangre de los golpes que de seguro los chicos le habían dado, Jimin trato de levantarse, pero le fue imposible ya que el dolor en su tobillo era sumamente fuerte que de no haber sido por Jungkook quien lo sujeto de su cintura hubiera caído al suelo.

— Estas lastimado, no creo que llegues a tu hogar así — Dijo el pelinegro.

— E-estoy bien — Dijo el peli-azul sonrojado.

Entonces una idea se le vino en mente al pelinegro.

— Te llevaré a casa, solo dirígeme ya que soy nuevo aquí y así no te lastimas y podré curar tus heridas — Propuso Jungkook.

El más bajo dudo un momento, él no era de creer en los extraños además que el chico le había salvado la vida, pero en estos momentos era lo que menos le importaba, le dolía su tobillo y cuerpo.

— Esta bien — Acepto Jimin tomando su mochila.

Jungkook canto victoria al ver que el chico acepto fácilmente. 

— Sube a mi espalda — Dijo el pelinegro agachándose para que el menor subiera a esta.

El peli-azul se sonrojo aún más, pero no se quejó subiendo a la espalda del chico con sumo cuidado y comenzó a dirigir al chico a su hogar.

Ambos sin pensar que sus vidas estaban por cambiar por completo...

(... 🤍 ...)

Segundo capítulo y esto apenas comienza!

Besos a todas ✨