El lema de nuestro colegio es «Fuerza y Poder». Algo que nos representa bien a los nórdicos.

El Instituto Durmstrang posee tres casas, la femenina, la masculina y la mixta; Casa Talentosa de los Darfor, Casa Leal de los Olsson y Casa Brillante de los Galkin respectivamente.

Según la leyenda, Nerida Vulchanova, la fundadora de Durmstrang, tenía en su poder la espada Gram, con la que Sigurd mató a un dragón. Esta espada tenía el poder de reflejar en sí misma lo que había en los corazones de aquellos que la portaran.

Por tanto, los alumnos de primero teníamos que sujetar la espada y esperar que la aún afilada y pulida hoja emitiera un resplandor: azul para Olsson, rosa para Darfor y de sombra para Galkin, según pude observar mientras esperaba con expectación a que me tocara a mí.

Cuando fue mi turno de sostener la poderosa espada, la hoja resplandeció con una luz de color azul al cabo de unos segundos en mi mano, por lo que ahora ya era parte de la Casa Olsson, la casa enteramente masculina.

Me sentí orgulloso, pues sus valores corresponden con los míos.

Mi casa representa la nobleza y la fuerza y fue fundada por Oswald Olsson. Su color representativo es el verde y su animal es el caballo. Por otro lado, en su escudo puede verse a una hidra, una especie de dragón de varias cabezas.

Al parecer en la Casa Olsson estudiamos los jóvenes fuertes y nobles, poderosos tanto física como mágicamente, y leales de corazón.

Según dicen, somos espíritus libres y rebeldes, guerreros de corazón y fieles compañeros, victoriosos, sabios y progresistas.

Aunque siempre hay excepciones, como en todo.

Recuerdo que conocí a un compañero de casa que era de todo menos fuerte y valiente. Quizá la espada se equivocara con él. O puede que su fuerza y valentía estuviera oculta y surgiera en el futuro. Quién sabe.

Mi colegio tiene cierta mala reputación al ser el único que enseña la asignatura de Artes Oscuras, pero más aún por un conocido mago tenebroso que estudió ahí: Gellert Gridelwald. Más tarde fue expulsado de Durmastrang.

Pero éste no fue la única oveja negra de Durmstrang.

Mi antiguo director, Igor Karkarov, estuvo al servicio de Lord Voldemort como mortífago.

Cosa que decepcionó bastante a todo el alumnado y profesorado del instituto, yo incluido, cuando nos enteramos, tras la celebración del Torneo de los Tres Magos.

Lástima que yo no fuera ninguno de esos doce chicos que Karkarov llevó a Hogwarts para ese fabuloso evento.

Después, al ser descubierto, el exdirector intentó remediar su traición acusando a más mortífagos, y se libró de ir a Azkaban, la prisión mágica.