Pasaron unos días, y entonces me inscribí en una academia donde me especialicé en Astronomía, pues quería dedicarme a esta ciencia. Y ejercer de profesor.

A mi padre no le gustó nada esta decisión, lo suponía, pero ambos ya nos conocíamos lo suficiente como para saber que ninguno iba a dar su brazo a torcer.

Se me dio bastante bien y poco tiempo después ya tenía en mi poder el diploma que me acreditaba como astrónomo profesional.

Unos meses después me decidí por fin a viajar a Escocia para preguntar por la ubicación del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

Gracias al Torneo de los Tres Magos celebrado años antes, sabía que dicha escuela mágica se encuentra cerca de un pequeño pueblo llamado Hogsmeade.

Así que fui hasta el lugar en cuestión en un tren expreso desde la estación de King's Cross, en Londres, adonde había llegado apareciéndome, haciendo varias escalas para realizar un traslado seguro.

Durante el viaje me puse a leer un libro sobre constelaciones y su mitología.

El tiempo se me pasó volando. Quizá mi entretenimiento ayudó también. Entonces escuché el silbato del tren, indicio de que había llegado a mi destino.

Así que bajé rápidamente del vehículo y me dirigí hacia una posada cuyo cartel sobre la entrada rezaba «Las Tres Escobas».

Entré, maleta en mano, y me dirigí a la recepción. Pedí y me tomé en la barra una de las famosas cervezas de mantequilla.

Me quedé alojado un día para después reunirme con el director, Albus Dumbledore, al que había enviado una carta tiempo atrás, para una entrevista de trabajo.

El momento había llegado, ya me encontraba en las proximidades del colegio Hogwarts gracias a un descomunal hombre llamado Hagrid que me había acompañado desde Hogsmeade.

Alcé la vista y observé con detenimiento el enorme y majestuoso castillo que se cernía ante mis ojos.

Esperaba con ilusión que Hogwarts fuera mi hogar de ahora en adelante, pues pretendía dar clase ahí.

Sinceramente nunca hubiera imaginado que la decisión de viajar hasta esa escuela mágica sería la mejor de mi vida.

Una nueva aventura estaba a punto de comenzar.