❀˖°「 Ꮯa̤̮℘ḭtʊʆꪮ 2 」°˖❀
[Narrador/a POV]
Second miró a Purple, algo sorprendido de encontrarlo en ese lugar.
—¿Qué haces aquí? —preguntó Second, dando un paso hacia él.
Purple bajó la mirada, como si evitara la pregunta—. Solo… necesitaba un momento a solas.
Second observó cómo Purple se encogía, abrazándose a sí mismo. Dio otro paso, acercándose un poco más—. ¿Te encuentras bien? —preguntó suavemente, sin querer presionarlo demasiado.
—Sí, estoy bien —contestó Purple rápidamente, aunque su tono no era convincente.
Second lo miró en silencio unos segundos, luego se sentó a su lado, sin invadir demasiado su espacio. Purple se movió, incómodo, pero no dijo nada.
—Sabes que no tienes que decirme que estás bien si no lo estás —dijo Second, mirando el bosque.
Purple soltó un suspiro, cruzando los brazos—. No quiero preocupar a nadie con mis cosas.
—A veces, hablar ayuda —sugirió Second, manteniendo su tono amable—. Incluso a mí me ayuda a estar solo aquí de vez en cuando.
Purple lo miró de reojo, un poco sorprendido—. ¿A ti también?
Second asintió—. Sí, me ayuda a relajarme. Y bueno… este lugar es perfecto para eso. Tiene todo lo que un sobreviviente podría necesitar.
—¿Como qué? —preguntó Purple, intentando seguir la conversación.
—Comida, espacio, cuevas con poca luz… incluso hay cascadas de agua limpia —explicó Second, señalando el entorno con una sonrisa.
Purple asintió levemente, observando el bosque—. Supongo que sí. Es un lugar bonito.
Second aprovechó la pausa y lo miró de nuevo, con suavidad—. Si necesitas hablar de algo, estoy aquí. No tienes que guardártelo.
Purple guardó silencio unos momentos antes de responder—. Son cosas del pasado. Cosas que… no me dejan en paz. A veces pienso que puedo perderlos a ustedes otra vez.
Second lo escuchó en silencio, asintiendo—. No vas a perdernos, Purple. No vamos a ir a ningún lado.
—Es difícil no pensarlo —admitió Purple, su voz temblando ligeramente—. Siento que soy un monstruo, alguien que solo hizo daño por el poder.
—Eso ya quedó atrás. Ya no eres esa persona —replicó Second, seguro de sus palabras.
Purple respiró profundamente—. No es solo eso. También… lo que viví de niño. Crecí solo con mi madre, y luego ella murió. Nunca he podido dejar de sentir ese vacío.
Second lo miró con empatía, sin apartar su mano de su hombro—. No tienes que llevar esa carga solo. Estoy aquí para ayudarte.
—No quiero que te metas en mis problemas, Second. No es necesario —dijo Purple, poniéndose de pie.
—Quizás no sea necesario, pero quiero hacerlo —respondió Second, también poniéndose de pie—. Porque te importo, y tú me importas.
Purple lo miró, sin comprender del todo cómo Second podía ser tan persistente. Con un suspiro, giró y comenzó a caminar hacia su casa.
Second lo observó mientras se alejaba, y luego, con una sonrisa tranquila, se dirigió al portal, decidido a encontrar a su hermano Chosen.
---
Second prácticamente tumbó la puerta de la casa de Dark y Chosen al entrar, su voz llena de entusiasmo resonando en toda la sala. Dark, quien estaba cómodamente acurrucado al lado de Chosen en el sofá mientras miraban la televisión, pegó un brinco del susto y terminó cayéndose al suelo, lanzando una retahíla de insultos.
—¡¿Qué demonios te pasa, Second?! —exclamó Dark, aún aturdido mientras intentaba levantarse, fulminando a Second con la mirada.
Second, con una risa nerviosa, caminó directo hacia Chosen y lo abrazó con fuerza, como si no lo hubiera visto en años.
—¿Second? —dijo Chosen, sorprendido y visiblemente desconcertado—. Es raro verte por aquí. Normalmente ni siquiera apareces cuando te necesitamos en las reuniones. ¿Te pasó algo?
Second lo soltó, todavía sonriendo, y agitó una mano en el aire, restando importancia a las palabras de Chosen.
—¡Estoy bien, Chosen! Es solo que necesito tu ayuda —dijo con entusiasmo—. Decidí que voy a apoyar a mi amigo Purple. Creo que necesita a alguien, y pensé que tú podrías darme algunos consejos.
Dark, aún frotándose el golpe que se había dado al caer, le lanzó una mirada crítica y comentó con sarcasmo.
—Lo que tú necesitas es ayuda profesional.
Second le lanzó una mirada seria por un instante, pero rápidamente volvió a sonreír mientras miraba a Chosen, como si nada hubiera pasado.
—No, en serio —continuó Second, con determinación en su voz—. Tengo algo importante que hacer. Voy a ayudar a Purple a superar sus problemas, y esta vez estoy decidido.
Chosen lo miró un momento, con una expresión de preocupación que suavizó al ver la seriedad en el rostro de Second.
—Second… entiendo que quieras ayudar, pero primero deberías cuidar de ti mismo. No puedes hacer todo por los demás y olvidarte de ti —dijo Chosen, con un tono de voz cálido y casi paternal.
Second abrió la boca para responder, pero en ese momento Dark se acercó rápidamente y, sin previo aviso, le colocó una pulsera en la muñeca. Second miró la pulsera, confundido y algo sorprendido.
—¿Y esto? —preguntó Second, examinándola con curiosidad—. ¿Para qué sirve?
Dark cruzó los brazos y lo miró con seriedad.
—Solo… no te la quites, ¿entendido? —dijo en un tono que no admitía objeciones.
Second arqueó una ceja, intrigado, pero no hizo más preguntas. En su lugar, giró hacia Chosen, quien lo miraba ahora con una mezcla de preocupación y resignación.
—Y, por favor —le dijo Chosen—, no incomodes a Purple con toda esa energía desbordante. No todos manejan las cosas como tú, ¿sabes?
Second le sonrió con seguridad, dándole una palmada en el hombro.
—No te preocupes, Chosen. Todo va a estar bien. Sé lo que hago —respondió con una confianza tan contagiosa que incluso Dark rodó los ojos.
---
Mientras tanto, Purple había regresado a su casa con la intención de descansar. Tras cerrar la puerta, dejó escapar un suspiro largo y pesado. Su padre, Orange, apareció desde la cocina y lo saludó con una sonrisa cálida.
—¿Todo bien, hijo? —le preguntó, notando que Purple parecía algo agotado.
Purple intentó disimular y le devolvió la sonrisa, aunque un poco forzada.
—Sí, papá. Todo bien —respondió—. Solo estoy un poco cansado de… ya sabes, de estar con mis amigos.
Orange asintió, sin cuestionarlo más, mientras Purple se sentaba a la mesa, perdiéndose en sus pensamientos mientras tomaba un bocado de su comida.
---
A la mañana siguiente, un llamado resonó en la casa de Purple. Orange fue a abrir la puerta y, para sorpresa de ambos, allí estaba Second, con una sonrisa radiante en el rostro.
—¡Purple! —llamó Orange hacia el segundo piso.
Purple, quien aún intentaba sacudirse el sueño, bajó lentamente las escaleras, pero al ver a Second en la puerta, sus ojos se abrieron de par en par. Su primer instinto fue dar media vuelta y subir nuevamente, con la esperanza de que Second no lo hubiera visto, pero esa esperanza se desvaneció cuando escuchó el grito entusiasta de su amigo.
—¡Purple! ¡Buenos días! —exclamó Second, levantando la mano para saludarlo como si no lo hubiera visto en semanas.
Purple cerró los ojos y murmuró un pequeño grito de desesperación, apretando los labios para no dejarlo escapar.
---
[Continuará...♡]
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro