—Tal vez esto funcione —murmuró MiSuk con una sonrisa.

Metió la carta dentro del casillero de Hoshi y, justo cuando iba a escapar, SoonYoung apareció detrás de ella, haciéndola gritar del susto.

—Buenos días, MiSuk —sonrió con dulzura, atontando a la pobre MiSuk.

—Días buenos —fue lo que contesto con torpeza, haciendo reír a Hoshi.

—Enserio eres graciosa. Me agrada.

—Yo... —señaló hacia la izquierda con su mano, sin poder despegar sus ojos del chico —debo ir allá.

—Vale, nos vemos en clase.

—Ajá.

Salió corriendo hacia el baño. Entro y termino asomando sólo su cabeza para poder presenciar cuando su amor platónico leyera su carta, en la cual expresaba lo que sentía por él.

SoonYoung abrió su casillero con tranquilidad, dejando caer todas las cartas que su club de fans había metido esa misma mañana. Se sorprendió al ver tantas.

—Oh —comenzó a levantarlas con mucho cuidado —. Tendré que pedirles ayuda a los chicos para leerlas —mencionó, no tomándole importancia a tanta carta.

MiSuk estaba en shock. De aquí a que leía su carta, ella estaría casada y ya no tendría sentido alguno que la leyera.

—¿Por qué es tan difícil decir lo que siento? —se quejó, saliendo del baño y yendo hacia su casillero.

Se llevo el cabello hacia atrás y soltó un suspiro. Se dio ligeras palmaditas en sus mejillas y retomó su buen ánimo. Estaba segura que en algún momento lograría hacerle saber sus sentimientos al bailarín, ya fuera por voz propia o con alguna señal.

Abrió su casillero y un sobre azul pastel cayó al suelo. Se agacho a tomarlo. Lo miro de adelante y atrás, intentando encontrar el remitente a algo así, pero lo único que había era la palabra "I love you" escrita en la parte central del sobre con letra cursiva y tinta negra.

—¿Se habrán equivocado? —se cuestionó en voz bajita. Se encogió de hombros y abrió el sobre, sacando una tarjeta blanca que tenía escrito en letras doradas una frase:

"Me enamoré de ti sin querer y ahora no sé cómo hacértelo saber..."

—¡¿Admirador secreto?! —parpadeo confundida. Volteo a ver a todos lados, pero entre tanto alumno ¿Cómo iba a dar con la persona? —. Quien quiera que seas, lo siento, me gusta alguien más —dijo y volvió a cerrar el casillero para irse hacia su salón.

El chico salió de su escondite y sonrió con tristeza al haber escuchado las palabras de su crush.

—Lo sé, pero no quiero rendirme, así que...