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I

El vehículo en el que estoy abordo se estaciona una vez llegamos al lugar donde grabaremos un par de escenas el día de hoy. Mi mánager me avisa que bajara a echar un vistazo sobre la situación, a lo que sólo hago un asentimiento de cabeza mientras aprieto un botón para conseguir que el cristal de la ventana baje un poco para poder asomarme y observar el lugar. Permito que una sonrisa se forme en mis labios al ver el parque de diversiones. Al parecer están terminando de alistar todo para iniciar con la filmación, o al menos eso puedo deducir al ver como las personas de producción caminan de un lado a otro.

Escucho gritos eufóricos y de emoción de la gente que está rodeando la parte frontal del sitio. Seguramente son fanáticos y paparazis que vinieron a ver el rodaje. Eso consigue aumentar mi buen humor, aunque de por sí me siento genuinamente feliz al estar en este lugar porque eso significa una cosa: las escenas de hoy con YeJi van a ser una buena oportunidad para estar cerca de ella y ¿Por qué no? Para molestarla también.

―Será un buen día ―me digo a mí mismo mientras me siento de forma correcta y subo la ventana para que no vayan a verme, se armaría un escándalo mucho más fuerte del que ya está si alguien llega a observar mi hermoso rostro esculpido por los mismísimos dioses.

La puerta del miniván es abierta y cerrada casi inmediatamente.

―Hay demasiadas cámaras y fans allá afuera. Salir sin ser notado será una locura ―suspira con cansancio y frustración mientras afloja su corbata ―. Lo lamento, Jin, pero creo que no podrás evitar ser el centro de atención.

―No te preocupes, Kook. Hiciste tu mejor esfuerzo para evitarlo, pero no tenemos control sobre este tipo de situaciones. Además, sería humillante si las personas no quisieran ver mi bellísimo rostro ―formó una palomita con mis dedos pulgar e índice, y los pongo debajo de mi barbilla mientras sonrío con seguridad.

Mi nueva maquillista se ríe divertida ante mi actitud tan genial y cool. Lo sé, lo sé, soy irresistible. Por otro lado, mi mánager se golpea la frente con pesar para luego negar con la cabeza.

―Como sea ―hace un ademan con la mano demostrando desinterés a mis palabras ―. So, encárgate de hacer que se vea presentable para las cámaras. Algo natural pero que lo haga ver ¿Cool? ¿Refrescante? ¿Juvenil? No lo sé, pero algo así ―trata de explicar JungKook sin tomarle mucha importancia.

―Entendido ―contesta la pelinegra con una dulce sonrisa que hace sonrojar levemente a mi mánager, aunque esto sólo logré verlo yo porque mi maquillista ha puesto toda su atención en mí.

«Sospechoso» Ensancho una sonrisa jocosa, la cual me es regresada por parte de la chica con un gesto amigable.

La de cabellos negros comienza a hacer su trabajo de forma rápida y eficiente. Luego de unos minutos el trabajo esta terminado, por lo que, la fémina me pasa un espejo para que pueda admirarme. Si mi rostro de por sí ya es perfecto, ella se ha encargado de hacerlo resaltar aún más. Definitivamente JungKook hizo bien en contratar a esta chica.

―Que hermoso eres, SeokJin ―le digo a mi reflejo con galantería ―. Sí, definitivamente soy la persona más hermosa del mundo. Worldwide handsome, you know? ―guiño el ojo.

―Es demasiado gracioso, Kim SeokJin ―menciona con diversión sin dejar de guardar todo su material en el maletín que trae consigo para poder arreglar mi divina y encantadora carita ―. Creo que será agradable trabajar con usted.

―Me alegra escuchar eso ―aparto mi atención del espejo para poder mirarla y sonreírle alegremente ―. Usualmente dicen que soy bastante exigente y estresante, por lo que, tienden a renunciar rápido. Pero creo que te acostumbraras con facilidad a trabajar y tratar conmigo.

―No me parece que sea exigente en lo absoluto ―me mira dubitativa, de una forma bastante tierna, como un cachorrito.

Creo que comienzo a entender porque Jeon se sonroja por culpa de la pelinegra. Tiene un aura adorable por naturaleza y su belleza te hace sentir intimidado y nervioso.

―Eso es porque sólo llevas dos días con él, deja que pase el tiempo y terminarás por no soportarlo ―tercia JungKook con cansancio volteando a vernos ―. Kim SeokJin es tan molesto como un grano en el trasero.

―¡Oye! Soy mucho más lindo que un grano ―contesto ofendido.

¿Cómo se atreve a comparar mi hermosura con un feo grano? Mi belleza está lejos de asemejarse a tal cosa, ja.

―Aunque si fuera un grano seguiría siendo perfecto, extraordinario, magnífico, hermoso ―hago una pose galante que seguramente me hace ver extraordinario a los ojos de mis dos acompañantes.

Mi maquillista vuelve a reírse divertida mientras asiente a lo que he dicho, como dándome la razón. JungKook, por su parte, vuelve a negar con pesar. Parece que hoy no viene demasiado paciente para soportarme, lo cual pocas veces ocurre, ya que, está más que acostumbrado a mi forma de ser y hacer. Supongo que hoy se levantó con el pie izquierdo. Sí, debe ser eso.

―Ves a lo que me refiero ―me mira con fastidio ―. Jamás se cansa de ser así. Es vanidoso y narcisista, de una vez te lo digo; así que, espero que seas paciente y tolerante con nuestro chico.

―Tolerancia y paciencia es mi segundo y tercer nombre ―ensancha una sonrisa tierna ―. Ya deberías saberlo, Kookie.

«¿Kookie? Así de cercanos son. Vaya, vaya» Sonrío con maldad mientras observo la interacción de ambos jóvenes, pero ellos parecen ni si quiera prestarme atención.

―Lo sé, lo sé. Pero aun así te lo hago saber porque en verdad que este tipo puede acabar con la paciencia de cualquiera. Ah sí, también debes ser muy puntual, Jin detesta a las personas impuntuales. Ríete de sus chistes malos, aunque no den risa, o se ofenderá y enojara contigo y, créeme, no quieres eso, es una lata lidiar con Kim gruñón SeokJin. Y, lo más importante, aléjate de él en cuanto lo veas cerca de Seo YeJi, le gusta estar a solas con ella, además, es estresante e incómodo escucharlos discutir como niños de preescolar.

Sonrío complacido al ver como la pelinegra anota todo lo que Jeon menciona. Esta chica durará bastante con nosotros, se nota lo competente e interesada que está en mantener su trabajo.

―¿Cómo es que apenas le dices esto? Creí que se lo hacías saber a todos antes de contratarlos ―ruedo los ojos para, posteriormente, desbloquear la pantalla de mi celular y entrar a twitter.

―No tuve tiempo de hacerlo ¡Era urgente encontrar un nuevo o nueva maquillista porque se te ocurrió despedir a la anterior sólo porque sí! Si le pasaba toda esta información seguramente se negaría a trabajar con nosotros ¡Y realmente la necesitaba! ―grita con desesperación mientras me mira con cólera.

―No habría despedido a TongYao si no me hubiese hecho ver como payaso en la reunión de la lectura del guion. ¿Sabes lo humillante que fue para mí tener que soportar las miradas burlonas de YeJi? Definitivamente disfrutó verme sufrir por mi aspecto ese día ―hago un gesto dramático con las manos al contar aquello.

De sólo recordarlo quiero que me trague la tierra ¡Fue horrible! Lo peor es que todo quedo grabado y fotografiado. No hay manera en la que pueda olvidar ese día si YeJi se la pasa mostrándome las malditas fotos cada dos de tres.

―Como sea ―le resta importancia a mi queja y dirige su mirada a la chica ―. Lamento mucho haberte metido en este lío sin siquiera decirte lo mucho que podrías llegar a estresarte con este tonto, pero eras mi única salvación, So.

―¡Deja de ofenderme! ―me quejo indignado.

―No te preocupes. Creo que será interesante trabajar con Kim SeokJin, además, soy tan afortunada de poder trabajar con un idol tan reconocido y querido como él. No cualquiera puede trabajar con artistas del nivel de Kim SeokJin. ¡Es todo un honor!

―Ja ―me cruzo de brazos con superioridad ―. La señorita SoJeong si sabe apreciar mi belleza, presencia y talento. No como tú, mocoso mal agradecido. Y no olvides que me debes un respeto, no importa que seas mi mánager, sigo siendo mayor que tú.

―Respeto tu cola ―dijo tras abrir la puerta para finalmente salir del vehículo.

Ni siquiera tuve tiempo para poder contestar o decir algo.

―Veo que son muy cercanos y se llevan bien ―sonríe feliz.

―¡Es un maldito irrespetuoso! ¿Cómo podríamos llevarnos bien? Es tan parecida a ella ―bufo con molestia ―. Ahora entiendo porque la defiende y no a mí. Maldito mocoso traidor.

La puerta es abierta por el pelinegro de ojos grandes. Antes de salir me aseguro de repetir mi mantra mentalmente para darme seguridad y confianza. Bajo del miniván y saludo a los guardias de seguridad que han venido a escoltarme.

JungKook se coloca a mi lado izquierdo mientras que SoJung se pone del lado derecho pero quedando detrás de mí. Somos rodeados por seis guardias, quienes escuchan con atención las ordenes del pelinegro.

―¿No crees que ser escoltado por seis guardias es demasiado? ―susurró un poco incomodo ―Se supone que también habrá personas encargadas de evitar que los fans se nos acerquen o entren dentro del parque ¿No?

―Prefiero prevenir que lamentar. Tu seguridad es mi prioridad y trabajo, si algo te pasa podría perder mi trabajo y necesito dinero para alimentar a mis hijos ―abre repentinamente un paraguas negro para evitar que la luz del sol me siga pegando.

Y tranquilos, damas y caballeros, Jeon JungKook es un joven que sigue en sus veintitantos años y es soltero. Cuando se refiera a sus "hijos" habla de sus mascotas. Su apariencia de fuckboy no es un chiste, en verdad es uno. Las relaciones serias no se le dan.

―Bien, vamos allá ―hace un movimiento con la cabeza y todos comenzamos a caminar.

Definitivamente soy toda una celebridad, aunque a veces lo olvido. O prefiero olvidar que es de esa manera por ciertas cuestiones negativas que conlleva esta profesión.

En cuanto hago acto de presencia en la entrada del parque de diversiones, los gritos de la gente no se hacen esperar, así como el sonido del flash de las cámaras al tomar fotos junto a la voz de los reporteros.

JungKook y el resto toman un poco de distancia para permitir que me puedan tomar fotos. Saludo a todos con una sonrisa y hago un par de poses para que puedan capturar buenas imágenes de mi bella persona, claro que sí.

Sin embargo, mi momento de brillar dura poco y me veo opacado de forma sorpresiva por mi coestrella en este drama y mi rival desde la secundaria, Seo YeJi, o como es conocida dentro de la industria, Moon.

La pelinegra aparece de la nada saludando a todos mientras luce una sonrisa alegre e inocente en su rostro. Los gritos de sus fanboy no se hacen esperar. Sin duda la chica se ha vuelto bastante popular en tan poco tiempo, y no es para tanto, es realmente talentosa y derrocha belleza por donde quiera que la veas. Sería una falta de respeto que las personas no le prestaran atención y no se volvieran parte de su fandom.

Cuando ya esta justo a un lado de mí, pero a una distancia bastante considerable, se reverencia un par de veces, posteriormente, voltea a saludarme con una amabilidad fingida, por lo cual le sigo la corriente. Luego, comienza a posar para las cámaras con mucha seguridad. Me gustaría evitar poner mi atención en la cara de lombriz, pero no puedo hacerlo. A pesar del odio mutuo que nos tenemos, admito que YeJi es como un imán que consigue atraer mi atención con facilidad.

Nuevamente voltea a verme. Me sonríe con incomodidad, logro comprender el mensaje que hay en ese gesto: "Deja de mirarme". Sólo puedo sonreírle de vuelta, aunque de forma burlona.

Sé perfectamente que el hecho de que llegará de forma repentina para acaparar la atención del público y quitármela, no fue una coincidencia. Nunca ha sido una coincidencia nada de lo que ha hecho con tal de molestarme porque, incluso yo, me he encargado de hacer cosas intencionalmente para fastidiarla. Sin embargo, debo admitir que no me molesta en lo absoluto que esté brillando en este instante, contrario a ello, me agrada verla resplandecer frente a todos.

Entiendo las razones por las cuales los fans y los paparazis deseen admirarla más que a cualquiera de los artistas que somos parte de este proyecto, después de todo, es normal querer observar cada parte de YeJi porque su encantadora sonrisa y forma de actuar es hipnotizante y atrayente. Simplemente es inevitable no verla más que a cualquiera.

―Disimula un poco, SeokJin. Se te está cayendo la baba frente a todo el público. No olvides que tienes una imagen que mantener, tonto ―me susurra, haciéndome volver en sí, por lo que aparto la vista de ella y regreso a saludar a las cámaras.

―¿Podrían acercarse? Para tomarles un par de fotos, por favor ―pide uno de los tantos paparazis que hay.

Ninguno de los dos nos negamos ante la petición, por lo que, caminamos hasta que logramos encontrarnos con el contrario. Nos sonreímos de forma amigable, aunque estoy seguro de que ella no debe estar muy feliz de tener que hacer esto conmigo, lo cual me parece divertido. Siempre me divierto viendo como la pelinegra se altera o molesta con cada mínima cosa que hago o digo. Sus reacciones son graciosas y adorables.

Nos piden que hagamos poses con corazones lo que la hace ponerse incomoda. No puedo evitar soltar un sonido de gracia por ello, haciendo que YeJi voltee a verme con el ceño fruncido, el cual rápidamente cambia a un gesto de alegría falsa. En verdad es tan divertido verla actuar así.

Finalmente hacemos un par de corazones con nuestras manos para que tomen unas cuantas fotos. Tras unos minutos nos despedimos de todos para poder ir dentro del parque de diversiones entre sonrisas y saludos. YeJi entrelaza nuestros brazos sorpresivamente, lo cual parece emocionar a nuestros fans porque sueltan gritos completamente eufóricos ante dicha acción. Volteo para verla un poco confundido, pero no hace más que encogerse de hombros mientras susurra un "Mueve el trasero, tonto" sin dejar de forzar aquella irritante pero dulce sonrisa en sus labios.

Continúo caminando hacia la entrada del lugar sin despegarme de mi coestrella, sin embargo, decido que sería buena idea darle un poco más de material a los fans y molestar a YeJi, por lo que, detengo mis pasos y acomodo un mechón de cabello detrás de su oreja. Su cara de asombro me hace apretar los labios para retener una carcajada. Nuevamente los chillidos de emoción se escuchan de fondo.

No es sorpresa para el público nuestra relación de "mejores amigos" ‒lo cual es una completa mentira‒, así que, no es raro para nadie este tipo de acercamientos o comportamientos entre nosotros. De hecho, he leído que a muchos fans les gustaría vernos juntos. Ya saben, como una pareja oficial. Es una lástima que ha YeJi jamás la he escuchado mencionar algo parecido. Sería lindo saber que al menos me considera atractivo o su tipo ideal.

Cuando ya no estamos a la vista de las cámaras, se suelta bruscamente de mi brazo y se aleja inmediatamente de mí mientras sacude su ropa. Lo único que puedo hacer ante ello es rodar los ojos con fastidio. Que exagerada es a veces.

―No puedo creer que tuviera que hacer un corazón contigo ―recrimina con un gesto de asco mientras extiende su mano hacia su mánager.

El de cabellos azabaches niega en silencio con cansancio, al mismo tiempo que le pasa una botella con un líquido transparente. La loca comienza a rociarse dicho líquido por todas partes con desespero. Su mánager se disculpa por ello con un par de reverencias, a lo que niego inmediatamente. No es su culpa tener que lidiar con este bicho raro.

―Que dramática eres, YeJi ―digo con fanfarronería mientras la veo con gracia ―. Si no querías que te pasara mis gérmenes ―hago comillas con mis dedos al decir las últimas dos palabras ―sólo no debiste engancharte a mi brazo y listo. Nadie te obligo hacerlo, cerebro de bellota.

―Cierra la boca, maldito poste de luz ―gruñe y me ve con hostilidad.

Es como un lindo gatito: tiene una apariencia adorable pero un carácter voluble, y es bastante hostil en ocasiones. Pero ¿Adivinen qué? Me encantan los gatos. Conclusión: YeJi me encanta tanto como los gatos.

No obstante, parece que ella debe verme como un lindo y tierno cachorro porque siempre que me ve saca las garras y comienza a decir tantas cosas sin sentido. Nuestra relación es como la de los perros y los gatos, definitivamente.

―¿A quién llamas poste de luz, cara de tlacuache aplastado? ―contraataco con enfado.

―¡No soy un tlacuache y mucho menos aplastado! ―me señala con furia.

De reojo observo como Jeon toma de la muñeca a SoJeong y comienza a caminar lejos de nosotros. También puedo ver como WonWoo y YeRim se alejan silenciosamente mientras fingen que no están escuchando nada. Creo que ya se han acostumbrado a nuestra forma de ser y la relación tan extraña que hay entre nosotros; aunque bueno, sólo falta que mi nueva maquillista se acople a la situación de amienemigos que hay entre nosotros.

―Veo que hoy vienes más agresiva que otros días ―me cruzo de brazos y sonrío de lado para fastidiarla.

Estoy seguro de que lo conseguiré, no les miento cuando les digo que la chica se enoja hasta porque respire cerca de ella. Es realmente gracioso.

Me mira con coraje y hace un par de muecas graciosas ―No sé de qué demonios hablas. Una chica tan encantadora y adorable como yo, no podría ser agresiva en lo absoluto. Soy bastante delicada.

―Claro. Tan delicada como la chancla que usaba mi mamá para amenazarme cuando no quería hacer mis deberes.

―¿Qué estás queriéndome decir, idiota? ―me da una mirada desdeñosa.

―¿Yo? Nada ―sonrío con gracia.

La pelinegra bufa ante su estrés. Les digo que está chica me odia hasta por lo más mínimo. Nunca he entendido que fue lo que hice para ganarme su rencor y que siempre quisiera competir contra mí pero, sea lo que sea, creo que lo agradezco. De no haberlo hecho, jamás habría llegado a interactuar con ella, y, entonces, no me habría fijado en lo desesperante y linda que es Seo YeJi.

―Como sea ―empuja un par de mechones de su cabello hacia atrás con elegancia y gracia. ¿Cómo puede verse tan atractiva con sólo hacer eso? ―, no te me acerques hasta que tengamos que grabar alguna de las escenas de hoy. Me gustaría no ver tu cara por un buen rato, necesito concentrarme.

―¿Nerviosa? ―levanto y subo las cejas con picardía.

―Ja, para nada. ¿Por qué lo estaría?

―Porque hoy grabaremos escenas bastante interesantes, Yeye ―doy un par de pasos hacia adelante para acercarme a invadir su espacio personal.

―¿Interesantes? ―repite con duda mientras retrocede para evitar la cercanía entre nosotros.

Asiento con tranquilidad ―Sino mal recuerdo, creo que tendremos un par de escenas melosas. Tu personaje parece estar muy interesada en conseguir tener un momento a solas con mi personaje en varias ocasiones. Y cuando por fin lo consigue, bueno, es realmente tierno todo lo que ocurre.

Frunce el ceño mientras aprieta los labios. Creo que será difícil para ella hacer este tipo de escenas conmigo. Será realmente interesante y divertido.

―¿Qué sucede, YeJi? ―la miro con preocupación fingida ―¿Acaso nuestra increíble actriz no puede con esto? ―niego con la cabeza al verla dudar ―Mmmh debí suponerlo. No entiendo porque te eligieron para este papel, definitivamente no das la talla.

―¡Cierra la boca, cara de guanábana podrida con gusanos! Claro que puedo hacer este tipo de escenas ¡Aunque sean contigo! Ya lo verás ―asegura, dándome una mirada desafiante y llena de confianza.

―Entonces ensayemos en lo que llegan los demás y en lo que acomodan todo para iniciar ―sugiero emocionado.

En realidad, no quiero ensayar, no lo necesito. Sólo quiero utilizarlo como camuflaje para poder tener momentos bonitos con ella.

―¿Qué?

―Vamos ―acerco mi mano hasta su muñeca para enrollar mis dedos alrededor de ella, y, sin esperar a que se niegue ‒porque estoy seguro de que eso hará‒, tiro de su brazo para llevarla conmigo a alguna parte del lugar para "ensayar" un rato.

La llevo al carrusel y le pido que se siente en uno de los caballitos bajo la excusa de ensayar la escena donde los personajes principales tienen un momento romántico en esta atracción. Debido a lo competitiva que es y a qué no le gusta perder contra mí, hace lo que le digo. Seguramente su intención sea demostrarme que sí puede hacer escenas románticas conmigo y cerrarme la boca. Y sé que puede hacerlo, es toda una profesional, pero no voy a decírselo o, sino, no conseguiré mi cometido.

―¿Te sabes las líneas de esta escena? ―la miro dubitativo.

―Por supuesto ¿Pues quién me crees? Soy Seo YeJi alias Moon, la mejor idol y actriz de la industria ―menciona con altivez.

«Lo eres» Estiro mis labios en una sonrisa complaciente, pero ella rueda los ojos ante el gesto. Me pregunto ¿Qué será lo que pasa por su cabeza cada vez que hago algo? ¿Cuál es la perspectiva que tiene de mí para tomar todas mis acciones como algo negativo?

―Perfecto. Entonces comencemos con esa escena. Creo que es de las más cursis que haremos hoy.

―Pero esta cosa ni siquiera se mueve ―se cruza de brazos mientras mira a los alrededores.

―¿Y? Puedes imaginar que es así. Eres una profesional ¿O no? ―la observo con burla mientras me acomodo a su lado.

―Por supuesto que lo soy, así que, ya cierra la boca.

No puedo evitar reír a carcajada limpia ante su respuesta. No entiendo cómo es que la loca me parece linda cuando está enojada. Mi cerebro definitivamente no funciona bien.

Si me pongo a pensarlo, creo que mi cerebro realmente nunca ha tenido un buen funcionamiento cada vez que se trata de ella. Tal vez, por eso siempre terminaba perdiendo en cada competencia que teníamos. YeJi siempre estaba un paso delante de mí. O, tal vez, yo prefería quedarme detrás con tal de ver esa sonrisa socarrona y triunfadora que siempre me daba porque la hace ver linda. No lo sé realmente. Nunca lo he sabido.

Admito que al inicio si tenía unas inmensas ganas de verla sufrir por ser una perdedora. Pero un día, de repente, simplemente verla sonreír ‒incluso si lo hacía para molestarme‒ me hacía feliz. Hasta hoy en día me hace feliz.

Disfruto molestarla al límite de ocasionar que se desesperé y enojé conmigo porque es gracioso, sin embargo, también disfruto verla brillar, alegrarse, que se muestre con seguridad y oírla decir lo genial que es como artista, porque en verdad lo es. Seo YeJi es una impresionante chica llena de talento y maravillas por descubrir, lo supe desde la primera vez que la vi.

Y aunque jamás he logrado entender que es lo que la hizo volverse en mi contra y querer joderme la existencia, debo decir que soy muy feliz de que haya entrado a mi vida de la forma menos pacífica y más extraña que jamás imaginé.

Seguramente se preguntarán cómo es que Kim SeokJin, el chico más encantador, talentoso, increíble, maravilloso, perfecto, genial y apuesto de todo el mundo, terminó enredado en una batalla campal contra la plebeya Seo YeJi. Bueno, todo inició en mi último año de secundaria.

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