Terry Eagleton decía que el mal está en todos lados, aún si las condiciones sociales cambian este seguirá ahí.

Esperando desde la oscuridad para atacarte y llevarte hacia ella.

Lunes:

Jung Hoseok lo sabía.

Sabía que el mal rondaba a su alrededor, por los pasillos de la escuela la cuál, detestaba tener que compartir con ciertas personas con las que se topaba diariamente todas las mañanas antes de entrar a clases.

El colegio era un ring de boxeo ante la élite, en el que sólo uno, podría ser el ganador; en su caso, para el chico Jung le tocaba el puesto del perdedor, tristemente.

Caminó lentamente por aquellos pasillos repletos de alumnos que solo iban a calentar el asiento de su banca, o simplemente a ser un robot más del montón que el sistema educativo formaba. Así viendo con miedo y a la vez nerviosismo, sostuvo con fuerza su mochila negra manteniendo su mirada agachada en todo momento no siendo precavido de lo que pasaba en frente suyo.

Grave error Jung.

Aquel chico de cabello naranja daba la típica finta de ser un alienado social; retraído y sin tema de conversación alguna cuando se trataba de hablar con él.

Ese era Jung Hoseok, el rarito de la clase y el blanco fácil para las burlas.

Y antes de que sigas leyendo, solo ten esto en cuenta querido lector, ésta no es la típica historia cliché en donde el chico nerd se enamora de su acosador y viven una feliz vida olvidando el maltrato que sufrió a manos de este, tampoco la víctima le perdona todo al bully o muestra compasión por todo lo que le hizo.

Porque ésta historia, la contará una víctima más sobreviviente al acoso escolar.

El abuso no irá desde unas simples palabras como lo es "Estúpido" o "imbécil".

No.

El abuso que verás a continuación puede que haga sentirte impotente y con ganas de estar dentro de la historia para defender al personaje.

Así que, te lo pregunto una sola vez. ¿Quieres continuar?.

Si es así, adelante...

¿En qué estaba?, oh, cierto.

Jung, retraído, Hoseok.

Solo tres palabras bastaban para identificar al muchacho que nunca salía de su jodida cueva.

- ¡Mocoso Jung!.- gritaron a lo lejos.

Hoseok sabía quién era, estaba consciente que si no volteaba y decidía irse corriendo de los pasillos de la preparatoria le iría peor.