BeomGyu

Había mandado una carta con Hueningkai, esperaba que se la diera a YeonJun, quería hablar con él, quería demostrar que nuestro amor era más fuerte que otra cosa, me encontraba en la banca del centro de Seúl, la nieve no dejaba de caer y mi nariz comenzaba a congelarse, moví mis piernas adelante y atrás, mis piernas no alcanzan el suelo, mi gorrito se encuentra lleno de nieve y la bufanda de YeonJun la tengo envuelta en mi cuello, su aroma ya no era tan presente.

— ¿Tú querías verme?.

Su voz me saco de mis pensamientos, me levante posicionándome en frente de él, tartamudee un poco a lo que el frunció su entrecejo, me intimide un poco.

— Quería arreglar las cosas contigo — alzó una ceja — y-yo quiero de verdad recuperarte, debí ponerte ante todo, seguirás siendo mi primer amor YeonJun.

No dijo nada, su rostro no mostraba ninguna expresión, me sentía incómodo, froté mi brazo con nerviosismo.

— ¿No dirás nada?, te dije que...

Me interrumpió — Escuché que dijiste, solo que no se que esperas de mi.

¿Qué?, esperen, esto no era broma, el no lo decía de broma, el de verdad me lo decía, baje la mirada, podía sentir su mirada sobre mi, entonces decidí hablar.

— Quiero que lo intentemos de nuevo, claro si quieres. — Sonreí tiernamente.

— No.

— ¿Disculpa?.

— Que no quiero.

YeonJun

Se que estaba siendo muy duro, pero de verdad tenía que ser así, sus ojos estaban cristalizados y se que estaba apunto de llorar y eso me dolió más, el comenzó a tocarse su brazo bruscamente, sus lágrimas estaban saliendo y sus sollozos ya eran un poco audibles, quería abrazarlo, quería secar sus lágrimas, besar sus párpados para que ya no llorara y decirle que todo podía seguir, pero simplemente eso no bastaba, yo no bastaba.

— Ya no eres un niño pequeño para que llores.

— ¿A ti que si sigo siendo un niño pequeño?, ¿Ya no significó nada?...

— No, ya no significas nada BeomGyu, lo siento.

Sus lágrimas cayeron aún más, me di la vuelta, comencé a caminar, no quería mirarlo, ya no quería verlo llorar.

— ¡¡YeonJun!!, vuelve, por favor.

Sus pasos se escuchaban, él venía detrás de mi, seguí caminando, pase la carretera.

— YeonJun, por favor, aún te amo.

Termine de cruzar, la luz roja fue cambiada por una verde.
Un fuerte ruido se escuchó, gritos se empezaron a escuchar, volteé hacia atrás.

Por favor no, esto no era verdad, corrí a la multitud, avente a la gente y ahí mire a la persona que había sido atropellada.

— ¡BeomGyu!

Me acerqué a él, mis lágrimas salían, esto había sido mi culpa, perdóname.