
𝙸: 𝒜 𝓈𝒽𝒶𝓂ℯ𝒻𝓊𝓁 𝒽𝓊𝓂𝒾𝓁𝒾𝒶𝓉𝒾ℴ𝓃
— Quítate la ropa y sube a la cama.—La voz fría de el alfa se escuchó mientras daba una orden en voz baja.
El pequeño Omega no se movió de su lugar en el cuarto más que para ladear el rostro.
— ¡¿Me escuchaste?, Súbete a esa cama! — Su tono dominante se presentó raspando su garganta.
Al ver que el Omega lo ignoraba, una vez más, empezó a exasperarse. Era como si ese Omega no entendiera la posición en la que estaba.
Muy por el contrario a lo que el alfa creía, Yoongi estaba nervioso. Su cuerpo se estremeció ante el pequeño rastro de voz de mando en el hombre, su cuerpo empezó a seder por la carga de feromonas en la habitación que empezaban a embriagarlo, su celos apenas a unos días, (tal y como se le había pedido) y justo en el momento en que extendió su mano para deshacerse de su camisa, el teléfono sonó.
El timbre del teléfono se espació por la habitación de forma aterradora, invadiendo el silencio que se trasladaba en la oscura noche, pero cuando vio el nombre que brillo en el identificador sintió un poco de esperanza.
Yoongi tomo la llamada rápidamente pero la persona del otro lado no le permitió decir algo.
— Yoongi, lo pensé y tengo una oferta. No hemos hecho el amor durante mucho tiempo ¿Necesitas el dinero verdad? Seré generoso, si vienes enseguida y me complaces cuando mi celo empiece en unas horas y lo haces de la forma que yo quiero, te daré el dinero que necesitas para el tratamiento de tu madre, es simple, ¿no crees?
La frialdad con la que las palabras fueron soltadas en su dirección hicieron añicos cualquier atisbo de esperanza que empezó a germinar por un instante en el corazón de Yoongi.
—Ki...
—No digas mi nombre, no te he dado permiso.
Yoongi se sintió con ganas de dar una explicación pero no espero escuchar ese tono indignado en el alfa. No creyó que estaría enojado con él hasta ese punto.
—¿Podrías almenos escucharme? De verdad estás hablándome así por unos rumores, no soy un estafador, lo sabes. Creí que me conocías, ¿Crees de verdad que esto está siendo fácil para mí? Lo estoy intentando, sabes. ¿No eras tú quien me juraba amor verdadero? ¿O es que acaso...?
Yoongi estaba luchando con el poco orgullo que le quedaba, pero la persona al otro lado ya había perdido toda paciencia.
— No necesito ninguna explicación de tu parte. Esta es la única solución que puedo ofrecerte. Es una oportunidad única para tí. No necesitó tonterías de tu parte. Solo dame una respuesta y acabemos con esto.
Yoongi se sintió desesperar denuevo mientras la única flama en su corazón se apagaba. Su dignidad, que ya había perdido todo valor, era pisoteada sin pieda, su corazón, que martillaba doloroso en su pecho, empezaba a perder sensibilidad.
Hacía unos tres años, un accidente de coche le arrebató a su padre y con él su vida. Su madre había resultado gravemente heridas y aunque su hermana había resultado ilesa, el shook ante la escena había resultado tan traumático como para dejarla en un estado poco útil.
Luego de un juicio rápido se determinó que su padre era el culpable del accidente y así de la nada toda la compensación por el hombre fallecido y otro lesionado termino en los hombros de Yoongi.
Sumándole a su mala suerte, la empresa de su padre quebró con unas deudas salidas de la nada y así de repente Yoongi se vio rodeado de gente que exigía una compensación por su perdida; acreedores aparecieron en la puertas de su habitación de hospital importándoles poco la muerte de su padre y solo ejerciendo más presión sobre el pequeño, ahora jefe de familia, Omega.
La única persona que creyó sería su apoyo era su novio: Yoo Kihyun. Pero este no solo lo apartó se la forma más cruel, sino que además lo humilló y destruyó la amistad que Yoongi creyó real entre ello. Resultó que Kihyun todo ese tiempo estuvo con una omega. La infidelidad termino por acabar con él y arrastrarlo a tomar decisiones desesperadas y mal pensadas.
El dolor en su corazón fue una pulsada que lo trajo a la realidad, a su ahora. Ante esta mala decisión que se había visto arrastrado a tomar. El desconocido frente a él termino siendo la única salida que encontró para su problema.
No sabía su identidad, nisiquiera su nombre a parte de que era un alfa, pero todo eso era algo que a él no le importaba realmente. Mientras pudiera dar a luz el cachorro que este hombre necesitaba, él optendria su dinero y todos serían felices con lo que querían. Él le pondría fin a su crisis y el alfa haría lo que sea que planeaba con el bebé.
Todo esto sólo sería un negoció, un trato, que satisfizo la necesidades de ambas partes. ¿Cómo negarse a eso? tan solo serían seis meses.
Yoongi tomo una respiración profunda antes de responder cortante.
— Ya he encontrado una mejor oferta. Alguien que me ofrece mucho más de lo que tú, y sin ninguna jugarreta de por medio. Lo que sea que existió entre nosotros término. Espero y tu vida sea una mierda. Llena de arrepentimiento.
Ni siquiera término de colgar cuando con enojo empezó a deshacerse de sus prendas. Los ojos le picaban pero contuvo todo lo que pudo sus lágrimas. Cuando estuvo desnudo, se lanzó a la cama sin vacilación, como el fuerte Omega que era, y acepto el destino tortuoso que la diosa luna tenía para él.
Para ese momento, el frío era tanto que ya calaba sin piedad sus huesos.
Era obvio que la persona en la llamada había sido un alfa. Lo que hizo al alfa en la habitación fruncir el ceño, el lobo en su interior rugiendo ante el descaro del Omega en su territorio. Si no fuera por la amenaza eminente que era su tío, para con sus bienes y los de su familia, además de la insistencia de su abuelo ante la necesidad de un heredero. Él no habría dejado que un omega desconocido trajera al mundo a su hijo.
—Sabes cuál es el trato, más te vale que tú integridad siga intantacta porque de lo contrario no tendrás un centavo de mi bolsillo. —La fría advertencia fue otra humillación más para la larga lista de Yoongi.
¿En qué momento había caído tan bajo como para que su palabra no tuviera ni un atisbo de validez?
—El saber si sigue allí o no, queda en tus manos alfa. Pruebe y verá.
Fingió una vez más ser fuerte. Todo sea por el dinero, todo por ese punto dinero.
Yoongi carecía de total experiencia ante todo esto. Por lo que ante el primer rose de las manos de este alfa contra su piel, se estremeció. Su celo en pronto auge y la falta de conocimiento de su omega ante el tacto de un alfa en una situación así, amedrentaron la reacción de su cuerpo lo suficiente como para que su mente no pensara demasiado en el temor, y lo denigrante que era esto, y se abriera al descubrimiento.
La palma del alfa se deslizan libremente por todo su cuerpo provocando la extensión de feromonas en la habitación. Yoongi se sintió hervir por todas partes en las que la huella del tanto quemaba.
El alfa noto de apoco, y con su vergonzosa reacción, la falta de experiencia de la que carecía el pequeño cuerpo bajo el suyo. Yoongi no tenía experiencia, y ante más reaccionaba el cuerpo del Omega al suyo, más orgulloso su lobo se sentía. No fue hasta que irrumpió violentamente en la cavidad demasiado apretada del Omega que estuvo seguro de que era virgen.
O lo había sido hasta él.
Yoongi se sintió drenado después de aguantar todo lo que su cuerpo le permitió, tal tortura, y se dejó caer contra la cama. El dolor pulsante en la parte inferior de su cuerpo siendo el recordatorio de lo que había sucedido. La temperatura residual en la habitación no disminuyó, aún con él calor que pudo haber sido aquel momento. Sus pensamientos se vieron cortados por el filoso hielo que salió despiadado desde esos labios carnosos.
—Estas a días de tu celo, lo puedo oler, por lo que no te dejaré ir a ningún lado. Cuando eso suceda, vendré a tu encuentro.
En un movimiento rápido y elegante se ajustó la bata a su cuerpo y le dio la espalda. Yoongi no sintió una pizca de emoción en ninguna de las palabras que llegaron hacia el desde ese hombre.
El alfa dió unos cuantos pasos con dirección a la salida antes de detenerse.
—Ya recibiste el dinero, así que debes cumplir las reglas o de lo contrario, me veré obligado a ejercer las consecuencias—. Y sin mirar atrás abandonó habitación.
De ese modo, Yoongi fue abandondo en ese ocuro y desconocido dormitorio, con fuerte olor a coito y la escénica de ese alfa mezclada con la suya, por ese a
hombre.
Sin contenerlo más, soltó un suspiro mezclado con un sollozo y dejó las lágrimas caer libremente por su mentón mientras se abrazaba a si mismo en un consuelo.
Él alfa regresó al día siguiente y Yoongi volvió a cumplir su parte del trato, pero la situación no fue mucho mejor que la del día anterior.
Después de eyacular, el alfa nisiquiera le remitió descubrir su esencia cuando esté ya se estaba levantando. El hombre se puso de pies sin miramientos. Yoongi sintió en cada fibra la frialdad de sus movimientos.
Aunque la habitación estaba a oscuras, Yoongi extendió su mano a las mantas y cubrió su cuerpo mientras se sentaba, vacilante en sus palabras a continuación.
Inseguro, probó su suerte.
— ¿Puedo- puedo salir un rato..umm esta tarde? —Su voz salió tambaleante a la expectativa de un brillo de esperanza, pero la frialdad contra la que choqué de bruces lo lastimó.
—No. Devuelve el dinero si eso quieres.
El alfa arreglo rápido los botones en su camisa y se encaminó con grandes pasos hacía la puerta.
—No, espera. Entonces ¿Cuándo podré salir?. —Yoongi lo intentó una vez más, mientras bajaba los pies cuidadosamente de la cama, cada movimiento siendo doloroso.
Pero no recibió respuesta.
Él alfa continuó su caminata hacía la puerta como si el Omega nunca hubiese hablado.
Yoongi corrió olvidándose el pudor de la sábana y se paró frente a él, impidiendo su salida. Su trasero termino contra la puerta fría y su frente apenas y rozo el fuerte pecho del hombre, levantó la vista para poder verle a los ojos y lo intento una vez más.
La repentina intromisión en su camino lo hizo apretar su cuerpo contra el más delgado, colocando una mano contra la perilla de la puerta, lo miro sin emoción. La calidez del cuerpo bajo el suyo nos esperando ninguna emoción.
—¡Apartate!
Aunque el mandato espeso con el que su voz salió le hizo estremecer, asustandolo por el volumen, Yoongi no se movió, insistiendo.
—Lo haré después de que me escuches—. Sin esperar una respuesta de su parte continuó.— Se que no confías en mí, y que crees que romperé las reglas si salgo, pero tan solo ...
— Cállate, no quiero tus razones. Tú aceptaste esto. Si no te mueves ahora te hechare de este cuarto y olvídate del dinero.
La voz fría sonó una vez más, haciéndole sentir atemorizado y sin una escapatoria. Lo hizo sentir dolido.
— Alfa, no se enoje. Solo quiero saber cuándo podré salir. No me escaparé, ni vere a nadie, si eso le preocupa. Es más, puedes contratar a alguien para que me vigile, está bien. Tan solo ...
Yoongi se tragó las ganas de devolverle los gritos. Su situación no le permitía ser arrogante, así que recurrió a ser dulce y suave Omega.
— Lo diré una última vez. — el gruñido que le siguió a eso, no le dio tiempo de pensar una respuesta coherente. — Quítate de la puerta o..
La frase sin terminar fue atrapada por los labios de Yoongi quienes terminaron estampados en la boca del alfa. Sus pies de forma dolorosa en puntillas y sus manos apenas suspendidas a sus lados sin tocar sus hombros.
Esa siendo la forma desesperada que se le ocurrió a Yoongi para calmar el ardor con el que se estaba cociendo la conversación. Decidido a darle un desvío más conveniente para si mismo.
Fracasó, por supuesto.
El alfa frunció aún más su ceño. Lo tomo por los hombros, despegando le de la puerta, y su boca, con fiereza.
Yoongi calló con fuerza contra el suelo, razguñamdose el brazo con el filo de la mesita, su muy lastimado trasero rebotó, haciendole soltar un gemido tan doloroso como la puntada del rechazo en su omega.
No pudo ponerse de pie lo suficientemente rápido, perdiendo la oportunidad de volver a retener al alfa, así como de conseguir su salida del lugar.
El alfa salió galante de la habitación, destilando arrogancia y Yoongi hizo todo lo que pudo para ponerse de pie sin prender la luces del cuarto, no queriendo ver su humillación.
Tambaleándose mientras se dirigía a la cama. Es mejor no ver nada, porque al verse con claridad sabía que no podría contener las lágrimas.
No recordaba haber sufrido tal humillación desde su nacimiento ¿En que se diferenciaba esto con estar en prisión? Su familia fue a la ruina y además fue traicionado por su novio. ¿Que tanto mal había hecho en el pasado como para merecer una vida tan triste?
Yoongi ensendio apenas la luz tenue de la lámpara en la mesita de noche y seco la sangre que salía por el pequeño razguño antes de volver a apagarla.
A paso lento se acercó a la cortinas del gran ventanal a un lado de su cuarto y lo abrió apenas. Llegando justo a tiempo como para ver la ancha espalda de el alfa.
Sus piernas eran largas y delgadas, caminaban al ritmo de un paso firme. Llevaba un traje recto y traía su cabello meticulosamente peinado. Estaba seguro de que muchos gritaban en admiración con solo ver su espalda, pero para Yoongi con la imagen de su espalda siendo testigo, ese hombre solo significaba su humillación. Una que él nunca olvidaría, al igual que esa espalda de hombros anchos que se burlaba de él mientras se alejaba.
ꨄ︎߷ꨄ︎
Yoongi se sintió enloquecer. En unos de sus arranques de la noche anterior termino rompiendo su celular y no podía contactar con el hospital para saber la condición de su madre y hermana, además de males, estaba encerrada con llave así que si quería salir solo sería saltando desde esa tercera palta. Y no era una opción que, con su suerte, viera posible.
Aguanto hasta la hora de la cena a la espera de que una de las criadas (beta) trajera su cena, y cuando la vio pasar le suplico por un teléfono. Luego de suplicar por mucho tiempo y casi terminar de rodillas consiguió que le prestará su móvil y llamó a la enfermera.
Soltó un suspiro cuando las noticias sobre el estado en el que estaban no fue mala y se sintió aliviada por el momento. Lo único que debía hacer era persuadir al alfa para que le dejara salir y así pagar los gastos médicos de su Madre.
Un día después y con su cuerpo ardiendo en fiebre y revolviendose contra la cama, se arrastró fuera hacía la puerta para tocar débilmente. El beta que están en su guardia apenas abrio cuando el ya estaba rogando.
—Dile a tu jefe que la temperatura de mi cuerpo está subiendo ahora. Que estoy a punto, y si quiere acabar con esto sera mejor que venga ya.
Yoongi sabía para que estaba en ese lugar tanto como su lobo deseaba ser preñado, así que no le dio segundas vueltas y vió al alfa como lo que era, un simple conducto para conseguir calmar a su omega.
Solo eso.
Él no podía permitirse verlo como algo más.
߷ꨄ︎߷
Cuarenta minutos después, el alfa llegó.
Yoongi fue todo lo obediente que pudo, callendo casi por completo en su celo. Su cuerpo actuó totalmente sumiso a la espera de ser complacido, el calor se volvió insoportable.
Se quitó la bata con la que cubría su cuerpo desnudo y se subió a la cama sin esperar la orden del alfa. Aún con su poca cordura y antes de perderse en su celo pensó en que si era lo suficientemente dócil podría tener una oportunidad. Su lobo estuvo deacuerdo con ese pensamiento.
Justo en el momento en el que el nudo se deshizo Yoongi, se abrazo fuertemente a la espalda del alfa con sus brazos y piernas, lo que le obligó a quedarse sobre él.
—Quiero salir, con tan solo una hora es suficiente.
Las palabras del hombre hicieron al alfa tensar los hombros, de improviso tomo sus manos y las apresó sobre la cabeza de Yoongi en la cama.
Yoongi soltó un gemido adolorido por las fiereza y por que sus manos cubrían con fuerza la pequeña herida. El alfa le miró por un momento extrañado antes de apartarse completamente.
—Haz lo que quieras, pero si te vas no pienses en regresar y deja el dinero.
—Que hi.. —. Yoongi estuvo a punto de maldecir le pero se contuvo.— Mi teléfono se rompió y no puedo contactar a mi familia. Temo que llamen a la policía si no logran dar conmigo, y si eso pasa, estarás en problemas igual. Solo déjame ir para...
La voz de Yoongi fue bajando de intensidad mientras veía al otro irse sin prestarle ni un poco de atención.
Al ver su nuevo intento terminar en fracaso, se llevó la mano a la boca y mordió con fuerza conteniendo un grito de frustración, como pudo llevo sus rodillas a su pecho y escondió su rostro allí quedándose de esa forma por un buen rato.
No estuvo seguro del tiempo que pasó cuando escucho los toques en la puerta. El guardia entro con lo que parecía una caja en mano y la dejo sobre la mesa en medio de la habitación.
—El jefe dijo que puedes tener tu móvil, es esto o irte —. Sin esperar un respuesta se fue de la habitación.
Yoongi no espero un minuto más, se arrastró por la cama, sus pies desnudos tocaron el suelo frío, y camino los pasos que le separaban del móvil. Cuando lo tuv adecuado eso en sus manos se encargó de ajustarlo y de inmediato se puso en contacto con la enfermera y transfirió los 20 millones de wones que debía dar al hospital.
Repaso los contactos y se puso en marcha con la familia del fallecido, pero esta no quisieron contactar con él. Dijeron que se contactará con la familia del hombre herido quién se encargaría de todos sus asuntos y colgaron casi de inmediato.
Una vez consiguió el número del herido, le llamo.
— Hola, soy el hijo mayor de Min Jungsu, Min Yoongi. Perdona que te contacte tan tarde quería...
— Ve al grano. —Otro hombre arrogante, pensó.
Contuvo la respiración para no soltar otra maldición y modulando su voz todo lo que pudo, volvió a intentar.
—Bueno, me pongo en contacto co usted por lo de la compensación. Verá, mi familia ahora está...
— Son 300 millones wones para el muerto, 200 millones wones para mí y 100 en daños—. le corto impasible.
Tan pronto como Yoongi escucho esa suma sintió el mundo venirse a sus pies.
—Señor, disculpe pero ¿No es esto mucho? Serían 600 millones wones todo junto. No tengo tanto dinero.
—No intentes regatear conmigo, no tienes derecho a hacerlo —. La voz sonó hiriente desde el otro lado.
Aún con todo, Yoongi lo intento. —Pero es que realmente no puedo pagar todo eso. Mi familia está en bancarrota. Mi padre ...
Yoongi se sintió impotente cuando del otro lado se escuchó el pitido de la llamada, el hombre le había cortado sin escuchar su explicación.
Colgó abatido. Sentía como su mundo se caía en pedazos por milésima vez. Ni siquiera sabía cómo viviría al día, ahora ¿De donde rayos sacaría semejante suma?
߷ꨄ︎߷
El alfa se tomó muy enserio las palabras de el Omega; ya para la noche se encontró, frente a la puerta de la habitación, dispuesto a compartir su celo.
Entró en la oscura habitación y se sentó a orillas de la cama, su lobo sintiéndose estrañamente dosil dentro de él. Con su dedo delineó suavemente la piel del Omega quien esperaba quieto en la cama por él. Se puso de pie y dejó una de sus rodillas en su cama mientras se deshacía de sus ropa, sin pensarlo mucho se subió sobre el Omega y lo sintió estremecerse bajo su piel; la calidez de su torso rosando con lo frío de su pielvis.
Se entretuvo aún más tiempo del normal, aprovechando el dócil recibimientos y se encaminó con sus manos curiosas por la piel bajo el ombligo del Omega sintiendo una pequeña inclinación desigual contra su piel.
— Fue hecha por un accidente mientras ayudaba a alguien. — el Omega se vio en la obligación de justificar, temiendo que el alfa sobre el creyera que se había hecho alguna operación rara o lo que fuera.
«¿Ayudando a alguien?»
El hombre no le dio segundo pensamientos a lo dicho y continuó su exploración bajando cada vez mas.
El constantes contacto íntimo había dejado a Yoongi algo drenado. Se dejó caer en la cama y observo al hombre irse nuevamente en la oscuridad, esta vez no intentó detenerlo.
Queriendo ser amable, sin segunda intensión dijo:
— Gracias por el teléfono, te lo devolveré cuando todo esto termine—. El alfa siguió tan indiferente como siempre. Solo se levantó sin dar una respuesta y se marchó.
Una semana después de que su celo se terminó, el alfa dejo de venir. Yoongi se encontró de repente solo y aburrido entre esas cuatro paredes oscuras y frías. En algunas oportunidades le permitían pasearse libremente, pero siempre tenía a alguien con él.
En uno de esos días donde se sentía a punto de enloquecer, la noticia de el despertar de su hermana fue una alegría agridulce para su corazón. Si bien había vuelto, su hermana empezó a tener pequeños momentos de ansiedad incontrolables y se le diagnosticó con estrés postraumático.
Su hermana no podría ir a la escuela debido a dicho trastorno y es por ello que se vería en la obligación de tener a alguien que le cuidara. El tratamiento costaría mucho dinero y no hablar del psicólogo. Era como si el destino a se empeñara en hacerle la vida imposible.
Al salir de la habitación de su hermana, luego de recibir la noticia, Yoongi se vio en la necesidad de ver a su madre, pero en cuanto el guardia que la acompañaba tomo la llamada él supo que eso no pasaría.
—El jefe quiere hablarle —. Yoongi tomo el teléfono en sus manos con desconfiaza.
—Estoy... —, intento explicar, creyendo que era necesario pero se vio interrumpido de forma cortante.
—Estare en la villa esta noche, prepárate. — Yoongi se sintió entremecer ante el tono dominante, y casi cedió ante esa voz rasposa al oído, pero se contuvo.
— Mi celo ya terminó —dijo. Sintiéndose un poco valiente acotó. — No tenemos tal acuerdo.
Yoongi se negó rotundo.
— Te pagaré extra.
Él no supo que responder ante eso. Sonrió con amargura. ¿De esa forma no se había vuelto de repente un prostituto?
—Te pagaré 5 millnes wones por cada vez.
El alfa no le dio un momento de pensarlo cuando ya estaba colgando. Yoongi sintió como una lágrima se desliza por su pómulo, no recordando en que momento de la conversación está se había formado.
«Necesitamos ese dinero de todas formas»
Y de esa forma Yoongi se vio con un ingreso de 5 millones diarios.
߷ꨄ︎߷
Para cuando fueron las once, Yoongi se vio esperando la llegada del alfa. No fue muy diferente de las otras ocasiones, el alfa solo venía con sus fuertes feromonas y se descargaba, con la única intensión con la que su lobo se veía necesitado de él: preñarlo.
Una vez más se encontró al final de coito con el alfa cubriendo su cuerpo del frío en el cuarto y sin poder evitarlo se abrazó a su cuerpo.
— Podrías quedarte almenos hasta que sean las doce, no falta mucho —. Su pedido fue solo una atenuación. No tenía esperanzas de que su petición se cumpliera y casi de inmediato se vio a sí mismo golpeándose mentalmente por ser un estúpido. Pero no podía evitarlo, su cuerpo se sentía frío tanto por fuera como por dentro. Lo único que lo hacía sentir un poco cálido era la piel del alfa sobre él.
En ese momento él estaba un poco desolado y solo quería que le acompañara por almenos un momento, pero la reacción del hombre la decepcionó nuevamente, la pequeña casi inexistente esperanza deslizándose fuera de su cuerpo con él. El alfa le miró con disgusto y se puso de pie.
—Que te hace sentir tan seguro de tu suerte. Estás tomando más de lo que deberías Omega. Demasiadas ambiciones en un cuerpo tan pequeño.
El disgusto se extendió por su piel casi tan rápido como el frío templado, remplazando el calor que pudo sentir.
— ¿Más de lo que debería? ¿Tentar mi suerte? ¡¿Bromeas conmigo?!, dime qué ambiciones me quedan a este punto. Solo quería tu compañía y nada más. Es mi cumpleaños, eso es todo. ¿No querer terminarlo solo es acaso demasiado ambicioso?
En la oscuridad de esa habitación Yoongi se desahogó a gritos contra la espalda ancha de el alfa frente a él, quién se marchaba sin segundos miramientos. Soltó un grito exasperado y lanzó la almohada contra la puerta cerrada antes de patalear contra la cama. Sollozó en voz baja para si mismo.
El día siguiente a ese solo fue peor. Una llamada del hospital fue lo que que Yoongi necesito para sentir su mundo caer definitivamente.
Se deshizo en gritos lastimeros sin importar quién le escuchará o la hora. Él solo lloro, porque su madre ya no estaba, porque estaba solo con una carga demasiado grande y no sabía qué hacer. Lloro desconsolado.
A unos pasos de él, en la puerta, el alfa se quede parado con la manos extendida mientras lo escuchaballa llorar igual de lastimero como ese día que lo vio en el hospital. No hizo andeman de entrar, con el ceño fruncido fuertemente se alejó de la puerta mientras apretaba sus manos con fuerza en puño y se iba de allí.
A la mañana siguiente la criada paso a despertarla como siempre y le hizo la misma pregunta que venía repitiendo.
—Señor, permítame confirmar si está en espera — Yoongi le apartó la mano con brusquedad y se giró ignorandole.
—Ya lo hice ayer, es negativa
— Déjeme confirmar porfavor, señor —. Con enojo se levantó de la cama y le siguio al baño.
Sus ojos estaban rojos e inchados de tanto llorar, estaba cansado y se sentía desdichado. El dolor y la angustia se reflejaban vividamente en sus ojos.
La criada se marchó luego de confirmar, y al poco rato regresó con una mira fría y de indiferencia. Como si Yoongi solo fuera un desvergonzado.
—El jefe a dicho que no le sirve un omega estéril. El contrato se anula y te puedes quedar con el adelanto del dinero —. Su voz salió con indiferencia.
«¿Un omega estéril?»
߷ꨄ︎߷
Siete meses después, el Omega se presentó una vez más frente a la villa.
Yoongi aún tenía en su mente la frase «Un Omega estéril» dando vueltas en sus oídos. Irónicamente y contra todo pronóstico, ahora estaba aquí una vez más en la cima de la colina, con su hijo que acababa de cumplir un mes.
Su mente reaccionó familiarizado con esa villa pero no con ese hombre, no con el olor de ese alfa que seguía haciéndole estremecer, su cuerpo contradiciendo sus pensamientos.
Le dio otra mirada al cachorro en sus brazos antes de extender la mano y tocar.
La criada con esa expresión de despreció, que parecía tener tatuada, fue quien le atendió. Aunque su rostro se contrajo al reconocerle y aún más al ver el pequeño movimiento de las cobijas en su mano, dándole una segunda mirada para confirmar lo que veía, se adentro rápidamente a la casa en busca de su jefe.
—El jefe dice que entre al dormitorio que ya conoces. Dice que le esperes a allí. Ya sabes la regla: no puedes verlo. Dame al niño, necesitamos hacerle una prueba de ADN.
—Conozco las reglas —. Y lo hacía, una de sus reglas más importantes era la confidencialidad del asunto, hasta ese momento Yoongi no desconocía la apariencia de el hombre al que ahora le daría su hijo.
Aguardo un poco antes de acotar. — Pero no te daré al niño, solo se lo daré a él.
Con un movimiento de desdén la descartó con su mano y se encaminó con el niño a la habitación que ya conocía. Yoongi no pensaba dejarle a su hijo a cualquiera, así nada más.
Depósito al niño dormido en la gran cama y se quedó observándole, aunque era pequeño tenía razgos a él, sus ojitos y su piel tan blanquita, su carita redondita y ese labio regordete y tan rosa... Su bebé era precioso. Sintió sus ojos llenarse de lágrimas y apartó la mirada, levantándose y dándole la espalda con una mano en su corazón.
El impulso regreso como venía haciendo desde hacía un mes, cuando lo tuvo por primera vez en su mano. Si bien su Omega se negaba a que otros lo tocaban, ahora estaba particularmente en paz. Porque él sabía que su bebé estaría con su alfa, pero su lobo no parecía caer en cuenta que era solo el niño quién estaría con el alfa.
Camino unos cuantos pasos, controlando el llanto dentro de su pecho.
Se volvió solo un momento para verlo una última vez y se hacerlo rápido arrodillándose para observarlo desde abajo tomando su manita entre la suya, la beso.
— ¡Bebé, perdóname por favor! De verdad no quiero hacerlo pero papá no tiene de otra, no lo tiene yo .. bebe porfavor perdóname.
No dejo de disculparse con el cachorrito que solo se removió para apretar un poquito el dedo de su padre pero no hizo ningún ruido. Para ese punto, las lágrimas ya caían descontroladas por sus mejillas.
Quería grabar en su mente el recuerdo de su bebé, su olor y todo lo que pudiera, porque él sabía, lo sentía muy dentro de sí. Esa sería la última vez que vería a su cachorro. Su lobo se removió incómodo ante la idea.
𝙳𝚊𝚝𝚘𝚜 𝚍𝚎 𝚖𝚒 𝚑𝚒𝚜𝚝𝚘𝚛𝚒𝚊
En mi historia "universo omegaverse" los embarazos de los omegas duran 6 meses.
El celo de los omegas dura 1 semana
Bueno eso sería todo.
Gracias por leer.
No vemos en el siguiente cap.
—Minie.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro