Capítulo 5
〖☽〗 20/04/2024 ~ 26/06/2024【☾】
《 13/09/2024》
...
Podría decirse que hacía buen día, pero eso quizás sería exagerar.
El viento soplaba sin ganas, arrastrando las hojas caídas a todas aquellas personas que se atrevieran a pasar por delante.
La temperatura parecía haber descendido drásticamente en algunas zonas y comenzaba a tener frío pese a estar en pleno verano.
Sin lugar a dudas, la ausencia del misterioso joven no hacía más que asegurarle que quizás no todo se debiera al pésimo clima del momento, puede que también a su extraña desaparición.
Sonríe aun teniendo las manos y el corazón congelado.
A continuación, comienza a correr.
El único problema es que ir detrás de una persona que no conoces, en un lugar poco transitado y sin haber avisado a nadie, nunca es la mejor opción. Menos cuando tu móvil se está quedando sin batería, no tienes un cargador a mano y por si fuera poco, está comenzando a anochecer.
Aun así, nada la detiene.
Ella se consideraba una persona madura y cabal.
La típica amiga que piensa cien mil veces antes de actuar, que siempre cuenta con varias opciones por si la primera no sale bien, que mide sus palabras para no hacer nunca daño a nadie. Básicamente una persona en la puedes confiar toda la vida, tanto en lo bueno como en lo malo.
Y aun así, los seres más tranquilos como ella, seguían sin estar exentos de enamorarse y perder la cabeza.
En su caso, debía haber aparecido un tipo que había conseguido acelerarle el corazón en unos pocos segundos y que además, le había descubierto un nuevo mundo lleno de más tonalidades que estaba deseando descubrir.
Un chico cualquiera, sin nombre ni apellidos, del que por poco no recordaba la cara ni su voz.
Un joven que podría serlo todo o nada, eso dependía de si lograba encontrarlo de nuevo.
En resumen: un perfecto desconocido tal y como lo fue Liam en su momento, en aquel preciso instante en el que sus caminos se unieron.
En varias ocasiones, está cerca de tropezarse con las ramas de los árboles que crecen descontroladas dividiendo el camino. Si fuera un árbol o cualquier otra planta, ella también querría crecer fuera del cemento, libre y sin miedo a acabar muriendo encarcelada en una jaula.
De pronto, choca contra algo y cae al suelo en una marea de piernas y brazos.
—Perdona, no te había visto… —comienza a escuchar una voz conocida mientras unas manos le ayudan a levantarse. —¡¿Qué haces tú aquí!?
—Necesitaba pensar y decidí salir a dar una vuelta.
—¿Y de normal sueles correr tan alocadamente cuándo das vueltas?
—Liam...
—Si necesitas algo sabes que estoy aquí.—una inmensa sonrisa aparece en los labios de Liam mientras continúa hablando. —Siendo sincero, la idea de corretear por un parque a estas horas no me entusiasma lo más mínimo, pero eres tú y por ti lo haré.
—No es necesario, no te preocupes. No es lo que parece, te lo aseguro.
—De acuerdo, en ese caso no comentaré nada más. —Liam levanta ambas manos en señal de rendición mientras continúa riendo divertido. —¿Te parece si vamos a algún sitio a tomar algo?
Ella mueve la cabeza para indicar que está de acuerdo, pese a que no deja de buscar a alguien entre la multitud.
Liam, ajeno a esto, sonríe feliz por poder pasar más tiempo con la chica que tanto le gusta.
Después de unos minutos, finalmente, llegan a una bonita cafetería repleta de hermosas flores y cuadros.
Ambos entran por una puerta rodeada de divertidas pegatinas, y más tarde, se sientan, cada uno, en uno de los mullidos sillones que se encuentran por toda la estancia.
—¿Qué desean tomar?
—Un café con leche y un trozo de pastel de zanahoria. —responde Liam mientras deja la carta en la mesa. —Muchas gracias.
—¿Y usted señorita?
Ella medita su respuesta durante unos instantes, al entrar ha visto una deliciosa tarta que le ha resultado muy apetecible y ha conseguido que su estómago rugiera de entusiasmo. Por otro lado, sabe que debe pedir algo sano y mucho menos consistente, para poder cumplir este año la tan famosa ‘operación bikini.’
—Zumo de fresa y un trozo de tarta de chocolate, por favor. —decide por fin resuelta, pero esperando no arrepentirse.
—Perfecto, ahora en un momento les traigo todo lo que han pedido—. Ambos asienten con la cabeza mientras le dan las gracias al mismo tiempo.
La chica se aleja caminando, llevándose por el camino algunas miradas furtivas por parte de la clientela del lugar.
Ella, por el contrario, no puede evitar pensar que, este año al igual que el pasado, tampoco logrará hacer lo que la otra hace: enamorar tan solo con su presencia.
Con una mueca de tristeza, que sin duda será claramente visible, gira la cabeza para comprobar como Liam, al igual que todos, mira embobado a la camarera.
Cuando lo hace, le sorprende que estaba totalmente equivocada. Liam mantiene la mirada fija en ella, únicamente en ella. Y durante unos segundos, algo se revuelve en su interior al percatarse de las miles de emociones que parecen esconderse tras los ojos de él.
—Bueno… ¿tienes algo pensado para mañana?—. La voz de Liam de pronto, y como de costumbre, interrumpe la línea de pensamientos que se sucedía en su cabeza. Consiguiendo que vuelva a la realidad con una sensación de aprecio dirigida al chico.
—No, por el momento no… —piensa durante unos instantes con la intención improvisar un plan rápido para no sonar tan triste como se siente. —Aunque podría pasarme a ver a mi hermano, hace mucho que no nos vemos.
Cuando acaba la frase, suspira tranquila pensando que, por una vez, ha conseguido sonar como una persona normal. El único problema es que ha pasado por alto la mirada de desilusión que ha adornado el rostro del chico durante un momento.
Para bien o para mal, no les da tiempo a charlar por más tiempo porque la camarera se acerca con una bandeja de metal, donde se pueden vislumbrar lo que han pedido.
—Aquí tienen. –dice mientras reparte a cada uno lo que ha pedido. —¿Desean pagar ahora o más tarde?
—Ahora por favor. —responde Liam con una sonrisa.
—Perfecto, entonces le diré a mi compañero que venga con el recibo. —la chica le lanza a Liam una mirada descarada que él ignora. Finalmente la camarera suspira y la mira fijamente con una expresión de molestia en el rostro. —Que aproveche. —susurra mientras se aleja.
Pasados unos segundos, se escuchan de nuevo unos pasos que se acercan a la mesa. Cuando la persona se detiene ante ellos, ambos levantan la cabeza.
—Tú... —balbucea ella incapaz de decir nada coherente. —Eres el chico del parque.
—Hola de nuevo, me alegra comprobar que pareces más serena que antes. —con una inmensa sonrisa, les entrega el pequeño papel con el precio de la comida. —¿Te importa si te anoto mi número de teléfono? He pensado que así puedo ser testigo de tu hermosa manera de sonreír cuándo algo te sorprende. —acaba diciendo enamorándola por completo.
Ella por toda respuesta, solo asiente mientras le observa sorprendida.
Su estómago es un completo caos de emociones, mientras que su corazón no deja de latir descontrolado.
—Por cierto, me llamo Logan. —susurra mientras la extiende de nuevo el papel. Entonces las manos de ambos se tocan y parece que unas pequeñas chispas broten entre ellos.
El efecto se interrumpe cuando suceden dos cosas: la primera, alguien llama a Logan para que atienda la próxima mesa, haciendo que se tenga que despedir agitadamente. Y la segunda, el carraspeo por parte de Liam, que se sienta incómodo en la mesa.
Ella se disculpa rápidamente, y ambos amigos comienzan a saborear sus platos mientras la conversación comienza a fluir fácilmente entre ellos.
Aunque como de costumbre, no distingue la mirada de dolor y resignación, que nubla los ojos de Liam cada vez que la descubre mirando a Logan.
✫・。. 𝕯𝖊𝖓𝖓𝖆 ‧ *・༓☾
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