YeoSang tomó del brazo a WooYoung, haciendo que este se sintiera confundido y simplemente se dejara guiar por el mayor. Ambos entraron a una de las habitaciones, haciendo que ambos omegas simplemente se mirarán.

— Tengo un problema —Murmuró el mayor, haciendo que WooYoung frunciera el ceño— No sé con quien hablar de esto WooYoung, y siento que sólo tú puedes ayudarme. 

— ¿Qué sucede hyung? —Frunció el ceño.

— JongHo es alfa —Susurró, provocando que el ceño del menor continuara siendo uno de confusión— Él se presentó hace unos días, ¿recuerdas que no salió de su habitación? —El menor asintió— Yo... no creo poder con esto. 

— Hyung, perdón, pero no entiendo. 

— Dejé que JongHo me marcara.

El silencio entre ambos se hizo profundo y eterno, el menor no sabía que decir ni como reaccionar, mientras que el mayor necesitaba más que nunca palabras de aliento para salir de ese problema que estaba dando vueltas en su cabeza. El menor de los omegas se sentía confundido, no entendía que era lo malo de eso, hasta que recordó las palabras de JongHo "— ...YeoSang se encarga de San y él ha demostrado ser un alfa bastante posesivo con respecto a YeoSang..."

— Hyung, todo saldrá bien, sólo tiene que hablar con los demás.

— El problema no es eso, el problema es San, él necesita de un omega que lo calme y yo no puedo acercarme a él sin que haya una guerra con JongHo, no quiero herir a mi alfa de ese modo y tampoco quiero rechazar la marca.

— No tiene que hacerlo, y San sunbae no debería reaccionar mal ante ello-

— Woo, no lo entiendes, crecí para calmar a cualquier alfa, para que se aferrarán a mi, para que dejaran su aroma en mí y para yo dejar el mío en ellos, esto no es fácil y no sé que hacer ahora que-

— Quiero que se calme, hable con JongHo y luego que San, los demás no tienen porqué saber de esto hasta que su marca cicatrice, hyung, todo saldrá bien —Sonrió, haciendo que YeoSang se acercara y lo abrazara.

— Gracias Woo.

WooYoung salió de la habitación y caminó hasta el jardín, en unos días se irían y quería disfrutar esos últimos días en ese hermoso jardín en el que siempre había anhelado estar de pequeño, pero al cual nunca había podido disfrutar. Se sentó debajo de uno de los árboles, nunca había sentido tanta paz hasta ese momento, por alguna razón se sentía bien allí. Seguía sin entender algunas cosas, pero apreciaba demasiado que esos once chicos cambiaran por completo sus vidas para cuidar de él. Cerró sus ojos y sintió como alguien se sentó junto a él, de todas las personas que podrían haberse acercado a él nunca pensó que esa persona sería SeongHwa.

— Hola.

— Hola sunbae —Hizo una pequeña reverencia, haciendo que el mayor sonriera.

— Creo que te he dado la imagen equivocada de mí —Rió bajo— Quiero agradecerte por calmar a YeoSang. 

— ¿Hum?

— Él no me puede ocultar nada, nadie aquí puede hacerlo, excepto tú. —Suspiró— Y no sé que tan bueno sea eso, sabes y sientes cosas que no puedo descifrar y no temes a mi aroma.

— ¿Debería hacerlo? No creo que alguien deba temer al aroma de alguien más simplemente por su jerarquía. —Frunció el ceño.

— Perdiste toda tu vida encerrado en una casa en la cual no podías ser un niño normal porque tus padres temían por tu vida, no tienes amigos porque no dejaban que los hicieras y luego estás en una casa rodeado de personas que no conoces y de pronto todos necesitan de ti, inclusive San.

— ¿San?