━Capítulo Cinco
❝ HAZ QUE ESTE LUGAR CREZCA ❞
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〘 ✰.༄☼︎ 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟓☼︎༄.✰ 〙
–— llave —–
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—¿QUÉ TE DIJE DE GUARDAR REPOSO, EH?
Carl miró con cansancio a la rubia frente a él que llevaba en brazos a la bebé de Rowan y Enid, Gracie.
Los ahora padres de la menor se encontraban ocupados con obligaciones de Hilltop de las que solo ellos sabían así mismo con la vigilancia del lugar y al no tener nada que hacer, Rylie se ofreció a cuidar de Gracie.
Ahora que Alexandria había dejado de ser un lugar seguro el grupo se estaba quedando en Hilltop mientras hallaban la manera de ganar la guerra.
Carl descansaba en la casa rodante
de Jesús dónde también se hospedaban Maggie, Enid y Rowan pues había insistido que no quería pasar todo el tiempo que estuviesen en la enfermeria.
—Perdón, pero no puedo estar en esa cama un minuto más —respondió Carl poniendose de pie como pudó antes de ser detenido por su novia —. Ry...
—Carl, ¿cómo quieres sanar si no te estás quieto un momento?
—Tengo la bota —comentó el mencionado señalando la bota médica que llevaba haciendola rodar los ojos
—. Al menos así camino mejor.
—Eso no asegura que te recuperes del todo, por eso es el reposo.
—Estás actuando como una mamá —musitó Carl algo molesto para después volver al sofá cercano a descansar.
—Crie a una niña de ahora dos años, claro que actuo como mamá —soltó Rylie con diversión tomando asiento a su lado con cuidado de no despertar a la bebé —. Además, tengo experiencia.
—Solo quiero salir afuera un rato —respondió Carl soltando un suspiro de cansancio viendo a la niña dormida en brazos de la rubia —. Ya me aburrí de estar sentado.
En ese momento la puerta del trailer
fue abierta dejando ver a cierta rubia llegar acompañada de Michonne. Judith al ver a su hermano no pudó evitar soltar un gritito de emoción antes de que Michonne le hiciera un gesto para que guardará silencio y no gritará y la niña corrió a abrazar al ojiazul.
—¡Cal, te extrañe!
—Yo también te extrañe, Judith de mi corazón —respondió Carl abrazando a su hermanita para después besar sus mejillas haciendola reir en el proceso.
—¡Mami!
Rylie le hizó una seña con el indice
para que guardará silencio y la menor se acercó sutilmente a la chica solo para ver a una pequeña bebé envuelta en una mantita amarilla. Judith no pudó evitar fruncir el ceño al ver a la bebecita cosa que hizó reir a los mayores del lugar.
—Michonne, tienes que convencer
a Rylie de dejarme salir de aquí —
pidió Carl a la mujer con desesperación señalando su pie —. Me tratá como si fuera un discapacitado o peor.
Michonne simplemente soltó una risilla revolviendo la cabellera de la pequeña Grimes.
—Rylie...
—¿Y su reposo? Carl es un maldito terco —interrumpió la rubia anticipandose a la mujer para después dirigirse a su pareja —. Ya sal, solo cuida ese pie.
—Vaya, justo veníamos por Carl —comentó Michonne viendo a cierta niña abrazada de la pierna de su hermano —. Judith quiere que su hermano la lleve a ver los animales de este lugar. Sirve que agarras aire, Carl.
Rylie hizó una mueca, no se sentía muy convencida y tenía miedo de que el esguince de segundo grado de Carl en su tobillo empeorará pues sabía bien que su novio no era de tener cuidado.
—Tranquila, cuidaremos bien de Carl
—prometió Michonne antes de girarse a ver a la menor de los Grimes con una sonrisa —. ¿Verdad que si, Jude?
—Si.
—¿Querias salir? Pues anda, ve con ellas —comentó Rylie hacia Carl más calmada para después señalar a la bebé dormida en su regazo —. Yo prometí que iba a ser la niñera de Gracie hasta que alguno de los irresponsables padres se desocupara.
Carl asintió con una sonrisa antes de acercarse a ella y dejar un beso fugaz en los labios de la rubia y un besito en la frente de la pequeña Gracie.
—Tendré cuidado, lo prometo.
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Por la tarde, Rylie vigilaba el perímetro en los muros después de dejar a Gracie al cuidado de Rowan. Todo iba bien en la comunidad hasta que hubó algo que de algún modo la hizó preocuparse y no fue la única.
Rosita fue a investigar y poco después regresó a Hilltop. Apenas volvió todas sus compañeras se acercaron a revisar.
Rápudamente Enid abrió la cajuela
de la camioneta y Rylie no pudó evitar inspeccionar lo que mujer había encontrado. Su sorpresa no pasó por desapercibida al igual que el resto.
¿Eso eran cajas vacías? ¿Para qué?
—No sé que rayos es —anunció Rosita bajando del vehículo mientras le pasaba un papel a Maggie.
—Si llenan las cajas con comida o discos de vinilo con gusto les daré la llave de su futuro —leyó Maggie examinando la hoja.
—Y tiene unas coordenadas —mencionó Rosita.
Maggie le dió una última mirada a la hija antes de pasarsela a Michonne para que la viera mejor mientras ella veía las dichosas cajas vacías en la cajuela.
—No son Los Salvadores —reconoció Rylie con prudencia manteniendo sus brazos cruzados y una mirada seria —. Ellos vuelan puertas y montan todo un show.
—Rylie tiene razón, no hacen esto —completó Michonne dando un mini golpecito a la hoja en sus manos.
—Tampoco me extrañaría.
—Si es una trampa es demasiado obvia —explicó Rosita.
—Y eso es lo que nos haría caer —mencionó Maggie para después alejarse un poco del grupo de chicas.
—¿Y si tal vez es alguien que quiere ayudar de verdad?
Maggie negó con la cabeza sutilmente al escuchar a Michonne.
—Si alguien quiere darte una mano y lo ignoras, mala suerte. Si alguien trata de asesinarte, mueres.
—No si te cuidas.
—Cuidarse es quedarse aquí —
reconoció Rylie girandose hacia Michonne viendola con seriedad.
—Iré yo, veré que es.
—Iré contigo —se apresuró a decir Rosita al oír a su amiga.
—Pero Rick nos quiere aquí —informó Enid tratando de hacerlas entrar en razón.
—Ya lo sé, pero la última vez que nos arriesgamos así todo cambió —comentó Michonne a la chica con un tono triste —. Rick no lo comprendió antes y puede que támpoco ahora.
—No lo hará.
—Pero a larga comprenderá. Lo hará.
Y justo después de decir aquello, Michonne se dispusó a irse antes de que la voz de Maggie la detuviera.
—No hemos encontrado mucha
comida y el hambre aumenta. Tal vez esta persona tenga algo útil.
—Entonces voy contigo —informó Enid al oírla.
—Yo también las acompañaré —se apresuró a decir Rylie con una pequeña sonrisa decidida a ver que sucedía.
—Okey, buscaré discos por si es real —explicó Maggie cargando su arma justo antes de digirise a ambas chicas —. Ustedes traigan balas por si no lo és.
Rylie asintió y junto a Enid se encaminaron a la casa rodante dónde encontraron a Rowan y Carl sentados frente a una mesa hablando mientras el rubio sostenía a una calmada Gracie y en la alfombra Judith coloreaba unas hojas con crayolas.
Rylie sonrió al verlos tan tranquilos a ambos hombres. Parecían papás en una reunión o papás cuidado de sus niñas en una guarderia.
—Mami, volviste —exclamó Judith yendo a abrazar a Rylie de una pierna amorosamente dejando todo tirado.
Rylie sonrió dejando un besito en la coronilla de la cabeza de la menor para después ir en busca de sus armas tal como hizó Enid. No quería ser seca con Jude, pero tenían que moverse.
—¿Van a algún lugar?
—Saldremos.
—Las acompaño —propusó Rowan levantandose de su asiento dispuesto a dejar a Gracie a su cuna.
—No, tú te quedas aquí —interrumpió Rylie a su hermano deteniendolo al mismo tiempo que señalaba a Carl —.
Y eso también va para ti, Carl Grimes. Iremos solo las chicas y será rápido. Quedense aquí y cuiden del lugar y de las niñas, por favor.
—Pero...
—Pero nada —exclamó Enid acercandose a su pareja para dejar un beso sobre sus labios y luego acariciar la mejilla de su bebé —. Volveremos, es una promesa. Cuida bien a Gracie, Ro.
Rylie les dió su espacio mientras ella cargaba su pistola para después guardar dicha arma en la funda del cinturón y acercarse a cierto ojiazul.
—Vendremos antes de que anochezca —anunció Rylie con una sonrisa tomando sus manos entre las suyas tratando de tranquilizarlo —. Estaremos bien.
—Te quiero de regreso con todas tus extremidades dónde deben estar.
La rubia soltó una risilla justo antes de que Carl posicionara sus manos en las caderas de la chica y le diera un tierno y fugaz beso que ella correspondió.
Dejó un besito en la mejilla de Judith
y se despidió de su hermano con un abrazo asegurandole a ambos hombres que iban a regresar sanas y salvas al rato. Así sin más salieron del lugar.
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Recorriendo un buen tramo notaron que justo cuando llegaron a una intersección de varios caminos había una camioneta en pleno camino que por lo visto estaba esperandolas y eso se notaba pues había dos mujeres detenidas junto al vehículo.
Las alexandrinas pronto bajaron de su vehículo de igual manera y se acercaron un poco con sus armas listas mientras Michonne y Rylie desenfundaron sus respectivas armas en son de protección.
Las dos mujeres pronto abrieron la puerta de la camioneta de la que se apresuró a bajar una mujer vestida con traje formal, lentes y de cabello canoso.
—Me llamo Georgie, ellas son mis amigas Hilda y Mich —se apresuró a decir la desconocida con calma al mismo tiempo que señalaba a sus guardias —. ¿Y ustedes son...
Ninguna se atrevió a responderle solo se limitaban a verla.
—Desconfiadas, pero con curiosidad
de ver que tengo para ofrecer a cambio de comida y música —reconoció Georgie con una sonrisa amistosa acercandose —. Espero que los discos sean de música, no voy a aceptar poesía hablada. Si están aquí afuera saben que pueden cuidar de si mismas y eso me gusta. No quiero compartir esto con débiles.
—Bien...
De repente apareció Rosita tras de las tres mujeres apuntandoles con su arma al igual que hacía Maggie.
—Rylie.
La chica asintió ante el mandato de la líder de Hilltop y guardó su espada para así acercarse a revisar a la mujer justo al mismo tiempo que Enid apuntaba desde el otro costado.
Desarmó a una de las guardias y después se acercó a Georgie.
—No hace falta.
Rylie ignoró sus palabras y aún así revisó que la mujer no llevará alguna arma consigo y tal como dijo no hizó falta pues no llevaba un arma.
—Danos lo que tienen —exigió Maggie a la mujer con firmeza apuntandole con su arma.
—Me temo que no es posible. El conocimiento que he venido a negociar, conocimiento esencial para el futuro especialmente —respondió Georgie selalando con su dedo su cabeza —. Principalmente está en mi cabeza y yo preferiría mantenerlo ahí.
—¿Es todo lo que tienen?
—Solo conocimiento.
Ni la vuelta hasta acá, pensó Rylie de mal humor.
—Ya hemos echo esta misma oferta. Llenen las cajas, les digo lo que sea, así de sencillo. No es un truco es un intercambio justo, lo juro.
—Un acto de benevolecia —agregó una de sus secuaces.
—¿Y por qué lo harías?
—¿Qué otra cosa debería hacer?
Silencio.
—Rosita...
La mencionada rápudamente se acercó a la camioneta para revisar el interior de esta.
—Lo que hay ahí no es parte del trato.
—No hay ningún trato —se apresuró a decir Maggie.
—¿Cuántas comunidades hallaron?
—¿Comunidades como la suya? No muchas, no y ninguna que haya durado mucho tiempo. Lo que ustedes tienen es especial, inusual. Los muertos sacaron lo mejor y lo peor de nosotros, lo peor últimamente ha superado a lo mejor, pero eso no durará para siempre.
—No lo hará...
—Si las personas pueden volver a creer en las personas cuatro cajas de viveres no valen nada comparadas con un futuro sustentable y hasta puede que sea un ejercicio de confianza.
Maggie la miró sin entender exactamente a que quería llegar.
—Ya sé, ahora confianza parece una palabra inventada como fliberstiqui.
—O clomp.
—O humectante.
—Basta, esto no es real —interrumpió Rylie al grupo de desconocidas con notoria furia apuntando con su arma —. Nadie es capaz de sobrevivir haciendo lo que ustedes dicen que hacen.
—Pero es así y seguirá siendolo porque puedo intuir que ustedes son un buen grupo apesar de los modales.
Michonne se acercó sutilemente a Maggie para después susurrar a su oído.
—Hagámos un trato.
—No. Estás personas y su camioneta vendrán con nosotras.
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Antes de que anocheciera el grupo de chicas volvió con aquel grupo liderado por Georgie a Hilltop. Maggie decidía que hacer con aquel grupo. Ahora tenían dos opciones: quitarles sus cosas sin más o buscar la manera de llegar a un breve acuerdo que mutuamente les diera a los grupos de que beneficiarse.
Mientras Maggie y Michonne daban
sus puntos de vista cierta rubia estaba disfrutando de la compañía de su novio mientras desde las escaleras de la casa rodante veían sentados a Judith jugar con tierra.
—Eso amerita un baño —comentó
Rylie mirando con diversión a la niña sacudirse la tierra en su vestidito.
—Vaya que si lo amerita —respondió Carl en voz baja apoyando su cabeza
en el hombro de la chica en busca de mimos —. ¿Qué sucedió allá afuera y qué están planeando hacer con ese grupo de desconocidas que trajeron?
—No lo sé, Maggie tendrá que decidir aunque se que Michonne se opondra a matarlas o algo similiar —informó ella sumergida en sus pensamientos justo comenzando a acariciar su cabellera —. No se ven como malas personas, pero no sabemos eso. Aunque sus cosas nos vendrían bien no podemos quitarselas como si nada, también tienen que sobrevivir. Yo solo se que podrían ser de ayuda o al menos para la comunidad.
Carl simplemente se quedó un momento en silencio sin saber que decir.
—Un trato o alianza nos vendría bien ahora.
—Se que decidirián lo mejor para el grupo.
—¿Y qué tanto hacían mientras nos fuimos?
—Pues nada muy interesante, solo charlabamos —respondió Carl mientras dejaba caricias en la palma de las manos de ella —. Saque el tema de compromiso y pedí permiso para casarme contigo.
—¿Y qué te dijo?
—Que si, pero que si por alguna razón
te dejaba o te hacia llorar iba a hacerme trizas y tirarme a los caminantes.
Rylie soltó una risilla.
—Vaya, que fuerte sonó eso.
Unos segundos después llegó Judith enseñando sus dientitos miniatura en una sonrisa enorme.
—Ay, ¿qué le pasó a tus manos?
—Ups, mami —susurró Judith escondiendo sus manos detrás de su espalda algo asustada —. Perdón.
—Mirate, estás llena de tierra —
comentó Rylie señalando las manchas de tierra en el vestido de flores —. Hay que bañarte después.
—Para ti, mami.
Rylie sonrió mientras tomaba la mini florecita amerilla que Judith le tendía con sus manos llenas de tierra.
—Tengo una idea —anunció Carl quitandole a Rylie la flor de entre sus manos para acomodarla en su cabello detrás de su oreja —. ¿Se ve linda mamá, Jude? ¿Verdad que se ve bonita?
—¡Si, mami linda! Yo también linda.
—Tu eres preciosa, cielo —comentó Rylie acercandola para dejar un besito en la punta de su nariz —. Anda ve a jugar. No importa el vestido, trae más flores.
—¡Sí!
Carl sonrió besando sutilmente el hombro de la jóven, cosa que también hizó que una sonrisita enamorada se dejará ver en el rostro de la rubia.
—Eres tan perfecta y una excelente madre con Jude.
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La menor de los Everson se mantenía atenta a los movimientos del grupo de Georgie, desde su llegada no había echo más que permanecer quietas bajo las miradas desconfiadas de Michonne.
Luego de unos minutos salió de la mansió Maggie cargando con esfuerzo una caja llena de vinilos que dejó justo enfrente de la líder, a sus pies.
—¿Sin poesía hablada?
—Voy a honrar el trato, llenaremos sus cajas y podrán irse. Por su bien, cuanto antes mejor.
—Acepto, pero voy a cambiar los terminos —comentó Georgie de pie enfrente a la líder de Hilltop, sus palabras hicieron fruncir el ceño de cierta rubia —. Esta caja y nada más, y además les voy a dejar una considerable parte de mis proviciones. Por lo que estoy viendo las necesitan mucho más que nosotros.
—¿Nos darás tu comida?
Georgie asintió ante la pregunta de Maggie, pero Rylie no pudó evitar que la desconfianza se apoderara de ella y de repente las palabras ya habían salido de su boca sin proponerselo.
—¿A cambio de qué?
—Discos y buena fe —respondió Georgie girandose un poco hacia la rubia antes de volver a la líder —. Para ser clara no es un regalo es una permuta. Volveré, tal vez no en breve, pero lo haré y para entonces espero grandes cosas.
Justo cuando acabó de decir aquello, la mujer de cabello canoso se acercó a su camioneta abierta en busca de algo.
—Aquí está la mencionada llave del futuro —anunció Georgie mostrandole a Maggie lo que parecía ser una libreta de apuntes —. Adentro hay planos echos a mano de molinos de viento, molinos de agua, silos, diagramas muy detallados, guías para refinar granos, construir madereras, acueductos, un manual de las proezas medievales para construir un futuro apartir del pasado.
Seguido de toda esa palabreria la mujer por fin le pasó la libreta a Maggie, quien no pudó evitar echarle un vistazo rápido tan solo a la portada.
—Sí, ya se. Los originales están en mi cabeza, pero hice fotocopias. Aún así el documento ha estado en constante evolución desde entonces.
—Gracias...
—Haz que este lugar crezca —comentó Georgie a la lider con una pequeña sonrisa —. Quiero las otras cajas llenas para cuando vuelva. Quesos para Hilda y pepinillos para Mitch.
—Lo vámos a intentar.
—Lo haran —aseguró la mayor poniendo su mano sobre el hombro
de la ojiverde fugazmente para
después subir a su camioneta.
Maggie simplemente sonrió después de ello viendo a Georgie y sus compañeras marchar de su comunidad.
Quizád esta podría ser la flave esencial para que Hilltop pudiese progresar y en tan poco tiempo que Maggie llevaba al mando ya había logrado más que nadie para mejorar el lugar y pronto el estilo de vida de los hilltopianos.
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Ya estaba atardeciendo y a sabiendas
de que muy pronto anocheria, Rylie se había puesto manos a la obra y con los pocos conocimientos que tenía sobre cocina empezó a preparar la cena.
—Dios, eso huele como a quemado —comentó Enid apenas entró a la casa rodante antes de acercarse a la mini cocina y señalar la estufa —. Ry, ¿qué se supone que cocinas?
—Huevos revueltos.
—Pues eso más que huevos revueltos son huevos quemados —respondió la castaña mientras se acercaba a voltear los dichosos huevos —. Como tu amada cuñada me veo en la obligación de ayudarte antes de que incendies toda la casa y nos expulse Maggie de Hilltop.
—Perdón, es que estaba ocupada cortando unos vegetales —informó Rylie vaciando los vegetales en un plato antes de señalar unos platos —. Si ya están listos los huevos puedes servirlos.
—Dudo que alguien quiera comer huevos volteados quemados —soltó Enid con diversión al mismo tiempo que servía los huevos en dicho plato —. Aparte de esto, ¿qué mas planeas preparar?
—Se me ocurría un caldo de verduras o algo parecido. ¿Tendrán algo de carne?
—Creo que si.
—Maravilloso, este caldo quedará esplendido.
Las chicas siguieron con la preparación de la cena y para ser la primera vez que cocinaban juntas cada una aportaba algo distinto a la manera de preparar la comida.
Rylie no iba a negar que se sentía bastante cómoda ante la presencia de Enid en la cocina y que ese momento les sirvió bastante a ambas para mantener una conversación que sobrepasaba los cinco minutos usuales y no podía estar más contenta con la maravillosa chica que estaba con su hermano.
Después de mucho por fin Rowan
había encontrado en algun ese amor que necesitaba y quien mejor que Enid.
Como si lo invocará telepaticamente apareció el rubio, quien llevaba a una dormida Gracie en brazos. Junto a él venía Carl tomando a Judith de la mano, el chico por más que Rylie le insistierá que no hiciera tanto movimiento solo no podía quedarse inmovil dentro de unas cuatro paredes porque decía que en ese lugar no hacía más que asfixiarse y no había manera de detenerlo.
—¡Volvimos familia! —exclamó Rowan adentrandose a la casa rodante con su cuñado detrás antes de acercarse a las chicas y besar la mejilla de su novia —. Aw, pero si son mis dos chicas favoritas.
—¿Dónde estaban ustedes dos?
—Solo fuimos a dar un paseo —respondió Rowan yendo directo a la cuna de madera para dejar a su bebé dormida con cuidado —. Ustedes estaban en su misión de chicas así que fuimos a nuestra misión de chicos.
—Algo me dice que estás tratando de quitarme a Carl, Rowan Joseph —soltó Rylie de la nada lanzandole una mirada entre enojada y divertida.
—¡Diablos, me descubriste! Sí, me robo a Carl es más planeabamos dejarlas e irnos a vivir felices en una cabaña lejos de todos —relató Rowan acercandose a Carl, quien reía sutilmente pasando un brazo por sus hombros —. ¿Verdad que si, amado cuñado casi medio limón?
—Justo así es, mi medio limón —respondió Carl siguiendole el juego al rubio y haciendo rodar los ojos a su novia.
—Ustedes dos deberían venir a lavar trastes sucios en lugar de estar risa y risa —ordenó Enid a ambos chicos al misml tiempo que señalaba la pila de platos en el fregadero —. No pienso repetirlo dos veces, eh.
—Bueno, ni modo toco lavar platos —comentó Rowan soltando un suspiro con pesadez —. ¡Yo quiero enguagarlos!
—¡Ey, yo quería hacer eso!
—Llegaste tarde, tonto.
—O vaya mierda...
—¡Mierda!
En cuanto Rylie oyó a su preciada Jude repitiendo dicha palabra como si fuera digna de oirse se giró lentamente hacia Carl, pero por su rostro establa claro que quería lanzarle el sartén más cercano al ojiazul.
—Ups.
——— ✮✧☾✧✮ ———
Al día siguiente todo Hilltop se preparaba para la posible llegada de Los Salvadores. Todo el día estuvieron alerta preparandose para que esta vez no los agarraran desprevenidos.
Ahora todo mundo sabía el papel que desempeñaría en la batalla y los que no pudiesen pelear estaría a salvo en la mansión Barrington con Maggie y el resto de los salvadores cautivos.
Rylie se mantenía a la espera escondida junto a su hermano y Tara.
De repente se escuchó el sonido de
la motocicleta de Daryl entrando al interior de los muros y Los Salvadores lo siguieron, pero antes de que pudieran adentrarse por completo un camión escolar se interpusó en la entrada.
—¡Ahora!
De entre los vehículos y demás
salieron los integrantes del grupo unidos disparando directamente a los vehículos de Los Salvadores haciendolos caer.
Todo parecía ir bien hasta que las cosas se complicaron pues Los Salvadores empezaron a disparar con arcos, algo inusual en ellos y pronto el lugar era un caos de balas y flechas.
—¡No dejen de disparar, retrocedan y cubranse!
Rylie acató la ordén y continuó disparando a la par de su hermano y Tara con los rifles que llevaban, recibían balas, pero las laminas del auto en el que se refugiaban les impedían recibirlas.
—¡Tara!
El grito de Daryl alarmó a los dos hermanos y vieron a la mencionada
caer al suelo herida por una flecha
en el brazo. Rylie se apresuró a ayudarla mientras Daryl y Rowan disparaban en medio de la oscuridad al atacante.
—Tenemos que irnos, Maggie doy la señal —exclamó Rylie a su hermano al ver la luz de la mansión apagarse.
El chico dió el último balazo antes de acercarse a Tara y ayudarla a ponerse de pie junto con Rylie.
Como pudieron ayudaron a la malherida Tara a llegar a la mansión, apenas estuvieron dentro cerraron las puertas detrás de ellos con rápidez.
El caos afuera se desató de nueva cuenta, las luces de los vehículos enemigos dejaron de funcionar pues Rosita y otros se encargaron de ellos y fue así como todo quedó en silencio y a oscuras.
—Ry, mi vida, ¿estás bien? —cuestionó Carl con rápidez acercandose a la rubia para inspeccionarla —. Giselle, hablame.
—Yo estoy bien, Tara es la herida —respondió Rylie dandole una mirada fugaz a la chica junto a su hermano —. Necesita a Siddid o va a desangrarse.
Y en eso un silbido los alertó. Estaban cada vez más cerca, pero el grupo ya tenía un plan y pronto las luces de los vehículos que rodeaban la mansión se encendieron y salieron hilltopianos y alexandrinos a defender el lugar desde abajo y desde las ventanas de la casa.
Pronto se escucharon sonidos de balazos cerca de las puertas pues Los Salvadores estaban intentando escapar sin éxito pues apareció Rick impidiendo su escape.
Y aunque disparó sin más no logró detener que se dieran a la fuga. Negan no estaba con ellos, pero al menos una noche más sobrevivieron y pelearon.
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