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|37| Mellizos Mikaelson


Antonia Salvatore

Me desperte luego de quedarme la noche anterior con Klaus tomando de una exquisita botella de vino tinto, nos quedamos hasta las cuatro de la madrugada riendo de todo y contando varias anecdotas o secretos que teniamos guardado.

Pasaron cuatra hora desde que me acoste y me siento en perfecto estado ahora.

Lo extraño es que desperte en una cama vacia, sin Elijah, ha estado y sigue, afuera a quien sabe donde sin avisarme.

Cuando sali de mi habitacion, note que los niños siguen durmiendo asi que los dejare que duerman hasta la hora que quieran y baje a la parte baja.

Tambien me extraño que no solo Elijah, sino que tambien que todos los Mikaelson, exceptuando a Klaus, tambien siguen afuera desde ayer por la mañana desde que se fueron de Mistic Falls.

¿Que tanto estan haciendo para permanecer un dia entero fuera?

Llegue a la cocina notando que Klaus estaba sentado sobre una de las sillas de la mesa con los pies arriba de la mesa y leyendo un libro muy concentrado en su trabajo de hacerlo, parece que  no noto mi presencia en la habitacion.

-Buenos dias, amor -retiro la dicho, si que noto mi presencia en la cocina, pero no despega la vista del libro por nada.

-Buenos dias -paso por alado de la mesa para dirigirme al tazon de frutas que esta sobre la isla y tomo una manzana de la misma- ¿Donde estan los demas?

-Siguen afuera, como ayer -canturreo abriendo mas sus ojos azules viendo las paginas de papel, ¿como puede esta calmado ante esta situacion?

-¿Donde estan? -hablo segura despues de darle un mordisco a mi manzana verde y el despega la vista de las hojas para verme, pareciendo un niño inocente- Oye, Klaus, tienes que decirme que esta pasando, que hay si estan en peligro y...

-No estan en peligro, amor, te lo aseguro -me detuvo con una sonrisa en sus labios sin mostrar su dentadura- Ya vendran, no tienes que preocuparte.

-Me preocupa que se hayan ido de mi casa sin decirme nada ayer -le replico dandole otro mordisco pequeño a la manzana con cascara- ¿Por que se fueron? Ric que dijo que fue por Finn.

Klaus suspira ligeramente y baja las piernas de la mesa de madera a la par que cierra el libro que estaba leyendo y deja este mismo sobre la mesa donde reposaban sus pies.

-Sabes lo fragiles que son mis hermanos con respecto a su propia sangre... -y hace una pausa para asentir varias veces con su cabeza y mirar hacia el techo de la cocina- ...Matar a Finn jamas fue una opcion y ahora que lo volvieron a ver sintieron esa vieja sensacion, como matar a Davina -y baja su mirada para verme con curiosidad, parece un niño de la edad de su hijo.

Lo miro incredula ante eso ultimo y arrojo el corazon de la manzana dentro del cesto de basura, no puede estar hablando en serio.

-Primero Davina me ataco y la mate, despues nos ataco a Mary Anne, a Bobby y a mi -me defiendo abriendo sus brazos y mirandolo incredula.

-El punto, amor, es que ellos se sienten dolidos por todo lo sucedido y fueron a hacer unas cosas -termina de decir abriendo sus largas manos y sonrie de vuelta con inocencia.

-Al menos dime adonde se fueron, quiero saber como estan -apoyo ambas manos sobre la isla de marmol viendolo con las cejas arriba y mis ojos mas abiertos.

No se donde estan y todo aquello me intriga, bastante para ser honesta, lo unico que pido es que Klaus me diga en que parte del pais estan y quiero preguntarles a ellos mismos que estan haciendo, no es que no confie en Klaus porque si lo hago y bastante, pero ellos se abriran mas al tema.

Tampoco quiero usar mi magia para rastrearlos y saber donde estan, pero si no me dejan alternativas tendre que hacerlo les guste o no.

Antes de que Klaus pueda contestarme, escuchamos que otras voces entran en la cocina y suspiro por lo bajo, tan cerca pero tan lejo.

-¿Papi? ¿Mami? -vemos a Dionisio entrar mientras talla sus ojos con su puño, con mucha fiaca y con bastantes ganas de seguir durmiendo hasta el mediodia.

-Hey... -decimos ambos para salir de nuestras posiciones y caminamos a el con lentitud- ¿Donde estan tus hermanas? -pregunta Klaus agachandose a la altura de su hijo y yo imito su accion.

-Estan en el bosque... -responde luego de bostezar y abre sus azulados ojos, como los de su padre, no veo cual es el problema.

-¿Y cual es el problema, amor? -pregunto tocando su mejilla que estaba algo fria, como si tuviera miedo de algo que sucedio o que pasara.

-Mi vinculo me dice que Lu no esta bien... -me ve con los ojos de perro mojado, y las lagrimas empezaban a rodear sus ojitos.

Tanto Klaus como yo nos vemos inseguros y nos levantamos de inmediato, nuestras hijas estan solas en el bosque y no nos avisaron que salian a jugar o tampoco nos preguntaron para hacerlo.

-Ve a tu cuarto y no salgas hasta que volvamos -le ordeno seria y Dio asiente para empezar a correr y subir las escaleras con rapidez.

Salimos de la casa a velocidad vampirica comenzo a correr hacia el bosuqe, no lo entiendo, ¿quien sabe de nuestro paradero y porque atacarian a niñas de cinco y seis años?

Dionisio tuvo que sentir el dolor de agonia, cuando presiente que su mellizo o gemelo esta en peligro o que lo esta, esta sientiendo el miedo, el panico, el dolor y puede sentir hasta la muerte, solo ruego de que no este pasando eso ultimo.

A mis oidos llega un grito de una niña y eos me altera mas, empiezo a correr en esa direccion, escuchando otros gritos de niñas que se intensificaban mucho mas que antes.

-¡Hope! ¡Lucrecia! -comezamos a gritar con Klaus varias veces para que puedan oirnos y venir a nosotros, ahora el unico lugar que nosotros consideramos seguro para que ellos jueguen, ahora ya no es seguro ni para ellos- ¡Lucrecia! ¡Hope!

Llegamos al lugar donde ellos tres siempre jugan, viendo que Hope tiene a Lucrecia totalmente desmayada en brazos moviendose ligeramente como si estuviera corriendo y la mayor de ambas empieza a llorar. Notamos que no hay nadie alrededor de nosotros cuatros, ninguna amenaza.

-¡Niñas! -exclamamos y corro hasta agacharme en el suelo y recoger a mi hija dormida en brazos, pareciendo que esta convulsionando, solo espero que no sea un coma magico porque me pondre a llorar- ¿Que paso? -Klaus acoge a Hope y tambien la levanta en brazos.

-Una bruja y dos vampiros vinieron... y Lu me defendio -responde Hope abrazando a su padre por el cuello con cierto temor- Ella cayo dormida y yo la defendi...

Noto los dos vampiros tirados en el piso frente a las niñas sin su corazon, sorprendiendome al ver que no tienen su corazon y dudo de que ellas dos se lo hayan arrancado.

-¿Quien era la bruja, Hope? -pidio su padre para que le de mas explicacion de lo que acaba de pasar.

-N-no lo se... pelo marron, cara bonita...

En ese momento, Klaus y yo nos miramos inseguros.

[...]

Me quejo sintiendo que me agarro corriente en mis manos y todo mi cuerpo cuando intente entrar a la cabeza de mi hija para sacarla de ahi mismo pero tiene el mismo maldito candado magico que me prohibe entrar en su mente.

La magia de su cabeza me empuja fuera de la misma, provocandome electricidad en mis manos y todo mi cuerpo, tiene un candado, nadie de nosotros podemos entrar excepto algo que este conectado a ella.

-No puedo hacerlo -miro a Klaus que se encontraba en el marco de la puerta de la habitacion de los mellizos junto a Hope- El bloqueo es muy fuerte, ninguno de nosotros podra entrar.

No importa que tan poderosa sea nuestra propia magia, Dionisio es el unico que tiene el pase libre para entrar sin ningun problema, y tambien es el unico que puede sacarla.

-Cariño, ven... -estiro mi mano hacia Dionisio ya sin tener muchas opciones, esto puede ser un error y puedo mandar a mi propio hijo a que quede tambien en un coma sin que haya un remedio para ello- Tienes que algo, ¿si?, asi tu hermana puede abrir los ojos.

-¿Tengo que entrar en su mente, mami?

Me resulta bastante raro para mi que el ya sepa lo que tiene que hacer y esta bastante comprendido y mayorcito, sabiendo lo que tiene que hacer.

-Asi es... -reprimo luego un suspiro silencioso y pongo ambas manos sobre las mejillas de mi hijo para que me vea- No te vamos a presionar, Dio, esta en ti.

-Puede ser peligroso, hijo -Klaus tambien esta de acuerdo y se pone alado mio- No te obligaremos.

El pequeño rubiecito nos mira a ambos y luego voltea para ver a su melliza en aquel sueño que pareciera eterno, sin saber donde se encuentra o que estara haciendo ahi mismo.

-Lo hare... -dice luego de verla y ambos lo vemos preocupado, esta actuando como un chico de quince años y apenas tiene cinco años para que actue como uno.

Apenas tiene cinco años, no se si podra con tanta magia y tambien podra hacerlo y sacarlos a ambos sin salir ilesos, como Stefan y yo siempre lo hicimos, necesitaria la ayuda de el en este momento pero no quiero molestarlo.

Dionisio se sienta en la cama de su hermana y agarra la manito derecha de ella para ponerla sobre su corazon y el pone su mano derecha sobre el corazon de ella, me sorprende que este tan bien adiestrado en este tema. El empieza a concentrarse y luego su pecho salta y sus cejas dejan de fruncirse.

-Hope, necesito que te quedes con ellos, ¿si? -Klaus se agacha a la altura de su hija y ella asiente segura- Si pasa algo, no dudes en llamarnos.

Salgo de la habitacion con Klaus detras mio y en silencio proseguimos a bajar las escaleras, no tenemos nada mas que hacer que esperar a que todo suceda, ya no esta en nuestras manos, sino que esta en manos de los mellizos.

-No puede ser, no creo que Davina haya vuelto -hablo luego de que Klaus me haya especulado esa tonta teoria, la bruja de Blair esta muerta, punto final. Yo me recuesto sobre la valla de madera blanca de afuera de la casa.

-Marcel revivio luego de que Elijah le haya arrancado el corazon, puede tener sentido -se sienta sobre un sillon enfrente mio y yo tomo mucho aire por la nariz y luego lo exhalo por la boca.

-Marcel es un Original mejorado, no creo que Davina sea una como el -especulo subiendo mis hombros, no quiero pensar en cosas que nos dificulte a nosotros.

-Ire a investigar, cuida a los niños, amor -Klaus se acerca a mi para dejar un beso en mi frente y asiento, sera mejor que vaya mientras yo hago unas llamadas, necesito hablar con mis dos mejores amigos brujos, solo espero que me contesten.

[...]

Narrador Omnisciente

Mientras los dos adultos estaban afuera despidiendose para que el hibrido vaya a investigar todo el radio de su paradero actual, la banshee hacia algunas llamadas desde su telefono pero el trio de niños se encontraba en la habitacion de los mellizos.

Dionisio abrio los ojos, estando dentro de la cabeza de su hermana melliza, notando que se encontraba la misma habitacion que ambos compartian, pero su hermana Lucrecia no estaba en la cama y tampoco su hermana Hope estaba junto a el como lo estaba antes de que el entre en la cabeza de Lucrecia.

Se encontraba solo en la habitacion, la casa estaba en completo silencio y eso le resultaba extrañado, ni sus hermanas se encontraban en silencio por dos minutos. Se levanto de la cama con mucho cuidado y camino al espejo que estaba junto a la comoda de el.

Se sorprendio al verse, ya no era un niño de cinco años, ahora lucia como un chico de dieciseis años, con un jopo rubio y sus cejas castañas-rubias, sus ojos azules le resaltaban mas como su padre, lucia una camiseta de mangas cortas color gris y jeans negros. Habia cambiado dastricamente como si hubiesen pasado once años desde que se metio en la cabeza de su melliza.

Tambien noto que no tenia el brazalete que apagaba sus habilidades como trihibrido, estaba como "libre" en aquel mundo.

-¿Lu? ¿Hope? -comenzo a caminar saliendo de la habitacion que compartia con su melliza y prosiguio a bajar las escaleras con algo de rapidez y luego salio de la casa, viendo todo lo que estaba a su alrededor.

-¿Mama, Papa? -hablo con una voz gruesa buscando a los dos nombrados con la mirada, pero todo el lugar a su alrededor se encontraba en silencio.

Ni sus padres ni tampoco sus tios estaban, sus dos hermanas tampoco estaban y eso le resultaba bastante extraño, eran mas de diez personas en esa casa viviendo y ninguno de ellos, exceptuando por el, estaba ahi.

Parecia que era el unico hombre en todo el mundo.

Por instinto propio, decidio comenzar a caminar tranquilo hacia el bosque, en la misma direccion donde el y sus hermanas pasaban todo el dia jugando.

Le parecia totalmente confuso estar en la cabeza de su melliza sin su melliza, se sentia totalmente solo y sin entender porque ella no aparecia.

Se interno en el corazon del claro del bosque, estaban en plena primeravera casi llegando al verano, el viento era mucho mejor que el del invierno, los pajaros cantaban sobre las ramas de los arboles y habia flora y fauna por donde se le mire.

Se detuvo cuando reconocio el lugar donde el y sus hermanas jugaban durante todos los dias con sus juguetes y en la pequeña casa del arbol que ellos juntos a Mary Anne y Dylan armaron cuando eran niños.

Sin embargo, sus juguetes no estaban ahi ni tampoco sus muñecos, mucho menos la casa de arbol, no se encontraba nada de los muñecos con el que ellos tres jugaban, no habia nada, parecia como si jamas hubisen jugado ahi mismo.

Quiso moverse un paso a la derecha pero una flecha paso a una gran velocidad por alado de el, rozandole el brazo derecho y el se petrifico por completo al sentir un leve raspon en su brazo, la flecha se termino clavando en el arbol donde se suponia que debia estar la casa del arbol.

-Carajo... -murmuro el rubio viendo que su brazo tenia una pequeña herida de sangre y parecia que no se rehabilito como es de costumbre como un vampiro comun y ademas, sintio el roce de la flecha con su piel.

Dionisio se dio vuelta viendo al dueño o mejor dicho, a la dueña, que apunto la flecha para que pase por alado de el, a centimetros nada mas.

Aquella pelirroja castaña de ojos verdes lo vio segura de si misma mientras bajaba su arco de madera y tenia las cejas levemente fruncida.

-¡Ten mas cuidado! -exclamo el rubio viendo a la desconocida verlo con gracia, como si fuera gracioso para todos.

La extraña se rio levemente tapando su boca como toda una dama, mostrando parte de su blanquecida sonrisa y bajo completamente el arco, viendo al rubio subirse su manga corta para ver que la herida estaba intacta y no se regeneraba como lo es para un vampiro.

-¿Y quien carajos eres tu? -pregunto Dionisio viendola a tres metros de el, con una cara de burla pero seria a la vez, sintiendose superior al.

En ese momento, ella lo miro ofendida por el trato.

-¿Asi tratas a tu familia? -ironizo sarcastica subiendo una ceja, mirandolo ofendida por las palabras que uso.

Dionisio rio incredulamente viendo a la chica, creyendo que ella no era nada conocida y mucho menos de su familia, esa no era su hermana melliza y se sentia bastante seguro de aquello.

La chica por el otro lado, le ofendia mas y le molestaba que el rubio no la reconozca por completo, sabiendo que compartieron varios momentos juntos y nacieron el mismo dia, siendo ella la mayor.

-A ver si esto te hace callar, Dionisio -cuando termino de hablar, levanto un poco un camiseta bordo y se puso de perfil a el, mostrandole la costilla derecha donde habia una pequeña marca de nacimiento en forma de una pequeña S.

La risa y la expresion incredula de Dionisio se borro al completo y se puso completamente extrañado, el levanto tambien su remera para mostrarle su costilla izquierda, donde estaba esa misma marca de nacimiento pero el tenia la M.

Solo una persona podia tener ese tipo de extraña marca de nacimiento.

-¿Lu? -pregunto extrañado al ver el gran cambio de su hermana cuando fuera adolescente, estaba muy cambiada fisicamente a que cuando lucia como una niña de dieciseis años.

La contraria le sonrio ligeramente al escuchar que la reconocio.

-Hola, Hermano.

[...]

Antonia Salvatore

Mientras mis dos mellizos estaban dentro de la cabeza de Lucrecia, yo permanecia fuera de la casa, esperando que Klaus vuelva de su caceria de sobrenaturales que hace dos horas acaba de irse, dejandome sola con los niños.

Para mi desgracia, ni Mary Anne, ni Dylan, ni ninguno de los Originales atienden mis llamadas o responden mis mensajes, causandome mucho mas estres y ansiedad que antes.

Ahora estoy llamando a Elijah por quinta vez pero me vuelve a dar el maldito tono de contestador para que deje un mensaje.

-Es la quinta vez que te llamo, Elijah, y no si te importa pero nuestra hija acaba de caer en un coma magico en el que su mellizo esta tratando de sacarlo y es un peligro para los dos -hablo de forma directa y cortante, haciendo una falsa expresion de felicidad y sarcastica- Parece que no te importa nuestra hija, por lo que te dejare que sigas con lo que sea que tu y tu familia hagan.

Corto la llamada bufando ya molesta e irritada de que ninguno de ellos me atiendan y se que siempre cargan con sus telefonos a donde sea que vayan pero en el dia de hoy, parece que lo apagaron y me dejaron sola una vez mas.

No tengo mas que hacer que esperar a que mis dos hijos despierten o que mi hijo caiga en un coma magico tambien por intentar despertar a su hermana.

Como sea, tendre que pasar todo esto yo sola sin los padres de mis hijos y con mi media hija-sobrina.

Maldita sea, Mikaelson.

[...]

Narrador Omnisciente

-Oye, esto no tiene sentido -la detuvo Dionisio cuando ella le explicaba que el gran cambio fisico y muy drastico se debia a una especie de sueño progenitor que ella tuvo hace unas noches donde ellos dos lucian de la misma manera que lo hacen en ese momento.

-Puede tenerlo, somos Originales -ironizo la pelirroja con una ceja arriba preparando otra flecha en su arco para apuntarla.

-Lo somos despiertos, pero dormidos somos inutiles, geniecita -sarcastico Dionisio sacandole la lengua y su hermana lo fulmino con la mirada- Es decir, admiro ser mas bello que tu, Lu, pero me gusta ser magico, no inutil.

Ella rodo los ojos antes de apuntar la flecha hacia un tiro al blanco que colgaba de una rama y tomo aire para luego soltar el aire a la par que soltaba la flecha.

-¿Por que aqui mismo somos inutiles? -pregunto su mellizo junto a ella y cruzado de brazos, fastidiandola desde que el la reconocio como siempre.

-Mi sueño siempre fue vivir en un mundo como humanos, sin sobrenaturales que persigan a nuestros padres -simplifica subiendo sus hombros un poco- Supongo que mi imaginacion recreo este mundo a mi imagen.

-Vaya, tu y el tio Elijah se parecen bastente -volvio a hablar sarcastico viendo que ella preparaba otra flecha en su arco para apuntarle al tiro al blanco- Tienes sangre Salvatore.

-Vaya, tu y el tio Klaus se parecen bastantes -repitio su hermana soltando la flecha y volteo a verlo- Tienes sangre Mikaelson.

Los mellizos se parecian a sus respectivos padres, Lucrecia queria vivir en un mundo en paz sin enemigos de sus padres y como toda una familia, manteniendose siempre juntos Siempre y para Siempre como su padre Elijah. Mientras que Dionisio no le importaba crecer en un campo de guerra y matar a los enemigos de los Mikaelson, mientras el proteja a su sangre haria lo imposible para protegerlos.

Polos opuestos, pero conectados mentalmente y magicamente por un vinculo de mellizos, ambos queriendo proteger a su familia, aunque de formas distintas.

A Lucrecia le gustaba vestir siempre elegante y tener buenos modales como su padre, mientras que Dionisio le gustaba vestir con vaqueros, sudaderas y chaquertas como Niklaus, con sonrisas sarcasticas en su rostro y molestando a los demas.

-¿No crees que ya deberiamos volver? -pregunto su mellizo ya harto de vivir en el mundo de fantasia de su querida melliza y ser un humano comun y corriente.

Antes de que alguno de los dos vuelva a hablar, el cielo azulado que estaba sobre ellos ahora se volvio de repente de noche, como si fuera atravez de un chasquido, no habia estrellas en el cielo, estaba completamente negro.

-Por favor, dime que tu lo hiciste -ruega el rubio viendo el cielo negro junto a su hermana.

-Nisiquiera yo tengo magia aqui... -murmuro cautivada por lo que acaban de ver, era la primera vez que sucedia eso en su mundo.

El cielo oscuro comenzo a caminar y ahora la lluvia empezo a mojarlos de repente de pies a cabeza y luego el cielo paro de llover y se quedo complamente negro.

-¿Que esta pasando, Lucrecia? -una fuerte rafaga de viento de invierno paso sobre ellos, sabiendo que estaban en primera casi verano y no tenia que hacer tanto frio.

-No lo se, Dionisio -volvio a replicarle seria mientras retrocedian lentamente para volver a la casa que ellos compartian con sus padres y tios.

Ambos se detuvieron de golpe cuando Lucrecia choco su espalda contra un tronco y una daga de una direccion desconocida salio volando hacia ellos y se clavo a centimetros del rostro de Lucrecia y esta vio la daga incrustada en la madera muy cerca suyo.

 De los arbustos a metros de ellos salio una chica igual a Lucrecia pero con cabello rubio, a comparacion de la Lucrecia Original que es pelirroja castaña. La rubia portaba una sonrisa malisiosa en sus labios mientras jugaba con el otro juego de dagas en manos.

-¿Dos Lucrecias? debo estar volviendome loco -hablo para el mismo el rubio totalmente confundido y pensando que su pesadilla estaba haciéndose realidad.

-De hecho no, amor -lo detuvo la rubia soltando una pequeña risa de actuacion- Estamos en nuestra cabeza, donde todo puede pasar -y abrio sus brazos viendo que de los arbustos tambien salio una replica de Dionisio pero con cabello oscuro como su tio Damon.

-Te matare si me imaginaste con cabello negro -se dirigio a su pelirroja hermana y ella subio sus hombros como que no es revelante la cosa en ese momento.

-¿Quienes son? -hablo la pelirroja aferrando mas su espalda al arbol donde ella estaba.

-Creo que es obvio, somos la parte sin humanidad de nosotros -hablo el pelinegro Dionisio junto a la rubia Lucrecia- Ustedes dos, son la parte con humanidad.

-Eso es bastante obvio -lo interrumpio el Dionisio rubio mirandolo con desagrado- ¿Y que quieren, fantasmas?

Los mellizos sin humanidad intercambiaron miradas maliciosas mientras jugaban con las dagas en manos y tambien los mellizos con humanidad intercambiaron miradas confunsas.

-Jugaremos un juego, veremos quien sale despierto de aqui -simplifico la rubia levantando la mano que sujetaba la daga- Vamos a cazarnos, si nosotros lo matamos a ustedes, nosotros salimos despiertos y viviremos sin humanidad el resto de la eternidad -explico el concepto del juego con una sonrisa- Pero si ustedes nos matan despertaran con humanidad.

Los mellizos con humanidad se miraron mas confundidos, no sabian con certeza el significado de la palabra "humanidad" aun, sus padres jamas le hablaron de ese tema y cuando su tio Damon intento explicarselos, su madre lo detuvo.

Solamente eran niños de cinco años fisicamente con una mentalidad de un adolescente de diesiete, y aun asi, no sabian el concepto de Humanidad.

-El juego puede durar horas, dias, semanas, meses y hasta años, nuestro cuerpo se mantendra dormido hasta que un equipo gane -añade el pelinegro haciendo muecas divertidas que hacian reir a su melliza rubia- Quien sabe cuanto tiempo paso ahora mismo en el mundo de los despiertos.

-Que de comienzo el juego -la rubia abrio sus brazos con una gran sonrisa en su rostro.

El equipo con humanidad volvo a mirarse mas confudidos y extrañados, pero cuando volvieron a mirar al equipo sin humanidad, estos dos ultimos le arrojaron las dagas que traian en sus manos pero el equipo con humanidad los esquivo con reflejos.

Los mellizos con humanidad volvieron a mirar y gritarse:

-¡Corre! -gritaron al unisono haciendose a un lado y empezar a correr con velocidad humana hacia la casa de campo donde crecieron. Volvieron a acercarse y se tomaron de las manos para permanecer juntos.

[...]

Antonia Salvatore

Veo el reloj colgado de la pared y son las siete de la tarde, casi las ocho, y aun asi me encuentro sola con tres niños y Klaus que acaba de llegar hace cinco minutos luego de estar casi todo el dia afuera, como los idiotas de sus hermanos y mis mejores amigos que no responden el maldito telefono porque lo tienen apagado.

Maldito sean todos ellos, estamos nosotros dos esperando mientras nos carcomemos vivos a que mi hija despierte y que nuestro hijo salga tambien despierto de aquel sueño.

Lo peor es que no puedo entrar para sacarlos de un tiron sin violencia, sabiendo que seguramente se encontraron con los mellizos sin humanidad y estaran jugando al maldito juego de cazar y matar para ver quien sale despierto.

Solo espero que mis dos hijos salgan con humanidad, porque no querre torturarlos para que prendan sus emociones.

Tragimos a los mellizos al comedor junto a la chimenea para que no pasen frio arriba, ambos estan acostados en el sillon y veo como gotas de sudor recorren su frente y se mueven como si estuvieran corriendo por sus vidas.

Otra de las desgracias es que ellos son humanos dentro de su cabeza, por lo que no pueden usar sus habilidades sobrenaturales, al menos YO jamas pude usarlas y tampoco Stefan.

-¿Algo nuevo? -veo a Niklaus entrar y niego lentamente viendo a mis hijos y acaricio el pelo de Dionisio.

-Nada, siguen igual -repito viendo como sus pechos suben y bajan rapido, hasta escucho sus corazones agitados, deben estar corriendo.

-¿Cuanto crees que durara? -el toma lugar junto a mi tambien viendo a nuestro hijo y suspiro levemente.

-No lo se, todo dependera de ellos dos -no hay otras palabras que decir, ellos dependen de cuanto tiempo tienen que estar ahi adentro para salir, ninguno de nosotros puede alternar el tiempo de ellos, ellos deciden que hacer. 

[...]

Narrador Omniscente

Los mellizos con humanidad corrieron de los mellizos sin humanidad con fuerza, como alma que lleva el diablo, esquivando las dagas que los contrarios les arrojaban con muchos reflejos y mezclandose entre todo el bosque bajo la luz de la luna.

Llegaron a la casa de campo y nomas ellos dos entraron cerraron la puerta principal con traba y se pusieron sobre ella para hacer peso.

-Estamos a salvo, aqui no pueden entrar -asumio Dionisio aliviado de que los vampiros no pueden entrar sin invitacion.

-Ahora somos humanos, idiota, cualquiera puede entrar -Lucrecia lo miro obvia y se recosto mas sobre la puerta- Aqui mismo no estamos seguros.

-¿Y como lo matamos? No tenemos habilidades -levanto su muñeca mostrandole que el brazalete no se encontraba en su lugar.

-Tendremos que matarlo a la antigua -subio su mirada al techo asintiendo varias veces, no le gustaba la idea de matarse a ella misma pero era la unica forma de salir- Ya hemos salido una vez.

-Pero sin matar a nadie -exclamo Dionisio serio apoyando su espalda sobre la puerta con fuerza.

Ambos escucharon las pisadas del equipo contrario llegar a la casa y detenerse frente a ella, empezando a buscarlos con la mirada.

-Esconderse dentro de la casa no les dudara mucho -canturreo el pelinegro afuera de la casa de pie junto a su hermana rubia.

Una piedra choco contra la ventana del comedor, provocando que se rompa en mil pedazos y ambos mellizos brinquen del susto al escuchar el vidrio rmperse de otra ventana de la sala del lado del rubio.

-Fallaron -murmuro Dionisio con gracia para su hermana quien estaba seria, esperando que el tambien se ponga serio.

En ese momento, una gran piedra choco contra la puerta de entrada y ambos volvieron a brincar contra la puerta de madera.

-¿Lo crees, Dio? -canturreo la rubia afuera con otra roca en manos, dispuesta a volver a lanzarles una de vuelta.

En ese momento, Lucrecia le hace señas a Dionisio para que empiecen a irse en silencio y sin que el equipo contraria sospeche, ambos entienden y comienzan a despegarse de la pared para caminar con mucho cuidado hacia detras de las escaleras para salir por la parte trasera de la casa.

No tenian mucha salida y ellos estaban por su cuenta, por lo que tenian que pensar con mucho cuidado de no hacer nada que los perjudique a ambos.

Cuando estaban a punto de salir por la puerta de atras, la puerta de entrada se abrio violentamente, alertando al equipo de chicos buenos quienes se congelaron en carne y hueso.

-¡Ya! -exclamo Dionisio hacia su hermana que estaba asustada, este tomo su mano y jalo de ella para que ambos salgan de la casa corriendo como un correcaminos a toda marcha.

Salieron de la casa corriendo hacia el bosque devuelta, notaron que cielo primero era de dia y luego volvia a ponerse de noche, un tiempo muy loco para estar en un mundo totalmente pacifico y alejado de cualquier magia.

-¿Hacia donde? -grito el menor hacia la mayor.

-Sigueme, tengo un lugar -ahora la mayor es quien tironea del menor para desviar su direccion hacia la izquierda, ella tenia un lugar para esconderse.

Ambos se dirigieron en la direccion que la mayor comenzo a guiar, saltando sobre ramas y arbustos, provocando uno que otro ruido entre las hojas, ellos intentaban alejarse lo mas posible de sus partes sin humanidad, corrian en la oscuridad como lobos en medio de la noche, buscando a su manada.

Tardaron varios minutos en correr hacia el misterioso lugar hacia que llegaron, era una vieja cabaña en el bosque algo sucia pero estaba en medio del bosque y era bastante pequeña y estaba muy bien cubierta por los grandes arboles y los arbustos.

-Entremos -ella abrio la puerta y el paso primero y luego ella, cerrando la puerta con cuidado, para que nadie los escuche.

El menor comenzo a investigar la ordinaria cabaña con luces apagadas y sin muebles, no habia nada adentro, ambos se sentaron sobre el piso encima de una alfombra roja.

-¿Que es este lugar?

-Cuando duermo vengo aqui, es mi lugar de paz -respondio tranquila tambien mirando todo el lugar que parecia abandonado.

-¿Crees que mama este como loca?

Al escuchar la pregunta por parte de Dionisio, ambos se miraron de forma incredula y luego de unos segundos, soltaron una risa.

-Por supuesto -dijeron ambos al unisonos luego de reir juntos- Solo espero que papa haya llegado -añade Lucrecia abrazando sus piernas, esperando que su padre llegue.

-Mientras estemos mama, todo estara bien, Lu -aseguro su hermano sentado frente a ella como indio y jugueteaba con la alfombra.

-¿Como estas segura? Ella mato a un hombre, le arranco el corazon... -hablo con miedo clavando sus uñas sobre su piel mas temerosa que antes.

-Mama tuvo que tener una razon, seguramente estaba protegiendonos -Dionisio elevo sus hombros sin darle mucha importancia a aquello- Papa tambien la habra tenido...

-¿De que hablas? -ella lo miro curiosa cuando nombro al Hibrido Original, levantando su cabeza.

-Hace unos dias, papa fue al bosque y por curiosidad lo segui, pero cuando llegue con el vi que le arrancara el corazon a un hombre -cuenta rascando su nuca un poco, tratando de recordar lo que vio.

-¿E insinuas que ellos tienen una razon? -aseguro ella con una ceja arriba, sin entender lo que su mellizo queria decirle.

-¿Nunca te has preguntado porque crecimos sin ellos durante cinco años? -cuestiono con su ceño fruncido y ladeando su cabeza- Yo lo hago todas las noches, me pregunto porque tia Mary Anne y tio Dylan nos cuidaron durante cinco años, y de la nada y hace unas semanas, nuestros padres llegan despues de estar ausentes cinco años.

-Lo unico que me pregunto es que hacian nuestros tios con cinco ataudes en un camion -le confeso apoyando su cabeza sobre la fria madera de la pared- Y jamas pudimos abrirlos para saber que es.

El asiente dandole la razon tambien.

-Creo que su ausencia tuvo que ver con una razon para protegernos -finaliza su especulacion suspirando y ella lo mira sin mucha creencia en lo que acaba de decir- Por eso viven fuera de la casa, estan haciendo cosas lejos nuestros, escuche decir al tio Elijah que mama paso por mucho desde que fueron a Nueva Orleans...

-¿Nueva Orleans? siempre quise ir ahi -aseguro ella con una leve sonrisa, escucho las grandes fiestas que se llevan a cabo en el barrio frances y la emociono bastante.

-Deberiamos ir cuando salgamos de esto -ambos volvieron a reir por el comentario de Dionisio.

Antes de que puedan volver a hablar escuchan pisadas afuera de la pequeña cabaña y ambos gatean hasta pegarse contra la pared para que no los vean.

-¿Donde estan? Los vi venir hacia aqui -aseguro el Dionisio malvado hacia la rubia que se encontraba a su lado.

-Eres bastante inutil para rastrear personas, no estan aqui, Dionisio -la rubia le aseguro seria mirando todo a su alrededor- No estan.

-Tienen que estar -insistio el pelinegro y ella bufo mientras rodeaba los ojos sin creerle.

-Vayamos a otro lado, el sol se puso en su lugar y me estoy aburriendo -la rubia tironeo del pelinegro para llevarselo de ahi mismo, sin creerle que el equipo de chicos buenos vinieron en aquella direccion.

Dionisio malvado gruño antes de empezar a seguir a su hermana en la misma direccion por donde vinieron mientras se murmuraban cosas inaudibles para los que estaban dentro de la cabaña.

Tardaron varios segundos en desaparecer y el lugar quedo en silencio, los buenos decidieron salir lentamente de la cabaña mirando hacia todos lados.

No estaban.

En ese momento, el foco de la idea de Dionisio se prendio por completo y miro a su hermana con tal segundad.

-¿Confias en mi? -pregunto el extendiendo su brazo izquierdo para que su hermana tome su mano.

-¿Lo suficiente como para saber que vas a hacer una locura? -insinuo insegura y con miedo, haciendo que el la mire con obviedad- Lo hago -y tomo su mano izquierda con su derecha.

Luego de tomarse la mano, Dionisio cerro los ojos para comenzar a concentrarse y empezar a conjugar un hechizo que yacio dentro de un grimorio de su abuela Esther, era bastante sencillo y con palabras cortas.

Lucrecia lo miro extrañada pero decidio cerrar los ojos y canalizar la magia de ambos como una sola, concentrandose en la mente del otro, despejando cada pensamiento innecesario para la ocacion.

El hechizo relataba acerca de como despertar la magia que se encontraba apagada, sin importar en que espacio o tiempo se encuentre el brujo, era un hechizo que cualquier brujo con concentracion podia realizar.

Solo bastaron segundos para que todo el brazo derecho del rubio comience a arder y luego de segundos, flamas brotaron de su piel, de su mano hasta el largo de su brazo llegando al codo.

Ambos abrieron los ojos viendo que el brazo derecho de el estaba en llamas, y no solo el de el, el brazo izquierdo de ella tambien se prendio en llamas como el de su hermano.

Algo jamas visto.

-Bien... ahora vayamos a buscar a nuestros mellizos... -murmuro Dionisio con una sonrisa maliciosa como la de su padre.




















♡♡♡

Nota de Autora:

Como ya habran visto, les di un pequeño spoiler acerca de quienes van a protagonizar a los mellizos Mikaelson ya de adolescentes atrevez de los gifs.

Dionisio Mikaelson protagonizado por Austin Butler.

Lucrecia Mikaelson protragonizada por Sophie Turner.

Mis dos actores favoritos

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