𝑫𝒐𝒎𝒊𝒏𝒈𝒐 𝒕𝒓á𝒈𝒊𝒄𝒐
Advertencias: Spoilers del manga, violencia típica canónica del manga.
—Jane, esto es impostergable— exclamó Dazai.
—No me importa.
—Vamos, tampoco quiero perderte a ti— jugó con su cabello mientras esos ojos esmeralda atravesaban su alma.
—Eres realmente increíble— acaricio su rostro justo como cuando eran niños, con toda la paciencia del mundo.
—Por eso me quieres— hizo un puchero infantil aún ignorando el contexto de su petición.
—De acuerdo, acepto ayudarte en la medida de lo posible.
—¡Qué belleza tan trágica!, eres realmente...
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—¡Yokohama está llena de bellezas! — gritó el albino devorando un pastelito de vainilla—. Me encanta este sabor, quizá deba probarla a ella también.
Salió de su recinto muy orgulloso de su naturaleza, había planeado toda clase de asesinatos, pero ninguno tan preciso como el de Jane, Fyodor le prohibió estrictamente matarla, pero él dejaba volar su imaginación, todas las posibilidades para liberarla emocionaba más al payaso. Uso su disfraz mejor elaborado, casi podría decir que era la persona a quien le usurpó la vida. Nikolai era por mucho, el ángel más inestable.
—¿Hasta cuándo tendré que esperar para hacerte la oferta?, que honor sería matarte con mis propias manos— estas mismas descendieron a su cuello para presionarlo un poco—. Pequeño canario, serás mío.
Se apresuró a darle los papeles a su nueva víctima, pero al momento de la revelación, el gran payaso hizo aparición.
—¿Cómo funciona?— pico un par de botones antes de prender la cámara—. Listo, estamos en vivo. ¡Hola, es un placer conocerlos miembros de la agencia!. Les daré cuatro pistas, primero, los rehenes están atados, y usaré este lindo artefacto que cortara sus cuerpos por la mitad. Segundo, si otra persona que no sea de la agencia se entromete, activaré la motosierra, y tercero, se activa a las seis esta misma tarde…¡Dije cuatro, cielos, no hay número cuatro…apaga la cámara, que vergüenza!.
Se quedó pensativo un rato, definitivamente quería a más involucrados, en especial a la mafia. El plan iba a la perfección, cosa que solo aburría al ucraniano, pero llegó una persona, la más famosa de la agencia.
—Tal como esperaba, los rumores no te hacen justicia, chico tigre— sonrió satisfecho por su gran habilidad de evitar el disparo—. Soy Gogol, adivina mi habilidad.
—Es de transferencia, tu mano en la capa, aparece en otro lado…
—Cerca, mi capa está unida a un hueco dimensional, el rango es de treinta metros— agitó la mano flotante—. Muy conveniente para robar, sobre todo corazones.
Atsushi se arrojó directo a él, Gogol sonrió por ello, e hizo aparecer la pistola frente a su cara, el pequeño mordió con ayuda del tigre esquivando la muerte—. Si es una…
—Que miedo, me asustas, tendré que sacar esto— estiró su capa aún más, de esta salió un gran poste que golpeó a Nakajima—. Es un poste de teléfono, te dió desde muy alto.
El jóven jadeaba, estaba exhausto y no pasaron cinco minutos desde su encuentro—. Los chicos…
—Si te interesa aún tengo más postes, son muchas opciones, pero de momento bloquearé tus movimientos— metió la mano al subespacio y de ahí jalo su pierna dejando al chico dispuesto.
—¿Por qué matas a las personas?— la pregunta de Atsushi lo hizo sonreír.
—¡Amo esa pregunta, todos la hacen!— sacó una navaja del espacio en su capa, donde aún tenía la pierna del joven y comenzó a clavarlo en dicha extremidad—. En realidad tengo dos respuestas, la primera es porque me divierto, porque lo disfruto y me hace feliz. ¡Soy un monstruo que no tiene nada en su interior!.
Atsushi solo podía gritar, no estaba en posición de querer maldecir, pero de haberlo podido le habría gritado que le daba asco, pues las personas merecen vivir.
—Bueno, eso es lo que respondo a las víctimas, ser asesinado por un monstruo no está justificado, pero es aceptable, cómo no eres mi objetivo, te diré la segunda respuesta— quitó la máscara que cubría su ojo—. Estoy completamente sano, entiendo la maldad del asesinato,tengo sentimientos de culpa…Entonces, ¿Por que mato?, bueno, me gustan las aves, vuelan por el cielo con total libertad, eso mismo busco, por eso estoy en la decadencia.
—¿Por eso matas?, no lo entiendo…¿La libertad de las aves?— titubeó el más joven.
—Eso creo, nadie es capaz de entenderme, solo él— se desplazó cerca del chico—. Bueno, siguiente adivinanza, ¿Qué parte fue mentira?.
—¿Qué?.
—¿Te engañe?. No deberías escuchar las palabras de un payaso, porque no podrás dormir esta noche.
—¡Devuelveme mi pierna!.
—Mi otro invitado espera, por lo que el espectáculo acaba aquí— con ayuda de su habilidad pegó su pierna al suelo—. Vuelve pronto.
—¡Espera!— Era tarde, el albino se metió a su propia capa.
Pasaron unos minutos donde el albino estaba atrapado en su mente, nada le daba más envidia que las mentes ignorantes, quería liberar a todas, con o sin sufrimiento, era mejor que dejarlas en un infierno plagado de corrupción. Activo el dispositivo.
—¡Quiten sus capas!— ordenó siendo consciente del truco que debía usar.
Todo cambio, los detectives usaban los trajes, y estaban en lugar de los culpables, mientras tanto, Gogol estaba atado, o eso parecía. Sonreía pese a la muerte inminente.
—¡Así es mi escape del lavado de cerebro, yo elijo la libertad de mi alma!— suspiro antes del gran final—. ¡No quiero morir, ayúdame!, ¡Señor consiga ayuda!.
El único sobreviviente asomo la cabeza—. ¡Yo los vi con mis propios ojos!, ¡La decadencia de los ángeles, es la agencia de detectives!.
El teléfono de Kunikida empezo a tener interferencia, pero era audible “Salgan de ahí”, era Ranpo que tampoco la pasaba bien siendo acusado por el asesinato del Jefe Taneda. Cada disparo sólo los confundió más. Ellos daban la vida por esa ciudad, y ahora el gobierno demostraba que tan frágil era la confianza. La falta de carácter humano los puso contra las cuerdas.
La llegada del grupo más temido entre los criminales fue sorpresa, una respuesta justa al terrorismo causado. Aunque claro, personas con tanto poder y tiempo libre suelen ser excéntricos.
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~Poco antes de la caída de la agencia~
—Te dejaron flores— al verse ignorado revisó la tarjeta—. "Te deseo un lindo día, bella señorita".
—¡Lo tengo!— Jane terminó de anotar algo en unas hojas.
—¿Qué es?— el pelirrojo sonrió ante su entusiasmo.
El día anterior pasaron gran parte de su rutina, descubrió que no era muy cruel para ser una líder en la mafia y hoy encontró flores con su nombre en la recepción, era una mujer inexplicablemente pacífica, pero no podía estar segura después de verla sonreír cuándo interrogaban al intruso. Jane parecía disfrutar obtener la información por medio del terror causado en sus rehenes, ella no la golpeó y al salir hizo un ademán para que alguien le disparará en la frente, sin dolor, tal cómo prometió al principio de su visita.
Entonces si Tachihara tenía que describirla sería casi más fría que el resto de la mafia, pero piadosa desde cierta perspectiva. Nadie le había hecho sentir tan en casa cómo ella "Eres un buen chico", palabras que ni su antiguo jefe le dedicaba pues el deber no era algo que tuviera mérito.
—Una investigación que me servirá más adelante— las palabras se atoraron en su garganta al ver las malvas en el canasto—. No me gustan esas flores, quemalas al aire libre.
—¿Investigaste algo?— dejó la nota en su escritorio para después cargar las flores en su antebrazo.
—Resulta que hay información por todas partes solo se requiere ser específico— mostró una sonrisa ladina—. ¿Vas por pastelitos?, para celebrar nuestro triunfo.
—Yo no te ayude a nada.
—Somos amigos— estiró su tarjeta de cliente en la pastelería cercana—. Corre, después invitaré algunas bebidas.
—¿Te gusta estar ebria?— la tomó de mala gana aun disfrutando del dulce aroma en su nariz.
—No, pero quiero estar un rato con ustedes– sonrió indicando que se fuera—. Quizá te de un día de descanso porque estoy de buen humor.
—Bueno, más rara no puedes ser, ya vengo jefa.
Regresó a su labor, pero marcando con un plumón rojo “Ejecución del traidor”. Dio un último vistazo antes de caminar por el largo pasillo que lucía aún más tétrico que otros días, después de eso visitaría un hotel en particular para darle toda la información del infiltrado a su querido ex compañero, claro, si no habían ido ya por él.
—¡Me debes una disculpa!— abrió las puertas con aires de grandeza, solo actuaba así cuando tenía razón y era subestimada—. ¿Era una llamada importante?.
El hombre guardó su celular antes de negar—. ¿De verdad?, cómo jefe tengo inmunidad a tu orgullo, tengo motivos de sobra para no darte una disculpa pues soy tu…
—Quiero programar ya mismo la ejecución de Tachihara— sentenció dejando las hojas frente a él—. Es indispensable hacerlo en un lugar sin metales, y yo estaré para asegurar que su cuerpo sea deshecho.
—¿No te agrada?— sonrió de lado—. Yo lo considero un buen subordinado, y es bueno con Elise-chan.
—¿Te diste un golpe?— se acercó más a él para medir su temperatura con la mano—. Matarémos a ese perro, por más que me agrade debemos hacerlo.
—Por ahora no es nuestra prioridad, no lo ejecutaremos. Es una orden que no puedes desobedecer— alzó las manos para tomar las suyas—. Tenemos que salvar a los detectives.
—¿Que te dieron?— no movió ni un músculo—. ¿Por qué no me dejas matarlo?... tú me enseñaste…
—Nada importante, de momento olvida eso— necesitaba cambiar la plática y para su fortuna entró Nakahara.
—¿Qué necesitas jefe?— sonrió al notar la presencia de la menor.
—Creo que fuí clara con mi sugerencia, no te atrevas a ponerlo en riesgo de nuevo, sabes que no dejaré pasar otra situación como hace cuatro años— soltó su agarre con esa cara estoica, pero su enojo era notable.
—Alguno de ustedes debe ir a salvar a los detectives. Los inculparon de terrorismo y me avisaron de la llegada del equipo especial, los sabuesos serán quienes lideran esta operación.
—Dazai es un tonto— Jane ya se imaginaba todo lo sucedido, o al menos una parte de ello.
—¿Hablas mucho con él?— exclamó el ex médico.
—La vida privada de tu subordinada no te importa. Yo iré por los detectives— recargó su mano en el escritorio.
—No, ella se queda contigo— Chuuya por fin habló.
—Tengo memorizada la información de los soldados— los ojos de Jane se encontraron con los de Ōgai.
—Si va ella, yo no movere un dedo— su mirada se clavó en la muchacha—. No tienes que pensarlo tanto.
—Él tiene razón Jane, si ya saben de tu existencia lo mejor es recluirte para que no corras peligro— detuvo sus palabras al ver la palma de la menor tomar un tono rojizo—. Chuuya-kun, creo que Jane tiene un punto. Decidan ustedes, no quiero tener una pelea de niños en mi oficina.
—Ven conmigo, tenemos que hablar— se despidió del mayor para señalar la salida y ser seguido por la de ojos verdes. Caminaron hasta dejar de ver a los guardias.
—Ya sé que vas a decir— sus pasos se vieron detenidos por el brazo de Chuuya.
—No bromeo, tú no iras, solo quería preguntarte algo…
—Estoy irritada porque ustedes me tratan cómo una inútil. No tengo permitido ser incapaz— suspiró mientras el joven rodeaba su cintura en un intento para ponerla de buen humor.
—Si tuviera que elegir entre mil armas y tú, pelearíamos solo con las manos. Conozco lo fuerte que eres— sus dedos se clavaron en su cadera de forma casi violenta—. Deja de hacer una rabieta por algo menor, es seguro que Dazai no está con ellos, y si lo estuviera, lo traería vivo por ti…
Esclareció sus ideas y dejó los sentimentalismos de lado—. No importa quien este, no te arriesgues por ellos, lo importante es que no pelees con los soldados. Mori-san no te regañara por traer a la mitad o ninguno. Quisiera que tú te quedaras.
—No quiero verte envuelta en eso, para ser tan inteligente eres bastante idiota— su tono tan suplicante logró hacer flaquear a Jane.
—Bueno, debo discutir algo con Mori-san, si necesitas ayuda avisame por favor, porque tú actúas cómo todo menos idiota— se soltó de su agarre con movimientos firmes.
—Bien, cruel zafiro— entonó sarcástico y plantó un beso en su mejilla notando como su semblante seguía dando miedo—. Volveré antes de que te des cuenta.
—Tal vez yo llegue tarde— regresó el beso en sus labios logrando dejar en un leve trance al del sombrero—. El líder probablemente divida al equipo, podría haber uno, o dos siguiéndolos, Jōno es ciego, pero no hagas mucho ruido, puede escuchar tus pulsaciones, usa el helicóptero, también está la mujer que altera la edad pero no dará problemas si llegas volando, y el raro que tiene una espada elástica no parece ser tan agresivo. Si el líder va tras ellos, la agencia esta pérdida.
—Entonces será un rescate costoso— esa mirada de superioridad dijo todo lo demás.
—No tortures a los detectives, no te pagan por ello— Jane movió la cabeza a forma de negación.
—Voy por esos idiotas— subió al elevador para llegar a la azotea y preparar el despegue.
—No tiene caso, eres muy obstinado— la joven regresó a la oficina del jefe permitiéndole el paso sin tener que pedirlo.
—Los jóvenes me dan juventud— el azabache observó todo desde las cámaras—. Siempre pensé que eras más propensa a relaciones llenas adrenalina y estimulantes, me tranquiliza equivocarme.
—¿Quieres que Tachihara sea tu doble agente?— miró curiosa la oficina, siempre estaba fría y le daba miedo pensar que llegado el momento Dazai, o ella terminarían ahí. De reojo contó las arrugas del tapete.
—Me alegra que lo notes— estaba orgulloso, Jane solo necesitaba pensar con la cabeza fría para tener un mejor juicio que cualquiera.
—Podría funcionar pero si fallas, tú lo ejecutarás— lo señaló con el dedo índice.
—No quieres matarlo, no importa cuánto crezcas, sigues siendo cómo esa niña tierna de sentimientos nobles— canturreo alegre.
—No, de verdad es un buen chico. Las vidas no tienen precio, pero algunas me importan más que otras— movió la mano de un lado a otro quitándole peso a sus palabras—. La vida de Tachihara está lejos de ser mi prioridad, por eso mismo lo he mantenido cerca, no confíe en él desde que lo ví sorprendido por estar viva. Se delató él solo.
—¿Qué harás?— verla fruncir el ceño mientras tenía un debate interno era muy placentero.
—Voy a visitar a un conocido— mordió su labio para no decir más información de la necesaria.
—Claro, pero dime, ¿es un chico del que debería saber?— esa mueca característica de Mori adorno sus palabras cargadas de desconfianza.
—Un payaso, veamos qué trucos guarda— Jane nunca se consideró afortunada por conocer a su “Padre”, Austen cuido sus espaldas siendo una niña, y el a veces regresaba el favor. Ninguno habría llegado tan lejos sin el otro. Era un acuerdo mutuo no ser tan invasivo con el otro.
La joven salió mientras el hombre leía su informe, abrió los ojos al ver una foto del pelotón de aquel hombre que marcó una diferencia en la vida del ángel, o concubina cómo solía llamarse a sí misma. Se asombró al ver anotaciones en rojo por parte de Jane “La venganza no es contra ti, ya te habría matado”. Negó levemente—. Un cariño sin precedentes.
Austen revisó el video de unas calles cercanas a la sede, logrando distinguir una figura horas antes del ataque cuando dejaron las flores, bajó hasta el estacionamiento y aún nudo en su garganta llamó a Mori—. La decadencia se mueve, no dejes que nadie arregle ningún negocio importante, y cancela contratos con nuevas empresas.
—Me alegra que te preocupes tanto como yo— sonaba un tanto agitado—. No te expongas, ahora más que nunca te necesito viva.
—Me envió flores, debo darle las gracias. Si Tachihara te asesina por no dejarme matarlo antes, destruiré hasta el último de sus huesos y los tuyos también.
—Haré una jugada arriesgada, nadie morirá, pero nos dejará claro quién se equivoca. Apuesto un bono a que hago de Tachihara mi agente doble— Jane podía jurar que tenía esa sonrisa tétrica.
—Yo apuesto dos semanas de vacaciones a qué hiere a tu personal y escapa. Los perros ya debieron ponerse en contacto, si reconoce quien es realmente, tienes una oportunidad— sonrió antes de colgar, claro que Tachihara podría ceder, pero no él requería una educación menos ortodoxa, no necesariamente estricta, quizá un poco de cariño en la medida necesaria.
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—Están ahí, acércate— Habló el pelinaranja tomando una bala—. Manipulación de la gravedad.
La bala que manipuló atravesó con tal rapidez al soldado que ninguno lo sintió, sonrió frustrado por no dejar que lo acompañara pues parte de él quería lucirse frente a Jane. La idea de aplicar lo que una vez le dijo cuando eran más jóvenes se apoderó de su mente “Dispara con tus dedos, se verá genial”.
—¡Oigan, no hagan estupideces!— asomo parte de su cuerpo por la puerta—. ¡Vine a recogerlos!.
—¿Uno más?— exclamó el perro que tenía intenciones de matar a Yosano.
—¡Vean, un juego de disparos!— realmente gozaba ser el más fuerte, tomó un puñado de balas para arrojarlas con una velocidad increíble, eso mantuvo ocupados a los perros, cosa que aprovecho para arrojar cuatro cuerdas—. ¡Suban, idiotas!.
Apenas ingresaron Chuuya cerró la puerta, extrañando alguna felicitación, o como mínimo agradecimiento—. No puedo creerlo, recatados por la mafia— comentó el rubio de los ideales.
—No digan estupideces, el precio por su rescate es la transferencia de un empleado en la agencia. Cualquier criminal extraordinario es cálidamente bienvenido— sonrió pues era algo que Jane diría, tomó asiento—. Pónganse cómodos.
La plática de los detectives lo irritó, pero decidió no decir nada. Todo parecía estar bien cuando una hoja de metal atravesó la pared de metal y de paso al niño rubio de la agencia, esta espada se formó como un gancho y rápidamente se convirtió en la ventaja de los perros.
—¡¿De verdad?!, ¡¿Qué es ese monstruo?!— recordó las palabras de la azabache “No importa quien este, no te arriesgues tanto por ellos, lo importante es que no pelees con los soldados”. Dudo en interferir, tenía que regresar con ella, por eso, trato de idear un plan, pero ni bien pensaba cómo salir de esa, el soldado subió con ayuda de su espada—. ¡Esto es malo!, ¡Ese bastardo va a cortar el helicóptero con la espada!.
—Tanizaki, asegúrate de revelar al verdadero criminal— Kunikida abrió la puerta—. ¡Te lo pido!.
~Dazai le pego sus idea~ pensó el del sombrero antes de verlo saltar y seguido de eso escucho una explosión. No dijo nada más, los detectives estaban consternados, mientras la doctora curaba al niño rubio solo pudo volver a su asiento para perderse en sus pensamientos.
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—Buenas tardes, al principio no pensé que fueras tu, payaso— Jane encontró a un hombre vestido de traje de ceremonias en los circos, ambos estaban en la azotea de un edificio con buena vista a Yokohama cerca de ver algunas estrellas. Tardó más de lo necesario pues no contaba con “el ojo de dios”.
—¡Qué alegría!— sonrió para voltear a verla—. Ven aquí, pequeño canario, quiero darte un abrazo.
—No quiero abrazarte— desenfundó la pistola que cargaba con ella.
El primer disparo fue rápidamente evadido gracias a su capa —¡Es más hermoso presenciarlo en persona!— metió su mano a la prenda para tratar de tomar el cuerpo de Jane, pero fue imposible—. Que mala.
—¿Cual es tu plan?— seguía con esa mirada fría—. Tú tentaste a los yakuza ¿cierto?
—Lo segundo es verdad, vaya, eres inteligente, sobre lo otro no tengo toda la información, después de esto simplemente observaré…
—Pensaba que eras la mente maestra— caminó acortando la distancia—. Solo eres otro peón sin libertad, pobre hombre.
—Me liberé de un lavado de cerebro— sonrió por su acción—, dame créditos por ello, un abrazo sería una buena forma de celebrar.
—Sigues con él, no importa si mueres, solo eres otra marioneta.
Eso si logro hacerlo sentir algo, negó furtivamente—. Te mataré, y te haré libre por elección. El libre albedrío es una bendición…
—¡Mátame!, ¡Golpéame!— desactivo el infinito para tocar su cuello y asfixiarlo—. ¡Libérame, toma tu derecho de matarme!, ¡Por favor, sácame de este infierno!, ¡Hazlo, no pondré mucha resistencia!, ¡Te lo ruego!.
—Yo…yo— trataba de responder, toda la situación le resultaba aún más excitante al verse un poco privado del aire.
—Claro que no puedes, solo sigues ordenes de Fyodor, así que dime rápido el plan, ¿Qué usaron para inculpar a los agentes?, ¿Cuando se moverá toda la decadencia?— apretó levemente su cuello con la mano derecha, el payaso retrocedió en un momento de lucidez y atrapó su extremidad con ayuda de su capa.
—Esto es mucho para cualquier hombre, no tienes idea del poder que tienes, creo que no me molestaría decirte algo pero realmente me distraes— jadeaba siendo presa de la euforia—. ¡Eres totalmente mía!, solo debemos esperar más y entonces…¡Te haré una mujer libre!.
—Suelta mi mano, por favor— no tenía más ventajas, esperaba hacerlo caer con la tentación, pero lo subestimó, si disparaba era seguro quedarse sin mano—, Ya se, dime la ubicación de tus compañeros, así podremos escapar después de matarlos.
—Oh, dios, quiero sentir tu interior— claramente se refería a sus intestinos, mordió su labio para evitar soltar algo desagradable—. Eres especial, siendo consciente de la jaula dónde estás y permaneces ahí por elección propia, eres una santa.
Jane jadeo al ver lo que hacía, beso su mano antes de lamer su dedo meñique—. Dicho así es desagradable ser halagada.
—Si existe el amor, debe ser lo que siento. Mi corazón palpita mucho más rápido, solo te veo a ti— sus mejillas rosadas eran el reflejo de sus emociones—. ¡Te amo, mi pequeño canario!, pensé que era simple deseo, pero de verdad es amor.
—¿Amor?— su expresión se relajó más, acercó su palma con movimiento ciegos pues se guiaba por la imagen del frente, su mano saliendo de la capa cerca del rostro pálido—. ¿Crees que me amas de verdad?, pruébalo.
—Si, es por eso mismo que te quiero cerca— al no percibir hostilidad se dejó acariciar la mejilla—. Únete a la decadencia, nos serás de mucha ayuda, y podré amarte.
—Eso es algo imposible, pero ya lo sabes, sospecho que tu misión es capturarme— sonrió de lado antes de mover su mano para tocar la cicatriz de su ojo—. ¿De verdad quieres eso?, es una invitación que me habría encantado escuchar antes de ofrecerme a matarlos.
—Estaría encantado de no ser porque ni yo mismo se como terminara esto— notó como la temperatura de su palma aumentaba—. ¿Qué dices?, los dos somos más parecidos de lo que quisieras.
—No, ni estamos cerca de parecernos— liberó la técnica del vacío, por eso su palma estaba levemente más roja. Al sentir un peligro de muerte, el payaso liberó su extremidad y retrocedió aún más, metiendo parte de su cuerpo en la capa.
—Piénsalo, te salvarás de ese modo, solo encontraras la libertad en mis brazos— canturreo viviendo toda clase de sensaciones.
—La decadencia caerá, si es necesario también lo haré— observó sus dedos con rastros de saliva seguido de movimientos para comprobar la sensibilidad en su extremidad—. Mi propósito es mantener a ciertas personas con vida, y si fueran más listos dejarían de apuntar a sus cabezas.
—Soy la única persona que puede entender lo que eres, déjame amarte cómo es debido, amar es arder y morir por la otra persona, arderemos y moriremos juntos— la expresión del de trenza cambió a una más seria.
—¿Quién es el líder de la decadencia?— Jane sabía que su tiempo era limitado, y en toda su plática poco descubrió del enemigo, avanzó a paso lento tratando de ser precavida—. Debe ser alguien influyente, bueno para convencer a las masas, tengo en la mente a tres políticos importantes.
—De verdad eres más brillante que todas las joyas que debo suponer posees, creo que ya lo sabes— retrocedió tres pasos largos dejando claro que no quería pelear cuerpo a cuerpo y una carcajada salió de sus rosados labios—. Te diré algo hermoso, la razón para motivar a los yakuza era un plan de conquista.
Jane torció la boca con amargura—. ¿Qué?.
—Un amigo dijo que podría ser una buena forma de cortejo— rascó su mejilla casi avergonzado—. Sugirió dejar arruinada tu organización, así no te quedaría nada más que aferrarte a mí, e incluso vendrías conmigo. ¡Te llevaré conmigo por elección propia para…
—¿Para qué me quiere Fyodor en la decadencia?— sus ojos se pusieron levemente melancólicos tras un silencio incómodo—. Esa idea de cortejarme no es tuya, es triste porque lucías muy convencido.
—¡Fue mi idea!— agito las manos casi desesperado mientras reía—. ¡Yo sé que me libere del lavado de cerebro!.
—De verdad me produce lástima, todo es por Fyodor, hasta los sentimientos que tienes son por sus órdenes. No eres el tipo de hombre que me interesa, necesito saber tu medio de comunicación con el demonio.
El albino tembló de miedo. Investigó hasta su talla, genuinamente le interesaba la muchacha, pero sí tenía razón significaba que no tenía control de él y no sería capaz de darle libertad a Jane Austen, mucho menos al mundo—. Mi libre albedrío me permitirá matar a Dos-kun…
—Avísame si resulta, linda marioneta— casi sonrió por ejecutar también el papel de Dazai, manipular se le daba mejor al castaño—. Eres bueno con los escapes, me avergüenza no ser capaz de matarte hoy.
—De verdad no tienes corazón— se despidió dando un beso al aire en dirección a Jane—. ¡Verás que soy capaz de matarlo y me darás un beso como compensación por tus ofensas!.
—Estaría encantada pero no sucederá.
La de ojos esmeralda se quedó unos minutos contemplando la ciudad, nunca noto la extraña belleza de las pocas estrellas visibles, era tarde y debía volver. Recordó parte de su charla con Osamu, todavía tenía un montón de pendientes por resolver y la mantendrían lejos del principal problema.
Fragmento perdido
—¿Salió?— preguntó el de ojos zafiro a uno de los guardias.
—Dijo que era una salida urgente, por eso no dejó que nadie la llevara...no debe tardar mucho.
—Maldición, no puede quedarse quieta— camino hasta la oficina de su jefe para charlar un poco lo sucedido con la agencia, hasta donde él sabía serían llevados por el pasaje secreto mejor diseñado. Su corazón estaba intranquilo, pocas veces pensó que llegaría a sentir lástima por Dazai, pero ahora mismo debía estar asustado, Jane era la única persona en tener pesar de su muerte, después de todo ella lo quería.
Su celular vibró por un mensaje de Jane “Llego en un rato, ¿Comida china?”.
Contestó con un corto “Si, con cuidado” antes de caminar hasta su oficina para seguir con su rutina.
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—¡Mierda, están por todas partes!— el pelirrojo disparaba a los soldados, de reojo la doctora atendía al menor que recibió un fuerte golpe y prácticamente toda la explosión.
¿Qué pasaba por la cabeza de Tachihara?, solo tenía el recuerdo de su hermano mayor, incluso cuando manejaba el muñeco de metal para fingir ser el quinto integrante de los perros cazadores. Su mente se convenció de ser un mafioso, pero también de ser un perro cazador. Estaba seguro de serlo.
Pelear contra el mismo distorsionaba sus pensamientos, un Tachihara movía al muñeco, y el otro los esquivaba. Sus ojos se abrieron con dolor al lastimar al segundo al mando en lagarto negro, corría tan rápido que dolía, para cuando estaban en el bote y escucho las palabras de Yosano no era él mismo.
—No seas idiota, tal estupidez después de lo que la mafia preparo para ti— la señalo enfadado, se dió la vuelta para preparar su escape—. Tenía un excelente hermano mayor. Detesto compararme con él, pero estoy feliz de ser todo lo contrario, debes ser cauteloso. Un día traté de robar una caja fuerte y me ofrecieron trabajar con ellos para así salvarme. Disfrutaba mi trabajo, hablar de eso es extraño. No soy mi hermano mayor, la única orden que tengo es no arrepentirme de nada.
—Tachihara— la pequeña voz de Gin lo hizo salir de ese trance.
—¿Qué pasa, Gin?— bajó del bote para ser apuñalado por la menor, su cuchillo era manejado por él mismo.
La pelea entre Yosano con su títere resultó más aburrida que ser maquillado por Elise. La agencia lo hacía querer vomitar, simplemente odiaba sentirse así. Su trabajo era infiltrarse y acabar con la mayor cantidad de criminales, pero dejó apenas un poco heridos a Hirotsu y Gin. Estaba sobre sus rodillas, con la mirada perdida en algún recuerdo, porque eso era volver a vivir.
El resto del equipo llegó hasta su ubicación. Tachihara apuntaba con los ojos vacíos logrando distinguir algo extraño. Se odiaba más a sí mismo que a la doctora, las palabras de alguien sonaron en su cabeza “Eres un buen chico”, Su hermano lo llamó así un par de veces…por eso estaba tan cómodo con Jane. Inhaló antes de presionar el gatillo.
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—Mis subordinados son muy holgazanes— soltó Fyodor con simpleza—, ¿Que debería hacer?.
—Si ven que holgazanear les traerá consecuencias, se pondrán en orden— respondió el castaño.
—Ya veo.
—Sigo yo. La mesera de la cafetería no corresponde mis cortejos, ¿Que debería hacer?— probablemente la persona más indicada para responderle estaba a kilómetros de ahí, pero el demonio debía tener algún truco.
—Te entiendo, bueno, si haces que pierda su trabajo, sea abandonada por su familia y amigos solo podrá aferrarse a tí— se planteó todo un escenario donde esas palabras tenían efectividad.
—Vaya, es totalmente distinto a lo que dice ella.
—Tu querida amiga ha despertado un interés inusual en mi colega, y le di el mismo consejo— el de ojos violetas sonreía feliz esperando intimidarlo.
—¿Te refieres a Jane?, bueno, ella resulta ser todo menos mi amiga y sobre lo demás, que mala suerte, ahora debes consolarlo pues mi amada flor de loto no tiene más espacio para otra persona.
—Lo sé— juntó ambas manos para jugar con sus dedos—. Mi siguiente problema es este, ¿Cómo la convenzo de traicionar a todos?, Tengo una idea pero no sé si funcione.
—No la conoces, eso es obvio, Jane es orgullosa y si su opinión esta pérdida, lo estará para siempre. Puedo afirmar que te odia tanto cómo a tu compañero— sonrió satisfecho—. Incluso si tratas de secuestrarla, ella encontrará una forma de salir, su sangre hierve de coraje, toda la vida ha estado furiosa…no te recomiendo molestarla, ¿Para que la necesitas?.
—Nada importante, solo me gustan las personas hermosas— su actitud sería era un disfraz y el suicida estaba al tanto pero prefirió enfocarse en lo importante.
—Tengo una última pregunta, ¿Cómo contactas a tus subordinados?— estaba feliz de tener pequeños susurros de un “ángel”.
¡Tachihara no está enamorado de Jane!
Pequeño espacio para notas: De aquí yo ya no aseguro la estabilidad emocional de nadie. Jane debe desarrollarse más a punta de golpes.
No me importa si los personajes mueren en el manga, yo quiero sanar y voy a escribir un final bonito. Trataré que vaya de la mano con el canon, pero definitivamente será muy distinto.
Dejen sus dudas y comentarios sin pena. Me gusta leer la mayoría de ellos.
Este capítulo contiene 5200 palabras sin incluir mis notas, creo que el estándar para los últimos capítulos será 5000-2000 palabras.
En otras cosas, si ven que están plagiando alguna obra, avísenle al autor original.
"Quien tenga miedo a morir, que no nazca": yo después de publicar en wattpad.
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