Capitulo 28

Stanley

Ver a Nicolle después de lo que pasó entre los dos me afecto más de lo debido. Jamás pensé que me sentiría débil con su cercanía.

Nunca me imaginé que me gustaría una chica como ella: presumida, vulgar y arrogante.

No logro comprenderlo. ¿Que fue lo que me sucedió? ¿Que me hizo esa niña tonta? ¿Porque me siento así? Quisiera poder descifrar ese sentimiento que ella me causa. Pero me niego, me niego a sentir algo por ella aunque mi cuerpo me pida todo lo contrario.

Desde este momento mantendré distancias con ella. La ignoraré, haré como si no existiera. Porque eso es lo mejor para mi.

No puedo permitirme caer de nuevo en sus provocaciones, aunque mis labios se mueran por probarla.

Me niego.

Ya no quiero pensar en ella.

En lo que sucedió...

Mientras más intento olvidar lo de aquella noche, mas se aferra a permanecer en mi mente.

Es como si mi cabeza no me permitiera borrar ese pensamiento.

Quiero borrarlo, quiero hacerlo, quiero dejar de pensar en sus labios; en su voz, en sus manos acariciándome.

Me niego a seguir pensando en ello.

A partir de este momento...retiro toda sensación y sentimiento que Nicolle pueda producir en mi.

No volveré a caer.

No puedo sentir algo por ella.

No debo.

♡♡♡

La familia está reunida toda en la mesa para la cena e incluso Gerson forma parte en la mesa.

Es terriblemente insoportable.

Mi Papá está a la cabeza en la mesa al lado de Mamá, Gerson de un lado y yo del otro, quedando de frente entre los dos en la mesa.
Mara sirve la cena, que apenas observo y luego miro a Gerson saboreando.

Me limito a poner los ojos en blanco e ignorarlo, es lo mejor que puedo hacer.

Después de servida la comida, todos empienzan a comer, menos yo que observo mi plato como si la comida fuera mierda.

No tengo apetito.

- ¿Estas bien, Stan?.

- ¿Uhm?.

La voz de mi madre me hace levantar la mirada para observarla.

- No has probado un bocado, hijo. ¿Te sientes bien?.

Me pregunta mi madre preocupada.

Niego con mi cabeza.

- Estoy bien, Mamá. Es solo que...no tengo apetito. Además que tengo mucha tarea. Solo es eso.

Me encojo de hombros restándole importancia al asunto y mi padre me mira con seriedad, como si supiera que estoy mintiendo.

Mara hace una mueca con su boca y finge que me cree.

Gerson me lanza una mirada fugaz de frente mientras se mete un bocado de comida a la boca.

Lo ignoro e intento probar la comida que se ve deliciosa frente a mi.

-¿Y que tal la escuela?.

Interviene mi padre.

-Bien, supongo.

Me encojo de hombros de nuevo.

-¿Y ya tienes novia?.

Su pregunta me toma desprevenido y abro mis ojos como platos, rojo de la vergüenza. Veo a Gerson sonreir y quiero tirarle el plato a la cara para que borre esa sonrisita del rostro.

-Yo...no...bueno...no.

¿Porque tengo que tartamudear? Es patético.

Todos me observan y siento que la piel me arde de la incomodidad.

-¿No tienes novia? ¿Porqué?. -cuestiona mi padre desde su asiento.

Trago saliva nervioso.

-Porque yo...umm...

Me interrumpe.

-Cuando yo tenia tu edad ya había tenido decenas de chicas detrás de mi. Bueno...yo era mucho más musculoso y guapo que tú.

¡Mierda! Esta haciéndome sentir peor. Mi propio padre.

-Yo...no...no creo que...sea el momento para eso, Papá.

-¿Porque no?.

-Quiero terminar mis estudios y no me siento preparado para lidiar con chicas.

-¿Me estas diciendo que eres homosexual?.

Mi padre me mira horrorizado y yo quiero que la tierra me trague y me escupa en el espacio.

-¡¿Que?! ¡No, Papá!.

El levanta una ceja.

-Solo espero que eso sea cierto, porque sino mancharías nuestra reputación, Stanley.

Él y su puta reputación de mierda. Me da tan igual. No me interesa. Me gustaría poder decirselo a la cara, pero eso sería una falta de respeto para él y un gran problema para mi. Me defiendo rápidamente.

-No soy Homosexual.

Si tan solo supieras lo que ha hecho tu hijo en su habitación, Padre. De seguro estarías orgulloso de mi.

Mara reprime una sonrisa, mi madre fulmina a mi padre con la mirada mientras que Gerson se burla de mi descaradamente.

-De hecho, Señor Montgomery, Stanley tiene novia.

Miro a Gerson con la mandíbula apretada. ¿Que mierda estas diciendo Gerson Müller?.

Mara alza las cejas sorprendida, mi madre tiene la boca abierta y mi padre se mantiene impacible en su lugar. Por su parte Gerson esquiva mi mirada y observa a mi padre.

-Gerson...

Le digo con advertencia, pero él ni se inmuta. ¿Y si le arrojo un tenedor en un ojo? ¿O mejor le lanzo el vaso de vidrio sobre su cabeza?.

¡Maldito pecoso y sus imprudencias!.

-¿Recuerda a la compañera de Química de Stanley?.

Ay no. Que no sea lo que estoy pensando.

-¿Nicolle?. -responde mi madre en un tono de sorpresa.

-Si.

-¿Es tu novia, Stan?. -me pregunta mi madre mientras yo quiero irme a otro planeta. -¿Cuando pensabas decirnoslo?.

Abro y cierro la boca repetidas veces intentando articular palabra pero estoy tan pasmado y avergonzado que no logro decir nada.

-¿Nicolle? ¿Enserio? ¿Desde cuando?.

Indaga Mara, curiosa. Gerson reprime sus carcajadas mientras que yo quisiera ser una tortuga y encerrarme en mi caparazón, y evitar las preguntas.

Pero no soy una tortuga, ¡Joder!.

¿Que hago? ¿Que les digo?

-No...ella...

-¿Es o no tu novia?.

Pregunta mi padre con firmeza y yo trago saliva. Si digo que no mi padre seguirá pensando que soy Homosexual, porque es muy raro que un chico de dieciocho años nunca haya traído una chica a casa. Ah, pero a chicos sí. ¡Maldicioón, Gerson!.

Si digo que sí mentiría y Nicolle me mataría por eso.

Y...¡No quiero tener una novia como Nicolle!.

El pulso se me dispara de solo pensar en ello, pero intento tranquilizarme y mantenerle la mirada a mi padre, quien se mantiene rígido y firme en su asiento esperando su respuesta.

-Ah...-me encojo de hombros. - S-si...eso creo.

Mi padre hace un gesto aprobatorio con su boca y luego miro a Gerson para fulminarlo con la mirada.

Te mataré, Pecoso.

Mi madre me mira sonriente, mientras Mara se mantiene pasmada observándome sin creerlo. Ella me conoce tan bien, que sabría si miento o no. De seguro se ha creido mi mentira o puede ser que esté fingiendo creerme delante de mis padres.

Gerson sonríe y sigue comiendo como si nada hubiera pasado. El cuello empieza a sudarme al igual que mi frente.

¡Diablos, estoy nervioso!.

-¡Dios mio!. - mi madre reacciona con sorpresa. -Tienes una novia increible, Hijo. -comenta emocionada, mientras que yo tenso mis labios fingiendo una sonrisa aunque me sienta abrumado.

-Ummju.

Me limito a decir y seguimos cenando. Miro a Mara de reojo y ella niega con la cabeza levemente sin que mis padres se den cuenta.

Sabe que estoy mintiendo.

Al terminar la cena Papá habla de nuevo.

-Dentro de una semana se hará una subasta en el concesionario y toda la Familia debe estar presente. -mi padre mi mira. -Podrías llevar a tu novia, Hijo.

Miro a Gerson y el me devuelve la mirada. Luego miro a mi padre intentando no tartamudear.

-Esta...bien.

Nicolle saltaría de la emoción por ir a un lugar como ese, pero...¿Como le digo que la presentaré a mis padres como "mi novia", que por culpa de Gerson ahora ella es...?

Estoy en problemas.

¿Que voy a hacer? Cuando estaba pensando en alejarme lo mas lejos que pueda de ella, y ahora sucede esto.

¡Maldición, Gerson!.

Siento que la sangre ha dejado de circular por mi cuerpo. Me siento frustrado.

Me levanto de mi asiento.

-Gracias por la cena, Mara. -le digo y ella me sonríe. -Iré a dormir. Buenas noches.

-Duerme bien, Cariño.

Menciona mi madre y yo asiento.

-Gerson, necesito hablar contigo un segundo. Subamos a mi habitación.

Es hora de tu muerte, pecoso.

El se despide de todos en la mesa y me sigue por las escaleras. Al llegar a la habitación, cierro la puerta con fuerza y lo encaro.

-¿Que mierda hiciste, Gerson?.

Exploto.

-Calmate, viejo. Solo era una broma...

Me coloco las manos en la cabeza frustrado y camino por la habitación molesto.

-¡Joder, Gerson!.

-Tu me seguiste el juego...

Se defiende y yo gruño.

-En primer lugar, no debiste decir eso. Sabes que odio a Nicolle...

Me corta.

-No la odias, solo que no quieres admitir que te gusta. Además, se que pasó algo entre ustedes que no me quieres contar.

Dice relajado.

Río sin gracia, mientras me cubro la cara con ambas manos.

-No puede ser. -susurro. -¿Sabes que, Pecoso? Largate.

El arruga las cejas.

-¿Porqué?.

-¿Como que "Porque", idiota? Tu siempre con tus malditas pendejadas. Quiero que entiendas algo: Nicolle y yo.-hago énfasis. - Nunca podríamos ni siquiera ser amigos. ¿Puedes entenderlo?.

-No. La verdad es que no. No lo comprendo.

Suspiro con fuerza tratando de calmarme. No quiero tener que lanzarlo por la ventana de mi habitación.

-Largate, Gerson. No quiero verte.

El me ignora.

-Deberías de agradecerme, Cabrón. Ahora debes pedirle a Nicolle que sea tu novia, ¿No es genial?.

Sonríe divertido y mueve sus cejas. Trago saliva y aprieto mi mandíbula. Me acerco rápidamente a el y lo halo de su camiseta roja. Lo llevo de arrastras hasta la puerta.

-Pero...

-Largate.

-Espera, Stan. Tu no eres así...

-A partir de ahora lo seré, Pecoso. Y para la próxima te partiré la cara, no me va a importar que seas mi mejor amigo.

Le cierro la puerta bruscamente en la cara.

Es un idiota.

¿Cómo pudo hacerme esto?

¿Porqué tuve que seguirle la corriente?.

<<Ahora tienes que pedirle a Nicolle que sea tu novia>>

Recuerdo sus palabras.

-¡Jah!, como si eso fuera a pasar. Primero me corto los testículos, que pedirle algo a Nicolle.

Murmuro para mi.

Me recuesto de espaldas sobre mi cama mientras gruño de frustración.

-¡Maldición!.

Exhalo con fuerza y cierro mis ojos unos instantes intentando controlarme.

Estoy demasiado molesto.

Mi teléfono comienza a sonar en algún lado de mi habitación, pero lo ignoro. No quiero hablar con nadie.

Deja de sonar pero a los segundos, vuelven a llamar.

-¿Quien jode?.

Me levanto de la cama molesto y busco mi celular. Cuando lo encuentro contesto sin siquiera mirar la pantalla para saber quien es.

Hablo de mala gana.

-Buen...

-Hola, Einstein.

Lo que faltaba para mi desgracia. Voy a empezar a pensar seriamente en el suicidio. Esta niña tonta será mi muerte.

-¿Que quieres, Nicolle?

-Uhhh, que bien se escucha mi nombre en tu boca.

Suelto un suspiro cansado e ignoro lo que me produce su voz en mi cuerpo.

Inevitablemente, el corazón me empieza a palpitar con fuerza.

-Déjate de pendejadas, Niña tonta. No estoy de humor para tus juegos.

Suelto astiado.

-¿Sabías que el sexo quita todo tipo de mal humor?.

Pongo los ojos en blanco.

-No te pedí consejos, Morrison. ¡Deja de joder!.

-Amargado...

-Insufrible.

-Bebito llorón.

Cuelgo...

Es insoportable. Me dejo caer de espaldas en mi cama y miro al techo. Busco una buena música en mi playlist que me relaje.

Escucho Infinity de Jaymes Young a través de mis auriculares y trato de dejar mi mente en blanco.

Cierro mis ojos y canto en voz baja. Quizás me duerma pronto.

Ni siquiera tengo ánimos de leer. No lograría concentrarme, pero el sonido de una notificación en mi celular me hace abrir los ojos de golpe.

Sostengo el celular en mis manos mientras suena la música.

Es una notificación de Instagram. Un seguidor ha enviado una foto. Voy al chat y efectivamente hay un mensaje de...

¡Joder!

No soy muy fan de las redes sociales, ni tampoco suelo recibir mensajes por Instagram, y mucho menos si se trata de ella...

Nicolle Morrison.

Esta en línea.

¿Abro el mensaje? No. Mejor no lo hago. Solo quiere seguir jodiendo mi paciencia.

Apago la pantalla y sigo escuchando la música a través de mis auriculares.

Otra notificación.

Ignoro el sonido de la notificación y me mentalizo.

No voy a abrirlo, no voy a abrirlo, no voy a abrirlo...

Me digo una y otra vez tratando de calmar mi curiosidad.

Pero la curiosidad es más fuerte que yo. Asi que sostengo mi teléfono, enciendo la pantalla y abro su mensaje.

Trago saliva ante lo que estan viendo mis ojos. Quisiera decir que el pulso no se me acelera, que no me provoca, que pene no reacciona ante ella, pero estaría mintiendo. Porque es todo lo contrario.

Hay uno foto de ella.

Esta frente a un enorme espejo recostada en su cama boca abajo. Tiene la espalda desnuda, eso quiere decir que...

Mierda.

Tiene su cabeza recostada sobre su brazo y puedo ver su braga.

La veo perfectamente, roja de encajes dejando sus nalgas blancaa a la vista y llevando a mi cerebro a punto de quiebre.

¿Porque me hace esto?.

Paso saliva con dificultad. Intento cerrar mis ojos y dejar de verla, pero no puedo. Me es imposible, es como si me tuviera hechizado completamente.

Llega una nueva foto...

Tiene algo entre sus manos no se realmente lo que es, pero es rosa, alargado y grande.

Es...¿Un pene rosa?.

Eso me descoloca totalmente. Y entonces enfoco bien mi vista y definitivamente es un pene de plástico.

Mierda.

Bajo de las dos fotos hay un escrito. Empiezo a leerlo:

-Me preguntaba, Einstein, Si entre tu cuerpo y el mio hay Química.

Definitivamente la hay.

-¿Porque me haces esto, Nicolle? ¿Que quiere de mi? Dejame en paz, ¿Quieres?.

Le respondo y al instante llega su respuesta.

-Siempre las mismas preguntas, Einstein. Y sobre lo de, ¿Que quiero de ti? Es simple...

Al instante llega otro mensaje que me hace cerrar los ojos y apagar el celular.

-Volverte loco por mi.

Ya lo estoy, Nicolle Morrison.

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NOTA

Bueno acabo de terminar el capitulo si hay errores los corregiré luego.

Ahora, ¿Que opinan del capitulo?

No olvides dejar tu voto para mi es muy importante.

Pregunta:
¿Que te gustaría que pasara?

¡Gracias por leerme, Chicuelas!😉

Acabo de crear un Instagram donde publico imagenes, frases y cosas sobre mis libros.

Si gustan pueden seguirme y hablarme por allí para que chalequeemos (Jodamos).

@soypatrixiag

Un beso su perversa escritora
Patrixia G🔥

Se les quiere.